Los libros de Historia que llegan en marzo de 2023

Tras analizar en la última entrada las novedades de novela histórica que llegan en marzo a las librerías españolas, este jueves es turno de hacer lo propio con las novedades de ensayo de Historia. Hay mucho y variado, así que, sin más dilación, os hago mi selección.

Y comienzo con Stalingrado. La batalla vista por los alemanes (traducción de Marc Figueras y Marià Pitarque, Pasado&Presente), del ex oficial del ejército británico Jonathan Trigg. Una nueva visión de una de las batallas más interesantes y tratadas de la Segunda Guerra Mundial.

«Nada puede restar valor al hecho de que incluso en medio de la brutalidad sin precedentes de la guerra ruso-alemana en el frente oriental, Stalingrado ocupa un lugar especial de horror en la imaginación humana. No fue una batalla librada en mitad de la estepa, el desierto o la selva, sino en las casas, fábricas y calles que tantos de nosotros reconocemos hoy en día en nuestra propia existencia urbana. El mismo nombre de Stalingrado evoca imágenes de humo, fuego y escombros, con vigas retorcidas sobre montones de ladrillos destrozados; no hay nada glorioso ni romántico en ella. Esta es la destrucción total y absoluta de todo un ejército de hombres y sus máquinas. Esta es la batalla tal como la vieron los alemanes que la libraron y sus aliados. Esto es Stalingrado». JONATHAN TRIGG

De la Segunda Guerra Mundial nos vamos cinco siglos antes con Es necesario castigo (Desperta Ferro), donde el director de  la revista Desperta Ferro Historia Moderna Álex Claramunt Soto nos traslada a la acción del Duque de Alba durante la revuelta de Flandes en otro ensayo de historia militar marca de la casa de esta editorial.

Cuando Felipe II encomendó en 1567 el gobierno de los Países Bajos a Fernando Álvarez de Toledo, III duque de Alba, el experimentado militar, de sesenta años de edad, se puso en camino hacia Bruselas con un cometido claro: castigar a los rebeldes que se habían alzado contra el rey el año anterior, perseguir la herejía protestante y modernizar las finanzas del país. Alba tuvo que bregar con burgomaestres y abades díscolos, con una población que observaba con temor a los soldados españoles veteranos llegados con el duque, y con las incursiones de los mendigos del mar, piratas empleados por Guillermo de Orange, el principal líder de los rebeldes huidos al extranjero. El descontento de la población ante las políticas defensivas y fiscales del duque de Alba se agravó por una serie de catástrofes naturales en forma de inundaciones y malas cosechas, y desembocó en 1572 en la revuelta masiva de Flandes desencadenada por la conquista de la ciudad holandesa de Briel el 1 de abril de aquel año por los mendigos del mar. La rebelión se extendió con rapidez de norte a sur de los Países Bajos y enfrentó a Alba al mayor desafío con el que se había topado hasta ese momento.

En Es necesario castigo. El duque de Alba y la revuelta de Flandes, Àlex Claramunt Soto, director de Desperta Ferro Historia Moderna y que ya demostró su profundo conocimiento de los siglos XVI y XVII en el libro Los tercios, nos traslada al verdadero inicio de la Guerra de Flandes, una época en la que, aunque el duque logró derrotar a Guillermo de Orange en las provincias del sur, y aunque en una ardua campaña recuperó mucho del terreno perdido merced a la veteranía de los tercios españoles, incluida la estratégica ciudad de Haarlem tras un épico asedio de ocho meses, el ejército real no logró imponerse a los rebeldes, que lograron asentar en las provincias de Holanda y Zelanda una administración política y militar que propició el surgimiento, unos años después, de las Provincias Unidas de los Países Bajos.

 

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