Elefantes y hormigas: Penguin Random House compra Ediciones B

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«¿Sabes si es verdad esto?», «¿Has visto lo de B y Random?»… La parte ‘libresca’ de mi WhatsApp hervía en la tarde del jueves después de que El Confidencial adelantara la noticia de que Penguin Random House había comprado Ediciones B, información luego confirmada por la compradora. Una bomba informativa en el mundo editorial que a muchos nos pilló por sorpresa. Muchos de los que me escribieron, la mayoría, eran escritores que habían publicado con alguno de los sellos implicados en la operación. Incluso algunos ya se atrevían a valorar el asunto: «Mala noticia». Y emoticonos tristes. El sector editorial, desde que lo frecuento (2004 aproximadamente), no se caracteriza por  tener demasiado optimismo. Aunque supongo que hay motivos para ese pensamiento…

La noticia es, sin duda, una muestra de la brutal concentración que está sufriendo el sector editorial en España con la crisis. Cada vez más, el panorama editorial (en España y en español, en el mundo) se convierte en un choque de trenes entre dos mastodontes (Planeta y Random House) y un microcoscomos de pequeñas editoriales y sellos de nicho. Todavía quedan algunas pocas editoriales medianas que luchan por conservar su terreno, pero cada vez son menos. Y eso, a falta de ver cómo evoluciona Harper Collins, recién llegada a España apenas hace dos años.

Un paisaje de elefantes y hormigas. Y fuera de la manada de elefantes, parece que va a hacer mucho frío en la sabana editorial.


¿Es todo esto bueno o malo? El primer pensamiento es que cuantas menos manos controlen el mundo editorial, menos diversidad transmitirá esta fundamental industria cultural. Más monocorde será. Sin embargo, es aún pronto para dejarnos llevar por los sentimientos catastrofistas. Demos a la realidad la oportunidad de que nos demuestre lo terrible que puede ser. Ojalá que en vez de cumplirse esos vaticinios, estos colosos industriales hagan que el mundo del libro sea más libre y exitoso, más variado y sea capaz de conquistar a cada vez más lectores frente a otros medios culturales y, sobre todo, de ocio.

A pesar de que Penguin Random House ha afirmado que va a preservar la identidad de los sellos de Ediciones B, los que disfrutamos de la novela histórica nos preguntamos cómo quedará la colección de novela histórica que lleva Lucía Luengo en el sello comprado. Esta colección es, sin duda, la apuesta más clara por el género que hay en el panorama editorial nacional. ¿Cómo congeniará con otros sellos como Grijablo, que también tiene autores fuertes del género, o Suma de Letras?

Supongo que para tener respuestas a todos estos interrogantes habrá que esperar unos meses y ver qué rumbo toma este nuevo grupo que, por cierto, seguro que Planeta no ve con demasiado buenos ojos. ¿Tendremos algún movimiento por su parte en los próximos meses?

¡Buenas lecturas!

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