Aún nos estábamos recuperando de la revolución Sensación de vivir en unos coloridos ’90 que amanecían, y el productor ejecutivo Aaron Spelling nos trajo algo nuevo (que, en realidad, era más de lo mismo): Melrose Place (que no dejaba de ser una dirección, como Beverly Hills 90210, los veo poco innovadores, ahí).
Estrellas (¿estrellas?) como Thomas Calabro, Doug Savant, Marcia Cross, Grant Show, Daphne Zuniga (que no olvidemos que era la prota femenina de Spaceballs) pasaron por este culebrón adolescente o, directamente, surgieron de él. Aunque también otros se alzaron a lo más alto y luego cayeron en el olvido, incluso aunque fueran protagonistas (hablamos hace unos días de Andrew Shue, que interpretaba a Billy). Pero, muy probablemente, en pocos miembros del elenco se vio tan clarísimamente un futuro en las teleseries como en nuestra prota de hoy: Courtney Thorne-Smith, la actriz que daba vida a Allison Parker.
Allison Parker y Billy Campbell (el personaje interpretado Andrew Shue) formaban pareja en la ficción y, como suele suceder con estas cosas, la emoción fanática se disparó cuando comenzó a aparecer en las revistas del corazón que también mantenían una relación en la vida real (aunque en 1994 Shue contrajo matrimonio con otra mujer).
Ambos formaban parte del reparto original en su estreno, en 1992, aunque Courtney (Allison) dejó la serie en 1997, un par de años antes de que dejara de emitirse, para embarcarse en otro proyecto, mucho más innovador (televisivamente hablando) y más acorde al milenio que estaba por estrenarse: Ally McBeal.
Abandonó a Spelling por el otro gran nombre de las series noventeras (David E. Kelley) y se incorporó a una de las series, junto con Friends, más recordadas de finales del siglo pasado (y principios de este). Courtney interpretó en Ally McBeal a Georgia Thomas en casi 70 episodios (de los 112 que tuvo la serie en sus cinco temporadas), desde 1997 hasta 2002. Y se erigió, si no como una estrella de la televisión, sí como una apuesta segura para las teleseries, porque desde entonces le contamos cuatro títulos (casi literalmente hablando), todos largos y bien establecidos, y todos para la televisión.
Aún no había hecho su última aparición en Ally McBeal cuando hizo pareja con Jim Belushi para El mundo según Jim, una sitcom centrada en «un macho común, su amada esposa y sus tres precoces hijos». Esta serie de la ABC y emitida en Disney Channel estuvo en antena durante ocho años (2001-2009) y sumó casi 200 episodios.
Tan pronto terminó El mundo según Jim, Thorne-Smith se incorporó a Dos hombres y medio (de Chuck Lorre, otra eminencia del entretenimiento en tv.) con el personaje recurrente de Lyndsey Mckelroy. Cabe destacar que solo un año después de su llegada (en 2010) se produjo el cambio de Charlie Sheen por Ashton Kutcher.
Fueron cinco años y más de cincuenta episodios en el estoico papel de Lindsay, el «ligue» de Alan Harper (Jon Cryer), y se mantuvo hasta el final de la serie (su última aparición fue en el antepenúltimo episodio, No le des una pistola a un mono).
Desde entonces, ha participado como estrella invitada en un par de series de tirón (Robot Chicken, Recién llegados, Mom) pero, sobre todo, ha protagonizado su propia miniserie: Los misterios de Emma Fielding. Tres películas para televisión (repartidas en tres años entre 2017 y 2019) en los que interpreta a la arqueóloga y detective Emma Fielding, que resuelve asesinatos con la ayuda de Jim Connor (James Tupper), agente del FBI.