Echando un ojo muy general a su carrera, uno puede preguntarse cómo es posible que con (bastante) menos de medio centenar de créditos en casi treinta años interpretando, alguien pueda llegar a gozar de la fama y el renombre que tiene Catherine Zeta-Jones, a quien muchos retenemos en nuestra memoria después de que interpretara a Elena en La máscara del Zorro junto a Antonio Banderas y Anthony Hopkins, en 1998.
Aunque, en realidad, su debut había sido unos años atrás, en 1990, cuando con 21 añines metiéndose por todo lo alto en el papel de Scheherezade, en la producción francesa de Las mil y una noches.
Desde ese momento y hasta que, en 2000, se casara con Michael Douglas, pudo añadir a su haber títulos tan relevantes como The haunting (la guarida), La trampa o Traffic. En 2000, la noticia de su boda con el veterano actor dio, como no se podía esperar menos, la vuelta al globo, coleccionando apuestas en torno a cuánto duraría tan «forzado» matrimonio, porque al parecer cuando dos personas tienen una diferencia de edad importante solo un oscuro motivo puede empujar ese amor… Pero ahí están, después de 22 años, casados y relucientes.
En realidad lo que descoloca de la carrera de Zeta-Jones es que casi parece que de una belleza joven y exuberante se espera verla siempre en papeles… Pues eso, de exuberante joven (hasta que se acaben ambas cosas: juventud y exuberancia) y Catherine ha sabido mantenerse en un movimiento perpetuo de papeles serios, como el de Velma Kelly en la magnífica Chicago (2002), Amelia Warren en La terminal (2004), Kate en Sin reservas (2007) o, por supuesto, Cathleen en La trama (2013).
El mismo año de La trama (2013) apareció también en RED 2 y en Efectos secundarios. Tras ello, tuvo tres años de parón para reaparecer en 2016 en Dad’s Army: el pelotón rechazado y en 2017 se convirtió en uno de los personajes recurrentes (6 episodios de 8) de la serie Feud, junto a las ENORMES Jessica Lange y Susan Sarandon. Una serie antológica, creada para FX y centrada en su primera temporada en los pleitos entre Joan Crawford y Bette Davis durante el rodaje de ¿Qué le pasa a Baby Jane? Catherine interpreta a Olivia de Havilland, amiga de Davis.
Si existe un extremo diametralmente opuesto al papel de exuberante joven, es el de Olivia de Havilland, sin duda.
Poco después sorprendió a muchos la noticia de que Zeta-Jones participaría, junto al actor Idris Elba y al exfutbolista uruguayo Forlán, en la gala de los premios The Best, organizada por la FIFA en Londres, para entregar el premio al mejor gol del año. De hecho, su participación fue un secreto hasta casi el último momento, y todos los medios se hicieron eco de su aparición. Os propongo un juego: buscad los titulares de esa noticia, y cada vez que leáis la palabra «irreconocible», ¡chupito!
Al día siguiente no se habló de otra cosa. Pareció pasar bastante desapercibido quién se llevó el premio que Zeta-Jones entregaba (por cierto, fue Olivier Giroud), porque la noticia giró en torno a si la actriz se había operado o era un efecto del maquillaje. Que, como todo el mundo sabe, es lo verdaderamente importante en una gala deportiva: saber si la presentadora se ha operado la cara y por eso está irreconocible… ¡Ops! ¡Chupito!
Como fuera, Feud resultó ser su puerta de entrada al streaming, y desde entonces ha elegido para seguir en boga un par de papeles tranquilos a la par que interesantes, muy en su línea:
Primero protagonizó para Facebook Watch la serie Queen America, en la que interpreta a Vicky Ellis, una coach de modelos que tiene que entrenar a un desastre con patas para ser Miss América. En 2021 participó con un recurrente en un buen puñado de episodios de Prodigal Son, en el papel de la Dra. Vivian Capshaw.
Y, por supuesto, a casi se le escapa a estas alturas que acaba de aparecer en Netflix en la nueva serie de la familia Addams: Miércoles, donde no tenemos a la Moriticia más joven aunque apostaría a que sí la más exuberante, absolutamente brillante en su papel junto al Gómez de Luis Guzmán.