Victoria Woodhull, la mujer que quiso ser presidenta de los EE UU… en el siglo XIX

Ediciones Casiopea ha publicado durante este año la interesante biografía de Victoria Woodhull, una rompedora mujer del siglo XIX que luchó por la causa de la mujer y pasó a la historia por ser la primera cancidata a la presidencia de los EE UU. Sobre la base de esta obra de la finalista del Premio Pulitzer Mary Gabriel se está rodando una película. La historiadora y periodista Pilar Tejera, editora de la obra en español, nos adentra en el siguiente artículo en el mundo y vida de esta fascinante (y olvidada) personaje de la Historia.


Victoria Woodhull, la mujer que quiso ser presidenta de los EE UU

Por Pilar Tejera | Historiadora, periodista y editora

Pocas mujeres han sido tan sorprendentes, tan fascinantes, tan perseverantes como Victoria Woodhull (1838 –1927). Siendo una figura prácticamente desconocida en nuestro país, Victoria Woodhull encarna una de esas fascinantes figuras de finales de s XIX. Ediciones Casiopea ha traducido al español su biografía escrita por Mary Gabriel, autora candidata al premio Pulitzer por otra de sus obras.

ESPIRITU RENACENTISTA

Victoria Woodhull, fue una de esas mujeres adelantada a su tiempo y uno de esos espíritus renacentistas. Al llegar al meridiano de su vida ya había hecho lo que la mayoría de sus coetáneos no lograrían hacer en varias reencarnaciones: Se había casado tres veces, había recorrido los EE.UU dando conferencias, había abierto una Agencia de Bolsa en Wall Street, fundado un periódico, hablado en el Congreso de los EE.UU, y se había presentado candidata a la presidencia de los EE.UU. Fue una líder del movimiento por el sufragio femenino en los Estados Unidos que puso patas arriba a la sociedad de la época, una empresaria, una emprendedora, una luchadora por los derechos civiles y una defensora del amor libre.

LA CAUSA DE LA MUJER

Si este año se cumple el centenario del derecho al voto de la mujer en Reino Unido, se cumple también el 150 aniversario de la llegada de Victoria Woodhull a Nueva York, dispuesta a hacer historia y cumplir su sueño de convertirse en líder de la causa de la mujer. Debió ser una de esas personas con visión de futuro, alguien que no se rendía a las circunstancias que le habían caído en suerte.  Siendo hija de un delincuente de poca monta y a pesar de no haber recibido educación, siempre imaginó para sí un futuro brillante. Un año después de su primer matrimonio, a los quince años, con un alcohólico que le doblaba la edad y el nacimiento de su hijo, deficiente mental, se hizo la promesa de convertirse algún día en una líder en la causa feminista. Estaba determinada a que ninguna mujer padeciera tan joven del desamor, ni ofreciera su cuerpo a cambio de seguridad económica, ya fuese a través del matrimonio o en la calle.

Ella y su hermana llegaron a Nueva York, en 1868, tras recorrer en caravana los campos en barbecho y las ciudades aún en ruinas tras la Guerra Civil, (tuvo lugar entre 1861 y 1865), ofreciendo sus servicios como clarividentes y sanadoras espirituales.  En 1870, dos años después de llegar a la ciudad sin un dólar, abrían su agencia bursátil en Wall street, provocando una CONMOCIÓN en los círculos financieros de la Gran Manzana.  Se trataba de la primera Agencia abierta por mujeres, en el corazón financiero de Nueva York. La noticia produjo una gran especulación y los diarios del momento hicieron sonar la alarma de que el cambio había llegado a Wall Street. El diario The Sun, uno de los muchos que hicieron eco de la noticia, hizo sonar la alarma con el titular: «Enaguas entre los toros y los osos de Wall Street».

Su debut financiero probó su creencia de que las mujeres podían mantenerse a sí mismas y prosperar si se atrevían a intentarlo: «Les aseguro que los hombres respetarán a las mujeres por sus actos». Le dio la seguridad económica para declarar la guerra a la sociedad, y la catapultó a la escena pública, donde empezó su cruzada por los derechos de la mujer.

Con las ganancias obtenidas y los consejos de algunos pensadores, se propuso encarar, frontalmente, los problemas no solo de las mujeres, sino también de la sociedad.

DEMANDAS EN EL CONGRESO DE LOS EE.UU. 14ª y 15ª ENMIENDAS.

Fue la primera mujer admitida para hablar en un comité del Congreso de los EE.UU: Allí, sostuvo que las mujeres ya tenían el derecho de votar (solo tenían que utilizarlo), ya que la decimocuarta y decimoquinta enmienda a la Constitución garantizaban la protección de ese derecho para todos los ciudadanos. Su argumento logró atraer la atención pública hasta el sufragio femenino de una forma sin precedente. Varios periódicos cubrieron su famoso discurso.

ALGO MÁS QUE UNA SUFRAGISTA: DERECHO A LA AUTO-PROPIEDAD

Para ella, la lucha por la igualdad de las mujeres no era simplemente una cuestión de lograr el acceso a las urnas; sino de ganar un derecho mucho más básico: el de la auto-propiedad.  «Las mujeres no pueden limitarse a ser demócratas o republicanas. Deben ser algo más» -declaró en una ocasión- «Deben ser seres humanos y formar parte del gobierno. Hasta ahora, han abrigado escasas ideas políticas y por ello deben ser impulsadas a pensar más».

Fue una mujer con la visión más amplia de lo habitual. Una máquina de pensar, de actuar, con ideas que quiso hacer extensibles al resto de la sociedad, sobre las condiciones laborales, las leyes, la política, la economía, el comercio e incluso el ejército.

«Deberá tenerse previsto un tribunal internacional, al que se remitirán las disputas de los pueblos y naciones para el arbitraje, sin apelación a las armas; dicho Tribunal mantendría solo un ejército y una armada internacional y la organización de un sistema educativo nacional que asegure a todos los niños una educación que haga de ellos miembros útiles de la sociedad».

FUNDADORA DE UN PERIÓDICO.

El Woodhull & Claflin’s Weekly, fue su herramienta para atacar las injusticias sociales. El feminismo no fue el principal interés del Weekly, que terminó adquiriendo notoriedad por sus opiniones sobre temas tabú, como la educación sexual, el amor libre, el voto femenino, el uso de faldas cortas, la alimentación vegetariana y la prostitución legal.

CANDIDATA A LA PRESIDENCIA DE LOS EE.UU

En 1872, y para gran sorpresa de las esferas políticas y sociales,  se presentó candidata por el partido Equal Rights, en el Apollo Hall de Nueva York. Propuso como vicepresidente a un afroamericano, Frederick Douglas (nada menos). Esto ocurría más de cuatro décadas antes de que las mujeres tuvieran el derecho a votar.

VARIAS VECES ARRESTADA: El día de las elecciones, Victoria fue arrestada bajo el cargo de enviar por correo material obsceno, lo que sumó gran cobertura mediática a su candidatura, pero impidió que prosiguiera con su campaña electoral. El autodenominado defensor moral de la nación en la época, fue quien gestionó las detenciones.

AMOR LIBRE: Victoria Woodhull propugnó el amor libre, tener libertad para casarse, divorciarse y tener hijos sin la interferencia del gobierno. Y vivió según los preceptos de libertad que predicaba. Contrajo matrimonio en tres ocasiones, vivió durante años con dos de sus esposos. Sin duda, dio ejemplo de lo que postulaba. «Entonces, después de todo, soy una promiscua y amante liberal. Quiero el amor de todos ustedes, promiscuamente. No importa quién o qué sea usted, viejo o joven, negro o blanco, pagano, judío o cristiano, deseo amar a todos y ser amada por todos, y deseo poseer su amor. Si no me lo dan ahora, estos jóvenes, por quienes clamo, bendecirán en los años venideros a Victoria Woodhull por atreverse a hablar a favor de su salvación». Con estas palabras resumía su filosofía de la vida y su creencia en el derecho de la mujer a ser libre para elegir como vivirla.

ORADORA EXTRAORDINARIA: Hombres y mujeres que no asistían a las conferencias de las reformistas como Susan B. Anthony o Elisabeth C. Staton, pagaban encantados la entrada cuando ella hablaba. Los salones se llenaban y le llovían las invitaciones para hablar. Durante estas conferencias fueron famosas sus campañas de críticas a la hipocresía y la corrupción en los ámbitos de las finanzas, la política y la religión, lo que le granjeó numerosos enemigos.

ACUSADA DE PROSTITUCIÓN, DIFAMACIÓN Y PORNOGRAFÍA. CAÍDA EN DESGRACIA: No todo fue un camino de rosas. Se sentó varias veces en el banquillo de los acusados y fue encarcelada (cárcel Ludlow Street). A partir de ahí, la que había sido reconocida como líder del movimiento por los derechos de la mujer, cayó en desgracia, se arruinó y fue abandonada.

VARIAS VECES EL CONCEPTO “POR PRIMERA VEZ”: Su periódico fue el primer diario de lengua inglesa en reimprimir el Manifiesto Comunista. Victoria fue la primera mujer en dirigirse a un comité del Congreso de los EE.UU y la primera en presentarse a la presidencia de los EE.UU.

REINA VICTORIA, VERSUS SATÁN: Apodada por sus admiradores «Reina Victoria» y por sus detractores como «Mrs. Satán», fue  la mujer más notable de su época.

INGLATERRA Y TERCER MATRIMONIO: Menos de un año después de divorciarse se su 2ª marido, exhausta y posiblemente deprimida, emigra a INGLATERRA, donde conoció a su tercer esposo, un banquero millonario que se enamoró de ella nada más escucharla en un discurso que pronunció en el Albert Hall. Muchos años después, al enviudar de él, siguió viviendo en Inglaterra y se dedicó a causas filantrópicas.

LEGADO IMPERECEDERO: Varias generaciones después de su muerte, muchas de las reformas postuladas por ella han sido implementadas y algunas aún están en debate.

MUSICALES, OPERA, Y PELÍCULA: En 1980, se estrenó en Broadway Onward Victoria, un musical inspirado en la vida de Woodhull. En 2012, se compuso la ópera Mrs. President, que se basa en su historia y su intento de postularse para las elecciones presidenciales. Y nos consta que se está filmando una película sobre ella. En 2001, Victoria Woodhull fue incluida póstumamente en el National Women’s Hall of Fame.

*Las negritas son del bloguero, no de la autora del texto.

¡Buenas lecturas!

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