Tenemos papeles suyos para aburrirnos todos. Para aburrirnos por lo extenso de la lista, no porque sean papeles soporíferos ni mucho menos.
Phoenix está, sin duda alguna, en mi top ten de actores favoritos de todos los tiempos (actores: las actrices van aparte). Y sin embargo no sé por qué siempre tengo esa sensación de que este hombre no ha tenido el reconocimiento que se merece. Y ojo, que lo han nominado tres veces al Oscar, dos de ellas como actor principal y tiene en el salón un Golden Globe (quien dice el salón dice la entrada, a ver si me entendéis). Pero, aún así, se le queda a una la sensación de que a Joaquin debería vérsele más. ¿No? ¿Es cosa mía?
Bueno, a lo que voy:
Este mozuelo de 43 castañas que empezó en esto del pantalleo allá por el ’82, en Siete novias para siete hermanos, tiene titulazos detrás desde sus tempranos episódicos en Se ha escrito un crimen o Canción triste de Hill Street hasta El secreto de los Abbott o su maravillosa presencia en Asesinato en 8 mm., por mucho que digan algunos.
Pero el papel que lo trajo a la mente colectiva de todo el mundo, estaréis de acuerdo conmigo, fue sin duda el del Emperador Comodo en Gladiator, en el 2000.
¿Y qué ha hecho desde entonces? Pues elegir muy, muy bien sus papeles, porque tiene un repertorio que es, en esencia, una pura delicia. Pero sí: reconozco que igual no soy objetiva, porque de verdad que me encanta este actorazo.
Voy a hacer las cuatro paradas que me parecen imprescindibles para ver la evolución que lo ha convertido en el candidato perfecto para ser el nuevo Joker:
Contra las cuerdas, en 2005. La película biográfica de Johny Cash, en la que Joaquin borda a la perfección la degradación del cantante a través de las drogas.
I’m Still Here, de 2010. Un mockumentary (un falso documental de tinte cómico al estilo de Borat) en el que Phoenix, interpretándose a sí mismo, decide dejar su carrera como actor e intenta triunfar como estrella del hip-hop. Una obra muy trabajada, original y que levantó bastante controversia, en la que incluso llegó a pelearse con un espectador entre el público.
The Master, de 2012. En ella, interpreta a un veterano de la Segunda Guerra Mundial, que sufre de alcoholismo y trastorno de la personalidad. Le hacen un interrogatorio en el que Phoenix tiene que aguantar sin parpadear, y parece que lo ves desencajarse por momentos. Este papel, junto al de Johny Cash, fue el que lo hizo candidato al Oscar.
Y luego, en 2013, está Her: un peliculón, éxito de crítica, en la que Joaquin es un escritor solitario (qué manía con dejar solitos a los escritores) que mantiene una relación con un sistema operativo diseñado para satisfacer todas sus necesidades.
Además este año, por si aún no la habéis visto, se estrenó No te preocupes, no llegará lejos a pie, en la que comparte protagonismo con otros de mis favs: Jonah Hill (que, si no lo sabéis, empezó en el cine comprando en E-Bay). Una maravilla en la que John Callahan (Phoenix) encuentra el camino a la sobriedad a través de un arte controvertido.
Hace unos meses se rumoreaba que sería el próximo Joker, cosa que él desmentía en un principio para pasar luego a dar respuestas tan ambiguas e inquietantes como el propio personaje. Ahora que ya está confirmado que Phoenix está rodando el origen dirigido por Scorsese que verá la luz el año que viene.
Lo voy a decir resumidamente: si Joaquin Phoenix es el Joker y Ben Affleck es Batman… ¡¡Arriba Equipo Joker!!
Como Batman que vuelva Christian Bale, por favor. Aunque quizás no soy objetiva, porque en la primera aparecia con Michael Caine, Morgan Freeman y Liam Neeson. Si en tal compañía no aprendes a ser un actor, no te extrañen las críticas.
12 octubre 2018 | 3:44 pm
Hola, solo remarcar que Scorsese no es el director, Todd Phillips es el hombre al timon del proyecto.
Un saludo!
13 octubre 2018 | 12:24 pm