«¿A quién quieres más?» y «¿tienes novio?», preguntas que evitar hacer a los niños

Somos muy preguntones con los niños. Las conversaciones que los adultos entablamos con ellos parece, con demasiada frecuencia, interrogatorios. Somos metralletas de interrogantes. No es lo ideal para charlar con nadie, da igual su edad, pero si son preguntas como «¿qué tal la vuelta al cole?», tampoco pasa gran cosa. El problema es que a veces esas preguntas son de una impertinencia asombrosa. Preguntas que jamás plantearíamos a otro adulto, pero parece que con los niños todo da igual.

Hay muchas de esas cuestiones insolentes e inoportunas, pero hay dos en especial, muy frecuentes además, a evitar.

La primera de ellas es el «¿A quién quieres más?». Luego puede ir si a papá o a mamá, si a los abuelos maternos o a los paternos o si al hermanito pequeño o al mayor. Da igual la continuación, ya el simple planteamiento es nefasto. ¡Cómo que a quién quiere más! Ya son ganas de crear malos rollos y ya de paso transmitir que el amor es pequeño y limitado; que es algo sencillo y comparable; que las personas importantes en nuestra vida compiten entre sí como en una carrera de velocidad.

La segunda es el clásico «¿Tienes novio?» que ha vuelto a ser noticia después de que anoche Pablo Motos se lo soltara a una actriz de nueve años.

En caso de hacer dicha pregunta, lo mínimo sería plantear «¿Tienes novio o novia?», para respetar que uno de cada diez niños no tendrán relaciones heterosexuales y si no les metemos con cucharón esa opción como la única viable haremos su camino más fácil. Pero vamos, que en realidad no tiene sentido ninguno plantear esa cuestión, da igual como la formulemos.

Hay una variante aún peor, que incluye el concepto de la belleza como detonante para ser merecedor del afecto ajeno: “Con lo guapa/o que eres, seguro que tienes muchos novios en el cole, ¿verdad?”.

Ya lo dije aquí hace años. A esa edad no tienen novios ni tienen que preocuparse siquiera en ese concepto. A esa edad tienen que tener amigos con los que jugar. Nada más (y nada menos). Ya son ganas de meterles prisa para ser mayores, cuando lo que habría que hacer es dejarles disfrutar de su infancia en paz.

(GTRES)

Malasmadres pide firmas para regular con urgencia las bajas y el teletrabajo para cuidar a nuestros niños

Ahora sí, ahora no, ahora sí de nuevo, luego nada está claro. Esta semana hemos sido testigos de un vaivén de declaraciones por parte de nuestros gobernantes sobre si habrá y cómo serán las bajas de los padres cuyos hijos estén enfermos o tengan que llevar a cabo cuarentenas preventivas. Un baile que no inspira precisamente confianza en nuestros gestores. La ministra de Trabajo Yolanda Díaz ha asegurado que estas bajas existirán, pero su puesta en marcha y regulación requieren ahora «celeridad», como indica Laura Baena, fundadora del Club de Malasmadres, cuya lucha por la conciliación es manifiesta desde sus inicios que se intensificó con la llegada de la pandemia, que trajo de la mano la campaña Esto no es conciliar.

«Después de 6 meses exigiendo medidas de conciliación urgentes, seguimos sin respuesta por parte del Gobierno. Las familias estamos abandonadas y necesitamos soluciones y un compromiso activo para no tener que renunciar. ¿Qué vamos a hacer cuando nos manden a los niñas y niñas a casa o tengan síntomas compatibles con covid-19, dejar el trabajo?«, apunta Laura.

(EUROPA PRESS)

Por eso precisamente este club y la Asociación Yo No Renuncio han lanzado hoy mismo una campaña de recogida de firmas que apoyen su petición de cuatro medidas para encarar esta vuelta al cole marcada por el coronavirus, entre las que destaca la exigencia de una «regulación urgente de la incapacidad temporal (IT) o bajas para las madres y padres de menores que se encuentran en cuarentena por contacto con un caso positivo de Covid-19», extensible a autónomos.

No puede quedar a la arbitrariedad del médico de Atención Primaria el hecho de tratar al progenitor como caso sospechoso a su vez y así otorgar la IT. Los criterios han de estar unificados. En el caso de que el menor sea positivo, la IT es clara dado que toda la familia está obligada a mantener cuarentena. En el caso de menores sospechosos por un positivo en el centro, el tratamiento para los progenitores ha de ser el mismo, mientras esta situación de excepcionalidad y pandemia sigan vigentes”, explica la abogada de familia Emi de Sousa.

Las otras tres medidas son:

  • Teletrabajo por imperativo legal (como excepción, dada la actual situación de emergencia), en los casos en que sea posible, cuando las circunstancias familiares del trabajador o trabajadora así lo exijan. No existen fundamentos razonables para denegarlo por parte de la empresa porque la situación que dio lugar a su implantación no ha cambiado sustancialmente, y desde luego, puede empeorar con la vuelta al cole. Aunque no es la situación ideal para ninguna familia, el teletrabajo ha permitido a muchas mujeres no renunciar a su trabajo ni solicitar una reducción de jornada sin sueldo. Por eso, Malasmadres considera que esta modalidad laboral debe ser de obligado mantenimiento por parte de la empresa si las circunstancias personales del trabajador o trabajadora lo exigen así, como, por ejemplo, el cuidado de menores o mayores a su cargo.
  • Facilitar la adaptación de jornada y su reducción sin pérdida salarial, siendo el Estado quien asuma la diferencia. Cuando el teletrabajo no fuera posible, el/a trabajador/a tendrá opción a adaptar su jornada laboral lo máximo posible, siendo de obligado cumplimiento para la empresa el respeto a este derecho sin tener que acudir a la vía judicial.
  • Ayuda económica a los cuidados para las madres y padres que trabajan fuera del hogar (también autónomos/as), cuando ni el teletrabajo ni la adaptación o reducción de jornada sean posibles. Malasmadres pide una ayuda o subsidio para estas familias que por cualquier circunstancia han de cuidar. Por ejemplo, menores con patologías previas que de ninguna manera pueden acudir a clase. Esta ayuda de carácter económico es distinta del IMV (Ingreso Mínimo Vital) ya que va destinada a aquellas familias que aún trabajando, no tienen solvencia suficiente para costear los gastos de un cuidador, o para los padres o madres que deciden renunciar a su trabajo para permanecer al cuidado de su hijo.

Podéis acceder al manifiesto completo tras este enlace y firmarlo, si estáis de acuerdo, tras este otro.

Una vuelta al cole llena de miedo e incertidumbre

La semana próxima Jaime volverá al colegio. Los centros de Educación Especial en la Comunidad de Madrid, igual que los ciclos de Infantil y Primero, Segundo y Tercero de Primaria, pisarán de nuevo las aulas de las que fueron vetados en marzo el 8 de septiembre.

En su caso, su colegio es pequeño, con menos de medio centenar de niños y ratios de cinco alumnos por clase, minúsculas comparadas con las de su hermana que el 17 de septiembre comenzará Sexto de Primaria. Quiero creer esos números reducidos rebajan el riesgo de contraer la enfermedad, pero lo cierto es que el virus puede estar en cualquier parte. Y no creáis que todos los colegios de Educación Especial son pequeños, hay centros muy grandes y poblados. Eso sin contar que también hay niños como él incluidos en colegios ordinarios.

Quedan pocos días y sobran las incógnitas. Jaime no tolera llevar mascarilla, no entiende de distancias sociales, no se le puede explicar que no puede tocar todo lo que le venga en gana. Tiene catorce años, pero igual que muchos de los niños que se incorporaron esta semana a las escuelas infantiles, no sabe lo que es el covid, no tiene ni idea de que existe un virus que tiene al mundo en jaque.

Muchos de sus compañeros están en la misma situación. No me cabe duda trabajarán todas esas medidas de seguridad y la comprensión de la situación en el cole, para que en mayor o menor medida puedan ir aplicándolas y entendiendo lo que pasa según su capacidad; pero es una realidad que muchos seguirán sin poder cumplirlas, lo que supone un factor de riesgo añadido. Y eso se traduce en más temor de cara a la vuelta al cole más atípica que se recuerda, sin noticias del peso de la mochila o el coste de los libros de texto.

Los sanitarios no son los únicos retos de muchos alumnos de Educación Especial. Interrumpieron sus clases de forma abrupta hace siete semanas, una mayoría sin comprender en absoluto o bien el motivo. Ahora tendrán que volver tras haber pasado por confinamientos y restricciones, con sus rutinas patas arriba, y tampoco será fácil explicarles y que acepten ese retorno.

Alumnos, padres y docentes tenemos muchos retos por delante que afrontar con asertividad.

Y a los padres y docentes, da igual el ciclo o las circunstancias de nuestros niños, nos toca este curso ser especialmente responsables. Y también cruzar los dedos, no vamos a engañarnos.

Estamos mandando a nuestros hijos aleccionados, cargados de geles y mascarillas, pero con una piedra en el estómago.

¡Qué difícil es gestionar el miedo y la incertidumbre!

Catorce veranos cosidos con sueños reconstruidos, cantares y cosquillas

Oro hilado y carne de niño. Catorce agostos tejidos a unos ojos de carbón pulido, a un millón de sonrisas radiantes, al amor descubierto, al olor de la leche dulce y el pan crujiente.

Piel como pan crujiente. Oro hilado y carne de niño. Catorce veranos cosidos con sueños reconstruidos, cantares y cosquillas.

Cosquillas que suben por una piel como pan crujiente. Oro hilado y carne de niño. Catorce años tramados para unir otoños y primaveras, océanos y bosques, incógnitas y risas.

Risas nacidas de cosquillas que suben por una piel como pan crujiente. Oro hilado y carne de niño. Catorce vidas si es preciso, atadas por ojos de carbón pulido, sonrisas radiantes, sueños, aromas, canciones y deseos.

Un niño escondido en un niño feliz de oro hilado y carne.

Y luego yo.

Entretejidos. Entrecosidos. Entramados. Atados.

Siempre.

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Feliz cumpleaños mi amor.

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Luces en el camino

Mirad atardeceres solos o acompañados; cantad por dentro o a voz en grito, pero cantad; mojaos los pies aunque hayáis bajado a la playa en vaqueros pitillo; pelead y reconciliaos (o no); tened tantas noches de sexo apasionado como podáis; haced planes aunque no se cumplan; aferraos a los que aportan y apartad a los que restan; no seáis mezquinos y olvidad las envidias; no os tengáis lástima, reíros de vosotros mismos; no hagáis más triste, malvado y pequeño un mundo que con frecuencia ya es triste, malvado y pequeño sin nuestra ayuda.

Gozad en paz y buena compañía sin sembrar piedras en el camino de nadie, que la vida puede ser muy larga o muy corta, puede escaparse a destiempo e incluso sin previo aviso, y no hay nada menos inteligente que no valorarlo cada día y poner de nuestra parte para que las huellas que dejemos el tiempo que pisemos esta tierra, dure mucho o poco, proyecten más luces que sombras.

Descansa Juanjo, ojalá me hubiera acercado a alguna de esas fiestas que organizabais en el pueblo para conocerte. Siempre creí que habría más años por delante para hacerlo.

Toda la fuerza del mundo Amaya. Tienes un clan a tu lado y dos hijos con la suerte enorme de poder aprender de tu sensibilidad y tu sabiduría.

Yo no puedo vivir sin conciliar, ni tú, ni él, ni ella, por eso ‘Crianza y conciliación’ es una nueva categoría en los Premios 20Blogs

Conciliación, divino tesoro, enorme entelequia y reto rampante a lomos del virus. No es conciliación todo lo que parece. La conciliación no existe, son los padres. Pero la conciliación no es solo cosa de padres, es un desafío conjunto en el que unos y otros, con nuestras diferentes circunstancias, tenemos que apoyarnos. Andar a la caza de agravios comparativos, no tener disposición a entendernos, es un sinsentido que retrasará cualquier avance que se pueda obtener en este sentido.

La conciliación es causa para Laura Baena, para su poblado Club de las malas madres, que al grito razonado de «yo no renuncio» ya antes, pero sobre todo tras el estado de alarma decretado en marzo, están reuniendo firmas y trabajando duro para lograr que el Gobierno apruebe medidas que favorezcan la conciliación. Creen, al igual que yo, que es necesario que se entre a regular esta necesidad vital.

¿Cómo están trabajando en favor de toda la sociedad? Así lo cuentan:

A partir de diferentes líneas de trabajo:

  • Ser el altavoz de las personas que tienen dificultades para conciliar, pero también de aquellas que concilian y son referentes positivos para avanzar.
  • Fomentar la concienciación social y el cambio de valores heredados del patriarcado que suponen una amenaza actual para el camino hacia la igualdad.
  • Impulsar medidas que promuevan el cambio social en pro de una conciliación real a través del Estado, las Empresas y las Familias.

Para conseguir estos objetivos a partir de diferentes líneas de trabajo:

  • Estudios sociológicos: investigaciones sociales para analizar la realidad social en cuanto a temas de conciliación y maternidad.
  • Campañas: campañas de concienciación con gran alcance en redes sociales que se hacen virales y que invitan a la reflexión y concienciación sobre el problema social, visibilizando que lo personal también es social y político.
  • Activismo político: actuando como agente responsable de transmitir a las Instituciones Públicas la problemática social y las necesidades de la población por las fuentes de conocimiento que se recogen la Asociación.
  • Servicios a empresas: trabajando en las empresas para concienciar de forma transversal a todos los cargos sobre la necesidad de equilibrar los tiempos, visibilizar las necesidades personales y familiares ajenas a la esfera productiva o concienciar en corresponsabilidad.
  • Servicios a Malasmadres: asesoramiento legal, formación o red de empresas comprometidas con la conciliación.

La crianza y la conciliación, que no solo es una reivindicación necesaria para las familias con hijos menores, es este año una de las nuevas categorías de los Premios 20Blogs, que ya están en su XIV edición y cuya inscripción se acaba de abrir con la opción de ganar 5.000 euros y convertirse en bloguero de este periódico como premio principal. Categoría de la Laura Baena (y por extensión el Club de las malas madres) es embajadora. 

Desde 20minutos hemos querido establecer esta categoría para ayudar a visibilizar la necesaria reivindicación de reflexionar, promover y legislar sobre la conciliación, porque yo no puedo vivir sin conciliar, ni tú, ni él, ni ella. 

Lo que dice la última guía del Ministerio sobre la próxima vuelta al colegio en Educación Especial

Esta vez sí, la guía de 26 páginas del Ministerio de Educación y FP con las medidas para mantener a raya la COVID-19 el próximo curso, una contempla a los alumnos de Educación Especial. En las páginas 17 y 18, y equiparándolos con Educación Infantil de 0 a 3 años, explica el reto al que se enfrentarán centros, profesionales, familias y alumnos en septiembre.

Una guía que, por cierto, desdice algunos puntos de prevención adelantados por el ministerio hace quince días. Teniendo en cuenta lo que queda hasta septiembre, ya veremos lo que nos espera en la vuelta al cole más atípica y llena de incertidumbres que se recuerda.

Pero lo que tenemos a día de hoy es esta guía, ¿qué es lo que dice respecto a la Educación Especial? Os dejo al final el texto íntegro, pero os resumo que están exentos de mascarilla, como era de esperar; que en las interacciones con los educadores ellos también podrán llevarla y que hay que ventilar y  limpiar mucho a todo y a todos.

No han descubierto la pólvora precisamente. La pelota queda en el tejado de cada centro, que tendrá que sacar el máximo partido a sus instalaciones (un aseo por cada uno o dos grupos, cuando son grupos de cuatro a seis niños, es imposible en la mayoría) y en los profesionales que trabajan con estos niños y jóvenes. Profesionales cuya carga de trabajo, voluntad, implicación y flexibilidad suelen ser sobresalientes y que espero que hagan acopio de energía este verano para afrontar la incertidumbre y los retos que nos esperan a todos.

También a las familias y a los alumnos, que suelen estar apegados a unas rutinas que en muchos casos serán difíciles de mantener y verán alteradas, que afrontarán un retorno al colegio tras muchos meses en casa, con sus terapias y actividades extraescolares también interrumpidas. Una vuelta al colegio que puede ser especialmente complicada de gestionar, sobre todo teniendo en cuenta la limitada capacidad de comprensión de una mayoría.

Mi hijo con autismo, sin ir más lejos, siempre comienza en septiembre alterado, con más conductas disruptivas nacidas de la poca motivación por volver al trabajo. Este año no me extrañaría que este comportamiento arreciase.

El inicio del próximo curso puede que sea muy higiénico, pero además va a ser muy movidito en muchos sentidos.

(JORGE PARÍS)

Limitación de contactos

– Se organizará la entrada y salida de manera que un miembro del personal acompañará a cada alumno/a su aula de referencia, si no es autónomo para ir solo.
– Se asignará un aseo por cada 1-2 grupos, si es posible. Si no, se intensificará la limpieza y desinfección.
– Cuando se vayan a producir desplazamientos por el centro educativo, se contará con un horario y organización que posibiliten que los grupos no coincidan a la vez en los desplazamientos.

Medidas de prevención personal
– Se recomienda intensificar la higiene de manos (con agua y jabón) asegurando los siguientes momentos: al llegar al centro educativo, tras estornudar o sonarse, al cambiar de espacio o de actividad, antes y después de comer, después de ir al baño y siempre que haya suciedad visible.
– Se recomienda evitar la utilización de gel hidroalcohólico en niños/as que se meten las manos frecuentemente en la boca. Tener precaución de no dejarlo accesible sin supervisión.
– Es importante consolar a los niños y niñas y puede ser frecuente la necesidad de tenerlos en brazos o tener una interacción cercana con ellos para su adecuada atención. Cuando se les coge en brazos o es necesaria una interacción estrecha la persona cuidadora podrá llevar mascarilla higiénica.
– No se recomienda el uso de mascarilla en el centro educativo ni para menores de tres años (contraindicado en menores de 2 años por riesgo de asfixia) ni en personas con discapacidad o con situación de dependencia que les impida ser autónomas para quitarse la mascarilla o personas que presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su uso adecuado.
– En el caso de los trabajadores, se recomienda llevar el pelo recogido y evitar el uso de anillos, pulseras y colgantes.
– En la medida de lo posible utilizar ropa de trabajo que se lave a diario a alta temperatura.
– El Servicio de Prevención de Riesgos Laborales evaluará el riesgo de exposición de determinadas actividades más allá de las presentes en este documento.

Limpieza y ventilación del centro
– Se utilizarán objetos y juguetes que se puedan limpiar o desinfectar de manera sencilla.
– Si se utilizan peluches o juguetes de tela, se deben poder lavar a alta temperatura.
– Dado que la ventilación es una de las medidas más eficaces para minimizar la transmisión, y que se recomienda ventilar frecuentemente, se tendrá una especial precaución en estos grupos de alumnos para evitar accidentes.

Atención temprana, mucho que reivindicar

El día de hoy está dedicado a la atención temprana, esa herramienta imprescindible para el correcto desarrollo de muchos niños, para que alcancen su máximo potencial.

Una herramienta roma, herrumbrosa en algunos puntos y con un mango gastado, más semejante a un barato cuchillo de cocina mermado por los años y el uso que a un reluciente y eficaz escalpelo. Una situación imperdonable, nuestros niños merecen lo mejor, o al menos lo bueno, pero eso no es lo que se están encontrando con frecuencia.

A finales de enero os contaba aquí mismo la recogida de firmas de Ana, madre de la pequeña Vega, exigiendo una atención temprana de calidad, gratuita y sin esperas. No es la primera vez, ni la segunda, ni será la última que la reivindicación de una atención temprana accesible asome a este blog.

Una herramienta a la que espero que saque filo el reciente proyecto de Ley de Protección Integral a la Infancia y a la Adolescencia frente a la Violencia impulsado por el Gobierno. Es un texto que recoge la universalidad y el carácter integral de la atención temprana desde el nacimiento hasta los seis años de edad con una perspectiva sociosanitaria.

La música suena bien, habrá que vigilar cómo es el baile; cómo toma tierra y lo recursos que efectivamente se le dedican.

Una reivindicación que dejo hoy bajo los términos de la Plataforma por la Atención Temprana.

Hoy, martes 16 de junio de 2020, se celebra el Día de la Atención Temprana 2020. La atención temprana es fundamental para la salud de cientos de miles de niños: cuando existe una situación de riesgo o se produce de hecho una alteración en el desarrollo, intervenir precozmente durante la primera infancia es necesario para poder optimizar las posibilidades de desarrollo de ese menor. La atención temprana es la primera inversión que los poderes públicos han de realizar en fomento de la autonomía y equidad.

Sin embargo, miles de niñas, niños y sus familias en este país siguen sin tener acceso al conjunto de intervenciones sanitarias, educativas y sociales que componen esta atención, especialmente a las intervenciones terapéuticas que se prestan por los profesionales de los centros de desarrollo infantil: fisioterapia, logopedia, psicoterapia y otras. Miles de menores que, después de soportar diferentes trámites burocráticos, engrosan listas de espera interminables para poder acceder a los recursos de las redes públicas. La situación entre comunidades autónomas es de total inequidad, abundando la situación de déficit de recursos, falta de transparencia y escasa sensibilidad de las administraciones autonómicas a este problema. Ni siquiera existe un dato oficial agregado estatal que permita cuantificar los recursos existentes, pero seguro que está muy lejos a las necesidades existentes, que se estiman deberían cubrir al 10% de la población menor de seis años, unos 250.000 niños y niñas en toda España.

La Plataforma por la Atención Temprana quiere aprovechar este día para exigir una vez más una legislación específica estatal que consagre y desarrolle el contenido mínimo de este derecho, y que armonice las distintas regulaciones autonómicas, garantizando una atención al desarrollo pública, universal, gratuita y de calidad, que comience de forma precoz y que comprenda toda la infancia de los menores con alteraciones del desarrollo.  En este sentido, además de a los distintos responsables autonómicos, hacemos una llamada pública al Gobierno  para que avance con celeridad en los compromisos adquiridos con nuestra organización en las reuniones mantenidas con los titulares de los Ministerios de Sanidad y la Vicepresidencia Segunda del Gobierno y refrendados en el pacto de Gobierno: [punto 2.2.10] “desarrollar un sistema de atención temprana que implique el reconocimiento y garantía de un derecho subjetivo a la atención temprana integral, universal, gratuita y pública y sin discriminaciones en virtud del lugar de residencia”.

Por qué voy a proponer a mi hija de 11 años que veamos juntas ‘Lo que el viento se llevó’

Voy a ser una madre rebelde, o reaccionaria no lo tengo del todo claro, y voy a proponer a mi hija de once años que veamos juntas Lo que el viento se llevó. Nos va a llevar un tiempito, que yo creo que hay series en Netflix más cortas. Lo mismo tenemos que dedicarle tres días, aunque yo me recuerdo a mí misma a su edad luchando contra el sueño para ver aquel culebrón sureño en el que no paraban de pasar cosas. Algo que repetí varias veces además en años siguientes.

Era una película que me encantaba, aunque
no me acabase de caer bien la hermosa (y vanidosa) Escarlata O’Hara, por mucho que admirase su capacidad para salir a delante; que no entienda a Melania, en exceso bondadosa y aparentemente simple; que no empatice demasiado ni con el estirado Ashley o el canalla de Rhett. Es posible que le pase como a mí, también lo es que no le guste en absoluto. A saber, pero habrá que darle la oportunidad de decidir qué le parece.


Viéndola juntas puedo explicarle que Mammy, la esclava negra de Escarlata, es un estereotipo andante y que existió algo execrable llamado esclavismo, que millones de personas de raza negra fueron arrancadas de sus hogares y tratadas peor que al ganado por una errónea concepción supremacista del hombre blanco. De hecho puedo explicarle que el esclavismo sigue existiendo, aunque de formas distintas. Puede servirnos de excusa para hablar de la Guerra de Secesión que dividió Estados Unidos en norte y sur, una división que aún puede percibirse, y del limitado papel de la mujer en el pasado.

‘Lo que el viento se llevó’ puede aportarnos mucho más que su mero disfrute. También en su edición impresa.


Igual que tantos otros títulos inolvidables.

Creo que es nuestra responsabilidad como padres darles a conocer esas películas. Cuando veamos que procede, sin forzar, sin pretender que todo guste; pero al menos debemos ofrecer aquello que sabemos que merece la pena, que emociona, hace reflexionar y disfrutar, y que forma parte ya de la cultura universal.

Que accedan a esa cultura gracias a nosotros, también es educar.

Sería una enorme lástima que clásicos de la talla de Lo que el viento se llevó, Cantando bajo la lluvia, Centauros del desierto, La ventana indiscreta o La gata sobre el tejado de zinc (que cada cual ponga en esa enumeración sus favoritos) quedaran en el olvido de las nuevas generaciones.

Sobre todo si ese olvido viene de la mano de guardianes de la moral que no entienden que esas películas son hijas de su tiempo.

Lo que el viento se llevó se estrenó hace ocho décadas, cuando en España estábamos enfangados en una Guerra Civil. Es historia del cine y una obra de arte. No podemos juzgarla con nuestros ojos de hoy día, igual que no podemos hacerlo con Casablanca, Historias de Filadelfia, Rebeca o La diligencia. Bastante bien han envejecido todas ellas, teniendo en cuenta el tiempo que ha pasado desde su creación.

Esos clásicos pueden ser unos estupendos instrumentos educativos. Mejor que crear un castillo a salvo de todo riesgo, una burbuja que es imposible que sea perfecta por mucho que lo intentemos, es enseñar a nuestros niños a tener criterio.

El Gobierno parece haber olvidado a la Educación Especial en su plan de medidas de prevención e higiene para los centros educativos

Este jueves el ministerios de Sanidad y Educación y FP expondrán a las comunidades autónomas en la Conferencia Sectorial de Educación un documento con las medidas de prevención e higiene para los centros educativos para tener «una estrategia consensuada» con la que «ofrecer un entorno seguro y saludable al alumnado y personal».

Perfecto, estoy deseando ver qué sale de esa reunión y, sobre todo, todas las medidas expuestas en ese documento. Ya os contaba ayer que todos los padres y el personal docente vivimos con la incertidumbre de qué se encontrarán nuestros hijos en septiembre, cuando la vuelta al cole tenga que ser una realidad. Pero ya adelanto que me ha preocupado no encontrar mención a la Educación Especial en la una nota de prensa que acaban de enviar y en la que resumen algunas de las medidas a adoptar.

Habla de la gestión de los posibles casos, de cómo debe ser la limpieza y ventilación («durante al menos cinco minutos al inicio de la jornada, al finalizar y entre clases» y «manteniendo las ventanas abiertas el mayor tiempo posible») y especifica además que:

En la educación infantil,hasta el 4.º curso de Educación Primaria incluido, se ha definido que se podrán establecer grupos estables de alumnado, idealmente con 15 alumnos/as (máximo 20), que pueden socializar sin mantener la distancia interpersonal de forma estricta, ya que es un grupo de convivencia estable. Esto posibilitará además el rastreo de contactos rápido y sencillo en el supuesto de que se diera algún caso.

Por su parte, en 5.º y 6.º de Educación Primaria, Educación Secundaria y Bachillerato los espacios se reorganizarán de forma que se cuente con una separación de al menos 1,5 metros entre las mesas. Se priorizará asimismo, en la medida de lo posible, la utilización de los espacios al aire libre para la realización de las actividades educativas y de ocio, en lugar de los cerrados.

Apartado importante tienen las medidas de prevención personal, como son la higiene de manos frecuente y meticulosa, evitar tocarse la nariz, ojos y boca o usar pañuelos desechables. Respecto a la mascarilla en educación infantil no es obligatoria y en Primaria, de 1.º a 4.º, tampoco será necesario su uso si se está con el grupo estable de convivencia. Si se sale del mismo se deberá llevar puesta cuando no se pueda mantener la distancia de 1,5 metros. Para los alumnos que cursen a partir de 5.º de Primaria el uso de mascarilla será obligatorio cuando no se pueda mantener una distancia interpersonal de 1,5 metros pero no cuando se esté sentado en el pupitre.

Vale… ¿Y qué pasa con la Educación Especial? Entiendo que no tendrán que usar mascarilla, igual que los niños de educación infantil, dado que ya están exentos de usarla en otras circunstancias. Tal vez sea deducible la distancia social, como hasta 4ª de Primaria, no tendrá que mantenerse si se trata de «un grupo de convivencia estable». Claro que eso puede implicar un reto fuera de las aulas, en patios, comedores u otro tipo de actividades, que parece que tendrán que organizarse escalonadamente para evitar que coincidan, porque si coinciden no entenderán que deben mantenerse a un metro y medio de los demás. ¿Y qué pasa con la distancia respecto a los profesionales del centro?

Hay muchas preguntas sin respuesta, no solo esas que expongo. No solo en Especial, también en cualquier ciclo. Pero es que la Educación Especial, insisto, ni siquiera se menciona. Y no me parece una ausencia casual. En mayo dábamos la noticia de que los directores de centros de Educación Especial públicos, concertados y privados estaban se oponían a reabrir por la imposibilidad de cumplir las medidas de seguridad; argumentaban que los alumnos son población de riesgo y que es imposible evitar el contacto directo.

«No nos consideramos capaces de garantizar que se cumplan las medidas de seguridad que continúan en vigor en dicha fase, como son el uso de protección individual, el lavado de manos, el uso del codo o de pañuelos de papel para estornudar o toser, etc. por parte de nuestro alumnado». En cuanto al distanciamiento social «es imposible llevarlo a cabo, los alumnos no lo entienden y no pueden cumplirlo». Y tampoco por parte de los profesionales, ya que «en muchas ocasiones hay que acercarse a ellos, tocarles, limpiarles, llevarles de la mano, etc». «Muchas de las patologías que presentan nuestros alumnos, cursan con dificultades y/o compromiso respiratorio, lo cual aumenta exponencialmente el riesgo y pronóstico en caso de ser infectados». «No sabemos qué soluciones se pueden encontrar para estos problemas, pero desde luego, que el alumnado venga a los centros contraviene totalmente las medidas de seguridad necesarias, tanto laborales como de salud»

Muy semejante a lo que sucede con los niños más pequeños, que van a escuelas infantiles (guarderías, otro tema candente y pendiente), pero a una edad de escolarización obligatoria.

Hablamos de 37.000 alumnos para los que también hay que pensar en cómo obrar teniendo muy presentes sus características.

Espero sinceramente que mañana no sean obviados.

(JORGE PARÍS)