Por Mª del Carmen Cortés
Los hechos que vivimos el pasado 2 de octubre, cuando un grupo de hinchas del equipo de fútbol Club Brujas de Bélgica, que habían venido a jugar un partido contra el Real Madrid, humillaron y vejaron a un grupo de mujeres en la Plaza Mayor van, simplemente, contra la dignidad humana.
Tal y como puede observarse en las imágenes que se han difundido por algunos medios y particulares[1], este grupo de hombres, entre otras conductas incívicas en el entorno, acosaron y se burlaron de varias mujeres gitanas rumanas, simulando que les daban dinero o cerveza, llegando incluso uno de ellos a quitar el pañuelo de la cabeza a una de las mujeres, con evidente malestar por parte de ella.
Dos mujeres gitanas, protagonistas de las últimas campañas por la igualdad y en contra de los estereotipos de la Fundación Secretariado Gitano.
Los responsables de estos comportamientos tan lamentables se centran de forma exclusiva en la humillación y vejación de unas personas basándose en su condición de mujeres gitanas, pobres y extranjeras, lo que constituye un ejemplo claro de discriminación interseccional. En este caso concurren una serie de factores que colocan a las víctimas en una situación de especial vulnerabilidad, lo que debe tenerse en cuenta no sólo de cara a valorar una especial gravedad de los hechos (y de la responsabilidad que habría que exigir a los autores), sino también en lo que respecta a la reparación de esta grave vulneración de los derechos humanos.
Como decía, no es la primera vez que ocurren unos hechos de este tipo. Esta situación recuerda otros casos parecidos como el que ocurrió hace 3 años con los hinchas del PSV Eindhoven (Países Bajos) también en la Plaza Mayor de Madrid. Pero lo más preocupante es que estas actitudes se pueda ver como algo natural, con cierta aceptación o tolerancia por la sociedad, casi como si hubiera algo de culpa en las propias víctimas. Y esto es totalmente inaceptable, todas las personas, sin distinción, somos iguales en dignidad y derechos.
Los hechos de 2016 fueron denunciado por la Fundación Secretariado Gitano y otras entidades. Gracias a ello, se impuso una multa a los autores por parte de las autoridades holandesas y la prohibición de acceder al estadio de futbol de su equipo durante dos años.
Por todo ello, como ya se ha comunicado, desde la Fundación Secretariado Gitano se van a desarrollar una serie de actuaciones, denunciando el caso en los medios de comunicación, ante la Fiscalía de Delitos de Odio y Discriminación, ante el Club de fútbol Brujas y el Consejo Superior de Deportes, así como remitiendo nuestra queja ante la Embajada de Bélgica. Con ello esperamos que, definitivamente, estos casos no se vuelvan a repetir ya nunca más.
Mª del Carmen Cortés es abogada gitana y pertenece al Departamento de Igualdad de Trato y No discriminación de la Fundación Secretariado Gitano.
[1] https://www.antena3.com/noticias/deportes/futbol/la-bochornosa-humillacion-de-aficionados-del-brujas-a-mendigas-en-madrid_201910025d9471bf0cf2476a60c404d3.html
Es un hecho lamentable, por desgracia es el modelo de sociedad al que nos dirigimos. Y vamos a ir viendo no sólo agresiones hacia mujeres gitanas, sino hacia cualquier colectivo vulnerable al que, por educación y humanidad, se respeta. Porque lo que falta es precisamente eso: educación, valores, humanidad y mucha, mucha cultura.
Resulta una triste paradoja el que habiendo más que nunca acceso a la educación y a la formación, la sociedad se esté animalizando tanto.
06 octubre 2019 | 12:44
Faltaría más, claro, los hombres gitanos ni existen ni sufren tampoco,
El ombligo de este mundo no es la mujer
06 octubre 2019 | 16:31