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Incivismo: Nunca le ceden el asiento a mi esposa, embarazada, en el transporte público

Por Carlos J. Romera

Interior del vagón de un metro de Madrid (Jorge París).

Interior del vagón de un metro de Madrid (Jorge París).

Todos los días mi esposa, embarazada de seis meses, realiza el trayecto al trabajo en transporte público (autobús y cercanías, linea C2, en la Comunidad de Madrid). Personas de cualquier edad y condición la miran, se dan cuenta de su estado y nadie tiene la decencia y educación de cederle su asiento.

Así es la sociedad en la que vivimos: individualista, egoísta y por desgracia para todos, cada vez más incívica. A esos ciudadanos que se quejan por todo y no predican con su ejemplo les diría que en algún momento de sus vidas conocerán a alguien dependiente, o a esas chicas jóvenes, que se quedarán embarazadas; ese día, cuando sufran el incivismo y la indiferencia del resto, probarán su propia medicina.
¿Todavía no nos hemos dado cuenta de que el respeto a los demás es lo más beneficioso para cada persona y el único camino para vivir en sociedad?

18 comentarios

  1. Dice ser Chelo

    ¡Bien dicho!
    Vemos la paja en el ojo ajeno, pero nunca la viga en el propio.
    Y si todos predicáramos con el ejemplo el mundo sería mejor.
    Tenemos lo que merecemos.

    09 marzo 2016 | 17:47

  2. Dice ser LINCE 1

    Veamos: A mi entender, estamos confundiendo las cosas. Una mujer embarazada puede, o no, necesitar que se le ceda el asiento. Yo, desde luego, se lo cedería en cualquier caso. Pero esa señora, según el autor de la carta, va a trabajar, como cualquier otro ciudadano y, si va a trabajar, no está en una situación de necesidad perentoria de que le cedan el asiento. Es una cuestión de sensibilidad y educación, pero, a esos ciudadanos que no ceden el asiento no se les puede achacar que «se quejan por todo» cuestión que, en modo alguno, puede conocer quién tal dice. La mujer tiene todos mis respetos, embarazada o no; y los tiene como los puede tener cualquier otro ciudadano; ni más, (y lo que es más importante), ni menos.
    En cuanto al comentario de Chelo, no me parece justo eso de «tenemos lo que nos merecemos». Ni todos somos iguales, ni todos merecemos lo que tenemos, aunque, eso sí, la educación y el civismo brillan, no pocas veces, por su ausencia.

    09 marzo 2016 | 20:14

  3. Dice ser Fran

    El único que debe ceder el asiento es quien se ha sentado en el asiento reservado (uno de cada 8) y tú mujer pedirlo, no venir a hablar de lo insolidaria que es la gente. Mi madre tiene 78 años y no tiene reparo en hacerlo.

    09 marzo 2016 | 21:02

  4. Dice ser Silvia

    Una mujer embarazada y mas cuando lo esta de seis meses suele necesitar sentarse mas que cualquier otra persona que no lo este (dolores de espalda, de piernas, traqueteos innecesarios al estar de pie…)

    Si nadie tiene la poca vergüenza de cederle el asiento, ella tiene todo el derecho de pedirlo. En todos los vagones hay un asiento preferente para embarazadas y personas de movilidad reducida. Que no se corte y pida educadamente a la persona que lo este ocupando que se lo ceda. Yo lo hice cuando estaba embarazada y lo volvería a hacer. Ahora mas que nunca tiene que pensar en su comodidad y su bienestar, los demás no lo van a hacer.

    09 marzo 2016 | 21:50

  5. Dice ser Yomismo

    Pues yo viajo todos los días en metro varias veces, y continuamente la gente le cede su asiento a otras personas más mayores o embarazadas. No hay más que viajar para comprobarlo. Como siempre, hay excepciones, pero la mayoría es asi. Hablo sin saber, pero a lo mejor tu mujer no parece embarazada. A veces pasa que te quedas como… y no cede su asiento por vergüenza a equivocarse. Lo siento por tu mujer, pero lo que has escrito para mí no es cierto, es lo que yo veo día a día, la gente se suele levantar.

    09 marzo 2016 | 23:50

  6. Dice ser paridad & compañia

    A mi parecer el ceder el asiento a una embarazada es un atavismo propio del machismo. El embarazo no es una enfermedad, ni una dolencia.

    09 marzo 2016 | 23:53

  7. Dice ser AGA

    Vamos a ver, LINCE 1 y otros. El problema con las embarazadas no es solo que puedan tener dolores de espalda, que se les hinchen las piernas y todo eso. (Que tambien, y con seis meses de embarazo esta la cosa como para pedir una baja). El problema es que, si esa mujer se cae, el estropicio puede ser fino.
    Y algunas veces los asientos reservados estan ocupados por personas mayores, o gente con muletas. No van a levantarse ellos para que se siente la mujer, lo logico y lo civico es que sea alguien de los otros asientos quien lo haga.

    CArlos, se que no es un consuelo, pero te dire que yo estoy embarazadisima (mi barriga es enorme y redonda, se nota bien lo que es), no vivo en Espania y aqui es aun peor. Aqui ves como alguien tiene las bolsas en el asiento de al lado y no se levanta! Alli he tenido menos problemas.

    10 marzo 2016 | 6:47

  8. Dice ser Pam

    A ver si nos ponemos de acuerdo. No podemos llenarnos la boca diciendo «estoy embarazada, no enferma» y al mismo tiempo pedir que nos cedan el asiento.

    10 marzo 2016 | 7:41

  9. Dice ser Petardufa

    Pues cada vez que voy en metro en Barcelona la gente se levanta y cede el asiento a las embarazadas.
    Es cierto que no pasa tanto con la gente mayor ya que algunos se molestan porque les ven viejos.
    No sé, quizá sea la ciudad dónde vives…

    10 marzo 2016 | 8:30

  10. Dice ser Nacho

    Pues yo estoy casando de ver GENTUZA, en mayúsculas en el metro de Madrid, concretamente Linea 9 en Artilleros que es donde pillo el metro, y muchas veces veo alguna mujer embarazada y pocas veces les ceden el asiento, o peor.. justo antes de ayer un hombre la respondió que porque te tengo que tengo que ceder el asiento, lo que tenias que hacer es no abrirte de piernas y no estarías embarazada!!! así como lo leéis!!!

    Pero eh! Pero solo 2 personas le increparon al hombre que por supuesto le entro por un oído y le salio por el otro.

    Cada vez somos mas incivilizados, yo tengo muy claro que si una mujer esta embaraza, o va con muletas o algo, le cedere siempre el asiento!!! No me cuesta nada y a esa persona te lo va agradecer!

    10 marzo 2016 | 8:52

  11. Dice ser Jose

    Al final es un problema de civismo y de impunidad. En otros paises no respetar el uso correcto de los asientos se sanciona. Los asientos reservados no se deben utilizar por otros colectivos distintos de los que se indican y deberian quedar vacios (en la normativa de metro de barcelona por ejemplo se especifica asi) salvo que los ocupen esas personas. En el resto de asientos también tienen prioridad los colectivas con necesidades especiales y es obligatorio cederles el asiento. Efectivamente no es por cansancio o dolores (que también) sino porque esas personas son mas susceptibles de sufrir caidas en caso de maniobra brusca y las consecuencias también se estiman peores. Bajo mi experiencia de muchos años trabajando en el centro de madrid puedo sacar dos conclusiones (bajo mi experiencia claro esta).
    1. Hay 50% entre hombres y mujeres que ceden el asiento.
    2. A las embarazadas se lo ceden más las mujeres y esto creo que es porque a los hombres nos cuesta a veces distinguir un embarazo de una barriguita y nos da vergüenza ofender.
    3. Hay muchas más mujeres que se hacen las locas en los asientos reservados.
    4. No he visto nunca ningun problema en que una persona mayor, embarazada, escayolada… pida con respecto que le cedan el asiento. Siempre he visto que se lo cedian.

    10 marzo 2016 | 9:15

  12. Dice ser Lico

    Para AGA y todos los demás. Yo viajo todos los dias en metro en Barcelona y veo continuamente ceder asientos ya sean reservados o no a embarazadas, ancianos o personas con problemas de movilidad. En tu carta comentas que la ven y no los ceden, el tema es ella lo ha pedido y se han negado? Hay gente que cede su asiento y muchos ancianos o embarazadas se niegan a sentarse. Eso implica que no los necesitan y hace que a alguien como yo que viaja diariamente me haga pensar que si no estoy sentado en un asiento reservado y una embarazada o persona mayor no me dice nada es que no lo necesitan. Es tan sencillo como abrir la boca y hablar. La gente no tiene la obligación de estar pendiente de los demás. Eso no implica que haya falta de civismo o mala educación.
    No se puede generalizar y mucho menos esperar que los demás estén pendientes de lo que hacen los demás o que lean mentes. También es parte de ser civilizado el hablar con la gente para pedir algo.

    10 marzo 2016 | 9:23

  13. Dice ser Mucabreá

    Pues yo lo veo a diario,
    Personas que se sientan en los asientos reservados y se ponen los cascos y agachan la cabeza. Y se les pone una mujer con un bombo enorme delante suya y aunque la vean, agachan de nuevo la cabeza. Y la mayoría suelen ser hombres. Y a los que decís que no es una enfermedad, eso es obvio, pero el que dice esto, tampoco ha pasado por un embarazo, porque por cómo te sientes, es igual a estar enfermo… Y además os puedo asegurar que hacer vida no es una tarea sencilla, el cuerpo sufre unos cambios brutales y que narices! Que llevamos dentro un bebe!! ostras que se os olvida que para una madre, su bebé es su vida! Se puede caer al suelo o llevarse un empujón en cualquier momento y ser fatal! Poco agradecidos a la vida que os dio vuestra madre me parece a mí que sois todos!!

    10 marzo 2016 | 9:38

  14. Dice ser Marga

    Yo cuando estaba embarazada es cuando mas cuenta me di de las injusticias, que todos cometemos diariamente, a mi nunca me cedian el asiento hasta el punto que un dia viajando en autobus freno bruscamente y me cai al suelo de culo, pero lo mas ridiculo fue que a mi lado habia un señor muy mayor en la misma situacion y unas chicas de unos 16 años sentadas comodamente en su asiento riendose por el frenazo del conductor, no por estar embarazadas pedimos que se nos trate como enfermas como dice algun comentario, pero si que es cierto que hay ciertas cosas que se ven afectadas y una de ellas es la estabilidad.
    Respecto a si pido el asiento, pues no, no lo hacia, me parece algo logico, yo cuando era pequeña e iba con mis padres, me pegaban un capoton si veian que habia una persona mayor, en muletas o embarazada y no le habia cedido mi asiento, y me decian dejale sentarte y ven encima mio cuando era pequeñita y cuando fui mas mayor, me pedian que lo cediese por educacion, luego ellos eran libres de decidir si le querian o no.

    10 marzo 2016 | 9:53

  15. Dice ser Lico

    Mucabrea Pues yo la mayoría de veces que lo veo eso son mujeres. Y no generalices yo estoy contento con estar vivo pero por si no lo sabes nadie ha pedido ser engendrado y no ha de estar agradecido por traerlo a la vida. Yo estoy muy agradecido por los cuidados que he tenido y sigo teniendo de mis padres pero no estoy ni tengo por que estarlo de que me hayan traído a la vida. Creo que estás muy equivocada en tu faceta de Dios/madre. Muchas madres veo yo que han tenido hijos y luego los han cuidado que da pena que mas valiera no haberlos tenido para sufrir eso. No generalices ya que ofendes a muchos o mejor dicho ofendes a esa mayoría que tanto te gusta mentar. Debes conocer a muchísima gente. Tener que escuchar estas mierdas a primera hora de la mañana cuando yo cedo el sitio hasta a los que vienen con el carrito, que por normativa debería ir plegado y lo llevan abierto con el crio dentro. Ya me has puesto de mala ostia.

    10 marzo 2016 | 10:39

  16. Dice ser Ana

    A ver, hay de todo, yo estando embarazada a veces me lo cedían a veces no, si estaba bien apoyada en la puerta y era poca distancia no lo pedía, si era media línea de metro o un autobús (por los frenazos) lo hacía, a veces conseguía sentarme a veces no.

    En cuanto a que no es una enfermedad, cierto, pero … qué pasa si se cae una embarazada en el bus o en el metro por ir de pie? pues que el riesgo de que pase algo es demasiado grande como para correrlo por algo tan tonto.

    Hace un par de días en el bus una embarazada no quería sentarse en mi asiento porque sólo eran dos paradas, insistí y le dije, si ahora frena el bus qué pasa? ni una ni dos paradas, te sientas si te lo ofrecen porque además estás ayudando al resto de embarazadas a que se lo ofrezcan, no te ayudas a ti ni al resto (dicho con una sonrisa eh?), me dio la razón, se sentó y justo después hubo un frenazo… me miró y me sonrió mientras yo me aguantaba el «ya te lo dije». Espero que la próxima vez que se lo ofrezcan no diga que no, flaco favor se hace a si misma y al resto.

    Por cierto, a mi los que más se levantaban eran jóvenes sudamericanos y mujeres de la edad de mi madre (65)… curioso. Jóvenes o no tan jóvenes españoles me llegaron a decir alguna fresca, tenemos un gran problema de empatía, solidaridad y educación.

    10 marzo 2016 | 11:21

  17. Dice ser Ciudadano de Madrid

    LA CULPA ES DE USTED, AMIGO CARLOS
    .
    …Don Carlos ¿sabe usted por qué le ocurre eso a su señora? Porque va usted con ella. Si usted no la acompañara a todos los sitios y, sobre todo, si usted no viajara con ella en el transporte público, donde solemos ir personas muy caballerosas y grandes admiradoras de la belleza femenina, comprobaría sobradamente que la educación en España existe. Existe y mucho. Más aún con las mujeres en estado de buena esperanza. Lo que pasa es que va usted y todo el mundo sabe que el marido de una embarazada es una especie de individuo cenizo y malhumorado que da miedo.
    .
    …Escuche. Suele suceder y, además, lo he leído en los libros de medicina (le doy aquí algunas referencias: Gómez Pérez, A., “Matrimonio y gestación”, Edelvives, Madrid, 1985. / Huertas Sampayo, R., “Cuestión de tres. Amor, embarazo y parto”, Anagrama, Madrid, 2006. / “El hombre embarazado”, ed. Ensayo, Barcelona, 2013.) que cuando la esposa queda embarazada, no es sólo ella quien experimenta cambios físicos y psicológicos, también los tiene el marido. La diferencia está en que, mientras ella ‘endulza’ su carácter y redondea sus formas; él se ‘agría’ por dentro y pierde peso. Esto, claro, dicho así de una manera popular y para entendernos.
    .
    …Consultando en mi biblioteca (bibliográfica y fílmica), y como usted ya sabrá, la esposa embarazada cambia de aspecto en casi todo. Aumenta de peso (10 kg en los 9 meses), eleva su calor corporal (sofocos, palpitaciones nocturnas, calenturas), se le abultan los labios, segrega más saliva, la piel se torna más suave, su olor corporal se carameliza. El volumen de su útero se quintuplica; la vagina y la vulva se redondean y se vuelven más carnosas; las mamas aumentan de tamaño adquiriendo mayor tensión o turgencia. Y el pezón se vuelve más pigmentado y eréctil, rodeado de una aureola amplia y oscura, que en las últimas semanas derrama la gotita puntual de leche o calostro.
    .
    …Todos estos cambios físicos y hormonales tienen, como es lógico, su reflejo en el carácter. Aparecen los cambios bruscos de humor, pasando de la euforia a la tristeza, de la preocupación a la tranquilidad, del deseo a la sequedad, del capricho a la seriedad, del experimento a la fidelidad (debido a la subida de los niveles de progesterona y estrógenos). Y esas situaciones tan inestables, de desamparo, son las que incrementan el grado de caballerosidad y civismo en las personas de bien. Porque todos hemos tenido alguna vez familiares gestantes que atender. ¿Cómo no íbamos entonces a cederles amablemente nuestro asiento en el bus a una esposa embarazada, que podría ser perfectamente nuestra prima, tía, cuñada o vecina del pueblo?
    .
    …¡Eso ni se cuestiona, amigo Carlos!
    .
    …Lo que ocurre es que luego está la otra parte del matrimonio. El esposo. Y el esposo, que también sufre los estragos hormonales de la gestación (por un efecto simpático y ‘paraolímpico’, según la Ciencia médica), ya no son tan bellos y delicados, sino todo lo contrario. Feos y rufianescos. De manera inversamente proporcional a la belleza y redondez de su esposa, el marido se va quedando en los huesos, su piel amarillea, se le afilan los rasgos de la cara, el cabello se engrasa y su carácter se vuelve más tosco y avinagrado. Más desconfiado y cenizo. La mayoría de las veces por ataques obsesivos-compulsivos. Piensa que todo el mundo mira a su mujer, que ella le hurta el centro de atención y del deseo. Convirtiéndose durante los últimos meses de gestación de su esposa (6 meses en adelante) en su perro guardián. Pero en un perro guardián que no atiende a razones, de tan violento y sañudo como se vuelve. De tan patán, vaya.
    .
    …¿Y quién, en su sano juicio, se va a jugar el tipo por cederle el asiento a su esposa? Por desgracia nadie o, en todo caso, algún joven valiente y romántico, sabedor de su supremacía física. Pero pocos más. Por eso, y si me permite el consejo, debería darle a su mujer más libertad para desenvolverse sola en el transporte público. Ya verá, ya. Ningún ciudadano permanecerá impasible ni insensible ante una bella mujer embarazada, a tres meses vista de dar a luz. En el autobús y cercanías, Línea C2, de la Comunidad de Madrid.

    10 marzo 2016 | 12:16

  18. Dice ser Manel

    la entiendo perfectamente a la esposa, a mi también me pasa, yo necesito sentarme por temas personales, y nadie me deja, a parte algunos se ponen a la puerta y no dejan pasar, cada día el metro esta peor, el otro día, una señora con un carro se pone al medio de la puerta y me dice que pase por ese pequeño agujero que hay libre, la verdad yo estoy harto del metro, la única linea que hay gente amable es la L9 Sud, las otras lineas la gente es tonta, y pasan de lo que digo, y a mas echan la culpa al resto cuando la tienen ellos, ojala haya de una vez por todas civismo al metro, este es mi lema: MENOS MÓVIL Y MAS MIRAR CUANDO UNO CAMINA, si lo quieres compartir adelante, tenéis permiso, tenemos que acabar de una vez por todas, esta estúpida gente que pasan de todos nosotros.

    10 marzo 2016 | 22:37

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