Ayer terminé la tercera temporada de True Detective y, pese a seguir siendo una buena serie policiaca que, en esta entrega, ha destacado sobre todo por la interpretación de Mahershala Ali y la estructura de tres líneas temporales, lo cierto es que sigo pensando que ha perdido su atractivo estético —que en la primera temporada fue su seña de identidad más destacable— y que la historia se ha movido en el terreno de lo convencional, aunque también ha aportado algunas paradojas interesantes.
Quizás el mayor acierto, ya que el argumento principal se parecía peligrosamente al de la primera, es ver los engranajes de la relación entre Wayne Hays y Amelia Reardon, y sumergirnos en las causas, más allá de la atracción sexual, de un matrimonio entre un policía sin estudios y tradicional (machista) y una mujer cultivada, para quien la relación supone un lastre en sus objetivos vitales. Lee el resto de la entrada »