Uf. 22 años de Maria (que es la canción por la que la mayoría de los aquí presentes recordamos al grupo Blondie, no os enfadéis los fans más viejos antiguos originales que luego hablo de Heart of Glass). 22 años de Maria y por entonces ya hacía otros 20 que habían dejado la música. Eso suman un montón de años.
Vamos a repasar un poco: Lee el resto de la entrada »
Un 28 de agosto del 65 nacía en Eilleen Regina Edwards, quien muy pronto daría muestras de tener un talento musical innato y a quien su madre iniciaría, sin perder demasiado tiempo pero de una forma tímida, en el mundo de la música, presentándola en radios, televisiones locales y hasta hogares de jubilados.
Portada de ‘Come on over’
Cuando, a los 22 años, sus padres fallecieron en un accidente de coche, a Shania le quedaba solo la música, de manera además bastante literal ya que su familia nunca había sido de grandes recursos económicos. De forma que se cambió el nombre por el que todos conocemos, Shania Twain (nombre que, según ella ha contado, significa «estoy en mi camino») y se volcó de lleno en su carrera de cantante country-pop. Y triunfó.
En 1993 presentó su primer álbum de estudio, en el 95 llegó The Woman in Me y en el 97, con Come on Over, arrasó en todo el planeta. A este álbum perteneces, por ejemplo, los temas Man! I Feel Like a Woman!, Don’t be Stupid o That Don’t Impress Me Much, que seguro recordáis.
Sin embargo, en 2002 presentó su álbum Up! y, tras dos años de giras y promociones, con cinco premios Grammy en la maleta y más de 65 millones de discos vendidos en todo el mundo, en 2004 desapareció. De ella solo se supo, entonces, que se había retirado a su casa en Suiza.
No fue hasta 2011, cuando publicó su autobiografía, cuando Twain al fin dio una explicación al mundo, y esa fue que, según cuenta, sufrió un debilitamiento en la voz que le impedía seguir cantando. Le diagnosticaron una disfonía severa e hizo una larga rehabilitación. A ello se sumó que, poco después, se rompió su matrimonio después de catorce años y la cantante no ha tenido reparos en contar que su marido la engañó con su mejor amiga.
En 2012, sintiéndose ya bastante recuperada, volvió a pisar un escenario para Still the One, un espectáculo en exclusiva para The Colosseum del Caesars Palace en Las Vegas.
Algo muy bien hecho, aunque muy alejado de la vorágine mundial de sus anteriores trabajos. Tardó aún cinco años más (2017) en volver a lanzar el que, hasta la fecha, es su último álbum: Now, del que hizo una gira en 2018.
El año pasado se hizo público su último «gran» proyecto (sin haber dejado aún su espectáculo en Las Vegas) y es que, aunque no es la primera vez, Twain ha participado en una película, I Still Believe, con un papel importante y ha dejado caer en alguna entrevista que no le disgustaría hacer carrera también en el cine.
Cuando llegas a cierta edad, tienes mucha experiencia en caerte y levantarte. No dejas de caerte, pero eres mejor al levantarte y seguir adelante. Creo en eso. Lo he vivido.
¡¡¡ SUJÉTAME EL CUBATA QUE NOS VAMOS !!!
Era 1995 y Gala Rizzato, nacida en Milán un 6 de septiembre de 1975 y residente desde su adolescencia en Nueva York, conquistaba el mundo con este temazo 100% bailable en cualquier discoteca o lugar con suficientes luces estroboscópicas y/o lamparitas de neón.
Lo siguiente fue la locura:
En 1997 veía la luz su primer álbum de estudio, Come in to my life, en el que, además de aquel primer single nacido dos años antes, se incluía el gran éxito de mismo título que el álbum, y por el que se llevó consigo de gira europea a Rafael Amargo, ya que la coreo oficial de la canción estaba inspirada en el flamenco.
Lo habitual, en su situación y tal como hicieron muchos otros artistas que alcanzaron tanto tirón con su primera producción, habría sido que siguiera exprimiendo la ola mientras durase, pero no fue el caso de Gala.
Después de Come in to my life se apartó del foco musical y mediático. ¿Por qué? Lee el resto de la entrada »
Esta gente de Cadena 100 está como una cabra y por las mañanas lo mismo te ponen el último hit, que a los Backstreet Boys que una que ya queda tan atrás que casi no sabes ni a qué década pertenece. Ya sabéis por dónde voy, ¿verdad?
Era 1992, mis queridos pedigüeños, y un solista y compositor hasta entonces absolutamente desconocido lanzó al mercado su primer single: Just Another Day. En un parpadeo, se plantó con todo su papo en el número 5 del Billboard americano y, solo tres meses después, lanzó el mismo sencillo en español: Otro día más sin verte y conquistó, no solo Latinoamérica, sino también Europa y se implantó para siempre en el recuerdo de toda una generación.
Él era Jon Secada.
Solo diré una cosa antes de meterme en faena: si alguien de por aquí me conoció a mis 13 años, que haga el favor de no sacar trapos sucios, que seguro que suyos yo también tengo alguno, rollo ir a comprar el pan en pijama o algo por el estilo.
Dicho esto: ¡LAS SPICE GIRLS, MARIS! 😀
Os digo una cosa: me da entre vergüencita y nostalgia, pero más tirando a lo primero xD #memeopili #mepidosergeri
Este próximo veranito va a hacer VEINTICUATRO AÑOS (que lo pongo así en letra y mayúsculas porque impresiona más) que se estrenó en todo el mundo el Wannabe y nos volvimos todos así como un poco locos, porque las Spice Girls, así con su ridiculez y su todo, era una GIRL BAND frente a los NKOTB, los Take That, los Backstreet Boys y todas las puñeteras Boys Bands que nos metieron por los ojos y a dolor durante tanto y tanto tiempo.
El otro día estaba buscando info para otro post y, no me digáis por qué (no llegué a indagarlo), me apareció una publicación por ahí perdida de «Demuestra que eres una auténtica fan de One Direction con este test». Y como una ya va teniendo una edad pues me apareció por generación espontánea la dentadura postiza y el bastón en la mano y pensé en voz alta: «One Direction… Estas jóvenes de hoy no tienen ni idea. En mis tiempos sí que había buena música, como los BackStreet Boys, que no tienen NADA QUE VER con One Direction». Igual ya me reí yo sola del ridículo porque reírse de una misma siempre es bien x)
Bueno total, que me dije que seguro que para quienes ya peinamos alguna que otra cana podría ser divertido hacer uno de estos, sobre todo viendo cuánto os están gustando últimamente los test que os confirman lo viejos/as que estáis xD
Avanzo por delante que he hecho las preguntas de memoria y que no os pasaré ni un fallo, porque aquí la menda, que lo sepáis, ERA LA FAN NÚMERO 1 DE LOS BSB.
¡Empezamos!
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¿Que qué fue de The Rembrandts? Pues nada más abrir ya os hago yo un spoiler: NO MUCHO.
Pero bueno, que todos nos acordamos del tema I’ll be there for you, ¿verdad que sí?
El grupo había lanzado su primer single, Just the Way It Is, Baby, en el rendondito ’90 (incluido en su primer álbum, The Rembrandts),
Y, llegado el ’95, su nombre se conoció de pronto alrededor de todo el globo, después de publicar su tercer álbum, LP, por dar música a la obertura de la sitcom más popular de todos los tiempos (ya, ya, Cómo conocí a vuestra madre también, jolín).
La melodía de I’ll be there for you se convirtió poco menos que en un himno, y estoy segura de que ostenta algún récord tipo «la canción más tarareada de la historia en un pasillo de instituto».
El clip del tema, con el reparto de la serie, quedó de lo más divertido.
Pero, ¿hicieron algo más estos dos mocitos? Bueno, pues ya os lo decía yo antes: no mucho. Pero algo. Lee el resto de la entrada »
Yo no sé si recordáis (bueno, sí que lo sé: SEGURO que recordáis) que, a finales de los noventa, tuvimos un ratito que nos dio por volver a vivir en los ’70. Nos pusimos unas buenas plataformas en los pies, nos las tapamos con unos coloridos pantalones de campana y empezamos a cantar en los bares el Háblame de ti de Los Pecos.
En pleno ciclo neo-setetentero, cuando Telefónica y Airtel (los Movistar y Vodafone del Paleolítico) estaban en su novedosa y a la vez rancia disputa por el mercado de la telefonía móvil en España, apareció en escena un soplo de aire renovado: Amena. Que, como en cuestión tecnológica iba bastante a la zaga, apostó por la imagen y ofreció algo renovado, joven y fresco, lejos de «los dos dinosaurios» de siempre, y lo hizo con una campaña para la televisión protagonizada por él: El Chaval de la Peca.
Marc Parrot era un artista catalán, que a principios de la década de los ’90 había grabado un disco con el grupo Regreso a las minas y había sacado al mercado dos álbumes en solitario de la mano de Warner Music, en el ’93 y el ’95: Sólo para locos y Sólo para niños. A finales de los ’90 creó, para un programa de nochevieja de la televisión de Cataluña, el personaje de El Chaval de la Peca, con el que Amena sacaría su famosa campaña. El tercer álbum de estudio de Marc, grabado en el ’98, nunca vería la luz: El Chaval de la Peca se impuso al propio Marc Parrot.
La idea era: lo de siempre, pero nuevo. Y en pleno éxtasis setentero, triunfó.
Marc aparcó entonces, de manera temporal, su verdadera identidad para aprovechar el éxito de su personaje, con el que publicó tres discos de éxitos de siempre pero transformados en algo nuevo tras pasar por sus habilidosas manos de compositor. Bailemos un Vals, Gavilán o Paloma, Eres tú, Yo soy aquel, Soy un Truhán, Soy un Señor, Y, ¿cómo es él?… Y, claro, todos nos acordamos de su versión del A-Ba-Ni-Bi, ¿verdad?
En 1999 (y visto desde la perspectiva temporal, muy inteligentemente) Marc decidió poner fin a su etapa como El Chaval de la Peca. Mató a su personaje y, con el dinero ganado por entonces, se dedicó a hacer la música que le gusta. Lee el resto de la entrada »
Cada vez que os sintáis empujados a decir eso de «la música de antes era mejor que la de ahora», por favor, recordad a DJ Kun.
Esta canción, que apareció a finales de los ’90 en el recopilatorio Ducados Music II, aún convivió en el tiempo con Mr. Bad Guy, el último álbum de Queen. Así que cuidadito con meter toda la música «de antes» en el mismo saquete.
Total, este hombre del que hablamos hoy es Facundo Domínguez, argentino de nacimiento, español desde los 10 años, más conocido como DJ Kun (de Facun, se entiende).
Después de darse a conocer con Ponle sabor, en el que colaboraba con otos raperos y que se hacían llamar RSP (Raperos Sin Pausa), se lanzó en solitario y sacó al mercado su álbumes América Kilombo, que incluía su éxito Malos tiempos, y más tarde Crazy Atorrante, en el que hacía versiones de algunos clásicos como Espaldas mojadas de Tam Tam Go!, a.k.a. Cruzando el río.
El single de Crazy Atorrante, por cierto, lo llevó a ser nominado a los Grammy Latinos.
Y después todo es como niebla y negrura. Lee el resto de la entrada »
Que Asturias ha dado grandes cosas al mundo es incuestionable. Y no hablo de cosas baldías como la fabada, el cachopo o la sidra, no, no. Hablo de cosas importantes, como Diego gallu y el que se quedó atrapado en el párking de Ezcurdia o, más recientemente, los cinco del Angliru, Capi cayendo por la alcantarilla de Cimadevilla o la historia de las plantillas del chino (este año vamos sembrados).
Pero, ahora en serio, entre las cosas grandes de verdad, está José Ángel Hevia:
Y, si no, a ver quién más en la historia de la música ha puesto a bailar a un montón de juventud, en la discoteca, con una señora (señora, señora) cantando «tú no vuelvas más a mío casa faciendo ruíu coles madreñes«. ¿Lo recordáis?
Hay que tener mucho arte. Mucho.
Esta canción, Busindre Reel, que supuso su salto a la fama, estaba contenida en su primer trabajo en solitario, el álbum Tierra de nadie, publicado en el ’98, que alcanzó el número uno de los 40 principales en abril del ’99 y reunió seis discos de platino en España, además de varias certificaciones internacionales.
En 2000, además de una edición especial de CD + DVD de Tierra de nadie, Hevia publicó su siguiente álbum, Al otru llau – Al otro lado, que vendió medio millón de copias, y a este le siguió Étnico ma non troppo en 2003, con un sonido, como su nombre indica, más étnico:
Hasta 2007 no vio el mundo el siguiente disco del gaitero más electrónico del planeta, año en que salió a la venta Obsession, con un rollito mucho más chill-out que los discos anteriores y muy acorde al sonido que por entonces llevaba Alberto Comesaña (Amistades Peligrosas) con su compañera Yolanda Yone en Nuevas Amistades, con quienes Hevia colaboró en 2008 en la canción La Felicita, que presentaron a la preselección española para Eurovisión (aunque no fueron seleccionados, finalmente).
Después de Obsession, Hevia se ha tomado un descanso en cuanto a publicaciones se refiere de once largos años, aunque no así de la música. Según se relata en la bio de su página web, ha estado participando en prestigiosos festivales internacionales:
De folk, como el Festival Interceltique de Lorient (Francia), de jazz, como el Pori Jazz Festival (Finlandia) o el Red Sea Jazz Festival (Israel), religiosos como el Otobutai en Kyoto (Japón) o el Concierto di Natale del Vaticano (2001, 2012 y 2015) retransmitido por la RAI para millones de personas en todo el mundo, de pop-rock, como el Festival de San Remo (Italia), o en festivales de nuevas músicas como el Wimad de Atenas, entre otros.
En 2014, Hevia se trasladó con su familia (su mujer y sus dos hijas) a vivir a Santo Domingo, y ahí empezó el viaje personal que ha hecho posible que, este año, volvamos a verlo en el mercado, porque Hevia ha sacado disco a mediados del mes de abril: Al son del indianu. Ya os adelanto que el sonido os va a sorprender:
Contaba hace poco en una entrevista para Europa Press que «Es un disco-libro en el que cuento una historia de tres años y medio de un gaitero en el Caribe.» Y es que eso, amigos, es un indiano: un emigrante que se fue a América y tornó rico, algo muy enraizado en la cultura del norte de España, donde las casonas indianas son todavía admiradas (aunque, en muchas ocasiones, no tan cuidadas, lamentablemente).
Su nuevo álbum está disponible para comprar online y también en iTunes, Spotify, Apple Music y Google Play, todo ello accesible desde su página web. Para que luego digan que las nuevas tecnologías están reñidas con la tradición.
