Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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¿Voto en blanco o voto a Blanco?

Rubalcaba no tenía ayer cara de candidato. Zapatero, tampoco. Ambos se mostraron muy relajados, copa en mano, ante un centenar de periodistas. Daba la impresión de que se habían quitado un peso de encima. De corro en corro se corrió el rumor («lo único que se corre últimamente», según Manolo Saco) de que Zapatero estaba hablando de su sucesión como candidato presidencial.

José Blanco, nº 2 del PSOE y, en ocasiones, ministro de Fomento.

Pronto supimos que no había desvelado el secreto sobre si se presentaría o no como nº 1 del PSOE en las elecciones generales del 2012. Unicamente nos dijo que no era «el momento adecuado» de revelarlo a la opinión pública.  Sí dijo -para confundir con nuevos acertijos- que «ya habia tomado la decisión» (antes de que la tomaran por él los votantes en las municipales y autonómicas de mayo de 2011) y que lo había comunicado a su mujer, Sonsoles Espinosa (¡faltaría más!) y a «una persona del partido«.

El acertijo (¿quién será esa persona?) estuvo pronto en boca de todos los que estabamos presentes en el gran salón del Palacio de la Moncloa. Alfredo Pérez Rubalcaba, en un corro próximo, negó inmediatamente que él fuera el confidente señalado por Zapatero. Rubalcaba, que no tiene un pelo de tonto, es el nº 2 del Gobierno pero no es el nº 2 del Partido. Y sinceramente no creo que, hoy por hoy, aspire a ser el próximo presidente del Gobierno. Una pena, porque yo le votaría mucho antes que al pobre Rajoy y que al miserable Aznar, en caso de que resucitara como siempre fue su deseo.

Si yo fuera José Blanco (antes Pepiño), es decir, el nº 2 del Partido, y no hubiera sido el confidente elegido por el Presidente, me enfadaría mucho al conocer las declaraciones que Zapatero nos hizo anoche a los periodistas durante la copa de Navidad que ofreció en el Palacio de la Moncloa.  No solo me enfadaría. Estaría muy cabreado. Más aún, me sentiría engañado por el presidente del Gobierno si me hubiera puenteado (con otro u otra) en una decisión tan importarte.

Confidencias de Zapatero y Blanco en el Congreso

Sin embargo, esta mañana escuché a José Blanco en Radio Nacional, tan fresco, charlando graciosamente (quiero decir, hasta con gracia, tan desacostumbrada en él) con Juan Ramón Lucas y con mi paisano Carlos Santos.

¿Hablaba como minstro de Fomento? En absoluto: quitando el AVE a Valencia, tan de actualidad, hablaba con soltura de las pensiones, de la crisis económica y del ajuste, del estado del bienestar, del futuro de España y de los españoles, etc., como si ya hubiera sido ungido como candidato «in pectore» de Zapatero para presentarse a las elecciones del 2012 como nº 1 del PSOE. Ahora se entiende mejor su reciente cambio de imagen (de las broncas al PP a los guiños con la «lideresa«) y hasta de gafas.

Pero el presidente Zapatero podría haberle comunicado a Blanco su decisión A (volver a presentarse como nº 1 del PSOE) o B (no presentarse y/o que el PSOE buscara sucesor en un Congreso o mediante elecciones primarias). También podría haberle señalado que contaba con él como su candidato favorito, al igual que hizo, sin éxito, con Trinidad Jiménez para la Comunidad de Madrid.

Sonsoles Espinosa, esposa de Zapatero

Por tanto, yo apuesto a que el confidente de Zapatero (como ha sido desde antes de que mandara en el PSOE) es el mismísimo José Blanco. No puede ser de otra manera sin producir un estropicio en el Gobierno y en el Partido.

No es seguro que Blanco sea el candidato final, pero no cabe duda de que, en el caso de la «Opción B«, cuenta con una ventaja relevante de muchos meses frente a su posibles competidores (Bono, Chacón, Fernández Vara, Patxi López, etc,) en unas eventuales primarias o en un Congreso del PSOE.

En la solución del acertijo monclovita, yo apuesto por la «Opción B» (de Blanco). ¿Por qué? Encuentro varias razones:

1.- Vi anoche al presidente Zapatero demasiado relajado  (con la que está cayendo) como si, en efcto, se hubiera quitado un peso de encima.

2.- El presidente está convencido de que, dentro de un año, tras el previsible desastre electoral del PSOE en las municipales y autonómicas de mayo de 2011, la crisis economica habrá tocado fondo, el PIB estará ya repuntando, se habrá comenzado a crear más empleo del que se destruye y el cambio de tendencia, que ya anuncian indicadores relevantes para el medio y largo plazo, estará, al fin, confirmado.

Si Zapatero no estuviera convencido de esta recuperación económica para los últimos meses de 2011, es decir, si la crisis siguiera con la gravedad de estos dos últimos años, la opción elegida sería la A.  Quiero decir que, si las cosas van muy mal o a peor, Zapatero no abandonaría la carrera electoral para ganar otro mandato, aún con el riesgo, más que cierto, de perder el Gobierno. Zapatero puede tener pocos principios (equivocados o no) pero los que tiene son, en mi opinión, bastante firmes, incluso rígidos. Uno de ellos es el de no huir cuando las cosas se ponen feas. Por tanto, si la situación empeora, seguirá. Si mejora, dejará paso a otro.

Una foto desgraciada que trajo cola: La familia Zapatero, al completo, con los Obama

3.- Estoy casi seguro de que, desde que se publicaron las fotos de la familia Zapatero (incluyendo a sus dos hijas «góticas«, con tan patética indumentaria) junto a Barak y Michele Obama en Washington, la esposa del Presidente, Sonsoles Espinosa (más juiciosa que Zapatero, como, por otra parte, ha ocurrido con todos los presidentes de la Democracia) no habrá dejado de darle la murga diaria para quitarle las ganas de seguir en la Presidencia del Gobierno.

No es un secreto que la esposa del Presidente no disfruta con la posición actual de su marido. Entre otras razones, por el efecto desastroso que puede tener sobre la familia. Y no creo que sea bueno entrar en detalles.  Sólo destaco el error garrafal que el matrimonio Zapatero cometió al llevar a sus dos hijas a Washington, con tan llamativa indumentaria, y permitir que se hicieran una foto con el presidente Barak Obama y su esposa.

A muchos sabios y profundos analistas políticos les parecerá una tontería que incluya hoy, después de tanto tiempo, esta inoportuna falta de buen juicio del matrimonio entre las razones que avalan el abandono de Zapatero de la próxima carrera presidencial. A mi me parece una razón de peso que, como la gota malaya, va socavando las ganas de seguir en el Poder a cualquier padre o madre que se precien.

4.- Por último, y no lo menos importante, creo que Zapatero debe estar hasta la coronilla de ser el malo de la película (¡él que había sido tan mimado por la fortuna!), y debe soñar a diario con estrenar su casa en la playa de Vera, Almería, (y aquí arrimo el ascua a mi sardina) y que, según me dijo anoche, «aún no había llegado a estrenar«.

¿A qué espera, señor presidente?

Le esperamos en Almería, aunque sea como ex presidente.

El PP votará “sí” en Vitoria y “no” en Madrid

El mismo recorte de gastos obtendrá el “sí” de Basagoiti y el “no” de Rajoy. ¿Qué abismo separa a ambos líderes –y a media España– para que su votación sea tan dispar sobre el mismo asunto?  Hace poco, cuando el lendakari Patxi López y Antonio Basagoiti, presidente del PP vasco, recibieron el Premio Abril Martorell a la Concordia me dio un ataque de sana envidia. Y escribí un comentario titulado “Un ejemplo para España”

Me ocurrió lo mismo esta mañana, al escuchar al líder del PP explicando en TVE por qué pensaba votar a favor del ajuste propuesto por su adversario político, el lendakari Patxi López. Lo explicó muy bien. Pero no pudo hacer lo mismo con las razones que pudiera esgrimir Rajoy para explicar su voto negativo al ajuste del déficit público propuesto por Zapatero.  

Prácticamente todos los partidos políticos del grupo popular europeo, que están en la oposición, están votando a favor de las medidas de reducción del déficit que proponen los gobiernos de sus países –siguiendo las recomendaciones de la Unión Europea– salvo el Partido Popular de España. El Partido Popular apoyará sólo las medidas de ajuste del gobierno socialista vasco.

A mi juicio, tanto el lendakari López como el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, están adquiriendo una imagen de grandeza política y de generosidad patriótica que deja por los suelos a sus respectivos jefes nacionales, Zapatero y Rajoy.

A eso podemos unir el espectáculo de ayer –“lamentable”, según Javier Rojo, presidente del Senado– que ofrecen sus señorías de ambos bandos cuando gritan y patalean como niños rabiosos desde sus escaños.

Quizás esta crisis económica huracanada nos traiga como beneficio colateral la desaparición de la escena pública de los principales líderes políticos, incluyendo a Zapatero y a Rajoy. Ya se oyen numerosas voces que apuntan hacia el abandono rápido de ambos barcos (PP y PSOE)  ante la expectativa de un cambio de capitanes. Al mismo tiempo, gente extraordinaria –asqueada de la política española desde la crispación generada por Aznar, Rajoy  y Zapatero–  está pensando -aún clandestinamente- en cómo arrimar el hombro para sacar a España de esta crisis.    

La OCDE apunta hoy un crecimiento ridículo del 0,9% para la economía española en 2011. Si es así, quiere decir que arrastraremos a más de 4 millones de parados, durante varios años, a un pozo sin fondo como el que se tragó a la generación perdida que sufrió la última gran crisis económica en la primera mitad de los años 80. La economía española se ha mostrado incapaz de crear empleo cuando ha crecido por debajo del 3%.

El Gobierno socialista persiste en minimizar la gravedad de la situación económica y social, con la esperanza de ganar tiempo para puentear la crisis, mientras la derecha celebra cínicamente los desastres de la economía española, como si fueran su trampolín para recuperar un poder que perdieron con las mentiras del Gobierno Aznar sobre ETA en el 11-M. Tanto el PSOE como el PP están enredados en el cortísimo plazo y ciegos, respectivamente, por mantenerse en el poder o por llegar a él y al precio que sea, incluso al de dejar a España como tierra quemada y a toda una generación de jóvenes angustiados sin empleo y sin futuro.

Repasando recuerdos dramáticos de otras grandes crisis, como la doble (política y económica) de 1975-1985, echo de menos grandes cabezas creíbles que piensen en el país, antes que en su beneficio personal, y que hablen con claridad y sin miedo a las represalias de los líderes, ya desgastados, de los dos grandes partidos nacionales, de los sindicatos y –lo que es mucho peor- de los empresarios.

Un repaso a la historia no tan lejana de nuestra transición política (de la Dictadura a la Democracia) y económica (del Tercer Mundo al Primer Mundo), y de cómo y quiénes hicieron posibles los Pactos de la Moncloa (yo tuve la fortuna y el privilengio de estar cerca de ellos) nos arrojaría un poco de luz sobre cómo salir de este largo túnel. Pero para tener algo de éxito, todos -sí, todos- deberíamos perder algo en el camino, ya que se plantean retos descomunales de flexibilidad y solidaridad intergeneracional (entre padres e hijos), de flexibilidad y solidaridad interregional (entre regiones ricas y pobres), intersectorial, internacional, etc.

La actitud que más nos puede ayudar a salir de las crisis es la de máxima flexibilidad e innovación para adaptarnos con rapidez a los cambios y a los nuevos desafíos con la mejor disposición y la mente más abierta. Sin embargo, la mayoría nos agarrotamos ante las dificultades y reaccionamos tribalmente con mayor rigidez, lo que nos lleva a la esclerosis y a la quiebra. El viento huracanado puede tumbar al junco flexible pero no lo quiebra. En cambio, troncha a la caña seca y rígida. 

He oído y leído a varios maestros economistas que insisten en lo de siempre: el mejor empleo es el que se crea y se consolida mediante la exportación. Por ello, la solución al gran drama de nuestro paro pavoroso pasa por el sector exterior más que por la demanda interna, bastante deprimida.   Claro que para aumentar nuestras exportaciones tendremos que bajar nuestros precios de venta a  niveles competitivos.

¿Cómo se pueden bajar los precios de nuestros bienes y servicios? Como siempre se ha hecho: reduciendo los costes laborales, energéticos, fiscales, financieros, institucionales, tecnológicos, etc., que componen el coste total, y mejorando los procesos e innovando en sectores emergentes de demanda fuerte… O sea, reduciendo los costes allí donde se pueda… para ganar competitividad. Podemos reducir los salarios de todos para bajar el coste laboral de nuestros bienes y servicios o podemos reducir (como hemos preferido hacer) el número de empleados para conseguir el mismo fín.

 ¿Quien mató al corregidor? ¡Fuenteovejuna, señor! 

Al final -podemos llamarlo como queramos-, son habas contadas: hay que trabajar más y ganar menos para poder aumentar las exportaciones y reducir las importaciones. No veo otra forma de repartir el empleo escaso entre padres e hijos. Pero ¿quién es el político valiente que les dice esto a los padres empleados (y asustados) para favorecer a sus hijos (angustiados) en paro?

Si las mejoras en productividad se reparten tradicionalmente en la mesa tripartita compuesta por el Gobierno (impuestos), los empresarios (beneficios) y los sindicatos (salarios), la caída de la productividad también debería hacer sentir su coste sobre las espaldas de estos mismos tres protagonistas.  Cuando hay que repartir riqueza, todos acuden al instante. Cuando hay que asumir recortes y pérdidas, porque hemos gastado por encima de nuestros ingresos, todos huyen de la mesa tripartita como del diablo.

Pero no echemos siempre toda la culpa a los representantes (políticos, empresariales y sindicales) que hemos elegido. Deberíamos olernos la mano con la que les hemos votado. Y animar al recambio generacional o a un cambio profundo de actitudes rígidas por otras flexibles, egoistas por otras solidarias.

Ahí están –al menos, con su enorme ejemplo- Lopez y Basagoiti. Aunque me temo que estoy contribuyendo a perjudicar y destruir su futuro político con sólo decirlo.  Así son aún, desgraciadamente, las dos Españas.

Me recuerdan al genio de la lámpara maravillosa que ofreció conceder un deseo -él que pidiera- a un paseante con la condición de que su vecino recibiría el doble. El afortunado ciudadano no lo dudo un instante: le pidió al genio que le sacara un ojo.

Copiemos al País Vasco: «un ejemplo para España»

Zapatero y Rajoy deberían imitar mañana a sus respectivos líderes vascos (López y Basagoiti), que han sido capaces de librarse de su esclavitud partidaria, para llegar a acuerdos de gran calado político sobre los principios básicos de la democracia.

Hace casi dos años («horribilis») de esta fotografía en la puerta de la Moncloa. De aquella reunión fallida tenemos hoy una parte de estos lodos…

¿Habrán aprendido algo de sus colegas del País Vasco?

También podrían inspirarse en los líderes del Gobierno y de la oposición de Portugal, que pelean juntos contra la crisis económica. Ante una situación extraordinariamente grave necesitamos líderes también extraordinarios y no tan mediocres como los que se van a reunir mañana en La Moncloa.

Tanto Zapatero como Rajoy deberían leer con atención al maestro Antonio Gala («Contra la España mediocre»), hacer examen de conciencia y propósito de enmienda. Una sonrisa conjunta (y sincera) de ambos al término de la reunión sería más balsámica para la economía española que algunos puntos del déficit público o una docena de puntos del endeudamiento.

Premio Fernando Abril a la Concordia para los líderes del PSOE y el PP vascos

Dos adversarios políticos comparten el Premio a la Concordia. Parecía imposible pero algo se mueve, desde hace un año, en el País Vasco: la esperanza.

Los líderes vascos del PSE-PSOE y del PP han ganado juntos el Premio Fernando Abril Martorell 2009 a la Concordia. Patxi López y Antonio Basagoiti sumaron hace un año sus votos para consolidar la democracia en el País Vasco. Y algo se nota.

El jueves pasado, ambos adversarios políticos fueron homenajeados en un hotel de Madrid «por su decidida apuesta por la concordia, el diálogo y el consenso en un momento de cambio y de alternancia política en el País Vasco».

La Cena de la Concordia reunió a un montón de celebridades de la Transición (que ya no cumplirán los 60 años) pero también -otra novedad, pese al alto precio del menú- a algunos jóvenes de la generación de Patxi López y de Antonio Basagoiti. Creo que es la primera vez que el Premio a la Concordia va a parar a manos tan jóvenes. Ya era hora.

Según la Fundación Fernando Abril Martorell (a la que tengo el honor de pertenecer), este galardón pretende reconocer que ambos premiados, «al situar la convivencia ciudadana en el centro de su acción política«, han iniciado un camino que «servirá, sin duda, de inspiración a quienes creen en la fortaleza de la democracia y están dispuestos a defenderla mediante la ley, la razón y la palabra«.

En el acto de entrega del Premio, José Luis Leal, ex ministro de Economía con el vicepresidente Abril y vicepresidente de la Fundación, lamentó la «di¡ficultad creciente para llegar a consensos mínimos» y celebró que los dos grandes partidos hayan llegado a un acuerdo en el País Vasco. Los líderes vascos del PSE-PSOE y del PP han demostradso ser «valientes y generosos».

Nicolás Redondo Terreros hizo el elogio de los premiados: «dos personas que respeto y quiero», líderes «generosos, cautos y sabios» quienes, con una política de eficacia y de normalidad democrática, han hecho un esfuerzo por el consenso. Y añadió: «un ejemplo para España».

También recordó que el vicepresidente Abril Martorell venció la esclavitud partidaria hasta hacerse amigo de Alfonso Guerra y de los sindicatos. Hizo una defensa emocionada de los líderes de la Transición, entre los que su padre (presente en la cena) tiene un lugar de honor:

«Cambiaron la confrontación por el acuerdo, con tolerancia para entender las razones del otro; y el enemigo se convirtió en adversario al que se le podía ganar pero no aniquilar… Llegamos con tanto retraso… nos costó tanto…y algunos lo han olvidado».

También combatió la desidia, la ignorancia y la comodidad actuales.

Al término de la cena, Javier Solana fue el encargado del Elogio de la Concordia. Y lo hizo de maravilla:

«Miramos a la memoria del pasado -dijo- cuanto no hay proyecto de futuro».

Su discurso merece crónica aparte. Pero eso lo dejo para otro día. Tengo recados urgentes que hacer ahora mismo.

—-

La Fundación Fernando Abril Martorell fue creada en junio de 1998 con Adolfo Suárez como presidente de su patronato y José Luis Leal Maldonado como su vicepresidente. El año pasado, el premio lo recibió el ex jefe de la Casa del Rey Sabino Fernández Campo, fallecido recientemente, y el anterior el galardonado fue el el entonces alto representante de la UE para la Política Exterior, Javier Solana.

En anteriores ediciones el premio recayó en el Rey Juan Carlos, Agustín Ibarrola, Fernando Savater, Francisco Ayala, Santiago Carrillo, José Maria Martín Patino, Jordi Pujol, Alfonso Guerra, la organización empresarial CEOE y los sindicatos CCOO y UGT.

¡Todos somos vascos!
Qué bien me sienta, hoy, la txapela

Soy de Almería pero hoy me siento vasco. ¡Aleluya! Pase lo que pase, que me quiten lo «bailao». Y mi enhorabuena a los líderes del PSOE y del PP que han hecho posible este florecer de la democracia en el atormentado País Vasco.

Aunque Zapatero perdiera el Gobierno de España, porque Rajoy se aprovechara de la pérdida de los votos del PNV en Las Cortes, debería darlo por bien empleado y pasar a la historia por este gesto de increible generosidad. Por la misma razón, no creo que Rajoy saque ventaja espuria en Madrid de las consecuencias del acuerdo PSOE-PP en el Pais Vasco. Debe hacer oposición e intentar llegar a La Moncloa (la posición del PP vasco le ayudará), pero no abusar de la pérdida de los votos del PNV que Zapatero ha sufrido en el Congreso, precisamente por haber aplaudido el pacto PP-PSOE que ha llevado a Patxi López a ser el primer lehendakari no nacioalista. ¡ETA ríndete ya!

Como digo, pase lo que pase, nadie me va a quitar ya la alegría que siento, desde ayer, por tener un jefe de Gobierno no nacionalista en el País Vasco.

Alguien, que no recuerdo, ha escrito con asombro:

«Un negro en la Casa Blanca, un Montilla en el Palau de la Generalitat y un López en AjuriaEnea».

Lo nunca visto. Y que dure.

Mucha suerte, Patxi. Gracias por cambiar la Biblia por la Constitución y por borrar ese anacrónco «humillado ante Dios» del juramento nacionalista. Ya era hora.

Y un fuerte abrazo.

Ah! Y otro abrazo también para el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti cuyo discurso y actitud democrática me han impresionado. (¡Quién lo pillara para España!)

Se acabó la crisis ¡en China!

La recuperación podría estar a la vuelta de la esquina. Y nos viene de la China, el principal acreedor de los Estados Unidos.

¡Quién lo diría! Un país que todavía se llama comunista parece dispuesto -con una inversión pública de 450.000 millones de euros- a sacar al capitalismo de la mayor crisis de este siglo. China es el primer país que muestra síntomas de cambio de ciclo, empezando por un alto crecimiento del crédito bancario reanimado por el fomento del consumo interno.

La noticia -por si acaso se trata de un espejismo- sólo va a una columnita y en las páginas interiores de Economía de El País. Quizás nos agarramos a un clavo ardiendo, pero, sediento como estoy de indicios económicos positivos, esta pequeña noticia -casi un breve- me ha llamado la atención y por eso quiero compartirla con los asiduos a este blog:

«El volumen de crédito se multiplicó por seis el pasado mes de marzo, respecto al mismo mes del año anterior».

¡Quien lo pillara aquí!

¿Lo ha entendido, señorita Salgado?

Por repetitivos, los síntomas de la crisis apenas son ya noticia. La noticia, como indica su nombre, está en la novedad, en lo nuevo, en lo distinto. La crisis económica ya es rutina, cosa vieja y ojalá que pronto sea cosa del pasado. Desde luego, la crisis económica aún dará que hablar porque todo es empeorable.

Sin embargo, por primera vez, vemos hoy esta noticia positiva que nos permite vislumbrar (¡ya es gana de ser optimista!) los primeros síntomas de recuperación. Y nos viene de China, antes que de Estados Unidos.

Todas la miradas europeas parecen estar puestas en Obama y en la economía de Estados Unidos, mientras las miradas de los norteamericanos se dirigen suplicantes hacia la China, para asegurarse allí la colocaciòn de su deuda.

Vientos de Este y vientos del Oeste.

¿Cual de los dos llegará antes a nuestras costas?

Ayer mismo pude leer algunos dudosos indicios de recuperación en Estados Unidos. Pero los titulares venían entre signos de interrogación. No les hice caso. Hoy, en cambio, tenemos un titular claro con sujeto, verbo y complemento:

El negocio bancario se recupera en China

Last but not least. Otra noticia positiva: El País y El Mundo han coincidido hoy al descatar, con el mismo sesgo, en sus portadas, la noticia del PNV deslegitimando al próximo lehendakari Patxi López.

El acuerdo del PSOE y el PP para nombar a Patxi López jefe del Gobierno vasco ha sido una de las mejores noticias del siglo. Aún me parece un milagro que los vascos puedan conocer de cerca la dulzura de la libertad. Una vez que prueben la democracia en su propia tierra, será difícil dar marcha atrás.

Bienvenido también este acuerdo tan inusual entre El País y El Mundo para titular por lo sano.

Y gracias a Zapatero y a Rajoy por hacerlo posible.

Hoy veo que El País ha rectificado su error de ayer y ha ofrecido a sus lectores la imagen de la exagerada reverencia de Obama ante el indigno rey Abdulá de Arabia Saudita. Más vale tarde que nunca. Eso sí, la foto parece un sello de correos. Claro que Enric González, como fino periodista que es, ha salido al rescate galante de su periódico con un comentario muy adecuado a las circunstancias (en las páginas de televisión).

Y, ya puestos a alegrarnos el día del regreso de las vacaciones de Semana Santa (yo sólo llegué hasta El Escorial), les invito a ver y escuchar un video espléndido (tipo Bollywood) que me acaba de enviar mi hijo Erik desde Hollywood.

Muy pocos podrán evitar una sonrisa al recordar, con esta música, su infancia en tiempos difíciles. La cantaban los austriacos para escapar de los nazis. Aquéllos eran tiempos difíciles…

Que les aproveche:

Pinche aquí para ver y escuchar este genial Do Re Mi que está dando la vuelta al mundo

Se trata, como habrán visto, de «La Danza (del “Sound of Music”) de la Estación del Tren»

¿Por qué es tan popular?

Traduzco el último párrafo de una columnista del Huffington Post (web demócrata) sobre las razones del éxito de más de un millón de personas que han visto este video de la Estación Central de Antwerpen (Bélgica) donde bailaron mas de 200 personas -algunos espontáneamente- al estilo Bollywood más puro. No hay nadie que se resista a sonreir:

Último párrafo:

«Es un truco publicitario para un reality show, pero eso no molesta a nadie; a la gente le encanta por lo que es: un video muy guay, bien hecho, que permite a las personas normales expresar su alegría y talento y hacer felices a los que les rodean durante un ratito breve. Los productores eligieron la canción perfecta: una que nos lleva a nuestra infancia, pero que también nos recuerda el optimismo sin pudor de María ante la maldad. Estamos en una crisis global económica, EE.UU. está luchando en dos guerras, hay genocidio en Darfur, el SIDA se extiende sin freno, y hay una posibilidad real de que una gripe aviar nos pueda matar a todos dentro de un año o dos. Necesitamos a este video… «

Y ahora en inglés:

«Sound Of Music» Train Station Dance: Why Is It So Popular?

(VIDEO)

Huffington Post, Alex Leo, April 12 at 06:13 PM

http://www.huffingtonpost.com/2009/04/12/sound-of-music-train-stat_n_186016.html

A video of almost 200 people taking over Antwerpen’s Centraal Station in Belgium and doing a carefully choreographed dance to the Do Re Mi song (aka Maria’s Dance aka Maria’s Song) from «Sound of Music» has garnered almost a million views on YouTube, and continues to grow, sprouting a new round of google trends today.

People like viral videos, they like flash mobs, and they like weird junk on the Internet, but this video has struck an especially emotional chord with those who’ve watched it. The folks at Shallow Nation called it a «sheer joy to watch»; Dancer Universe blog chirped, «How could you not smile for hours? I’m smiling now just typing this!»; and Salon.com’s Table Talk offered this to the discussion:

«The dancers are presenting the purest form of art imaginable: art simply and truly for the sake of art…They managed to punch right through my cynicism and show me that good things are still out there and there are good people in the world…In a small way, I have a deeper understanding of what it is to be human because of the actions of 200 fellow humans in a train station in Belgium.»

It’s a publicity stunt for a reality show, but that doesn’t seem to bother anyone, they just like it for what it is: a really cool, well shot video, that lets average people express their joy and talent and make those around them happy for a brief period. The producers chose the exact right song: one that harkens back to our childhoods, but also recalls Maria’s unabashed upbeatness in the face of evil. We’re in a global economic crisis, America’s fighting two wars, there’s genocide in Darfur, AIDs running rampant, and a pretty good shot that we could all be killed by bird flu in a year or two. We need this video.

Amén

“Ni siquiera sabían…” ¿Información u opinión?

El Mundo vuelve a las andadas al mezclar, si previo aviso, información con opinión en su portada. Todo aprovecha para el convento. El gran titular de primera, a cuatro columnas, puede poner los pelos de punta a cualquier lector interesado por la ética en el ejercicio del periodismo:

Los enviados del Gobierno ni siquiera sabían con qué etarras negociaban

¿Acaso no bastaba con decir “los enviados del Gobierno “no sabían”…?

¿A qué viene ese “ni siquiera” antes del verbo “sabían”?

Cumple una función muy clara en la deontología laxa de Pedro Jota Ramírez: añade al sujeto una adjetivación intangible y peyorativa. Es como decir, de manera elíptica, “los imbéciles o los despistados o los tontos del Gobierno ni siquiera sabían…”

Si el primer gran titular contiene la palabra “etarras”, el segundo gran titular incluye, siguiendo una vieja costumbre promovida por el trío Pinocho (Aznar, Acebes y Zaplana), el “11-M”. Una mezcla habitual, por yuxtaposición, muy útil para los creyentes en la teoría de la conspiración, uno de cuyos dogmas relaciona persistentemente a ETA con el 11-M con el fin impúdico de lavar la cara a los embusteros del Gobierno Aznar.

Entre medias, también por contacto físico, ya que el recuadro está abierto por arriba, El Mundo liga una frase entrecomillada de Patxi López, fuera de contexto, con su gran titular de portada:

Patxi López: “Ni el Gobierno ni los implicados en este proceso hemos cometido errrores”

Después de leer ambos titulares, pienso que olvidaron poner por escrito “je, je”.

Estas son no noticias para el director de El País.

En cambio, ambos diarios coinciden al destacar en primera la foto-noticia sobre el éxito de Penélope Cruz y “Volver” en los premios Goya, un sumario sobre la miserable profanación de la tumba de Gregorio Ordóñez y los avances en el conflicto de Irlanda del Norte.

En esta última noticia de agencias hay también sus matices:

El Mundo:

El brazo político del IRA reconoce por primera vez la autoridad de la policía del Ulster

El País:

El Sinn Fein salva el último obstáculo para el proceso de paz en el Ulster

Solo El País menciona “proceso de paz”. ¿Por qué será?

El País lleva en portada varias noticias olvidadas por El Mundo:

-Un piropo a la Policía y a la Guardia Civil por detener a casi 600 personas acusadas de corrupción, narcotráfico y/o blanqueo de capitales en un año y bloquear 3.000 millones en dinero negro en 2006, 50 veces más que el año anterior.

-Un pacto de la alemana E.ON con Endesa (presidida por Pizarro desde la era Aznar) para mantener en secreto la información confidencial suministrada por la eléctrica española antes de la oferta de compra.

-El fiscal implica a Juan Villalonga (compañero de pupitre de Aznar) en la venta delictiva de una filial de Telefónica

-La bomba demográfica también estalla en Irak

Estas son no noticias para el director de El Mundo.

El mito del diálogo

FERNANDO SAVATER en El País

29/01/2007

Según parece, la proyectada y ya menguante asignatura de Educación para la Ciudadanía incluirá lecciones dedicadas al diálogo y a la negociación. Nada puede resultar más oportuno, en vista de la fenomenal catarata de equívocos y malentendidos -creo que no todos inocentes- que rodean el frecuente uso de esos términos tan ensalzados como aborrecidos. En una democracia parlamentaria, elogiar el diálogo es un empeño tan aparatosamente ocioso como pasearse por un hospital cantando loores a la medicina. En ambos casos parece más útil indicar los requisitos para que uno y otra sean efectivos, así como señalar sus límites en el tratamiento de males especialmente graves. Para empezar por lo más obvio, se dialoga con los amigos y se negocia con los enemigos o adversarios. El diálogo supone aceptar una base común de valores, a partir de los cuales se discute para ver qué orientación común es preferible en tal o cual proyecto. En la negociación se contraponen fuerzas y se pretenden ventajas estratégicas: es un pulso, no un intercambio argumental. En ciertos casos, los más civilizados, puede aliviarse la brusquedad negociadora con la persuasión dialogante, combinando ambos métodos. Pero la presencia de la violencia o la amenaza contra una de las partes anula dramáticamente esa posibilidad.

Viniendo a lo que nos interesa, insistir en que el diálogo -así, sin más aditamentos ni matices- es la solución de los problemas creados por el terrorismo etarra (y de su rentabilización por el nacionalismo vasco radical, que también es parte del problema) constituye una patraña y un fraude. O, en el mejor de los supuestos, un malentendido. Pongamos que a mí, en una de esas encuestas de planteamiento tan poco convincente que suelen hacerse, me preguntan si me parece aceptable «un final dialogado» para el terrorismo de ETA. Interpretando a mi modo la cuestión, puedo responder afirmativamente. Supondré que el encuestador llama «diálogo» a negociar con ETA las condiciones de su rendición cuando los terroristas admitan que tienen que dejar las armas: hablar con ellos de cuestiones penales, garantías de desarme, situación legal de los aún no procesados sin delitos de sangre, etc. Es algo que ocurrirá antes o después y ojalá fuera pronto (aunque sólo depende de ETA, claro). De modo que respuesta afirmativa. Pero también puedo contestar negativamente. Sospecharé que mi interrogador considera «diálogo» establecer un foro político extraparlamentario que incluya a portavoces de los terroristas junto a los partidos legales, con el fin de negociar concesiones políticas al nacionalismo (otras no le interesan a ETA) que refuercen su hegemonía en la CAV e incluso en Navarra, blindándola ante posibles intervenciones del Estado de Derecho, según el esquema del plan Ibarretxe más o menos radicalizado para premiar el «final de la violencia». De modo que mi respuesta será «no». O sea que, según este planteamiento hipotético pero nada fantástico, soy a la vez partidario del diálogo y contrario al diálogo… y unos me juzgarán entreguista, mientras que otros me tacharán de intransigente. Pero la culpa la tiene la ambigüedad de la palabra «diálogo», no yo.

Esa ambivalencia no desanima, desde luego, a quienes -como el lehendakari, por ejemplo- siguen predicando la buena nueva del diálogo, cuyas genéricas virtudes nos ensalzan una y otra vez de un modo escolar hasta devolvernos a los felices días del parvulario. O como el socialista Torres Mora (al que algunos conceden rango de ideólogo gubernamental, algo así como el Suslov de nuestro régimen), que en una reciente entrevista en El Mundo, tras el acostumbrado panegírico del diálogo, acuña este dictamen prodigioso: «El diálogo no ha fracasado, han fracasado los terroristas en su intento de dialogar». ¡Toma ya! Es difícil ser más autocomplaciente y con menos motivos que esta gente, la verdad.

A mi entender, el Gobierno en un principio planteó el «diálogo» con ETA según la primera de las dos acepciones que más arriba he dado del término. Pero cometió el error de dejar abierta la posibilidad, para más adelante -una vez liquidada la violencia terrorista en todas sus formas-, de emprender el segundo «diálogo» como premio de consolación al nacionalismo y camino para asegurarse su apoyo en el próximo mandato electoral. Con el resultado de que ETA y sus mariachis (que entre tanto han alcanzado un reconocimiento político como interlocutores respetables y aún críticos autorizados de las decisiones de los partidos democráticos) se han apresurado a saltar por encima de la primera mesa de diálogo para exigir inmediatamente la segunda. ¿Por qué no se centran en hablar de presos, beneficios penitenciarios, etc.? Sencillamente, porque todo eso lo dan por descontado. Están convencidos de que una vez consolidada su posición política en el País Vasco y ya abandonado el terrorismo innecesario, el acercamiento de los presos y su próxima puesta en libertad es cosa he-cha. Aunque justificadamente denegada, es probable que la simple propuesta de excarcelación de De Juana Chaos venga a reforzar esta convicción (como contraste, recordemos la triste suerte de Bobby Sands y sus diez compañeros del IRA, que murieron sucesivamente durante una huelga de hambre en la prisión de Mazen sin lograr ablandar a Margaret Thatcher). De modo que ¿para qué se van a molestar en suplicar lo que piensan obtener de cualquier modo? Más les vale ir directamente a lo difícil, a por aquellas concesiones que una vez desaparecida la amenaza terrorista bien pudieran negárseles sin mayores remilgos. Hay que aprovecharse de los efectos de la intimidación mientras dura. Sobre todo cuando se les están mandando constantes mensajes de que, hagan lo que hagan, en cuanto dejen de cometer fechorías estaremos encantados de volver a escucharles: «Hay que esperar a que vuelvan a hacer algún gesto, seremos generosos, etc.». Lo apropiado para desanimarles sería indicarles inequívocamente de una vez que están a punto de ver caducar todos los plazos, más allá de los cuales no obtendrán el más mínimo beneficio penal…; es decir, que se les tratará por fin como merecen, dejen las armas o no.

Los partidarios del diálogo a lo loco, caiga quien caiga, nos apedrean constantemente con denuncias más o menos explícitas de las medidas judiciales que pueden «dificultarlo», es decir, que amenazan convertirlo en algo distinto a dar la razón a los nacionalistas: así que no será Ibarretxe quien desafía a la justicia, sino los jueces quienes desafían al sentido común (oído, cómo no, en la tertulia de Francino en la SER), la declaración de Jarrai y Segui como partes del entramado etarra son un abuso que trata de criminalizar a todos los jóvenes independentistas vascos, etc. La verdad es que en el País Vasco el terror fundamental, de fondo, lo pone ETA: pero de la administración del terrorismo para acogotar a la población no nacionalista se encargan desde hace mucho otros. Un caso reciente y repetido todos los años: el de la fiesta de San Sebastián. Lo malo no es que en la izada de bandera que da comienzo a la jornada festiva en la plaza de la Constitución hubiera muchas pancartas a favor de ETA, de Juana Chaos, de la amnistía, llamando asesino al PSOE (¿se imaginan las fiestas patronales de otra población española en que se permitiera insultar o amenazar tan gravemente a cualquier partido?), hasta el punto que Odón Elorza dijera que le parecieron «excesivas»…, pues por lo visto hay un límite admisible para estas cosas, que sólo él conoce; ni siquiera es lo peor que todo eso no ocurriera espontáneamente, en el tumulto del gentío a las doce de la noche, sino que se preparase tranquilamente desde las cinco de la tarde con numerosas personas que colgaban los carteles y guirnaldas subversivas a la vista de municipales y ertzainas…, como todos los años desde hace una década. No, lo malo es que tres televisiones retransmiten durante horas la izada sin aventurar la más mínima palabra ni comentario sobre este paisaje urbano terrorista. Y lo peor es que este año algunos ciudadanos (de ¡Basta Ya!, que son de los pocos que quedan por allí) han presentado denuncia documentada contra el Ayuntamiento por estos sucesos, que sigue su trámite, de la cual han dado cuenta los medios periodísticos nacionales menos afines al «diálogo», pero ninguna de las publicaciones de ámbito donostiarra, tan atentas a todo concurso de quesos que ocurre en nuestra demarcación. Que quede claro: con esos silencios mediáticos y los terrores que reflejan cuentan los «dialogantes» para que al final del «proceso de paz» haya paradójicamente más nacionalismo que antes y no más libertad y visibilidad para los no nacionalistas, como sería lógico esperar.

Bien, muy bien que se incluya «diálogo y negociación» como temas de la minusvalorada e injustamente criticada Educación para la Ciudadanía. Lo único que me preocupa ahora es quién dará la asignatura…

Fernando Savater es catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid.

Abrochense los cinturones. Según el genial y tierno Peridis en El País, nos aguardan mayores dosis de crispación.

En El País, José María Benegas rompe su silencio sobre la lucha contra el terrorismo:

Y, por último, los internautas no debemos perdernos el editorial que nos dedica hoy El País

EDITORIAL de El País

La zanja digital

29/01/2007

Varón, de entre 15 y 34 años, con estudios superiores, con trabajo y residente en una capital de provincia. Éste es el perfil, cada vez más marcado, del internauta español. Aunque el número de internautas crece en España en todos los ámbitos sociales -ya superan los 10 millones-, lo está haciendo a mayor velocidad entre hombres jóvenes con alta preparación académica y residentes en municipios de más de 100.000 habitantes, lo que está agrandando la brecha digital. Es decir, la diferencia que separa a quienes pueden acceder a la maraña de contenidos y servicios que ofrece la sociedad de la información y quienes no pueden hacerlo, principalmente jubilados, amas de casa, parados, inmigrantes y habitantes de zonas rurales.

Es un problema muy grave, más aún si se considera el acceso a Internet de calidad y por alta velocidad: hay 4,5 millones de españoles, que residen en 2.534 municipios, que no disfrutan de acceso a Internet de banda ancha y que, por tanto, tienen conexiones deficientes y que, además, son más caras para ellos que las que se pagan en una gran ciudad. Las operadoras aducen que el coste del despliegue que deben hacer es excesivo para la demanda existente en las zonas rurales, de donde huyen sus habitantes jóvenes, entre otras cosas, por las dificultades para teletrabajar, chatear o realizar gestiones con su banco o ayuntamiento.

El Gobierno central y las comunidades autónomas han puesto en marcha varios planes para acabar con la brecha digital, como la implantación de telecentros públicos en las zonas rurales. Sólo son parches para un problema de mayor envergadura. No se puede obligar a las operadoras a extender redes donde no hay clientes, pero sí se les puede exigir, tanto a ellas como a la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), que no torpedeen las iniciativas de ayuntamientos que, ante la falta de interés privado, intentan ofrecer servicio público de acceso a Internet a sus ciudadanos. El Gobierno debería aprovechar la Ley de Medidas de Impulso de la Sociedad de la Información en tramitación, para extender la consideración de servicio universal (al que todo ciudadano tiene derecho) a la banda ancha, como ya ocurre con la telefonía.

Es el momento de concretar iniciativas para que la brecha digital no se convierta en una zanja insuperable. Recuperar el retraso exige asumir la extensión de la sociedad de la información como la principal prioridad en todos los niveles de la administración. Sin la extensión de las nuevas tecnologías, no aumentará la productividad; y sin crecimiento de la productividad, no está garantizado el de la renta por habitante a largo plazo. La productividad española apenas crece desde hace más de diez años; en realidad, lo hace menos que en ninguna de las economías de la OCDE.

FIN