Conectar con la propia sexualidad

Por Alejandra Luengo Alejandra Luengo

La sexualidad forma parte de nosotros y nosotras desde que nacemos y configura gran parte de las relaciones que tenemos a lo largo de nuestra vida. Últimamente reflexiono con frecuencia sobre lo que implica para las mujeres su sexualidad; o mejor dicho: la falta de conexión con ésta.  En pinceladas generales, hablo de situaciones que no sucedieron hace cincuenta años: algunas me las he ido encontrando los últimos años, en los últimos meses, y no son tan ajenas a las historias de muchas de las mujeres con las que me relaciono. Me gustaría reflexionar sobre los ejemplos de cuatro mujeres con sus respectivas historias de vida muy distintas.

Imagen de Sergio Perea.

Imagen de Sergio Perea.

Pienso en Jessica, una adolescente que conocí en Perú hace más de una década, y que con 12 años había sufrido abuso por parte de su padrastro. Desde el colegio se dio la voz de alarma cuando la menor sufrió un desvanecimiento en el centro y se descubrió que estaba embarazada, aspecto que su madre conocía perfectamente.

O en María José, mujer española de cincuenta años, casada desde hace más de dos décadas con su marido, único hombre con el que ha mantenido relaciones sexuales, y madre de tres hijos. Su experiencia sexual nunca había sido placentera, y resaltaba que no sabía lo que era el orgasmo del que tanto se hablaba.

Carmen, de treinta y cinco años; abogada con gran éxito profesional. Está casada y tiene un hijo. Cuando nos entrevistamos por primera vez hace meses, manifestaba entre sollozos que muchas de sus relaciones sexuales son para complacer a su pareja y que a menudo le resultan desagradables.

O María, en plena adolescencia con sus quince años, que fue traída a España por su madre. Esta menor ha tenido en estos últimos dos años más de cinco parejas sexuales, algunas mayores de edad. Se quedó embarazada hace meses y finalmente abortó.

Personas aparentemente muy distintas, vidas e historias muy diferentes, y que sin embargo comparten un aspecto común: Son mujeres que desconocen su sexualidad: de dónde viene, lo que significa y lo que implica en su identidad. Y es que cuando hablamos de sexualidad tenemos que ir más allá de saber lo que es un clítoris, una vagina, un pene, un orgasmo o un preservativo.

En unas por defecto, en otras por exceso, se llega a lo mismo: ha habido un sometimiento al placer del varón. En esas cuatro mujeres tan distintas no hay una conexión con su propia sexualidad, ni conocimiento de la misma. Son ejemplos de distintas generaciones en los que se perpetúa un mismo modelo: hombres y mujeres priorizan el placer masculino, sometiendo y anulando de una forma más o menos encubierta la sexualidad femenina.

¿Qué ocurre con estas mujeres de distintos mundos que no se sienten con la legitimidad para decir y actuar desde el ‘no quiero’ o ‘quiero esto’? ¿Cómo es posible que a menudo acaben ‘mutilando’ su deseo, su placer, o su propio descubrimiento? Experiencias de mujeres del primer y del tercer mundo que no se deben quedar sólo en palabras, sino en reflejos para el cambio.

Maria José, María, Carmen decidieron iniciar un proceso profundo de autoconocimiento. Un libro que siempre recomiendo a las mujeres para avanzar en su trabajo de conocimiento sexual es Tu sexo es tuyo de Silvia de Béjar. A mí me parece muy adecuado ya que se lee muy fácilmente, y hace hincapié en el derecho a conocerse y decidir desde ejemplos muy concretos de la vida íntima y sexual.

Estas mujeres a través de su propio análisis histórico pudieron reflexionar y analizar todas aquellas creencias falsas que habían interiorizado y las expectativas hacia sí mismas respecto a su sexualidad y hacia la de los varones. De esa toma de conciencia aprendieron sus derechos sexuales y cómo estos afectaban en su identidad. Hubo ya actuaciones concretas afrontando las consecuencias de decir lo que no querían, y sus deseos explícitos, favoreciendo la posibilidad de poder ir mejorando su autoestima y seguridad en la medida que se ha podido averiguar todo el potencial de su sexualidad y lo que implica.

En todo este camino en algunos casos les han acompañado sus parejas, y en otros ellas han elegido continuar sin esos hombres que les estaban restringiendo. Carmen decía el otro día en sesión que se está conectando con su parte más animal de disfrute y que se permite decir lo que le gusta y lo que no, disfrutando mucho más. Tenemos que potenciar relaciones sexuales igualitarias donde ninguna persona pierda; es trabajo de todas y todos.

 

Alejandra Luengo. Psicóloga clínica,  combino la atención psicológica en servicios públicos con la consulta privada. Creo firmemente que se pueden cambiar las cosas y en esa dirección camino. Autora del blog unterapeutafiel

10 comentarios

  1. Dice ser Carla

    Sin conexión con nuestra parte mas física no podemos avanzar ni sentirnos completas. Hay que aprender a disfrutar de nuestro cuerpo.

    Carla
    http://www.lasbolaschinas.com

    19 mayo 2014 | 08:10

  2. Dice ser Antonio

    Podríais añadir mas diversidad,

    El caso de Marta, cuyo marido es a veces al que no le apetece por cansancio en el trabajo, con lo que Marta decidió echarse un amante, ya que tiene derecho a una sexualidad sana.
    O el caso de Sofia, que debido a su juventud ha tenido tantas parejas sexuales, que le cuesta encontrar pareja estable, y que las que consigues es a base de mentir sobre su sexualidad pasada, ya que tiene derecho a no decir la verdad respecto ese tema.

    O Maria, que desde que fue madre, no tiene ni tiempo ni ganas para practicar sexo con su marido, y que va llorando por las esquinas que su marido ha tenido relaciones con otras y que tiene derecho a ser respetada por su marido.

    Un saludo.

    19 mayo 2014 | 13:41

  3. Dice ser Silvia Martínez

    No sé si te das cuenta, Antonio, de que la mayoría de tus comentarios lo que hacen es apoyar la tesis del artículo: que los hombres, cuando la relación no responde a sus necesidades en materia de sexualidad, tienen derecho a decidir por sí mismos. En cambio, en tus ejemplos, lo que deciden las mujeres (tanto si es a favor como en contra) te parece fatal.

    Además de ser incoherente: justificas la infidelidad de él -que acaba de ser padre y debería estar volcado en su familia en lugar de permitir que su pareja y madre de su hijo se ocupe de todo, lo que causa su agotamiento y su renuncia a practicar sexo- pero no justificas la de ella cuando el otro caso es que seguramente ambos trabajan y los dos tienen necesidades. Si a ella no le apetece, él tiene derecho a buscarse la vida por otro lado. Si a él no le apetece y ella se busca la vida, es una palabra de cuatro letras.

    Es una visión sumamente discriminatoria de la sexualidad. Por eso las mujeres necesitamos liberar nuestra sexualidad y vivirla sin imposiciones. Reflexionemos.

    19 mayo 2014 | 14:04

  4. Dice ser Antonio

    Precisamente al contrario, lo que muestro es que se habla mucho de derechos, pero de obligaciones no se sabe nada.

    Es mas, pongo dos casos que son el mismo pero donde solo varia quien realiza la infidelidad, siempre poniendolo en lenguaje subjetivo de este blog, si lo hace ella, es un derecho, si lo hace el, es que no respeta.

    Yo no respeto ni justifico ningun tipo de infidelidad, pero en este blog, dependiendo del sujeto, es un derecho o una falta de respeto.

    Respecto a lo de que ambos trabajan etcetc…es montarte una pelicula aparte para manipular la información, a tu antojo, como el caso comun de ella mata a su marido….seguro que el la maltrataba, se lo merecia…..el mata a su mujer…que malo(reduccion ligera de descalificativos, por no usar lenguaje soez) seguro que era un maltratador…

    ¿Y sabes en ambas noticias que hay en comun? que solo se sabe que alguien ha matado a su pareja, pero los comentarios iniciales siempre van por esa misma linea. Solo muestro que ante el mismo hecho, muchas personas, tienen un doble rasero mental o hipocresia lo ven de manera diferente, en una reprobable y en otra justificable.

    Para muestra de lo que digo tu mismo comentario, solo añado mas opciones, y ya si eso, rellenas la historia con lo que a ti te interesa para que cuadre con lo que quieres.

    Un saludo.

    19 mayo 2014 | 15:33

  5. Dice ser Antonio

    @Silvia Martínez

    Es mas, para que lo puedas ver mas claro aun

    «Además de ser incoherente: justificas la infidelidad de él -que acaba de ser padre y debería estar volcado en su familia en lugar de permitir que su pareja y madre de su hijo se ocupe de todo, lo que causa su agotamiento y su renuncia a practicar sexo- pero no justificas la de ella cuando el otro caso es que seguramente ambos trabajan y los dos tienen necesidades. Si a ella no le apetece, él tiene derecho a buscarse la vida por otro lado. Si a él no le apetece y ella se busca la vida, es una palabra de cuatro letras.»

    En el caso de la infidelidad de ella, tu lo justificas con que ambos trabaja, ambos estarán cansados y si ella puede el puede. En cambio en el segundo, añades que ella esta cansada y el no, debido a que el seguro que no hace nada, y si ayudase al 50% o ambos no querrian, o ambos querrian.

    Mas claro agua, en los dos contextos añades la informacion y la interpretas para que en ambos casos la actitud reprobable es la de el.

    Un saludo.

    19 mayo 2014 | 15:39

  6. Dice ser Silvia Martínez

    Antonio, no puedo creerlo. Quita todo lo que yo he añadido, que es porque me lo imagino perfectamente, y porque son casos habituales de los cuales conozco unos tantos. Quita todo lo que yo he añadido, y lo que digo sigue siendo válido.

    Un hombre que tiene muchas relaciones ¿está mal visto? Un hombre que es infiel a su pareja cuando acaban de ser padres, ¿está justificado?

    Pero SOBRE TODO, ninguna mujer por serlo puede tener OBLIGACIONES que afecten a su sexualidad. Ningún hombre, ninguna mujer, tiene que supeditar su bienestar y su placer al de otro. No sé por qué das por hecho que las mujeres tienen que hacerlo. Y que si no lo hacen, eso les da derecho a sus parejas a traicionar su relación.

    Esto que dices es peor aún que lo anterior -aiunque, claro, estaba implícito.
    Penoso.

    19 mayo 2014 | 16:15

  7. Dice ser Antonio

    @Silvia,

    Bien, por un lado reconoces que lo has añadido tu en base a tus vivencias…..

    ¿Una pregunta, cuando lees un libro o ves una pelicula, cuando termina…..tu recuerdas la historia que aparece, o recuerdas la historia que has creado en tu mente?

    «Un hombre que tiene muchas relaciones ¿está mal visto? Un hombre que es infiel a su pareja cuando acaban de ser padres, ¿está justificado?»

    Yo no he justificado a ninguno, sigues cerrando el ojo que te interesa para ver lo que quieres ver.

    Para tu siguiente aportación, puedes añadir partidos politicos, equipos de futbol…..realmente no esta en lo que que he contado, pero si sirve para que tu interpretación de mis palabras lleve a lo que tu quieres ver, hazlo.

    19 mayo 2014 | 16:24

  8. Dice ser morrosko

    ostia @antonio sólo te ha faltao decir lo del débito conyugal!!!!! ¿sexo por obligación? es lo único peor que sexo por dinero.
    no me extraña que la novia te mienta, te engañe y te vea desganado.
    pobrecico. no te das cuenta de que estás en el siglo 21.

    19 mayo 2014 | 16:26

  9. Dice ser Antonio

    @morrosko

    Nadie tiene obligación de hacer nada por la pareja si no quiere, ergo, no justifiquemos ciertas actitudes dependiendo del sexo del que lo hace.

    Un saludo.

    19 mayo 2014 | 16:29

  10. Dice ser Ana

    Pues yo creo que la culpa es nuestra, de las mujeres, por estar tan pendientes de lo que el hombre o la sociedad dicen de nosotras, o de lo que nosotras «debemos ser». Hay que darse cuenta de que sólo tenemos una vida y de que cuando tengamos 80 años (si llegamos) nadie nos va a dar palmaditas en la cabeza diciendo «buena chica». Y con eso no justifico el Todo Vale..sólo digo que cada cual actue según su conciencia, sea hombre o mujer, y al que no le guste, que no mire….

    (una vez, siendo yo muy jovencita, me puse una falda por debajo de las rodillas..vamos, de monja total..y nada mas salir de casa y al cruzar un semáforo, un pirado me llamó p…..Osea, hagas lo que hagas, si te quieren llamar algo feo, te lo van a decir igual, asi que al menos disfruta,no?..besitoos…)

    19 mayo 2014 | 18:59

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