En el Día de África: una mirada a las mujeres

Por Beatriz Novales

Antes de ir por primera vez a Burkina ya me habían hablado de Sankara, uno de los grandes revolucionarios africanos: un adelantado a su época. En apenas cuatro años, entre 1984 y 87, dio un cambio radical al rumbo del país, antes de ser asesinado. Indagando sobre su vida y su acción política, descubrí que Thomas Sankara era, además, feminista:

‘Si perdemos la lucha por la liberación de la mujer habremos perdido el derecho a una transformación positiva de la sociedad’

La cita aparece en el libro ‘El África de Thomas Sankara‘ de Carlo Batà. Y a pesar de todas las dificultades, la situación de la mujer en Burkina ha tenido una evolución positiva desde entonces, especialmente en cuanto al acceso de las niñas y las mujeres a la educación -en especial en medio urbano- y a la representación política de las mujeres.

Fati Marmoussa es una joven agricultora de la región de Tafgo, Burkina Faso. Ha participado en actividades de formación para mejorar la nutrición y salud de su familia. Imagen de Pablo Tosco / Oxfam Intermón.

Las mujeres son las grandes protagonistas de los proyectos productivos que Oxfam lleva a cabo en Burkina. Mujeres emprendedoras siempre dispuestas a la innovación y a organizarse de forma colaborativa para que sus iniciativas sean más rentables y al mismo tiempo generen mecanismos de solidaridad entre ellas.

El liderazgo en estas actividades económicas va acompañado de un cambio en la posición de la mujer dentro de sus hogares y en sus comunidades. Gracias a sus pequeños negocios, las empresarias consiguen unos ingresos que les dan una mayor autonomía en las decisiones del hogar. Por ejemplo, las madres empresarias suelen priorizar la escolarización de sus hijas hasta la secundaria, algo que no siempre constituye la preferencia de sus maridos. Además, se convierten en agentes económicos -generan empleo y pagan impuestos- de sus comunidades ganando en muchos casos su sitio y reconocimiento en espacios de poder antes ocupados mayoritariamente por hombres.

Sin embargo, siguen persistiendo en el país importantes desigualdades entre hombres y mujeres que limitan por ejemplo el acceso de la mujer a la tenencia de la tierra o al crédito. La diferencia entre lo que marcan las legislaciones, que en muchas ocasiones sí reconocen la igualdad entre hombres y mujeres, y la práctica tiene mucho que ver con el peso de normas sociales y tradiciones especialmente en el mundo rural. Organizaciones como la “Asociación de mujeres juristas” trabajan con jefes tradicionales, líderes religiosos y mujeres rurales con el fin de difundir las normas igualitarias y facilitar su aplicación efectiva.

Dicen en la tradición africana que cuando las mujeres salen a la calle con sus utensilios de cocina para protestar suele ser el principio del fin para los gobernantes. Las mujeres en Burkina han participado y siguen participando activamente en los principales movimientos sociales del país. Ha quedado demostrado su papel fundamental durante las famosas movilizaciones del 2014 que consiguieron derrocar al régimen autoritario de Blaise Compaoré.

Cada vez que voy a este país, también llamado ‘la tierra de los hombres (y mujeres) íntegros‘, sigo descubriendo una realidad de la mujer africana muy distinta a la imagen que nos llega en muchas ocasiones a nuestro país. Una realidad diversa, de emprendedoras, activistas, madres, universitarias, supervivientes…

Por eso es inspirador e imprescindible mirar hacia las mujeres en el Día de África

Beatriz Novales es directora del Programa de África en el Departamento de Cooperación Internacional de Oxfam Intermón.

1 comentario

  1. Dice ser Victor

    La verdad que las mujeres innovadoras deberían tenerse en cuenta da igual el país de donde procedan.

    25 mayo 2018 | 13:44

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