Con la llegada de la mid-season, es decir, el periodo de nuevos estrenos en la televisión americana que va de enero a mayo, los seriéfilos solemos empezar el ritual de cata y descarte de los títulos que más nos llaman la atención. Personalmente no me suelo volver loca con este tema y me centro en las incorporaciones que me ofrezcan un mínimo de garantías (esto no significa nada realmente, porque te puede dar gato por liebre hasta la mismísima HBO).
Además, no me gusta esa sensación de desespero televisiva de tener que verlo todo y más ahora que estoy inmersa en el sórdido y adictivo mundo de ‘The Shield’, cuya cuarta temporada me tiene muy ocupada. Sin embargo, sí que voy haciendo un hueco para ver estrenos y tengo una lista de futuros títulos que, a priori, me resultan al menos atractivos y que quiero compartir con vosotros. Pero vamos a empezar por algunos pilotos que ya he visto. Sin miedo, que no hay spoilers.
En verano tengo las neuronas achicharradas. Después de todo el año currando, lo único que me apetece es meterme en la piscina, comerme polos de todas clases (excepto el horroroso Pirulo Jungly, sabor plátano recubierto de gelatina que me produjo una intensa náusea el otro día —huir del Pirulo Jungly—) y ver series que, como bien dice mi hermano, «te lo den todo y no exijan nada». Pues a ello vamos.
Una atmósfera opresiva de nieve y soledad en un pueblo alpino. Una gigantesca presa con un pantano profundo junto a una central eléctrica. Cabras que flotan en el fondo azul. Un autobús lleno de adolescentes viaja por una carretera vacía, sobre el abismo de la presa. Sólo se escucha el motor del autobús. Mientras tanto, en una casa, el cuadro de mariposas disecadas cobra vida. Una de ellas rompe el cristal y sobrevuela a un anciano que dormita junto a la foto en blanco y negro de una joven mujer.