Frikis y famosetes arrojándose al agua en ¡Mira quien salta!

Los famosos de ¡Mira quién salta! están a la gresca. Resulta que les parece muy duro lo de tirarse a la piscina y que se hacen daño y que está fría y que si la abuela fuma.

Tengo la esperanza, por mantener la fe en el ser humano, que sea todo parte de un guión, porque si son así de lerdos es que no sé cuando firman el contrato a donde piensan que van.

– ¿Y esto para que es?

– Para hacer magdalenas.

– Ah, pues firmo.

– HAHAHAHA ¡¡PRINGAO, HAS VENDIDO EL ALMA AL DIABLO, ES PARA UN PROGRAMA DE PROBAR SUPOSITORIOS!!

Y algo así debe ser…

En fin, os comento algunos de los saltos más interesantes:

– ANDREA: Iba con una especie de cresta de pinchos muy apropiada para hacer salto de altura. Y los idiotas y las idiotas en las olimpiadas usando gorros de goma cuando pueden llevar la cabeza como el lomo de Pincho de los Fruitis.

El salto fue espectacular. Bueno, espectacular, a ver, que se tiró sentada tipo bomba de punta. No lo hizo mal, pero lo más sorprendente es que el pelo de los pinchos aguantó el salto. Pero ¿de qué cojones le habían hecho eso? Esa mujer podía recoger una cosecha de trigo con la cabeza.

La muchacha está más salida que la Torre Eiffel. Los entrenadores van siempre en pareja y con spray de pimienta en la mano por si tienen que defenderse de un ataque del hambriento cocodrilo peludo de Andrea.

– PATRICIA: Esta mujer, que es ex de Álvaro Muñoz «ojos de pulguilla» Escassi, vive en el resquemor de hacerlo mejor que su expareja. El problema que tiene es que posee unas domingas que si las pones en una red pasan por balones de reglamento homologados por la FIFA.

De hecho, los jueces emitían tres notas, la suya y la de cada una de las tetas. Hay ya dos entrenadores que se han quedado bizcos cuando mirando los puntales ella cambió de postura y cada ojo intentó por separado seguir mirando a sus botoncitos del amor.

– RAFAEL AMARGO: Llevaba el pelo con una cantidad de gomina como para dejar paralizado al bicho de Godzilla. Y se lo habían peinado a lo casco de soldado romano. Era como ver saltar al agua a Augustus Máximus.

– ARTURO: A este muchacho le habían pintado una especie de antifaz que le hacía clavadito al zorro que roba a Dora la Exploradora. Por algún motivo en lugar de hablar de su salto se pusieron a hablar de su pene. Sí, un vídeo entero y hasta un debate dedicado a charlar sobre su culebra de tez colorada.

A mi lo que me jode es que se hable de la gente a sus espaldas. O sea, si están hablando del lomo embuchado lo normal es que el lomo salga y pueda defenderse y plantear argumentos. Ahí, hablando con vocecita de pitufo con su pequeña boquita.

– SANDRO REY: Está haciendo predicciones en las que entre otras cosas ve que él estará en la final. Si Sandro saltara igual que hace predicciones se daba una hostia que lo tenían que sacar de la piscina con la red de coger hojas.

En la final no sé si estará, pero en los archivos de la CIA seguro. Porque el bañador color dorado con volantes que llevaba tiene que ser considerado como subversivo y vigilado por los servicios de inteligencia.

– CHECHU: Creo que tiene un nombre de verdad, pero para mi siempre será aquel pizpireto chaval de Médico de Familia. Ahora más que pizpireto es lorcillero, porque tiene un cuerpo morcilla que dan ganas de echarle en el cocido. Sin embargo, no saltó mal, aunque es un cagao de pelotas. Ningún varón que se precie de serlo salta al agua con una pinza en la nariz.

Los hombres de verdad, los que descubren continentes, los que tienen pelo en el pecho como para hacer de felpudo, los que se hacen una herida y se la curan a escupitajos, los que cagan melones, esos hombres se llenan la nariz de agua o se asfixian, pero no se tapan la nariz cuando saltan a la piscina (esto lo escribo mientras me golpeo el pecho con los puños).

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