Oráculo editorial: ¿qué épocas tratará la novela histórica en este 2016?

Los restos arqueológicos de Delfos.

Los restos arqueológicos de Delfos.

Recién empezado el año 2016, ¿no os preguntáis a qué lugares o épocas nos llevarán las novelas históricas que saldrán este año? Yo, también. Así que, por una vez, vamos a intentar escudriñar el futuro (inmediato), en vez del pasado. Pregunto al Oráculo de Delfos y… Bueno, lleva algunos siglos fuera de servicio, así que tendré que buscar otras opciones.

Como yo no soy pitoniso, pregunto a tres editores de novela histórica españoles cuyos sellos apuestan decididamente por el género: Lucía Luengo, de Ediciones B; Penélope Acero, de Edhasa y Carlos Alonso, de Ediciones Pàmies.

Lo primero, ¿va a ser un buen año? «La novela histórica va a despertar mucho interés este 2016, creo, especialmente tras un año en que las pantallas de televisión se han llenado de series de contenido histórico. El lector de siempre sigue ahí, aunque quizá algo cansado por el número de novedades… pero están apareciendo nuevos lectores atraídos por el género», me dice Penélope Acero, editora de la ya clásica Edhasa.

Ojalá lo supiera», explica Carlos Alonso, editor de Pàmies, «creo que si al lector le das un producto de calidad, el libro se acaba leyendo, sea del género histórico o de cualquier otro tipo. El problema es que con el boom de la novela histórica de hace unos años muchas veces se publicaba por publicar, y el lector se cansó de que no se hiciera una criba desde las editoriales y se publicase cualquier cosa. Nosotros tenemos muchos lectores fieles a nuestro sello independientemente de la época que tratemos».

Bien, perfecto. Optimismo y prudencia. Y qué tendencias, qué épocas serán las que nos traigan las nuevas novelas históricas…

Veo tres claves: las novelas de romanos (o como dicen los ingleses sword and sandals novels), el siglo XIX y el Siglo de Oro. Las novelas basadas en la historia militar de la Roma Antigua seguirán siendo una de las tendencias fuertes en novela histórica.  Tras unos años en los que la temática predominante en la novela histórica ha sido la relativa a la Historia Antigua (sobre todo Roma) y la Edad Media, ahora estamos empezando a mirar con más interés el siglo XIX. Más cercana en el tiempo pero curiosamente mucho más desconocida, en esta época se encuentran las bases de nuestra realidad política actual. Y, por último, en 2016 celebramos el cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, autor del Quijote. El genio y su época van a recibir mucha atención por parte de instituciones, librerías y medios de comunicación.

Así me explica su visión Lucía Luengo, de Ediciones B, que apoya sus apuestas con un buen ramillete de autores de su sello: grandes best-sellers internacionales como Ben Kane o Massimiliano Colombo; conocidos nombres del panorama nacional como Luis García Jambrina y Blas Malo; y nuevas apuestas españolas como Olga Romay y Álvaro Arbina (que saca su primera novela este mismo mes).

Los grandes temas que siempre han llamado la atención, como Egipto, la Antigua Grecia o Roma, no fallarán; y lo mismo sucederá con la Segunda Guerra Mundial, que cada vez parece más en auge en narrativa. Aparecerán muchas novelas, también, de la Guerra Civil, por aquello de la conmemoración… Pero, sin embargo, tengo la impresión de que vamos a ver un relanzamiento de temas nuevos o hasta ahora menos tratados en la novela histórica, como los siglos del Imperio español (XVI y sobre todo XVII) y algunos períodos hasta ahora más olvidados, con menos títulos sobre ellos, como los godos o los celtas.

Penélope Acero hace sus vaticinios y se corresponden con algunos de los títulos que traerá su sello en próximos meses. Una mezcla de nombres fuertes del género (Gisbert Haefs, Bernard Cornwell o Simon Scarrow), con nuevas apuestas como Jordi Nogues o Emilio Lara.

Repito lo mismo que antes: ojalá lo supiera, pero apuesto por Cervantes (obviamente) y creo que los vikingos no han dicho su última palabra. Cuando empezamos a publicar novela histórica, hace ya más de ocho años, intentamos sacar títulos de épocas no muy trilladas, pero nos dimos cuenta de que los lectores podían leerse 100 novelas de, por ejemplo, Aníbal, que no se cansaban, y eran poco propensos a buscar nuevos temas. Creo que esto sigue siendo así. De todas maneras un caso muy claro de declive podrían ser los cátaros (¡qué hartazgo!).

Así nos resume su visión Alonso, de Pàmies, que ya prepara su lanzamiento centrado en Cervantes para este mismo mes. Después, seguirá conjugando su apuesta por buenos nombres del panorama nacional (Pedro Santamaría, etc) e internacional (la islandesa Swords of good men, sobre el mundo vikingo) con el rescate de títulos con aroma a clásico como El hijo del César, de John Williams.

Luengo, la editora de Ediciones B, también se lanza a darnos una clave ya no de época sino de estilo: la fusión de géneros. «Porque novela histórica no es sinónimo de historia novelada, este año veremos aparecer fusiones de géneros de lo más interesantes. En la novela histórica cabe también el thriller, la intriga casi policiaca, el amor e incluso el terror», asegura. Y me anuncia que la próxima novela de la gran dama del policiaco-romano, Lindsey Davis, saldrá este año en Ediciones B.

Hasta aquí lo que vaticinan los que saben (y lo que llevan muchos meses trabajándose sus catálogos para este año). A finales de año, igual hay que hacer examen y ver si sus apuestas han conquistado a los lectores…

¡Buenas lecturas!

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