Vuelve la muerte programada de forma anticipada a seres vivos sanos que nada han hecho para merecerla, salvo ser el capricho o el instrumento de personas que se los quitaron de encima mediante el abandono cuando se cansaron o ya no les resultaron útiles sin sufrir por ello ninguna consecuencia.
Vuelve la muerte a la saturada perrera de Badajoz en febrero. El mes del amor para muchos, el mes del fin de la caza y el aumento de los abandonos de los perros usados con ese fin. Un mes en el que las protectoras suman galgos, podencos, bretones, grifones, setters… que con frecuencia llegan en condiciones terribles: desnutridos, aterrorizados, con perito es bajo la piel, golpes…
Vuelve la muerte a la perrera de Badajoz, llena además de perros potencialmente peligrosos cuya adopción es especialmente complicada porque pocas personas están dispuestas a darles una segunda oportunidad por mucho que tengan un carácter magnífico. Y la única manera de evitarlo es mirar a sus jaulas cuando se quiera sumar un animal a la familia o se tenga un hueco para acogerlo de forma temporal.
Os invito a leer la noticia completa publicada el pasado 29 de enero en Hoy.es. Os dejo un pequeño fragmento:
Estas dependencias municipales están desbordadas, por lo que se retomarán los sacrificios tras varios años sin tomar esta medida.
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