¿Qué fue de Liberto Rabal?

Yo os voy a decir la verdad: ya sé que este chico en los ’90 era un crack terrible, que trabajó con Almodóvar en un icono del cine patrio como es Carne Trémula.

Y que hasta estuvo nominado a un Goya a mejor actor en el ’96 por Tranvía a la Malvarrosa. Pero yo, si me acuerdo de él, es porque quede hasta la coronilla de verlo en la carpeta de mi prima.

Nunca hemos compartido gustos, la verdad.

Total que, nacido en Roma en el ’75, y nieto del consagrado Paco Rabal y de Asunción Balaguer, su carrera prometía ser arrolladora, pero después de Mare largo, del ’98, algo cambió. ¿Qué fue de Liberto?

Hay quien dice que meterse con Ana Obregón y Antonio Resines en A las once en casa como Lobo debería haber mantenido su popularidad en ascenso. Mi opinión es que, por entonces, eran muy pocos los actores que pudieran dedicarse indistintamente a cine y series sin sufrir por ello (entre ellos, Resines), ya que las series era territorio de «actores de segunda». En resumen: creo que Liberto no tenía aún suficiente bagaje como para que su popularidad no se resintiera al verse «relegado a series». Estuvo solo en 8 episodios de la segunda temporada.

Carteles como Tangos robados, Las noches de Constantinopla o ¡Soy un pelele!, en los años siguientes, no fueron suficientes para volver a alzarlo al podio.

A principios de los 2000 se animó a dirigir y, después de un corto (Las noches vacías) lanzó Síndrome, su primer largometraje, dirigido por él y escrito junto a su pareja (ahora mujer), Adriana Davidova.

Os voy a decir la verdad: no la he visto. Ni creo que lo vaya a ver, así que no emitiré opinión sobre él, pero reza su sinopsis que Víctor, tras enterarse de que tiene un cáncer en el cerebro y que le quedan unos meses de vida, secuestra a su exnovia, Ana, que es drogadicta y tiene una relación incestuosa con su hermano, para demostrarle que la vida podría ser peor.

Un respeto a lo que vais a ver, que lleva 13 años colgado en YouTube:

Liberto, por este trabajo, ganó un YoGa a peor nuevo director. Los premios anti-Goya.

En 2009 aterrizó en la, por entonces, relativamente joven Amar es para siempre (que luego hablamos de Cuéntame cómo pasó, pero telita lo de este culebrón, que se lleva emitiendo desde 2005…). Allí fue Adolfo Carmona, pero pronto (solo fueron 21 episodios) cambió de tercio y se fue con el papel de Tony a Arrayán, en Canal Sur. Una serie de gran éxito entre la audiencia que se emitía diariamente en la que Liberto participó en más de 15o episodios.

Imagen de ‘Amar es para siempre’

En 2015 concedía una entrevista al periódico El Mundo, en la que declaraba que «los problemas económicos» ya estaban «superados» (refiriéndose, seguramente, a la situación precaria vivida de la que había hablado tiempo atrás en Salsa rosa). También habló de la obra de teatro que había estrenado junto a su abuela, Asunción Balaguer: Una vida robada.

Pero además, entrevistamos a Liberto Rabal y Asunción Balaguer, en el Teatro Fernán Gómez con ‘Una vida robada’. pic.twitter.com/XFMRYbBkty

— La observadora (@observadora_rne) February 23, 2014

Aún casado con el amor de su vida, Davidova, juntos se han embarcado de nuevo en otro proyecto: Jump. Un drama en el que un hombre muere y le deja a su mujer y a su hijo una especie de carta de despedida en forma de vídeo con un «mensaje secreto para la vida».

En esta película, los tres actores son los tres miembros de (esta) familia Rabal: Liberto es el padre, Adriana la madre y el papel del hijo lo interpreta Daniel Rabal Davidov, hijo de ambos, que empieza a hacer sus incursiones en el cine.

JUMP Liberto Rabal y Adriana Davidova TRAILER from Girona Film Festival on Vimeo.

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