A pesar de la contundencia de las excelentes críticas con las que aterrizó ‘The Artist’ he visto que muchas personas se niegan en redondo a ir a verla. ¿Pero por qué, si incluye una historia de amor de esas que le gustan a casi todo el mundo? “Pues porque es muda”, me han dicho varias personas con las mismas palabras.
Da igual que sea una de las mejores películas del año, que todo el mundo destaque su originalidad y genialidad, o la grandísima interpretación de sus protagonistas, la ausencia de diálogos sonoros echa para atrás a muchos espectadores.
«Me da pereza». «Me agobia que no hablen». «Me deprimen los filmes mudos». «Me aburren y me distraen este tipo de filmes… » Son algunas de las cosas que he oído por ahí.
Esto es nuevo, eso hay que reconocerlo, que una película sea muda no suele ser una de las razones esgrimidas para no ir a verla. Hasta ahora eran motivos para esquivar determinado título: su excesiva duración, el nombre de su director (Almodóvar y Garci son los que despiertan reacciones más furibundas a mi alrededor), determinados actores, el tema o incluso el cine donde la proyecten… La propia originalidad de ‘The Artist’ hace que muchos la encuentren demasiado arriesgada como para invertir hora y media de su ocio en ella.
Si también es ese tu caso, quizá no sirva de nada que te diga que es mejor incluso de lo que dicen, que hacía muchísimo tiempo que no me emocionaba tanto en una sala y salía tan contenta y con tantas ganas de volver a ver algunos de los grandes clásicos. Que ‘The Artist’ me trae a la memoria todas las tardes de cine emocionante que he disfrutado desde niña: grandes clásicos con historias bien contadas, sensibles, llenas de personajes a los que te parece que nunca ves los suficiente… , que el tiempo vuela viendo esta obra maestra de Michael Hazanavicius y que el espectacular trabajo de Jean Dujardin, Bérénice Bejo, John Goodman y James Cronwell, te deja tan sin palabras como la película que protagonizan.
No sé si estas razones serán suficientes para convencerte, pero si yo fuera tú, no dejaría escapar ‘The Artist’, tu estado de ánimo te lo agradecerá.