Hay épocas en las que no encuentras cosas interesantes que ver. O, sencillamente, lo que hay no te apetece demasiado. A veces me ocurre que, tras una gran serie, me cuesta volver a centrar mi atención y necesito un periodo de vacíacocos para relajarme sin pensar. Esto es lo que me ha sucedido tras ver la excelente Gomorra. No encontraba nada que se le pudiera comparar (no, ni tan siquiera Transparent), y me he dado de lleno al drama familiar de Parenthood. Cinco temporadas (no es broma, amigos) me he tragado de la familia Braverman hasta llegar a amarla-odiarla como si fuera la mía.
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Indigestión de Bravermans y otra oportunidad a Homeland
De ‘Homeland’, «hate watching» y algunos argumentos a favor y en contra
Aunque con un poco de retraso (decidí hacer primero la review de ‘Masters of Sex’, que terminó el mismo día) y, no voy a negarlo, cierto cansancio por la saturación de artículos y comentarios en redes sociales, he decidido escribir sobre de la tercera temporada de ‘Homeland’ y, de pasada, sobre un tema que me resulta, al menos, interesante sociológicamente hablando: la capacidad de ser humano para criticar hasta la exacerbación, sin ningún tipo de lógica ni de argumentación —con un odio tan visceral que a veces asusta—, una serie de televisión (o sea, algo muy poco importante).
Cómo sobrevivir a los estrenos y otras alegrías del otoño
Como sabréis si sois seriéfilos de pro (y, si no, ya os lo cuento yo), este otoño 2013 los estrenos nos están deparando más penas que alegrías. No es que me haya tragado una gran cantidad de estos subproductos (lo siento, pero mi entrega no llega hasta este punto), pero sí los más comentados.
Los que más pilotos han visto son la gente del BirraseriesAst que, ni cortos ni perezosos, hicieron una competición a ver quién deglutía más estrenos, como cuenta Ainho en Capítulos en FF. Estos chicos, además de entregados a la causa, tienen más moral que el alcoyano. (Y los adoro).
Con la moda de los gifs animados (que me hacen muchísima gracia) os cuento mis impresiones de lo que he visto hasta ahora.
Visto / oído entre los parroquianos de Twitter:
Golden Globes 2013, nada nuevo bajo el sol
No soy muy amiga de premios. Las galas me aburren soberanamente. Nunca me he quedado hasta las tantas de la madrugada para ver Oscars, Emmys o Golden Globes (y mucho menos algunas de las casposas galas hispánicas). Eso sí, como (casi) todos siento el morbillo que ver quién ha ganado, quién se ha quedado con cara de «qué ha pasao» o de curiosear las uñas mordidas de los eternos nominados que nunca consiguen despegar sus posaderas de la silla y se quedan con el cuello estirado tipo tortuga, a ver cuándo pronuncian su nombre entre exclamaciones y bravos.
‘Homeland’, decepción y tristes carcajadas en la segunda temporada
Indagar en las emociones de los personajes es lo que más me interesa en una serie o, en general, en cualquier obra de ficción. También me gusta que sucedan cosas, que haya acción. Pero, cuando la acción se convierte en lo prioritario y se descuida el aspecto psicológico, se puede caer con facilidad en una vacuidad que acabe provocando desinterés. Quizás esto haya sido lo que me ha ocurrido con la segunda temporada de ‘Homeland’ que, en relación con la primera, ha perdido ese toque de thriller psicológico tan interesante para convertirse en un incesante (e irritante) esfuerzo argumental por conseguir mantener al espectador en vilo a base de situaciones inverosímiles, ‘cliffhangers’ y formulación de conjeturas que, si se analizan mínimamente, pueden provocar hasta risa.
Ganadores de los Emmy 2012: el difícil equilibrio entre calidad y dinero
Ya me lo olía. Se veía venir después de los Golden Globes. El triunfo de Homeland por encima de competidoras como Breaking Bad o Mad Men puede entenderse como el impulso promocional definitivo de cara al estreno de la segunda temporada, el próximo 30 de septiembre.
Aunque haya sido un premio polémico, ya que la cuarta temporada de Breaking Bad ha sido una de las más apasionantes y Mad Men (aún con cierta irregularidad en los episodios) ha tenido momentos fantásticos, Homeland es una buena serie, diseñada para gustar: un thriller político muy entretenido, nada enrevesado, con unas actuaciones impecables a cargo de Damian Lewis, Claire Danes y el asombroso Mandy Patinkin como Saul Berenson. Lo que sucede es que la comparamos con series magistrales y, ante ellas, Homeland pierde.
El decepcionante final de la primera temporada de ‘Homeland’
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| Brody, Carrie y Saul |
Homeland, flamante ganadora del Globo de Oro 2012, es una serie que te atrapa por completo desde el primer capítulo. Lejos de los guiones enrevesados a los que nos tienen acostumbrados las películas sobre los servicios de inteligencia norteamericanos y los peligros terroristas, Homeland construye una trama fácil de seguir, inteligente y con una acción que no decae en ningún momento.