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Libros recomendables con perros y gatos en el #DíadelLibro

Internet es territorio de los gatitos, o eso asumimos, pero me da la impresión de que la literatura es terreno de perros y lobos. Al menos si nos ceñimos a la abundancia de historias. Lo digo basándome en los clásicos que recuerdo, con las obras de Virginia Woolf y (sobre todo) Jack London en cabeza. Por creaciones recientes de Auster o Murakami fuera o Pérez Reverte y Alejandro Palomas dentro.

También por los libros infantiles y juveniles que recuerdo. Del maravilloso cuento ‘Gran Lobo Salvaje’, de René Escudié os he hablado con frecuencia, ahí tenéis más libros de mi infancia adolescencia, con los que crecí y que aguardan a que mi hija crezca un poco más.

Tal vez algunos os suenen, tal vez recordéis unos cuantos.

Pero la memoria es injusta e imperfecta. Ojalá redondeéis este post con recomendaciones de libros y cuentos de perros y gatos que merezcan nuestro tiempo.

Libros que he recomendado en este blog:

Otros libros de los que no he hablado (aún):

Los perros duros no bailan de Arturo Pérez Reverte
Flush, de Virginia Woolf.
El Mundo Según Bob, James Bowen
Buen Perro, de Graham Chaffee
El perro guardián de las estrellas, de Takashi Murakami
Gatos sin fronteras y Alegatos de los gatos, de Antonio Burgos
Tombuctú, de Paul Auster.
El arte de conducir bajo la lluvia, de Garth Stein.
No lo mates… ¡Enséñale!: el arte de enseñar y adiestrar, Karen Pryor
Introducción a los derechos animales. ¿Tu hijo o el perro?. G. Francione.
La vida emocional de los animales. Marc Beckoff.

‘Contigo me quedaría’ de Mercedes Alonso, una novela romántica marcada por la defensa de los animales

Contigo me quedaría no es el tipo de libro que yo suelo frecuentar, vaya la verdad por delante. No tengo nada en contra de las novelas eminentemente románticas, no soy de esas que las consideran una segunda división literaria ni mucho menos, pero no son los libros que leo. Me pasa lo mismo con la novela negra, a la que apenas le dedico tiempo.

Yo he escrito ciencia ficción, que para muchos también es equivocadamente un género menor, y soy consciente de que hay gente que no lee jamás novelas como la que yo he parido. Simplemente no todos los géneros ni todos los libros son para todo el mundo, sin más. Igual que con los géneros musicales, y a mí Manolo García (que también protagoniza en cierto modo el libro) me dice poco.

La novela de Mercedes Alonso es romántica y yo me atrevería a decir que casi erótica. Desde luego es una lectura adulta. Su protagonista, una veterinaria en la treintena entregada a su trabajo y a colaborar con protectoras de animales, entabla una relación pasional que deriva en sentimental con un ejecutivo rubio, musculoso y tremendamente atractivo. Y ella, teniendo en cuenta las reacciones  que suscita en los hombres que se cruzan con ella, debe ser el habitual caso de mujer arrebatadora que no sabe que lo es y que apenas dedica tiempo a acicalarse.

Y aquí es cuando encuentro los clichés que funcionan en la novela romántica y que encantarán a los seguidores del género, pero que a mí no me acaban de atrapar. Los protagonistas guaperas cuyos atributos físicos son descritos con frecuencia me hacen desconectar y la sucesión de polvos me aburre pronto. Los enredos y sufrimientos amorosos que se solucionarían fácilmente con un poco de sentido común y evitando dar demasiadas vueltas a las cosas me exasperan más que hacerme empatizar con los protagonistas.

Pero Contigo me quedaría es mucho más que una novela romántica (e insisto que probablemente atrapará a los aficionados al género), para mí tiene el especial mérito, y por eso asoma a este blog, de enmarcar toda la historia  en la defensa de los animales.

La protagonista, veterinaria y activista como os decía, es amiga de la presidenta de una pequeña protectora y colabora con varias entidades. Para ella salvar vidas está por encima de cualquier otra cosa (si hay una urgencia, no pasa nada por ir a una cena de gala tarde y cubierta de pelo y barro), aparecen varios rescates, casos reales y frecuentes de animales atropellados e ignorados, de cachorros en cajas, en bolsas de basura, de intervenciones en las que se requisan decenas de animales en mal estado, de galgos salvados de la muerte en febrero y de que los animales no son un regalo y sí una enorme responsabilidad.  Se recoge incluso el vegetarianismo, aunque sin profundidad y quedándose en lo anecdótico.

En el libro hay muchos nombres reales: de protectoras madrileñas, de trabajadores de esas protectoras, de perros y gatos rescatados… En el libro se respira amor por los animales y se nota que su autora es también una activista, conocedora de la terrible problemática existente en nuestro país.

Cada libro tiene una velocidad de lectura, independientemente de su número de páginas. A  Cormac McCarthy, Irene Nemirovski o E. L. Doctorow se les lee despacio, paladeándolos. A otros como Terry Pratchett o John Irving, por seguir mencionando autores que me gustan mucho, los disfruto a toda máquina.

El estilo de Mercedes Alonso permite una lectura rauda. He terminado sus casi trescientas páginas en unas cuatro horas. Clara y llana, coloquial en los diálogos, se avanza sin pausa por una historia que también va directa al grano en la que también hay relaciones familiares desajustadas y amigos que son familia.

Ojala su fácil lectura y la apasionada historia de amor que encierra atraiga a muchos lectores para mostrarles un poco del universo  de la protección animal, un universo demasiado desconocido salvo para los que han puesto los dos pies en más de una ocasión en alguna protectora.

 

‘Llévame contigo’, las reflexiones del veterinario Carlos Rodríguez sobre adopción y tenencia responsable

He tardado más de lo que pretendía, sobre todo porque se trata de una lectura rápida y ligera, pero finalmente he terminado de leer el libro que Carlos Rodríguez ha publicado recientemente con el título Llévame contigo, guía de adopción responsable (Oberon), un libro que en su prólogo y su presentación ha contado con Dani Rovira como padrino. Un libro que está trufado de fotografías e historias de adopciones, rescates, encuentros… familias en definitiva en las que hay un animal y que tienen algo que contar.

En la presentación del libro, a la que acudieron nombres tan relevantes como el del prologuista Dani Rovira, la ministra Isabel García Tejerina, Begoña Villacís, el presidente del colegio de Veterinarios de Madrid, Felipe Vilas Herranz, o Miriam Díaz Aroca y a la que hubiera asistido de haber podido, Carlos Rodríguez habló así de su objetivo respecto a Llévame contigo.

Como repetiré hasta la saciedad, hay veces que incorporamos un ser vivo a nuestro hogar dedicándole menos tiempo a planteárnoslo que cuando compramos un nuevo móvil. (…) Cuando pensamos que queremos un perro, acudimos a por él a cualquier sitio, no miras nada, no te asesoras, y de pronto nos encontramos con un ser vivo al que tenemos que alimentar, asear, pasear (en el caso de los perros), etc. Lo que hemos pretendido en el libro ‘Llévame contigo’ es reunir todas las pautas para que esta adopción sea lo más responsable posible.

Pero Llévame contigo no es un libro que se pueda considerar como una serie de recomendaciones prácticas para aquellos que se planteen adoptar un animal, no es un manual que incluya listados de enseres a tener en casa para el recién llegado, cómo pasear al perro recién adoptado para que no se escape, cómo comportarse con el gatito recién llegado o asuntos similares de índole eminentemente práctica.

Llévame contigo es otro tipo de guía, es un compendio de las reflexiones que el veterinario más mediático de España, con muchos libros ya en su haber e impulsor de Mascoteros Solidarios, ha acumulado a lo largo los años. Reflexiones que nos invitan a los demás a reflexionar, a replantearnos asuntos que creíamos tallados en piedra, a entender las problemáticas existentes en la gestión pública de los animales abandonados, de la cría, de la venta, de la difusión por Internet de animales, de la gestión de sus vidas.

Carlos Rodríguez es un tipo cañero y sin pelos en la lengua, con opiniones que no todos compartirán o que matizarían, eso sin duda. Pero sin duda también es una voz muy valiosa en el panorama patrio de protección animal que merece ser escuchada. Una voz que defiende que la administración es la última responsable y hay que valorar hasta qué punto el esfuerzo privado les debe seguir sacando las castañas del fuego. Una voz que defiende el derecho de aquellos que quieran comprar una raza concreta en lugar de adoptar, al tiempo que exige una compra responsable, explica lo mal que se suele criar en España y prioriza la adopción. Una voz que llama maltratadores también a aquellos que tienen a perros como si fueran muñecas Barbie, sin tocar el suelo, con modelitos absurdos y sin respetar su etología canina. Una voz que clama que no existe el sacrificio cero, que hablar de algo así es absurdo y responde a querer ponerse medallas. Una voz que explica que hace falta organizar mejor, profesionalizar y formar la protección animal.

Soy completamente sincera. Tengo serias dudas sobre si gran parte del libro está más dirigido a potenciales propietarios de animales, adoptados o comprados, o a gente que ya está metida en el mundo de la protección animal, directa o tangencialmente. Hay muchas referencias, recados, apuntes, que me dieron la impresión de estar más pensados para los ya metidos en este jaleo que para alguien que no tenga ni idea y simplemente quiera que le ayuden a sumar un miembro a su familia.

Para los interesados o ya implicados en la protección animal es una lectura recomendable por lo que les pueda hacer pensar sin la menor duda, aunque tal vez echen en falta una mayor profundización o más debate. Para los segundos también es un libro interesante en los momentos previos a dar ese importante paso de asumir la responsabilidad de una vida ajena, pero encontrarán conceptos que se les escaparán.

Y para terminar os dejo con Shira, una cachorra en adopción en la protectora madrileña aiBa. Se entrega con contrato de tenencia responsable y compromiso de esterilización. Seguro que Carlos no tiene inconveniente de verse en su compañía.

Contacto: adopciones@aibamadrid.com

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‘La razón de estar contigo’ de W. Bruce Cameron, una mezcla de Lassie y Nicholas Sparks

Hablaba la pasada semana con mi compañero David Yagüe, también periodista y escritor y además autor del blog de novela histórica XX Siglos, que pocos libros hay protagonizados por perros que merezcan la pena. Lo hacíamos a cuenta de La razón de estar contigo, la novela en la que se ha basado la película A dog’s purpose. Ya sabéis, el polémico estreno del que se filtraron imágenes que mostraban el maltrato a uno de los perros durante el rodaje.

Pero el libro de W. Bruce Cameron no tiene la culpa de lo que haya pasado en esas grabaciones y este fin de semana lo he estado leyendo, para comprobar si rebatía lo que Yagüe y yo sostenemos.

La novela está escrita desde la perspectiva de un perro. Mejor dicho, de cuatro perros. A lo largo de sus páginas recorremos teniendo al mismo animal como narrador inteligente y perspicaz. Cada vez más, ya quisiera Lassie tener su nivel en la segunda mitad del libro.

Claro que ese animal en realidad son cuatro y se llaman Toby, Baily, Ellie y Bear; un mestizo, un golden retriever, un pastor alemán y un labrador negro. Sí, un perro que se reencarna hasta cuatro veces. Hay que comprar esa premisa. Si no lo hacemos, no tiene sentido abrir sus páginas.

Muere para volver a ser un cachorro y tener una nueva vida de perro manteniendo sus recuerdos previos, sus aprendizajes y emociones, hasta que se ha cumplido el propósito de su vida, de sus vidas de perro, a lo largo de varias décadas del pasado reciente de Estados Unidos. Ojalá hubieran optado por un título más literal, más fiel al original tipo El propósito de un perro, que no veo qué problema tiene. ¿Y cuál es ese propósito? Servir al ser humano, amarlo y ser amando. Hacerlo feliz.

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‘Miriam educa a su cachorro’, Sumara Marletta acerca de nuevo a los niños la etología canina

Conocí por primera vez del empeño de la adiestradora y etóloga (y amante de los animales) Sumara Marletta por acercar el comportamiento de los perros a los niños con el cuento La niña que sabía de perros (también con los talleres que hace ante los pequeños, pero esa es otra historia). Hace casi exactamente dos años os hablé de este libro.

Me gustó porque explicaba muy bien a los niños los conceptos más básicos del lenguaje de los perros, dejando claro cuando acercarse, cómo aproximarse a ellos, qué no hacer…

Se teme lo que no se conoce. Si eres capaz de mirar a un perro e identificar  su estado de ánimo, saber qué les gusta y qué pueden considerar una amenaza, si los entiendes y conoces, el miedo se disipa. Y se gana en seguridad, porque la mayoría de los encontronazos y problemas vienen por el desconocimiento.

Hace poco Sumara me escribió para escribió para contarme que había publicado un nuevo libro en la misma línea : Miriam educa a su cachorro, también de la editorial especializada KNS Ediciones y con ilustraciones de nuevo de Fernando Calderón.

«Con el primer libro he querido acercar el lenguaje canino a las personas, sobre todo los niños, con este segundo libro la intención es que ellos sepan qué hacer y qué no hacer cuando un cachorro llega a casa, este segundo libro es un poco más extenso que el primero. Está escrito muy en positivo para niños y perros (como es mi estilo) y el libro cuenta con actividades y una guía práctica al final» me contaba antes de hacérmelo llegar.

Y todo es cierto. Lee el resto de la entrada »

‘De cómo los animales viven y mueren’, un ensayo que abre los ojos de Javier Ruiz

En mi casa parece que lo de vivir no lo hacen mal del todo ;)

En mi casa parece que lo de vivir no lo hacen mal del todo 😉

Al regresar del verano, Javier Ruiz me escribió con una de esas propuestas que es imposible rechazar. Leer el manuscrito de su primer libro, un ensayo que es una colección de reflexiones sobre el trato que damos a los animales, y escribir un breve prólogo.

A Javier lo conocía gracias a las redes sociales y a su labor en su blog Doblando tentáculos, cuyo post De cóno tu perro cambio mi (nuestra) vida se viralizó de forma merecida en su momento.

El libro de Javier abarca más que el blog y merece la pena dedicarle un poco de nuestro tiempo. Puede que haya reflexiones que no compartamos, que encontremos otras que matizaríamos, pero tiene el mérito de poner sobre la mesa un debate imprescindible, el del trato que damos a los animales, nuestra relación y responsabilidad con ellos.

Os dejo con mi prólogo:

La vida puede transcurrir como un sueño, podemos pasar por ella dormidos, confortablemente abrigados en un lecho mullido o tiritando en un incómodo camastro, pero igualmente incapaces de despertar. Muy pocos entre nosotros nacen y crecen del todo despiertos. Siendo sincera, dudo que haya alguno. La mayoría de los que logramos abrir los ojos lo vamos haciendo según pasan los años, solo a ratos, a veces malinterpretando lo que vemos, permitiéndonos soñar de nuevo de vez en cuando para seguir cuerdos, o al menos cómodos.

Mirar el mundo que hemos creado frente a frente, sin parpadear, sin volver la cabeza, es muy duro, muy doloroso. También muy necesario. Una vez has despertado, aunque sea solo un poco, aquel sueño que te envolvía se te antoja deseable pero inconcebible. No hay vuelta atrás.

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‘Los dioses mienten’ y las personas no deberían ignorar a los animales abandonados

imageLas películas de animación japonesa siempre me han gustado, pero no había comenzado a leer mangas hasta hace relativamente poco. Estoy descubriendo que las historias más breves son las que me resultan más atractivas y que hay tantísimas variedad en calidad, temáticas y tratamientos como en las novelas convencionales.

¿Qué hago hablando de mangas en un blog de protección animal? Me explico. Uno de los títulos que más me ha gustado ha sido Los dioses mienten, una obra de un solo tomo elaborada por Kaori Ozaki y editada en España por MilkyWay Ediciones, un manga con unos personajes y una historia preciosa, de amistad y descubrimiento, de lo que somos capaces de hacer si las circunstancias nos obligan a ello.

Pero me estoy yendo de lo que os quería contar. En el libro el protagonista, un preadolescente deportista como tantos otros, se encuentra un cachorro de gato herido y abandonado. Escucha sus maullidos pidiendo auxilio y, en lugar de mirar a otro lado y seguir su camino, decide complicarse la vida y rescatarlo. Lo que siempre deberíamos hacer todos. Lo hace pese a que es un niño, pese a que no sabe bien qué hacer con él, pese a que no tiene recursos y sabe que no contará con la aprobación de su madre.

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Ese pequeño animal se convertirá en el hilo conductor y en protagonista en la sombra de Los dioses mienten, ese cachorro de gato propiciará uno de esos encuentros que marca para toda la vida e incluso acabará convirtiéndose en un maestro de vida, «porque un gato que ha perdido un pata, corre con las tres que le quedan. No es algo que resulte triste en absoluto».

No os quiero contar mucho, pero sí que os lo recomiendo. Tanto para esta época de regalos como para cualquier otra.

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La trágica fábula de los ‘Quince perros’ que recibieron inteligencia humana, un libro de André Alexis #Unoalmes

¿Y si los dioses jugasen a poner la inteligencia del ser humano en quince perros que están en una clínica veterinaria por distintos motivos? Ese es el planteamiento de partida de Quince perros (Editorial Turner), novela que llega de Canadá con varios premios bajo el brazo (entre ellos el Giller, el premio literario de mayor relevancia en ese país). y muchos ejemplares vendidos.

imageSu autor, André Alexis, trae a nuestra moderna tierra a los dioses del Olimpo: Apolo y Hermes hacen una apuesta que va a tener resultados fatídicos para los mortales, muy en la línea de las deidades entrometidas. Hermes apuesta a que al menos uno de los quince perros con inteligencia humana morirá feliz, Apolo sostiene justo lo contrario.

Y a partir de ahí seguiremos a los quince perros del libro.

Tres no llegarán a salir de la clínica veterinaria. Allí quedarán confiando en sus amos y teniendo un destino infeliz. No es fácil para un perro vivir con la inteligencia y la plena conciencia humana. Los otros doce perros no tendrán destinos menos trágicos, ni mucho menos. Convertidos en seres complejos, que idean un lenguaje más rico, veremos sus distintas personalidades, el que acaba convertido en poeta, el que encuentra el amor para luego perderlo y esperarlo, el que inventa la religión, el oportunista que hace lo que sea para sobrevivir, las que se vuelcan en una amistad verdadera para acabar siendo víctimas, los soldados seguidores de aquel que más autoridad tiene sin remordimientos… Perros que reniegan del don recibido y fingen volver a a ser perros como antes aunque son incapaces de lograrlo, otros para los que el lenguaje y la poesía que trajo de la mano es su tesoro más preciado.

Todos son víctimas en realidad, de una u otra manera, de los dioses y de ellos mismos, en un libro ameno que empuja a seguir leyendo, para saber si alguno de los quince animales muere feliz, para conocer cómo se desarrollan sus vidas. Perros de raza y perros mestizos, grandes y pequeños.

Tengo una dicotomía con este libro: es una lectura que atrapa, un planteamiento original, plagado de reflexiones que desmenuzar. Pero no reconozco a los perros que en él aparecen, animales violentos, obsesionados con la jerarquía, entre ellos y con los humanos que se encuentran, con la dominancia, con montarse unos a otros, que se atacan entre ellos con una facilidad pasmosa, llegando con frecuencia al asesinato. Y esa violencia y esa obsesión jerárquica no sólo alcanza a los perros dotados de inteligencia humana, sino a todos.

Los perros no son así, la novela arrastra una psicología canina obsoleta y equivocada que a mí llegó a enervarme en algunos momentos, que hacía la fábula menos creíble, que me alejó de esos animales y de sus historias. Solo en momentos muy puntuales logró emocionarme, únicamente con la historia de Majnoun.

Quince perros me ha parecido una novela de méritos y deméritos, que probablemente guste más a los que menos sepan de perros, a los que menos los amen, a aquellos que se queden con su original punto de partida, su poesía, sus giros y su mar de fondo.

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Cuatro libros de perros, clásico, español, extranjero e infantil, en el #DíadelLibro

Hace pocas semanas me preguntaron por Twitter qué libros con temática perruna recomendaría. Decidí entonces que mis breves respuestas serían un post aquí el Día del libro.

No hay un gran número de libros de calidad en los que los perros tengan especial protagonismo, de hecho esta temática está a años luz de ser considerada género. Diría más, diría que a determinado sector de literatos con prejuicios les hace arrugar el gesto de entrada que los perros figuren mucho.

Pero aunque sean pocos, aunque muchos no los tomen en serio, sí que hay buenos libros que merecen la pena. Por eso he decidido recomendar aquí cinco libros que merecen la pena, cinco libros muy distintos: un clásico adaptado numerosas veces al cine, un autor reciente extranjero y otro español, un libro infantil y un cuento.

Empecemos por el clásico, aunque solo sea por tirar de orden cronológico. En realidad también estaría en primer lugar entre mis preferencias si tuviera que hacer un ranking. Hablo de Jack London. Excelente escritor de calidad incuestionable, fue probablemente pionero en girar el foco hacia perros, lobos y sus mestizos, con el marco de la fiebre del oro y el desierto helado del norte de América. Todo lo que ha escrito merece la pena, pero Colmillo blanco y La llamada de la selva son magníficos. Equivocadamente clasificado como juvenil y carente de interés para los adultos, encierra mundos enteros de etología intuida, observación del comportamiento animal de primera mano, aventuras crudas y una exploración de la naturaleza humana y de nuestra relación con la naturaleza y con otros animales. No os podéis conformar con haber visto alguna de las películas, hay que leerlo.

Vayamos con el infantil. Tentada estoy de incluir esa maravilla recientemente publicada que es Galgui, que me emociona cada vez que lo leo, pero sí tengo que destacar solo uno tiene que ser Gran Lobo Salvaje. Fue uno de los primeros libros que leí sola siendo muy niña. De hecho mi primer perro se llamó Tritus en honor a su protagonista. Os hablé de él largo y tendido hace tiempo:

Su autor es René Escudié (Clermont-Ferrand, 1941) un escritor y dramaturgo que vive en un pequeño pueblo cerca de Montpellier, Cournonsec. Está escrito con delicadeza, con tino, por alguien que se nota que sabe mucho de los perros y sabe transmitirlo. Y transmite muchísimos valores, no solo de respeto a la vida animal, sino de compañerismo, resolución de conflictos personales, compromiso…

Una maravilla, os lo aseguro. Si tenéis niños cerca, no dudéis en regalarles este libro. A partir de los cuatro años sé lo podéis leer vosotros y lo entenderán perfectamente y los pequeños lectores seguro que lo disfrutarán solos. Realmente merece ser leído a cualquier edad.

Pete Nelson es el autor contemporáneo que os recomiendo. No va a optar al Nobel, pero de lo que he leído reciente su Te daba por muerto es lo que me conquistó. Stella es una mestiza anciana que acompaña a Paul, un tipo completamente creíble, de esos que todos podríamos conocer. Una mestiza con la que mantiene conversaciones en las que el punto de vista del animal está cargado de cordura y tranquila felicidad. Si nuestros perros nos hablasen, es muy probable que lo hicieran como ella.
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Nelson ha escrito una novela corta, amena y bien escrita, sin pretensiones, en la que se percibe claramente su amor por los perros y el conocimiento que tiene de ellos. Tuve la suerte de poder comprobar de primera mano que Pete Nelson, efectivamente, además de un escritor recomendable es un amante de los perros, sobre todo de los sin raza: “Me gustan mucho los mestizos. Por una razón: tienden a ser más saludables y vivir más que los de pura raza. Recientemente tuve una perra pastor australiana llamada Alice, pero actualmente tengo una mestiza llamada Lucy. Creo que no han pasado más de 7 u 8 años en total en mi vida sin tener perro, tanto mestizos como de raza.

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En último lugar (alguien tenía que estar al final, está un escritor español al que conocí este mismo año y cuyo Un perro me cautivó. Se trata de Alejandro Palomas. Todo hay que decirlo, los perros (porque no hay solo uno) son más un hilo conductor muy presente y el objeto de catarsis personales que los verdaderos protagonistas.

Un perro, es un retrato perfilado a golpe de sentimiento, reflexión, anécdotas y dichos de los miembros de una familia. Es un viaje al interior de un núcleo familiar en el que hay una madre sagaz tras sus excentricidades, una hija que triunfa y limpia para no enfrentarse a sus fantasmas, otra a la que nadie le dura y Fer, un hijo acorazado en la pérdida que será nuestro anfitrión a lo largo de sus páginas.

También hay una abuela sabia y amarga como un buen té fuerte, porque con frecuencia los que ya no están siguen siendo miembros de nuestra familia más incluso que otros que aún viven. “Hay que ser idiota para decidir querer a alguien que sabes que no va a sobrevivir”, aseguraba. Y tenía razón pero al mismo tiempo se equivocaba. No hay idiotez más enriquecedora.

Leer es volar. También volar a mundos poblados de animales. No hay mejor día que un 23 de abril para comenzar un nuevo libro si es que no tenemos ninguno entre manos, o para decidir cuál será el siguiente si ya estamos enfrascados en uno.

Espero que estas pocas recomendaciones que hago desde el corazón os hayan sido de utilidad, tanto si es para vosotros como si es para un regalo.

Si tenéis más recomendaciones de libros buenos o interesantes de temática me encantaría que me lo dijeseis.

Por cierto, a comienzos de este mes terminé la revisión de Mastín, la novela que escribí aquí semana a semana, capítulo a capítulo, como una kamikaze hasta tener trescientas páginas al cabo de un año. Falta hacía una buena corrección. Espero poder contar pronto que habrá una versión impresa que podáis leer y regalar, también con causa benéfica como Galatea.

‘El silencioso amigo del viento’: adopta un libro, ayuda a los galgos

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Hace ya mas de año y medio que os recomendé en este mismo blog ‘El silencioso amigo del viento’, un libro nacido gracias a Verkami que es una maravilla estética (no podía ser de otra manera teniendo como protagonista a un galgo) y con cuya compra ayudábamos a SOS Galgos.
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«Creo que voy a recomendarlo para aquellos que tengan niños», le dije pocas semanas después de recibirlo a Lisi Gutiérrez, su autora, que se mostró sorprendida. Esta pequeña obra de arte no está concebida como un cuento infantil. Pero yo insistí desde la experiencia que tenía, leyéndoselo a mi hija de cinco años. El cuento la fascinó, tanto por sus hermosas ilustraciones, obra de Rafael Jaramillo y que reflejan perfectamente el sentir del perro, como por la historia, que es verídica, se ha repetido más de mil veces y conmueve a todo aquel que tenga entrañas.

De hecho, El silencioso amigo del viento permanece a día de hoy en la estantería de cuentos y libros infantiles que hay en el dormitorio de mi hija.

Creo que a día de hoy, y gracias a la asociación AMAA, ya se han convencido de que es un libro fantástico para niños. Y aquí podéis ver las pruebas, con un hermoso galgo multicolor.

No llegué a hacerlo, no llegué a contar aquí que esta belleza de papel capaz de despertar conciencias era recomendable para adultos y para niños.

Hasta hoy, que Lisi ha lanzado una campaña solidaria de Navidad que lleva por título: ‘Adopta un libro, ayuda a los galgos’ para ayudar a protectoras y refugios de toda España con su venta.

«Hasta el momento, todas las campañas que hemos hecho han sido con SOS Galgos, pero en esta ocasión hemos querido abrir más campo a los que están en las trincheras del rescate y la adopción«, me cuenta. Y me deja un enlace en el que recabar más información.
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El libro cuesta 18 euros, de los que 6 van destinados a las protectoras. Si queréis comprarlo solo teneos que escribir a lisienator@gmail.com poniendo en el asunto: ‘El silencioso amigo del viento – nombre de la protectora que queréis ayudar’. El listado de protectoras está disponible aquí.