Degas, Klimt y Lazare Bruandet… Los pintores ocupan su lugar en el cómic histórico

Por Pablo Lozano es director del Festival Internacional de Cómic Europeo (en Facebook,  Twitter e Instagram) y colaborador especializado en cómic histórico en XX Siglos. Le podéis seguir en Twitter, Facebook e Instagram, y escuchar en el podcast de cómic La buhardilla de Venger.

No todo el cómic histórico que se publica en nuestro país gira alrededor de grandes acontecimientos, batallas o grandes personajes políticos. En muchas ocasiones uno puede encontrar obras que se fijan en otros aspectos o temáticas o en personajes, muy importantes también, pero del mundo de la cultura o la ciencia que también merecen ser comentadas en nuestra dosis semanal de viñetas.

Fijándome en la últimas novedades editoriales aparecidas entre los meses de noviembre a enero, me di cuenta que había varios títulos dedicados a pintores relevantes de la historia del arte, por lo que decidí que no vendría mal que le dedicáramos un repaso a algunas de estas historias.

La verdad es que estas obras me han sorprendido positivamente a pesar de que me sacaran de mi zona de confort.

Si os parece bien, os voy a dejar unas reseñas que lo mismo os anima a darles una oportunidad.

Degas. La danza de la soledad, de Salva Rubio y Ricard Efa (Norma Editorial)

Quizás Degas sea el pintor más conocido de todos los que aparecen hoy en este artículo. A mí, como a muchos de vosotros, os tocaría estudiarlo en asignaturas como historia del arte. Pero es verdad que aunque estudiásemos en profundidad su obra, sobre su vida o aspectos personales no se profundizaba absolutamente nada.

Este cómic me ha ayudado a conocer más a uno de los pocos pintores impresionistas que logró triunfar en vida y no una vez muerto. Nos va a sumergir en su compleja personalidad no exenta de polémica y comentarios. Su ambición y su personalidad serán los ejes principales para conocer a uno de los grandes pintores de la segunda mitad del siglo XIX.

El cómic nos llevará al Paris de finales de dicho siglo. Edgar Degas era uno de los pintores más talentosos de su generación. Sin embargo, en su ambición por ser uno de los grandes maestros, decide renunciar a la amistad, la lealtad y el amor para infiltrarse en un grupo de pintores a los que llamaban “los impresionistas”, y así manipularles para lograr sus objetivos. ¿Tuvo alguna vez el maquiavélico Degas algún amigo de verdad? ¿Supo encontrar el amor? ¿O tuvo que bailar durante toda su vida la danza de la soledad?

Salva Rubio y Ricard Efa vuelven a colaborar, tras las exquisitas Monet. Nómada de la luz y Django. Mano de fuego, en un cómic conmovedor que retrata en toda su complejidad a uno de los grandes genios de la historia del arte.

Destacar especialmente el trabajo de ilustración realizado por Efa en el que cada viñeta nos recuerda el estilo de pintura del afamado pintor y es un homenaje a muchos de sus cuadros más conocidos, convirtiendo el cómic en toda una obra de arte que nos hará detenernos constantemente para disfrutarlo.

El dossier final que explica la labor de documentación y el trabajo realizado por los autores usando, por ejemplo, los propios diarios personales del pintor, es reseñable. De éstos se han extraído muchas de las frases y diálogos que encontraremos en el desarrollo de la historia.

El pintor forajido, de Frants Duchazeau (Ponent Mont)

De los tres pintores que traemos hoy quizás Lazare Bruandet sea el más desconocido. Probablemente se deba a los temas pictóricos que desarrolló en un momento en el que se estaban produciendo grandes cambios.

1793. Luis XVI es condenado a muerte mientras Francia es golpeada por el Terror, la incertidumbre y el caos. Un pintor peculiar, de verbo fuerte y un golpe de espada afilado, recorre las calles de París entre las escenas de violencia que otros artistas dejan plasmadas en sus bocetos. Pero Lazare Bruandet solo sueña con pintar la naturaleza que lo fascina, lejos de la sociedad, sin preocuparse por el academicismo ni la posteridad. Desgarrado por dolorosos recuerdos de la infancia, este hombre vivaz y de mirada inquietante deambula por el bosque inmerso en sus dos pasiones: pintar y el manejo de la espada.

Franz Duchazeau nos permite, mediante este cómic, descubrir pasajes de la vida de un visionario, un pintor esencial de la vanguardia del movimiento paisajístico francés que, sin ser de los más famosos, está presente con su obra en los museos más importantes de bellas artes, incluyendo el Louvre.

De Lazare Bruandet se conoce bastante poco sobre su vida, circunstancia que utiliza Duchazeau para ficcionar y desarrollar en el cómic como le ha venido bien. Así se ha podido permitir contarnos cómo se quedó cojo o hasta los graves problemas que le causa su temperamento. Todo esto le llevará al autor a poder hilvanar un relato de un anti héroe que acaba convirtiéndose en héroe.

El dibujo presenta un estilo muy personal, dando la sensación de que cada viñeta se tratase de bocetos del pintor antes de empezar a aplicar el pincel, lo cual acompaña e ilustra bien a la obra en todo momento.

Para mí este desconocido pintor ha sido todo un descubrimiento dentro de mis lecturas de la Navidad pasada.

Klimt, de Cornette y Marc-Renier (Norma Editorial)

De entre las tres obras elegidas, quizás esta sea la menos canónica, ya que la mirada y el desarrollo de la historia se posa en el pintor durante un corto espacio de tiempo, el suficiente para poder entender y conocer a Klimt en una de sus etapas más tristes y en las que se sentía incomprendido.

Debe de tener el lector en cuenta que los desnudos y representaciones que presentaba el autor a la sociedad vienesa de principios del siglo XIX no eran en muchos casos del agrado de la misma, por lo que se vio envuelto en la polémica en diferentes momentos de su vida.

La trama del cómic nos trasladará a Austria en 1907. En el pináculo de su carrera, el pintor Gustav Klimt acepta el encargo de retratar a Adele Bloch-Bauer, admiradora de su obra y esposa de uno de sus principales mecenas. El retratista y la modelo cultivan una amistad que dura ya seis años. La naturaleza del encargo los invitará a rememorar las circunstancias en que se conocieron y que propiciaron el nacimiento de una de las grandes obras del maestro de Baumgarten.

El guionista Jean-Luc Cornette y el dibujante Marc-Renier dan forma a una hermosísima historia que repasa la etapa dorada de una de las figuras más representativas del Modernismo, aquel movimiento artístico que galvanizó la esfera cultural a fines del siglo XIX y principios del XX.

Aparte de su preciosa portada, quizás el nivel de dibujo de esta obra sea el menos arriesgado de los tres cómics que estamos comentando, lo que no desmerece la belleza de los trazos que Marc-Renier nos deja en algunas de sus viñetas. La mezcla entre lo onírico, la sexualidad y el clasismo de la época serán lo que marque la consecución de las páginas. Nos presenta a un pintor que, incluso hoy, por su forma de ser, seguramente también estaría en el ojo del huracán.

De nuevo valoro muy positivamente el dossier final que añaden los autores en que profundiza en la vida, obra y circunstancias personales del autor, de manera que, a pesar de mostrarnos en la historia un periodo corto de tiempo, nos ayuda a comprender mucho mejor todo.

Espero que alguno de estos tres títulos pasen a formar parte de vuestras lecturas pendientes para el mes de febrero.

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