En los ’80, las cosas como son, había mucha genialidad guionística, pero que brillaba por su ausencia en cuanto a roles femeninos se refería. Y mis adorados Goonies no eran una excepción… En casi cualquier película podías encontrar DOS personajes femeninos bien identificados: la guapa y la amiga. Pues, en Los Goonies, Stef (Martha Plimpton) era la amiga.
De esta percepción tengo pruebas. Versión asturiana de Terapia de grupo. Minuto 3:04. «Sálvalos, son Charrán y La fea». Nada que añadir, señoría. Bueno sí, que veáis el vídeo entero si tenéis cuatro minutos, que es para partirse el ojal.
Martha nació en 1970 y comenzó su carrera en televisión con sólo 11 años. En el ’84 protagonizó La barca del infierno, junto a Tommy Lee Jones, y el año siguiente llegaron Los Goonies, de manera que llevaba sólo 4 años de carrera interpretativa cuando pegó el gran petardazo de la mano de Spielberg, al interpretar a Stef, la amiga de Andy (la guapa, que tenía un medio lío con el guapo, que era Brand) y que según se desarrollaba la peli iba convirtiendo su relación de odio con Bocazas en una relación de amor-odio-amor (por cierto, pa’ flipar lo que fue de Bocazas). ¿Qué hizo después?
Bueno, desde luego no se puede decir de Martha que haya tenido una carrera meteórica ni que haya sido una gran estrella, pero sí que ha sido una trabajadora incansable. En los años siguientes apareció en cartel en películas protagonizadas por algunos de los grandes de Hollywood, como La costa de los mosquitos, Running on empty o Dulce hogar… ¡A veces!, con Steve Martin, Rick Moranis y un jovencísimo Keanu Reeves.
A partir de 1990, su protagonismo fue decreciendo, aunque continuó apareciendo con pequeños papeles en películas, cortos y varias series. En el ’99 le dieron el papel para interpretar a Meg Corwin en cuatro capítulos de la exitosa Urgencias, y a partir de ahí se la pudo ver haciendo cameos en multitud de series, como Ley y orden, Siete en el paraíso, Anatomía de Grey, Medium o Fringe.
Así con la tontería, nos plantamos ya en 2009, y es cuando a Martha le ofrecen de nuevo papeles un poco más largos (5 y 6 episodios) en las series Buscarse la vida en América y The good wife, pero es, ¡por fin! en 2010 donde vuelve a ser protagonista en Hope, interpretando a Virginia Chance, madre de un chaval que se convierte en padre por accidente y que tiene que hacerse cargo de su bebé, Hope, mientras la madre está en la cárcel. La serie, que terminó en 2014 tras 88 episodios, es pura comedia y ternura a partes iguales.
Después de un par de capítulos en Younger, es otra vez personaje principal en The real O’Neals, en la piel de Eileen O’Neal, de la que se han emitido 29 episodios.
Parece claro que Martha es, definitivamente, carne de sitcom. Y oye, nada que objetar, porque lo hace maravillosamente. De hecho de sus dones para la comedia hace alarde en su twitter, donde podemos ver que Martha presume de un gran sentido del humor. Casi todas sus publicaciones son tan sarcásticas y ácidas como sus mejores personajes. Y, como plus, 9 de cada 10 son para meterse con Trump o con el Gobierno de los USA en general. No tiene desperdicio.
— Martha Plimpton (@MarthaPlimpton) 6 de junio de 2017
Me on a daily basis living with this schmuck & his criminal administration & our grotesque Congress: pic.twitter.com/NJjNUo00Jh
— Martha Plimpton (@MarthaPlimpton) 1 de julio de 2017
Annamariamartinez, acojonante que no eliminen tu ¿comentario? Aprovechar un blog para hacerte publicidad, y encima sin tener ni idea de cómo expresarte, es para quedarse de una pieza. Impresentable. Lárgate fuera de los foros.
11 agosto 2017 | 12:03 pm