Agua vital para la crisis del Cuerno de África

Por María Sánchez-Contador Escudero

En marzo, con motivo del Día Mundial del Agua, tuve la oportunidad de viajar a Somalilandia, para conocer la situación del país y cómo la población afronta la extrema sequía que padecen. En esos días miraban al cielo con cierta esperanza, estaba a punto de empezar la temporada de lluvias, pero todo indicaba que se aferraban a esa esperanza que nunca se pierde. Conscientes, continuaban preparándose para prevenir un desastre mayor.

En Garadag, participamos en un taller de reducción de riesgos: 17 hombres y 12 mujeres, representando diferentes sectores (autoridades del Gobierno, comerciantes, pastoralistas y agricultores, personas desplazadas y ONG) discutían sobre los desafíos a los que se enfrentan y cómo llegar a compromisos para actuar, de manera conjunta y coordinada, ante las alertas de sequía y evitar así desastres mayores. Reseñable una representación casi paritaria, con verdadera participación de las mujeres y recogiendo sus necesidades específicas como recomienda el primer informe sobre gap de género en Somalilandia.  

© Pablo Tosco/ Intermón Oxfam

Ahora la situación ha empeorado. La crisis ha aumentado. Más de 15 millones de personas necesitan ayuda como consecuencia de la sequía en el Cuerno de África (Etiopía, Kenia y Somalia): 5,6 millones viven desplazadas y 7,6 millones sufren hambre extrema. Y, esto sucede ante la pasividad internacional, que solo ha aportado el 35% de los fondos necesarios a la ayuda humanitaria.

Las consecuencias de la sequía de 2016-17 que se suman a las padecidas en 2011, persisten y se agravan con la actual sequía. La crisis climática hace que las sequías sean cada vez más recurrentes y graves. La población, mayoritariamente pastoralista y nómada, ha perdido su ganado y con ello su medio de vida; se afronta a una situación realmente extrema. “De la hambruna de 2011 aprendimos que debemos responder rápidamente y de forma decidida para salvar vidas. Pero aquel compromiso internacional de garantizar que aquello no volviera a suceder se ha transformado en autocomplacencia”, afirma Lydia Zigomo, directora regional de Oxfam para el Cuerno de África, durante la presentación del reciente informe Compromiso o complaciencia. 

La adaptación, la preparación y la prevención ante las adversidades es ya una constante. Aisha Abdelahih, promotora de higiene en la comunidad de Docolohah, explica cómo viven en un área donde se instalaron en 2017:  hay una fuente de agua de la que pueden dar de beber a los animales que todavía les quedan. Sacan agua para sus camellos a diario, pero es agua salina, no apta para el consumo humano, y alrededor no se ve nada. Nada. Tierra convirtiéndose en arena, piedras y espinos. 

Oxfam les lleva agua potable con camiones cisterna, que a través del sistema de Cash for WasH gestiona la propia comunidad. La ONG les subvenciona el agua, pero es la propia comunidad, a través del comité de agua, del que Aisha forma parte,  quien se encarga de negociar cuándo va el camión, controlar los litros que les dejan en el depósito y cuándo reponer. Tan importante como disponer de agua potable es tener unas buenas condiciones higiénicas y de saneamiento. Por eso, la ONG instaló letrinas en el perímetro del pueblo y con la implicación del comité de agua, se transmiten las buenas prácticas higiénicas. 

Aisha se encarga de visitar a diario a 10 familias, transmitir mensajes para mantener limpio y sano el entorno y cerciorarse de las condiciones en las que están. Su compromiso contrasta con la pasividad internacional para abordar esta crisis y sus causas. También con la solidaridad e implicación que han mostrado Elefantes, Manolo García y Benjamín Prado, con la creación de la canción AGUA. Con ella han querido sensibilizar sobre la situación de desigualdad que afrontan las poblaciones más vulnerables para acceder al líquido vital, y aportar su gota para que más personas puedan beber y prosperar. Los beneficios de la canción se dedicarán a los proyectos de agua que está impulsando Oxfam Intermón en crisis como la del Cuerno de África.

Urge actuar, si no queremos terminar como acaba la canción: «El futuro (es) un desierto y una cuenta atrás si nos falta el agua».

María Sánchez-Contador es publicista, técnica del Área de Marca y Comunicación de Oxfam Intermón.

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