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¿Qué fue de Hevia?

Que Asturias ha dado grandes cosas al mundo es incuestionable. Y no hablo de cosas baldías como la fabada, el cachopo o la sidra, no, no. Hablo de cosas importantes, como Diego gallu y el que se quedó atrapado en el párking de Ezcurdia o, más recientemente, los cinco del Angliru, Capi cayendo por la alcantarilla de Cimadevilla o la historia de las plantillas del chino (este año vamos sembrados).

Pero, ahora en serio, entre las cosas grandes de verdad, está José Ángel Hevia:

Hevia-Tierra-de-nadie

Y, si no, a ver quién más en la historia de la música ha puesto a bailar a un montón de juventud, en la discoteca, con una señora (señora, señora) cantando «tú no vuelvas más a mío casa faciendo ruíu coles madreñes«. ¿Lo recordáis?

Hay que tener mucho arte. Mucho.

Esta canción, Busindre Reel, que supuso su salto a la fama, estaba contenida en su primer trabajo en solitario, el álbum Tierra de nadie, publicado en el ’98, que alcanzó el número uno de los 40 principales en abril del ’99 y reunió seis discos de platino en España, además de varias certificaciones internacionales.

En 2000, además de una edición especial de CD + DVD de Tierra de nadie, Hevia publicó su siguiente álbum, Al otru llau – Al otro lado, que vendió medio millón de copias, y a este le siguió Étnico ma non troppo en 2003, con un sonido, como su nombre indica, más étnico:

Hasta 2007 no vio el mundo el siguiente disco del gaitero más electrónico del planeta, año en que salió a la venta Obsession, con un rollito mucho más chill-out que los discos anteriores y muy acorde al sonido que por entonces llevaba Alberto Comesaña (Amistades Peligrosas) con su compañera Yolanda Yone en Nuevas Amistades, con quienes Hevia colaboró en 2008 en la canción La Felicita, que presentaron a la preselección española para Eurovisión (aunque no fueron seleccionados, finalmente).

Después de Obsession, Hevia se ha tomado un descanso en cuanto a publicaciones se refiere de once largos años, aunque no así de la música. Según se relata en la bio de su página web, ha estado participando en prestigiosos festivales internacionales:

De folk, como el Festival Interceltique de Lorient (Francia), de jazz, como el Pori Jazz Festival (Finlandia) o el Red Sea Jazz Festival (Israel), religiosos como el Otobutai en Kyoto (Japón) o el Concierto di Natale del Vaticano (2001, 2012 y 2015) retransmitido por la RAI para millones de personas en todo el mundo, de pop-rock, como el Festival de San Remo (Italia), o en festivales de nuevas músicas como el Wimad de Atenas, entre otros.

En 2014, Hevia se trasladó con su familia (su mujer y sus dos hijas) a vivir a Santo Domingo, y ahí empezó el viaje personal que ha hecho posible que, este año, volvamos a verlo en el mercado, porque Hevia ha sacado disco a mediados del mes de abril: Al son del indianu. Ya os adelanto que el sonido os va a sorprender:

 

Contaba hace poco en una entrevista para Europa Press que «Es un disco-libro en el que cuento una historia de tres años y medio de un gaitero en el Caribe.» Y es que eso, amigos, es un indiano: un emigrante que se fue a América y tornó rico, algo muy enraizado en la cultura del norte de España, donde las casonas indianas son todavía admiradas (aunque, en muchas ocasiones, no tan cuidadas, lamentablemente).

Su nuevo álbum está disponible para comprar online y también en iTunes, Spotify, Apple Music y Google Play, todo ello accesible desde su página web. Para que luego digan que las nuevas tecnologías están reñidas con la tradición.