Archivo de diciembre, 2014

Kiko Rivera o cómo actuar en una gala de Nochevieja con la bragueta abierta

Antes de nada y para aquellos que me os acordáis de mis ancestros porque mis post son chorras, éste es un post chorra. Dejad de leer ahora y ahorraréis tiempo de vuestras vidas.

Para los que no tengan nada mejor que hacer, ¡bienvenidos al chorradismo!

Veréis, esta tarde revisaba la programación televisiva de Nochevieja para ver cómo suplir mi falta absoluta de amigos con los que salir, cuando vi la programación de Mediaset. Es una gala musical muy lustrosa, de esas en las que participa más gente que en la Primera Guerra Mundial.

Cantan hasta los presos más reacios a la confesión. Es el acabóse de las galas musicales. Si te dedicas a la música y no te han llamado echa mañana mismo tu currículum en una panadería porque has fracasado en este mundillo.

El caso es que como soy más cotilla que mi portera escondida en el perchero del camerino de Sálvame, también me puse a mirar las fotos de prensa que estaban disponibles.

Azúcar Moreno, Los del Río, Andy y Lucas, David Civera, Soraya, Robert Ramírez… A tope con la música electrónica y actual, vamos.

Pero ojo, porque una de las estrellas es… ¡¡Kiko Rivera!!

Kiko, a lo Riky Martin.

Kiko, a lo Riky Martin.

Y yo le vi allí en la foto muy gallardo y pinturero, en postura que lo mismo te canta que te recibe a un miura a puerta gayola. Hasta que lo vi.

¿Sabéis la vieja cantinela infantil de «¿Eres poeta? ¡Pues súbete la bragueta!«. Pues Kiko Rivera no es poeta. Lo da todo, es un artista transparente, sin recovecos, sin… sin subirse la cremallera, vamos.

Kiko, en un acercamiento.

Kiko, en un acercamiento.

NOTA: Se pueden ver muchas más cosas, como por ejemplo, que la tensión del segundo botón de la camisa es tal que de soltarse podría atravesar el blindaje de un carro de combate y sacarle el ojo al señor de dentro.

El grave error en los coaches de La Voz: los que deberían haber sido

Si es que no sé porqué no me preguntan, carajo, que yo se de esto un montón. Ya lo sabéis, soy el cuñado más cuñado en lo que a la tele se refiere, lo sé todo y siempre tengo razón, incluso cuando la realidad demuestre lo contrario.

Hoy os hablaré (no hace falta que cojáis lápiz y papel, ya conocéis el ctrl+c) de los nuevos y no tan nuevos coaches de La Voz y de porqué son elecciones erróneas.

Vamos primero con los nuevos:

Alejandro Sanz. Veamos, es un tío de Madrid que hablaba con acento andaluz, que ahora vive en Miami y que también tiene acento de allí y que después de pasar por La Voz México también tiene acento mexicano. El resultado es que habla y parece que se le ha fundido el chip a Carlos Latre. Lo pilla la CIA y no descubre de dónde es oyéndole hablar ni de coña.

El perfil es de cantautor de cantar penitas y gran éxito, siempre en la cumbre de la música, con más Grammys que pelos en el culo y que ha hecho más dúos que Nacho Vidal en un telemaratón en el canal Playboy.

Si lo que querían era un sentimental… ¡¡¿¿POR QUÉ NO ÁLEX UBAGO??!! Vale que en lo de los premios va más justito, pero ¿es que acaso no se asegurarían de que al menos uno de los coach se emocionara siempre? El sillón de este muchacho lo forrarían con empapadores de hospital que absorberían los efluvios de sus lacrimales. Emoción garantizada. Bueno, y gasto de mocho.

Laura Pausini. Italiana, que ha cantado también en español y que ha estado también en La Voz méxico, así que podría protagonizar un anuncio de pizzas-taco de chorizo. Ha ganado también una jartá de vídeos y tenía un amigo que se llamaba Marco y que se dio el piro por no ir a las clases de inglés y matemáticas.

El perfil es de persona que ha perdido a un ser querido llamado Marco… ¡¡¿¿POR QUÉ NARICES NO LLAMARON A AMEDIO??!! En la serie no se vio, pero cuando Marco encontró a su madre lo mandó a tomar por saco y acabó bailando en corrillos de gente para sacar unas monedas. En cualquier caso, es italiano, como Laura y ha viajado mucho. Aportaría espontaneidad y pelos en la época de muda.

Los que repiten.

Antonio Orozco. Es un tipo que canta como si se hubiera tomado seis carajillos de Cazalla y un paquete de ducados antes del concierto. Además es un tipo que se emociona mucho, se mueve, gesticula y salta, pero luego se pone profundo y dice cosas muy bonitas y sentidas, a lo poeta, poeta, abróchate la bragueta.

Vamos a ver… Si querían a alguien de perfil gamberro y cambiante… ¡¡SU HOMBRE ERA TOM CRUISE!! ¿Es que no le vieron con con Oprah? ¡¡Podría hacer un numerito de mucha emoción después de cada número!! De hecho la gente pasaría como de comer mierda de la actuación del concursante de turno y estaría esperando verle hacer el payaso.

Y por último Malú: Malú es la que va de guay y de buena pero quiere ganar así le cueste el bazo, el riñón y un trozo de hígado. Y se gusta, oye, que bien que puede lucirse. Tiene familia de rancio abolengo en lo de la música y también es muy de emocionarse. Es la más lista de todos para coger a sus tutelados tiene buen ojo.

¡¡En su lugar debería estar la Madrastra de Blancanieves!! Sí, desconozco si la mujer del espejito de las narices tenía familia en el mundo de la música, pero en eso de querer ser la primera era una crack. Diría «espejito, espejito, ¿quién la va a cagar en una actuación?» y al que saliera le mandaba un cazador cuchillo en mano.

Anda que no iba a molar más La Voz.