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Entradas etiquetadas como ‘autobus’

Harta de pagar mi abono transporte cuando el trato recibido es pésimo

Por Rebeca Ojea

Recarga del abono en un cajero automático (Comunidad de Madrid).

Recarga del abono en un cajero automático (Comunidad de Madrid).

Soy una usuaria habitual de la línea 664 Madrid-San Lorenzo del Escorial que sale del intercambiador de Moncloa. Quiero poner de manifiesto el trato incorrecto que estamos recibiendo como usuarios.

Cambian los horarios y no los actualizan online, siendo internet a donde te remiten reiteradamente si se te ocurre preguntar a algún chófer de la compañía.
Tampoco los cambian en el panel informativo de la cabecera de línea, puesto que la señorita que atiende en la ventanilla de la estación del Escorial explica que eso le corresponde hacerlo al Consorcio de transportes.

En definitiva, quiero expresar el hartazgo con el que pago mensualmente mi abono de transporte C1 (90 euros), recibiendo a cambio un trato cada vez menos profesional y serio.

Incivismo: Nunca le ceden el asiento a mi esposa, embarazada, en el transporte público

Por Carlos J. Romera

Interior del vagón de un metro de Madrid (Jorge París).

Interior del vagón de un metro de Madrid (Jorge París).

Todos los días mi esposa, embarazada de seis meses, realiza el trayecto al trabajo en transporte público (autobús y cercanías, linea C2, en la Comunidad de Madrid). Personas de cualquier edad y condición la miran, se dan cuenta de su estado y nadie tiene la decencia y educación de cederle su asiento.

Así es la sociedad en la que vivimos: individualista, egoísta y por desgracia para todos, cada vez más incívica. A esos ciudadanos que se quejan por todo y no predican con su ejemplo les diría que en algún momento de sus vidas conocerán a alguien dependiente, o a esas chicas jóvenes, que se quedarán embarazadas; ese día, cuando sufran el incivismo y la indiferencia del resto, probarán su propia medicina.
¿Todavía no nos hemos dado cuenta de que el respeto a los demás es lo más beneficioso para cada persona y el único camino para vivir en sociedad?

Alguien que viajó sin billete en autobús se hizo pasar por mí y yo recibo la multa

Por Tamara Herrera Ferrer

Después de más de un año de gestiones, escritos, consultas y desesperación sólo me queda hacer pública mi indignación por la falta de rigor de Transportes Metropolitanos de Barcelona. Soy de las personas que siempre paga en el autobús o en cualquier transporte que utilice, sea cual sea mi situación económica.

27535AUTOBUSEn abril de 2014, cuando llevaba en paro desde hacía un año, recibí una notificación de multa de 100 euros por viajar sin billete en la línea del bus 165, en el trayecto de Barcelona al Prat de Llobregat. Constaba mi nombre y mi dirección correctamente, pero no mi DNI. Fácil de entender, ¿no? Alguien que tenía esos datos los utilizó cuando le pidieron el billete. Lo que no es tan fácil de entender es que no le pidieran ningún documento identificativo y que sea a mí a quien pidan pruebas de que no era yo quien viajaba en ese autobús, en vez de exigir al revisor que pruebe que hizo bien su trabajo. Ni siquiera he conseguido que contrasten quién era el revisor en cuestión, cómo identificó a la persona y qué pruebas tienen de ello.

No he podido evitar que me embarguen la cuenta por una infracción que nunca cometí. Me parece injusto y espero que tomen medidas para garantizar que todos los revisores actúan como TMB asegura que deben hacerlo: identificando con un documento a la persona que van a sancionar.

La mala educación de poner los pies en los asientos del autobús

Por Venancio Rodríguez Sanz

Salí del autobús y miré hacia atrás por si acaso me perseguían. Ellos salieron detrás de mí pero, una vez en la acera, se fueron en el sentido contrario.

Entonces soplé aliviado y recordé lo ocurrido: Subí al autobús número 24 a las 22.30h en la parada que tiene cerca de la Avda. Valencia de (Zaragoza). Me senté en la parte trasera del mismo.

A mi lado derecho había una pareja cuyos pies los tenían colocados encima del asiento que había frente a ellos.

Un bus de Barcelona (ARCHIVO)

Imagen de archivo de un autobús.

Por su aspecto, juraría que tenían entre 23 y 25 años. A la siguiente parada, una mujer se sentó donde ellos tenían depositados sus zapatos.

Dos paradas más allá, la señora se fue y la pareja volvió a poner sus extremidades inferiores encima del asiento.

Les dije: «Perdonad, ese no es lugar para los pies. La gente se sienta y se mancha, por favor». Los dos los bajaron sin rechistar.

Unos señores que estaban sentados detrás de éstos me miraron afirmando con la cabeza. Uno de ellos se acercó a mí y por lo bajo, me dijo: «No merece la pena».

Lo miré sin decir nada. Bajé la cabeza, continué leyendo mi libro y cuando llegó mi parada, me apeé del autobús.

‘La smartcity’ española va con retraso

Por César Sánchez

El Ayuntamiento de Barcelona invierte cantidades astronómicas en hacer de Barcelona la ciudad del móvil y la tecnología.
Estamos dando pasos hacia una smartcity.

Varios viajeros a punto de subir al metro de Barcelona. (EFE)

Varios viajeros a punto de subir al metro de Barcelona. (EFE)

Acabo de volver de Londres y no acabo de entender por qué el transporte público de nuestra «smartcity» sigue estando a años luz respecto a los de otras ciudades.

Ni siquiera tenemos un sistema de tarjetas electrónicas recargables, para no estar malgastando en tarjetas de metro de papel. Tampoco tenemos un sistema anti-robo a la altura de una smartcity, para los billetes trimestrales.

Puestos a hablar de la ciudad del móvil, ¿dónde están las notificaciones a nuestros dispositivos para avisar en tiempo real de retrasos en trenes y autobuses para ahorrar a la ciudadanía a tener que correr para llegar a un tren o autobús que, en realidad, va con retraso?

¿Cuándo evolucionaremos?

 

Prohibido subir al autobús con mellizos

Por Rosalia Bobito

Viajeros entrando en un autobús de la EMT de Madrid, en el intercambiador de Plaza de Castilla. (JORGE PARÍS)

Viajeros entrando en un autobús de la EMT de Madrid, en el intercambiador de Plaza de Castilla. (JORGE PARÍS)

Somos padres de mellizos y se nos prohibe la entrada en autobuses urbanos con carros gemelares.

Nos parece totalmente discriminatorio y vejatorio porque somos ciudadanos como los demás pero con mas gastos ya que todo es doble.

Nos obligan a utilizar el vehículo privado con lo que eso supone económicamente y nos limitan la movilidad por la ciudad ya que las estaciones de Metro tampoco están adaptadas y los trabajadores tienen prohibido ayudar a los usuarios a subir los carros o las sillas de ruedas.

Al obligarnos a utilizar el coche privado esta incentivando que contaminemos mas cuando se llenan la boca de decir que hay que reducir la contaminación de la ciudad luego parece que a ellos se la trae al pairo.

Con este escrito solo quiero que los ciudadanos sepan cual es el problema de las familias con gemelos ya que dicen que es por nuestra seguridad, y nos sugieren que llevemos a un niño en brazos y al otro sentado en el carro «ustedes valoren».

El autobús a la carta

Por Ignacio Caballero Botica

Es común entre los ciudadanos en su papel de consumidores y/o usuarios el expresar nuestras quejas cuando algo no funciona bien. Es por eso por lo que hoy quiero romper una lanza a favor de un hábito que ha desaparecido de mi vida gracias a la tecnología: «esperar al autobús». Antiguamente la forma de saber si el autobús acababa de pasar o estaba a punto de llegar era hacer una especie de aritmética con el número de personas presentes en la parada y dividirlo por el número de lineas que transitaban por la misma. A eso le añadíamos una pizca de intuición y tomábamos APP EMTla decisión de probar suerte y esperar u optar por una alternativa de transporte como puede ser el Metro o el coche de Fernando.

Hace un par de años aproximadamente, la Empresa Municipal de Transportes de Madrid… la EMT de toda la vida, lanzó una App para los smartphone que es una maravilla que me permite saber desde antes de salir de casa o del trabajo, el tiempo estimado de los dos próximos autobuses que pasarán por la parada que me interesa; lo que sin duda redunda en que utilice este medio de transporte en detrimento de otro simplemente porque puedo planificar mi tiempo, la marquesina la tengo enfrente de casa y aunque no haya nadie esperando, sé que las luces anaranjadas se vislumbrarán por el horizonte al poco de poner un pie en la calle.

Gracias a esta magnífica aplicación se acabó el pasar frío o calor esperando al autobús que se convierte en un servicio «a la carta» que cumple con sobresaliente la regla de los nuevos tiempos; permitir al usuario/cliente elegir y aprovechar su tiempo al máximo.

 

Gracias EMT

Por Nieves Sebastián

Autobús de la EMTBuenos días Madrid. Quiero dar las gracias al conductor del autobús de la línea 115 de la EMT que este viernes por la mañana, a las 8.10 horas y con 5ºC de temperatura, ha bajado del autobús a mi hijo de 12 años porque no le ha picado bien el bono mensual.

Claro está que no era el conductor habitual porque desde luego imagino que así no le habría tratado. Solo le deseo al conductor que lo ha hecho que si en algún momento tiene hijos, sobrinos, hermanos pequeños o similares, le hagan lo mismo para que me diga cómo se siente.

 

 

¿Sabéis cómo se siente una tortilla francesa?

Por Alejandro Barderas

Trabajo como conductor de autobuses de la EMT en Madrid en la línea 138 (Plaza de España – Aluche). [La noche del 11 de enero] me ocurrió algo singular, algo único, os explico. Salía a las 23:30 desde Plaza de España en mi último viaje; todo normal, todo como un día cualquiera. Pero ese día me guardaba una sorpresa inesperada. Cruzando el río Manzanares -me acompañaban entre 15 o 20 viajeros, trabajadores, cansados, de regreso a sus hogares- me dirigía a la parada que se encuentra en la confluencia del Paseo de Extremadura con la calle Saavedra Fajardo; pues bien, al llegar observo, como es natural, a tres jóvenes de 18-20 años que esperan el autobús. Hago mi parada, abro las puertas y… ¡zassss!, los jóvenes me lanzan 6 huevos con gran potencia, en 1 segundo. ¿Y yo qué hago? ¿Esquivo los huevos tipo Matrix y no me impacta ni uno sólo? Eso sí, acabé de huevo hasta las cejas; oigo las risas de los jóvenes y veo cómo salen corriendo cada uno por una calle; me quedé pensando 1 segundo, cerré las puertas y pude acabar mi servicio con normalidad. Porque no se olviden, los conductores de la EMT somos casi ¨héroes¨; y [la experiencia] me enseñó algo muy curioso, cómo se siente una tortilla a la francesa.