El Teruel de los amantes, por Magdalena Lasala

Tramo rehabilitado de la muralla de Teruel (EUROPA PRESS)

Magdalena Lasala (Zaragoza, 1958) cierra la serie de Vacaciones en la Historia mandándonos una postal desde el Teruel histórico que enmarca la leyenda de los amantes de Teruel, que la autora noveló en el  El beso que no te di (Esfera de los Libros, 2017)

[FIRMA INVITADA DE MAGDALENA LASALAEl trágico destino de los amantes de Teruel]

Teruel, toro y estrella, más allá del amor

Teruel es la ciudad que, anclada en la fisonomía que conserva desde su fundación en 1171, perpetúa en sus calles, rincones y vistas desde el cerro, la historia de amor eterno, rebelde y transgresor de Isabel de Segura y Diego Marcilla. Dos amantes que comprendieron lo que había de ser su destino: amarse más allá del amor. Un beso anhelado e imposible es el resumen de la historia de amor y muerte que desde el año 1217 unirá ya para siempre a Diego e Isabel. Una historia que quedó en el recuerdo popular y se perpetúa en su ciudad desde hace ocho siglos.

Cuando suceden los hechos que jalonan la historia de los amantes (inicios del s. XIII), la villa de Teruel es todavía una ciudad incipiente que se está consolidando en la frontera sur del reino de Aragón, con pobladores aragoneses y navarros cristianos venidos bajo la protección del joven rey Alfonso II de Aragón. Son caballeros, infanzones y otros miembros de nobleza baja y políticos por orden y favor del rey motivados por las oportunidades de riqueza y propiedad de tierras, a cambio de establecerse en una villa que nace ya como un núcleo urbano rodeado por murallas concebidas como frontera y desde la que se buscará acometer las tareas políticas y militares de expansión de la Corona aragonesa hacia el sur. Alfonso II le otorga en 1177 sus Fueros siguiendo modelo de otras ciudades del reino como Jaca, Zaragoza o Barbastro, pero la fisonomía de Teruel va a ser distinta. Isabel y Diego ponen imagen a esa villa que se instaura con vocación de ciudad y que verá nacer ya dentro de sus murallas a una primera generación de turolenses: precisamente la generación de Diego Marcilla e Isabel de Segura, que forman parte de la pequeña aristocracia de hijos de las familias principales, los primeros turolenses de nacimiento. La memoria de estos primeros turolenses es en realidad la primera memoria que Teruel puede considerar como suya y es la historia de estos jóvenes amantes conocidos de todos y que sus mismos coetáneos podrán transmitir a las generaciones posteriores. El toro y la estrella, herencia del mito de la propia fundación de la villa de Teruel, se identifican con Diego e Isabel para reforzar un simbolismo mistérico como personajes-arquetipo: la relación entre el toro bravo que ofrece su sangre y la estrella que permanece expectante en la oscuridad eligiéndolo a él con su brillo es una alegoría de la misma relación de amor y pasión, distancia e imposible que viven los amantes.

Igual que Teruel nace rompiendo referencias de cómo han nacido otras ciudades del reino, así Diego e Isabel van a marcar también una ruptura con las normas recibidas en relación al matrimonio, la herencia y el amor. Los amantes Isabel y Diego representan el advenimiento de un nuevo tiempo en el que el amor pasará a formar parte de las relaciones cotidianas, cuando hasta entonces los conceptos de matrimonio y amor iban en distintas direcciones.  Teruel proclama a través de Isabel y Diego la entrada de un tiempo nuevo: el enamoramiento entre ellos reivindica la superación de las limitaciones de las clases sociales como barrera para la pasión y reivindica la libertad de elección de la persona amada también para el matrimonio, lo que resulta sumamente transgresor para la época de los amantes. Todo afianza la identidad de Teruel como ciudad nueva que construye su propia memoria a la vez que abre las puertas a los cambios que traerá el futuro comenzando en ese momento el embellecimiento y construcción de las torres más emblemáticas que definirán su identidad hasta hoy. Los lugares cotidianos como la plaza del mercado o la cuesta que sube a la de San Juan, la calle donde vive Isabel o la puerta de la muralla por donde regresa Diego a Teruel, laten intactas en la morfología actual de la ciudad y nos permiten reconstruir la mirada de los amantes, ese mismo Teruel que vieron ellos con sus ojos y recorrieron con su amor.

Vacaciones en la Historia: postales desde el pasado.

1 comentario

  1. Dice ser hh

    Somos un grupo de Ciudadanos Cansados de pagar la malversación por parte del Estado.

    Ante la situación que el estado ha decidido contratar un abogado Belga, para defender al Juez Llarena en Bélgica, dicho Juez debería pagarse el abogado, de su bolsillo, no recurrir al Estado con el dinero de todos y todas.

    Si el Juez Llarena no ha hecho bien su trabajo y por lo tanto ha prevaricado, que asuma las consecuencias como cualquier, persona en su ámbito laboral.

    Os animo a que firmeis esta petición, si vosotros tiembien estáis cansados de pagar los privilegios de a las clases altas de Organigrama del Estado

    change.org/p/gobierno-de-espa%C3%B1a-llarena-pagate-tu-el-abogado-belga-no-con-el-dinero-de-mis-impuestos

    27 agosto 2018 | 12:52

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