Santiago Posteguillo y los emperadores de novela: Adriano, Claudio y Juliano

Santiago Posteguillo (JORGE PARÍS)

Santiago Posteguillo (JORGE PARÍS)

Como sabéis hoy publico una interesante entrevista (no tiene desperdicio, ni este autor pelos en la lengua) con Santiago Posteguillo, que acaba de publicar La legión perdida (Planeta, 2016), de cuya ‘cocina’ también hablo en otra entrada. Con esta novela cierra su trilogía sobre el emperador Trajano tras Los asesinos del emperador y Circo Máximo.

Así que, completado su periplo con el emperador hispano, no me resisto a pedirle que ponga ‘nota’ a otros grandes emperadores de novela…

Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar

Yourcenar hizo una novela muy bonita pero que me cuesta calificar como histórica. Adriano era bastante miserable y traidor.

Yo, Claudio, de Robert Graves.

Es una magnífica novela, sustentada sobre una interpretación audaz de Graves. Lo más probable es que Claudio fuera realmente idiota, pero no lo sabemos. La idea genial de Graves es decir: ¿Y si no lo era y se lo hacía porque vivía en una familia donde todo el mundo moría menos el que parecía idiota? Me parece brillante.

Juliano, el apóstata, de Gore Vidal

Es una novela muy audaz, donde Vidal intenta reescribir y recuperar a la historia un emperador marcado por el estigma que le puso el cristianismo. Se enfrentó al cristianismo no porque lo odiara, sino porque pensaba que la forma en la que se estaban haciendo con el control del gobierno de Roma podía llevar a la desintegración del imperio. No le faltaba razón. Otra cosa es que se pueda justificar cómo intentó revertir aquello.


¡Buenas lecturas!

Si te ha gustado esta entrada, también te gustará…

Los comentarios están cerrados.