Luces en el camino

Mirad atardeceres solos o acompañados; cantad por dentro o a voz en grito, pero cantad; mojaos los pies aunque hayáis bajado a la playa en vaqueros pitillo; pelead y reconciliaos (o no); tened tantas noches de sexo apasionado como podáis; haced planes aunque no se cumplan; aferraos a los que aportan y apartad a los que restan; no seáis mezquinos y olvidad las envidias; no os tengáis lástima, reíros de vosotros mismos; no hagáis más triste, malvado y pequeño un mundo que con frecuencia ya es triste, malvado y pequeño sin nuestra ayuda.

Gozad en paz y buena compañía sin sembrar piedras en el camino de nadie, que la vida puede ser muy larga o muy corta, puede escaparse a destiempo e incluso sin previo aviso, y no hay nada menos inteligente que no valorarlo cada día y poner de nuestra parte para que las huellas que dejemos el tiempo que pisemos esta tierra, dure mucho o poco, proyecten más luces que sombras.

Descansa Juanjo, ojalá me hubiera acercado a alguna de esas fiestas que organizabais en el pueblo para conocerte. Siempre creí que habría más años por delante para hacerlo.

Toda la fuerza del mundo Amaya. Tienes un clan a tu lado y dos hijos con la suerte enorme de poder aprender de tu sensibilidad y tu sabiduría.

1 comentario

  1. Muy bonito y mucha razón, la belleza de la vida y el misterio es no saber lo que nos deparará el mañana..

    Mucho ánimo y fuerza, bonito artículo!

    Besos!

    Anabel Morneo

    05 agosto 2020 | 09:56

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