Pasó la 70ª edición del Premio Planeta y lo hizo con todos los elementos para que sus organizadores lo consideren como un éxito. El gran evento del sector editorial español, presidido por los reyes en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, fue un ejemplo de cómo realizar actos de este tipo y demostró que, más o menos, en el apartado de organización de eventos la pandemia de la covid-19 parece superada. Fue mi primera asistencia a este premio y, la verdad, no decepciona como espectáculo.
Además, con la concesión del premio logró algo más: que se hable (mal o bien) del premio. Lo expresaba muy bien el columnista de este periódico Borja Terán:
Qué excelente trabajo de marketing ha sido el premio Planeta de anoche. Con su sorpresivo giro narrativo y todo para, al final, anunciar con toda la grandilocuencia el fichaje de una marca de una editorial rival, Penguin.
— Borja Terán (@borjateran) October 16, 2021
Lo cierto es que ya fuera por lo de siempre (premio comercial, dado a dedo, etc.), o por el asunto del seudónimo tras el seudónimo y la consiguiente polémica (algo artificial, pero necesaria en los tiempos que corren) sobre que tres autores -uno de ellos por cierto, Jorge Díaz, entrevistado hace años en este blog– utilicen un nombre de mujer para triunfar o por el hecho, para nada novedoso, que se utilice el galardón para hacer cambiar de acera a exitosos autores de la competencia, el Planeta 2021 está generando conversación. Misión cumplida. Seguirá, porque el fenómeno desenmascarado de Carmen Mola va a seguir caminando durante la campaña de promoción de la novela ganadora y por las adaptación audiovisuales que están por llegar. No es casualidad que los tres autores sean guionistas de televisión.
Además, la guerra por autores best-sellers entre los dos grandes grupos editoriales va a continuar y. sin duda, próximamente tendremos noticias.
Pero en XX Siglos, un blog de narrativas históricas, hay que señalar, sin lugar a dudas, que el Premio Planeta 2021, con su inagotable e insaciable olfato para el éxito, ha constatado el buen momento del género histórico y sus híbridos: la novela ganadora, La bestia, un thriller histórico ambientado en el Madrid 1834; la finalista, Últimos días en Berlín, de Paloma Sánchez Garnica, una historia familiar, ambientada en la primera mitad del siglo XX. Novelas que continúan una constante presencia de lo histórico en el Planeta, desde nombres como Eslava Galán y Terenci Moix hasta los Posteguillo, Saénz de Urturi y Carmen Mola.
Que siga la fiesta.
Puedes seguirme en Facebook, Twitter y Goodreads.
Si te ha interesado esta entrada, quizá te guste…
- El premio Planeta encumbra a Santiago Posteguillo como emperador de la novela histórica española
- Un thriller histórico ambientado en la Grecia clásica, finalista del premio Planeta