En pocos días, se mezclan tres eventos que llevan al post de hoy. En primer lugar, la ridícula polémica de ida y vuelta sobre Vox, Blas de Lezo y los recientes premios Goya. Cuando los políticos de ese partido piden a los cineastas que hagan películas de De Lezo y la gente del mundo del cine los manda al carajo (en cierta medida, es comprensible). La sandez es considerable: primero, pensar que hacer una película sobre un personaje u hecho histórico significa que vaya a tener la visión y el tono que se desea; segundo, que la gente del cine, compre ese punto de vista con sus respuestas.
Gracias a Twitter, encontraba un artículo de diciembre, escrito por la siempre interesante periodista cultural Paula Corroto en Letras Libres, donde entrelazaba y analizaba el ascenso de Vox y el de una novela histórica de épica nacionalista española. El artículo y las personas que citaba resultaban interesantes, aunque como comentaba con la autora y ella coincidía, no creo que el auge de ese tipo de novelas sea lo que haya vuelto a poner en pie al género en España. Aunque la ficción histórica naciera, como los nacionalismos modernos, en el romanticismo del siglo XIX, creo que el género ha demostrado que, a día de hoy, ya no bebe principalmente de esos sentimientos y pulsiones, aunque todavía existan. Lee el resto de la entrada »