Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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El hacha del PP contra Juan Ramón Lucas

El PP de Fraga/Aznar/Rajoy vuelve a las andadas: saca el hacha fratricida de León Felipe. Y quita de enmedio al conductor más ecuánime de Radio Nacional de España. Otra vez el hacha. Y otra oportunidad perdida para la elegancia y la pedagogía  democráticas. No aprendemos.

Juan Ramón Lucas, en un encuentro con los lectores de 20minutos.es

Entiendo que cuando cambia el Gobierno, éste quiera sustituir a los cargos políticos de libre designación del Gobierno anterior. Así ocurrió con la peleona María Antonia Iglesias (nombrada por Felipe González) o con el zombi Alfredo Urdaci (nombrado por José María Aznar). Ambos eran directores de los servicios informativos de TVE conectados directamente con La Moncloa. O con los directores de Informativos de RNE que son cargos de confianza enchufados al poder político de turno.

Juan Ramón Lucas es un periodista sin cargo político alguno, un currante contratado por Radio Nacional para conducir y presentar «En días como hoy», un programa informativo de la mañana que ha sumado grandes éxitos de audiencia (1,4 millones de oyentes) y de credibilidad.  Le quedaba pendiente un año más de contrato. Podían haber esperado solo un año para quedar como demócratas respetuosos con la libertad de expresión.

Debo decir que apenas conozco personalmente a Lucas. Le he visto en un par de encuentros multitudinarios. Pero he seguido con atención e interés personal y profesional el fruto de sus obras. Al poco tiempo de ser contratado por RNE para presentar el programa de la mañana, y privado ya de Iñaki Gabilondo en la mañana de la SER (cada día más sesgada), me pasé de vez en cuando a RNE. El programa de Juan Ramón Lucas nos cautivó a todos en casa y quedamos enganchados a RNE hasta hoy. Tal como estábamos ya enganchados los fines de semana  a «No es un día cualquiera» como fieles escuchantes de Pepa Fernández. Espero que el golpe antiprofesional contra Lucas sirva, al menos, de vacuna o cortafuegos para que no se carguen también a Pepa Fernández.

¿Qué prisa tenía o qué tipo de presiones fratricidas recibía este tal González-Echenique, nueve jefe de la RTVE del PP, para aplicar la guillotina laboral contra Lucas?

Por más que busco por los rincones más recónditos del razonamiento, no encuentro razones que justifiquen el cese de Lucas. Estas reacciones del PP de siempre solo puedo entenderlas desde el análisis frío de sus vísceras, de su ADN, de los más bajos instintos de personas miserables que deberían estar inhabilitadas para la política democrática.

Los Fabra del PP de Castellón. Cacique e hija

Ese es el caso, por ejemplo, de la todavía diputada del PP, Andrea Fabra, fiel sucesora de su padre, el cacique de Castellón. Su grito de guerra parlamentaria («¡Que se jodan!») contra los parados en el momento en que Rajoy les aplicaba el hacha de los recortes es una prueba inequívoca de la inmundicia moral de extrema derecha (del viejo parque jurásico) que aún subsiste en el seno del Partido Popular. La hija del cacique dice ahora que aquel «¡Que se jodan!» (que fue gritado por ella al anunciar Rajoy el recorte a los parados) no iba dirigido a los parados sino a los diputados socialistas que estaban sentados en la bancada de enfrente. No sé que es peor. La mierda, cuanto mas remueve, más huele.

¿Habrá asesorado esta desvergonzada Andrea Fabra (o alguien de su cuadra) a González-Echenique para que echara a Juan Ramón Lucas de su programa al grito de «¡Que se joda!»?

Lo malo es que no solo joden a Lucas sino que nos joden a 1,4 millones de oyentes que celebrábamos cada mañana su islote de libertad, gracia y ecuanimidad profesional.

¿Era ese, quizás, el objetivo final? Pues lo han conseguido con RNE. Y lo van consiguiendo también con los restos de la maltrecha economía española heredada de Aznar y Zapatero. Estoy enfadado con los desmanes del hacha del PP, pero estoy más enfadado aún con la política nefasta del PSOE de Zapatero (a quien voté) que hizo posible el regreso al poder absoluto de un PP que aún alimenta en su interior huestes antidemocráticas pendientes de civilizar.

Que yo critique hoy el cese de un colega periodista (habiendo sido yo mismo despedido ilegalmente por la TVE de Aznar tras la entrevista que le hice como candidato presidencial en 1996) puede dar la impresión, y quizas con razón, de que aún tengo un hacha por afilar. No es así. Como dice un tiento: «El tiemo lo cura to». Además, las penas con pan son menos. La indemnización por despido improcedente que fijó el juez (mis hijos la llamaron «la beca Aznar«) me permitió volver a la Universidad y fundar Multiprensa y Mas S.L, editoria del diario 20 minutos y de 20minutos.es.

No obstante, alguien dirá que, como reza el título del blog, «se nos ve el plumero». Por eso, y porque en la derecha española hay gente con dos dedos de luces, quiero copiar y pegar aquí un artículo de Luis María Anson (nada sospechoso de izquierdista), que acabo de leer en la pagina 2 de El Mundo, con el que estoy de acuerdo y cuya lectura recomiendo.

Primer error de González-Echenique, de Luis María Anson en El Mundo

OPINIÓN: CANELA FINA

Luis María Ansón contra el cese de Luan Ramón Lucas

Hace pocos días, una ministra del Gobierno me hacía elogios bien fundamentados sobre la capacidad de Leopoldo González-Echenique. No se trata de un caso aislado. Son muchos los testimonios positivos que he escuchado en las últimas semanas sobre la inteligencia y la seriedad del nuevo presidente de Radio Televisión Española.

Como sería altamente calumnioso afirmar que González Echenique es un experto en radio televisión, pues la primera en la frente. La destitución, si se confirma, de Juan Ramón Lucas es un grave error. Pocos profesionales del periodismo tienen una idea tan clara de servir, desde la independencia, el derecho a la información de los ciudadanos. Escucho de forma habitual su espacio En días como hoy y, en mi opinión profesional, creo muy difícil hacer periodismo de forma más objetiva. Sin genuflexiones ni agresividades, el programa informativo de Juan Ramón Lucas ha consolidado el prestigio de Radio Nacional de España, gracias a la sagacidad periodística de su director, a su instinto para la actualidad, a su sentido del humor y a su capacidad para buscar y encontrar temas de alcance humano. Seguramente tendrá defectos el conductor de En días como hoy pero esos se quedan para que los subrayen los políticos mediocres o los periodistas cicateros.

Juan Ramón Lucas además ha sabido armonizar un excepcional equipo, demostrando su capacidad para la dirección. No se puede mantener a diario la alta calidad de En días como hoy sin la colaboración de una redacción a la que hay que saber alentar y coordinar. Lucas, por otra parte, cree sinceramente en la radio pública. Desembarazado de cualquier presión política, lleva largos años impartiendo una lección diaria de periodismo independiente. Borrar de un plumazo la fecunda comunicación con millones de oyentes es, para muchos, un grave error que ha producido general rechazo en medios profesionales.

Ah, apenas conozco a Juan Ramón Lucas. Lo he visto alguna vez en actos periodísticos multitudinarios y no tengo con él la menor relación ni personal ni profesional. Hace años me hizo una entrevista en la radio con motivo de una cuestión relacionada con la lengua. Y eso es todo. Escribo estas líneas, como he hecho tantas veces con otros compañeros, por razones de justicia y como homenaje particular a uno de los mejores profesionales que enaltecen el periodismo español.

A ciertos dirigentes del PP les chiflan los periódicos alfombra; a otros, los periódicos momia. Y además les encanta entonar la predicción de Ortega y Gasset: «Ya no hay protagonistas; solo hay coro». Pero eso en periodismo es arar en el agua. Juan Ramón Lucas lo sabe muy bien. En el PP hay políticos y periodistas que harían un tambor con la piel de su propia madre para redoblar sobre ella las alabanzas a Rajoy y a Soraya. Hace unos días me decía en la Academia un prestigiado intelectual que el instrumento que toca Rajoy es un stradivarius; el de Zapatero, una zambomba. La comparación no me parece disparatada. Lo alarmante es que algunos pretenden transformar ahora, ya en el poder, el violín exigente en atolondrada zambomba.

Luis María Anson es miembro de la Real Academia Española.

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Gracias, Luis María. Este artículo te honra como defensor de la libertad de expresión.

No es la primera vez que el conservador Luis María Anson sale en defensa de periodistas agredidos por el Poder y en defensa de la libertad de expresión, un derecho de los ciudadanos y no sólo de los periodistas.

Tengo dos recuerdos personales. Cuando era director del semanario Doblón, fui secuestrado, torturado y sometido a una ejecución simulada en las postrimerías de la dictadura franquista. Luis María Ansón publicó un comentario editorial en Gaceta Ilustrada (revista que él dirigía entonces) condenando tales hechos. También publicó un artículo semejante el semanario Triunfo, creo recordar que salido de la pluma de mi querido y recordado Eduardo Haro Tecglen.  Al cabo de unos meses, y casi recuperado de las heridas y quemaduras, envié ambos artículos (uno de un medio de derechas y otro de izquierdas) a la Universidad de Harvard junto con mi candidatura a la Nieman Foundation for Journalism. Estoy seguro de que ambos artículos (que algún día encontraré en mi sótano) contribuyeron a que me concedieran el honor de ser el primer hispanohablante galardonado con la Nieman Fellowship de Harvard.

Cuando era corresponsal de Televisión Española en Nueva York y fui despedido (cuando aún me quedaban dos años pendientes en mi contrato laboral), tras la entrevista preelectoral que hice a José María Aznar como candidato presidencial en 1996 y su victoria, Luis María Ansón publicó otro comentario editorial, esta vez en el diario ABC (que él dirigía) contra tal despido y en defensa de la libertad de expresión. Se titulaba «Pluralismo y Democracia».

¿Voto en blanco o voto a Blanco?

Rubalcaba no tenía ayer cara de candidato. Zapatero, tampoco. Ambos se mostraron muy relajados, copa en mano, ante un centenar de periodistas. Daba la impresión de que se habían quitado un peso de encima. De corro en corro se corrió el rumor («lo único que se corre últimamente», según Manolo Saco) de que Zapatero estaba hablando de su sucesión como candidato presidencial.

José Blanco, nº 2 del PSOE y, en ocasiones, ministro de Fomento.

Pronto supimos que no había desvelado el secreto sobre si se presentaría o no como nº 1 del PSOE en las elecciones generales del 2012. Unicamente nos dijo que no era «el momento adecuado» de revelarlo a la opinión pública.  Sí dijo -para confundir con nuevos acertijos- que «ya habia tomado la decisión» (antes de que la tomaran por él los votantes en las municipales y autonómicas de mayo de 2011) y que lo había comunicado a su mujer, Sonsoles Espinosa (¡faltaría más!) y a «una persona del partido«.

El acertijo (¿quién será esa persona?) estuvo pronto en boca de todos los que estabamos presentes en el gran salón del Palacio de la Moncloa. Alfredo Pérez Rubalcaba, en un corro próximo, negó inmediatamente que él fuera el confidente señalado por Zapatero. Rubalcaba, que no tiene un pelo de tonto, es el nº 2 del Gobierno pero no es el nº 2 del Partido. Y sinceramente no creo que, hoy por hoy, aspire a ser el próximo presidente del Gobierno. Una pena, porque yo le votaría mucho antes que al pobre Rajoy y que al miserable Aznar, en caso de que resucitara como siempre fue su deseo.

Si yo fuera José Blanco (antes Pepiño), es decir, el nº 2 del Partido, y no hubiera sido el confidente elegido por el Presidente, me enfadaría mucho al conocer las declaraciones que Zapatero nos hizo anoche a los periodistas durante la copa de Navidad que ofreció en el Palacio de la Moncloa.  No solo me enfadaría. Estaría muy cabreado. Más aún, me sentiría engañado por el presidente del Gobierno si me hubiera puenteado (con otro u otra) en una decisión tan importarte.

Confidencias de Zapatero y Blanco en el Congreso

Sin embargo, esta mañana escuché a José Blanco en Radio Nacional, tan fresco, charlando graciosamente (quiero decir, hasta con gracia, tan desacostumbrada en él) con Juan Ramón Lucas y con mi paisano Carlos Santos.

¿Hablaba como minstro de Fomento? En absoluto: quitando el AVE a Valencia, tan de actualidad, hablaba con soltura de las pensiones, de la crisis económica y del ajuste, del estado del bienestar, del futuro de España y de los españoles, etc., como si ya hubiera sido ungido como candidato «in pectore» de Zapatero para presentarse a las elecciones del 2012 como nº 1 del PSOE. Ahora se entiende mejor su reciente cambio de imagen (de las broncas al PP a los guiños con la «lideresa«) y hasta de gafas.

Pero el presidente Zapatero podría haberle comunicado a Blanco su decisión A (volver a presentarse como nº 1 del PSOE) o B (no presentarse y/o que el PSOE buscara sucesor en un Congreso o mediante elecciones primarias). También podría haberle señalado que contaba con él como su candidato favorito, al igual que hizo, sin éxito, con Trinidad Jiménez para la Comunidad de Madrid.

Sonsoles Espinosa, esposa de Zapatero

Por tanto, yo apuesto a que el confidente de Zapatero (como ha sido desde antes de que mandara en el PSOE) es el mismísimo José Blanco. No puede ser de otra manera sin producir un estropicio en el Gobierno y en el Partido.

No es seguro que Blanco sea el candidato final, pero no cabe duda de que, en el caso de la «Opción B«, cuenta con una ventaja relevante de muchos meses frente a su posibles competidores (Bono, Chacón, Fernández Vara, Patxi López, etc,) en unas eventuales primarias o en un Congreso del PSOE.

En la solución del acertijo monclovita, yo apuesto por la «Opción B» (de Blanco). ¿Por qué? Encuentro varias razones:

1.- Vi anoche al presidente Zapatero demasiado relajado  (con la que está cayendo) como si, en efcto, se hubiera quitado un peso de encima.

2.- El presidente está convencido de que, dentro de un año, tras el previsible desastre electoral del PSOE en las municipales y autonómicas de mayo de 2011, la crisis economica habrá tocado fondo, el PIB estará ya repuntando, se habrá comenzado a crear más empleo del que se destruye y el cambio de tendencia, que ya anuncian indicadores relevantes para el medio y largo plazo, estará, al fin, confirmado.

Si Zapatero no estuviera convencido de esta recuperación económica para los últimos meses de 2011, es decir, si la crisis siguiera con la gravedad de estos dos últimos años, la opción elegida sería la A.  Quiero decir que, si las cosas van muy mal o a peor, Zapatero no abandonaría la carrera electoral para ganar otro mandato, aún con el riesgo, más que cierto, de perder el Gobierno. Zapatero puede tener pocos principios (equivocados o no) pero los que tiene son, en mi opinión, bastante firmes, incluso rígidos. Uno de ellos es el de no huir cuando las cosas se ponen feas. Por tanto, si la situación empeora, seguirá. Si mejora, dejará paso a otro.

Una foto desgraciada que trajo cola: La familia Zapatero, al completo, con los Obama

3.- Estoy casi seguro de que, desde que se publicaron las fotos de la familia Zapatero (incluyendo a sus dos hijas «góticas«, con tan patética indumentaria) junto a Barak y Michele Obama en Washington, la esposa del Presidente, Sonsoles Espinosa (más juiciosa que Zapatero, como, por otra parte, ha ocurrido con todos los presidentes de la Democracia) no habrá dejado de darle la murga diaria para quitarle las ganas de seguir en la Presidencia del Gobierno.

No es un secreto que la esposa del Presidente no disfruta con la posición actual de su marido. Entre otras razones, por el efecto desastroso que puede tener sobre la familia. Y no creo que sea bueno entrar en detalles.  Sólo destaco el error garrafal que el matrimonio Zapatero cometió al llevar a sus dos hijas a Washington, con tan llamativa indumentaria, y permitir que se hicieran una foto con el presidente Barak Obama y su esposa.

A muchos sabios y profundos analistas políticos les parecerá una tontería que incluya hoy, después de tanto tiempo, esta inoportuna falta de buen juicio del matrimonio entre las razones que avalan el abandono de Zapatero de la próxima carrera presidencial. A mi me parece una razón de peso que, como la gota malaya, va socavando las ganas de seguir en el Poder a cualquier padre o madre que se precien.

4.- Por último, y no lo menos importante, creo que Zapatero debe estar hasta la coronilla de ser el malo de la película (¡él que había sido tan mimado por la fortuna!), y debe soñar a diario con estrenar su casa en la playa de Vera, Almería, (y aquí arrimo el ascua a mi sardina) y que, según me dijo anoche, «aún no había llegado a estrenar«.

¿A qué espera, señor presidente?

Le esperamos en Almería, aunque sea como ex presidente.