Hoy vamos a ver qué fue de Arnold, otro día veremos qué fue de Webster, y ya si queda tiempo otro día nos metemos a mirar qué carajo les dio a las buenas gentes de la NBC con hacer series de niños negros adoptados por ricos blancos en los ’80.
Pero a lo que vamos: hablemos hoy de Arnold (Diff’rent Strokes). Esta serie versaba sobre un millonario blanco que tenía una hija angelical de rizos rubios y que adoptaba a dos niños negros, interpretados por Gary Coleman y Todd Bridges.
Mucha gente (seguro que vosotros lo habéis oído también) decía que Arnold no era en realidad un niño, sino «un enano». Y esto no es cierto, en realidad:
Gary, que era hijo de una persona sin hogar y fue adoptado por la enfermera que lo atendió en el hospital a los pocos días de su nacimiento, vino al mundo en febrero del ’68, y tenía 10 años cuando interpretó a Arnold. Su corta estatura se debía a un grave problema renal congénito.
La serie dejó de emitirse en 1986, tras casi 200 episodios, y entre medias Gary recibió dos trasplantes de riñón. Su salud, antes y después de la operación, siempre fue un asunto muy delicado.
Tras dejar la serie de la NBC, Coleman no volvió a tener un papel protagonista, y, a pesar de que nunca fue un secreto que Gary, encasillado como un «viejo atrapado en el cuerpo de un niño», siempre tuvo serios problemas para controlar su agresividad, de algún modo consiguió mantenerse como uno de los actores más queridos del gremio e hizo cameos en innumerables producciones, en al menos la mitad de ellas interpretándose a sí mismo.
Ben Stiller, por ejemplo, y los hermanos Wayans contaron con él para sus respectivos shows en los ’90, y también apareció con pequeños papeles en algunas series, como Martin (de Martin Lawrence) o Infelices para siempre.
Aunque tal vez el cameo más tierno fue el que protagonizó con Will Smith en El príncipe de Bel-Air, donde fue Arnold Jackson una vez más.
También llama la atención que en Matrimonio con hijos interpretó a dos personajes diferentes (en dos años distintos, ’94 y ’96), y bueno, a los frikis esto os va a encantar (tanto como me encantó a mí): puso voz a un personaje de La maldición de Monkey Island. Era Kenny Falmouth.
Metidos en los 2000, participó en algunos episodios de Los Simpson que seguro recordáis.
A lo largo de esa década sumó a su haber algunas películas, como la versión de Cuento de Navidad que protagonizaba Tori Spelling, en la que William Shatner era el fantasma de las navidades presentes y Gary Coleman era el fantasma de las navidades pasadas.
En 2006, durante el rodaje de Church Ball, conoció a la que poco después se convertiría en su mujer, Shannon Price, de quien se divorciaría casi tan rápido como se habían casado, juicio mediante por abuso doméstico.
Sometimes I STILL find it impossible to believe that the Gary Coleman/Shannon Price marriage didn’t work out. pic.twitter.com/kHANMD194m
— mike sacks (@michaelbsacks) 17 de octubre de 2017
En 2009, protagonizó la que sería su última película: una cruda comedia independiente, Midgets Vs. Mascotas, en la que 10 personas compiten en un… disparatado concurso para ganar 1 millón de dólares.
Ese mismo año, la salud de Coleman empeoró severamente:
En otoño sufrió una neumonía que se complicó al punto de necesitar cirugía cardíaca, y en febrero del año siguiente sufrió un ataque al corazón durante una actuación. Tres meses después, en mayo, sufrió un hematoma epidural a causa de una caída en su casa, que resultó finalmente en una hemorragia cerebral. El día 28 de mayor, el mundo decía adiós al eterno Arnold.