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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Archivo de septiembre, 2016

#Unoalmes La mujer del reloj

Se acaba septiembre y no había publicado aún mi #Unoalmes.

La verdad es que entre agosto y la primera mitad de septiembre creo que, saliéndome de la línea habitual del blog, he hablado de algo así como trece libros, así que era difícil decidirse por uno de ellos.

Haciendo cuentas veo que dos de los que he citado en verano ya fueron mi #Unoalmes: Sumisión de Houllebecq en julio y Desorden de Solana en agosto.

Eso me hacía un poco más fácil la decisión.

Así que finalmente he elegido La mujer del reloj. Un libro del que he hablado hace tan solo quince días, una novela histórica que, además, es un thriller, una novela de intriga que nos reserva una enorme sorpresa para el final, como debe ser. Una novela que nos hace vivir en la Llanada Alavesa de comienzos del siglo XIX y luego en los valles del norte de la provincia para trasladarse al Madrid de José Bonaparte, al Cádiz de la Pepa, a la isla prisión de Cabrera o a la guerrilla contra las tropas napoleónicas y la batalla de Vitoria.

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El autor en la contraportada del libro

No conozco al autor, Álvaro Arbina, aunque seamos de la misma ciudad él es unos cuarenta años más joven, pero por esas maravillas de la técnica hemos tenido en estos últimos días cierto contacto por las redes sociales. Además de un buen escritor, que ya sé que lo es porque he leído su obra, y un arquitecto de formación, como puede verse en la solapa del libro, me lo imagino como una buena persona. Eso para mí es muy importante.

Como ya he dicho varias veces, La mujer del reloj es un libro muy recomendable.

A mí me encantó.

La Radio on Line certificará su audiencia

Hace unos días saltaba una noticia sorprendente (para algunos): Facebook infló durante dos años el tiempo de visionado de sus vídeos. El fraude ¿o lo llamamos simplemente error? podría llegar en algunos casos hasta el 80%. Quienes detectaron el error dicen que no ha tenido influencia en la facturación publicitaria. ¿Nos lo creemos?

Estas cosas pasan cuando la propia empresa analizada es la que analiza y proporciona los datos al mercado. Desgraciadamente en el mundo digital ha sido una práctica mucho más habitual de lo que nos gustaría.

Hace ya más de cien años, a principios del siglo pasado, ya se detectó ese problema y esa fue la razón por la que surgieron las ABC (Audit Bureau of Circulation) en los países anglosajones, que en algunos europeos, entre ellos España, surgieron casi medio siglo después (pero hace ya más de cincuenta años) como OJD (Oficina de Justificación de la Difusión). Si un tercero externo, utilizando técnicas admitidas por el mercado, comprueba que las cifras ofrecidas son las reales la credibilidad aumenta.

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Cada vez se escucha más la Radio desde el Móvil

Un paréntesis (es curioso que una de las voces más críticas, con la situación de Facebook, desde el lado publicitario sea Martin Sorrell, CEO de WPP el mayor grupo mundial comprador de publicidad, que ofrece para solucionar el problema los oficios de ComScore, una empresa en la que tiene participación mayoritaria. En mi opinión si el vendedor no debe ser juez y parte, el comprador tampoco debería serlo).

Pues bien, en España hemos recibido casi en los mismos días una buena noticia: AERO, la Asociación Española de la Radio on Line, va a certificar las audiencias de Radio on Line. Las radios y los podcasters españoles pueden solicitar esa certificación antes del día 30 de octubre. En el mes de diciembre la asociación publicará su primer Directorio de la Radio Online AERO Certificada en España.

No diría que la Radio on Line es la gran desconocida de nuestro mercado pero sí que no es suficientemente conocida. Ya en el año 2012 la AIMC publicó un estudio en el que se constataba que nada menos que 11 millones de españoles escuchaban la Radio por Internet. Esa cifra no ha dejado de crecer desde entonces. Pero eso no hizo que la Radio ocupara un lugar mejor en la mente de la gente, y en especial de los planificadores de medios. El estudio de inversión en medios digitales de la IAB nos decía que en 2015 la inversión en Audio on Line era de tan sólo 4,6 millones de euros, un 0,4% de la inversión digital total. Podría discutirse esa cifra (en los estudios Vigía y Zenthinela ese porcentaje se sitúa en el entorno del 5, pero esta cifra también se discute) pero la discusión no nos llevaría a cifras significativamente mayores.

Las propias empresas de Radio, me refiero aquí a las de toda la vida, no parecen haber valorado hasta ahora las posibilidades que tiene la emisión on line, que en general comercializan conjuntamente con la audiencia de la radio tradicional, sin darle un valor especial ni recalcar su importancia de cara al futuro. Como he dicho muchas veces lo que se regala al comprar otra cosa no tiene valor cuando, luego, se quiere vender por separado.

Espero que este nuevo paso de la certificación de las audiencias sea importante para el crecimiento de las empresas de Radio, incluídas las que no son sólo on line.

La nueva televisión

La televisión ya no es lo que era.

Con el nuevo curso se consolidan las ofertas de las operadoras de telecomunicaciones; las nuevas cadenas, producto de las recientes  concesiones consiguen poco a poco su audiencia; tendremos por aquí a Netflix, HBO y Hulu; el Video on Demand parece crecer con fuerza; el televisor ya no es el único dispositivo en que se ve y el espectador puede elegir en cada momento lo que quiere ver entre una oferta casi infinita.

La oferta de televisión sigue multiplicándose

La oferta de televisión sigue multiplicándose

A cambio la cadena líder de audiencia puede quedarse en un 12% de share; entre las tres primeras no llegar a un 35 (y a un 31% si nos referimos a las tres primeras cadenas comerciales) y el programa más visto del mes puede no alcanzar los tres millones de espectadores, si excluimos las retransmisiones de fútbol.

Todo eso a pesar de que el consumo de televisión, que cae ligeramente en los últimos años, se mantiene en las proximidades de las cuatro horas por persona y día.

Además, cuando vemos la televisión, nuestra atención se comparte muchas veces entre varias pantallas, a veces para redoblar el impacto (cuando comentamos o interactuamos con lo que aparece en el televisor) pero muchas otras veces para hacer cosas diferentes.

¿Qué implicaciones tiene todo esto para el mercado publicitario?

La televisión no tiene, por el momento, sustituto a la hora de congregar audiencias masivas. La fragmentación es aún mucho mayor en Internet. La publicidad personalizada que viene de la mano del big data tiene un futuro esplendoroso si consigue resolver todas sus cuestiones previas (la calidad de las bases de datos no es la menor) pero seguirá sin resolver las principales necesidades de las campañas publicitarias, como la generación de grandes coberturas, necesaria casi siempre pero en especial en los lanzamientos de productos.

Recientemente P&G atribuyó la caída en sus ventas a la excesiva apuesta por digital y se planteó dar de nuevo más peso a los medios masivos.

Tenemos un problema y, como siempre, la solución no es fácil pero pasa por encontrar la adecuada combinación de medios.

 

(*) Este artículo se publicó en el número de septiembre de la revista IPMark.

La inversión publicitaria crece con fuerza en el mundo

Cuando en el mes de junio el Reino Unido votó su salida de la Unión Europea muchos pensamos que esa medida, el Brexit, tendría, entre otros muchos efectos, una repercusión negativa en la inversión publicitaria. En el Reino Unido y en el mundo.

Cameron dimitió tras el referendum

Cameron dimitió tras el referendum

Todavía es muy pronto para que se noten todos los efectos pero de momento no está siendo así.

España lleva ya más de trescientos días sin gobierno. Hay quien dice que eso es muy malo para la economía; y si fuera así la inversión publicitaria se resentiría. Por el momento la economía española va bien y la inversión publicitaria crece con fuerza. No sé lo que pasaría si esta situación de provisionalidad y gobierno en funciones se prolongara mucho más tiempo. Pero hasta ahora las cosas no van mal.

La inversión publicitaria en el mundo está atravesando un buen año. Los Juegos Olímpicos han ayudado; la campaña presidencial en Estados Unidos también. Incluso nos dicen, en el informe que presentó hace unos días el grupo ZenithOptimedia que ha venido bien la campaña electoral en un país tan periférico como puede parecernos Filipinas.

La inversión crece a un ritmo algo mayor que el esperado y las previsiones para 2017 también son buenas.

Pero la evolución no es igual para todos los medios. El papel sigue su caída; la Televisión aguanta con firmeza y el gran trinfador es el Móvil. En España aún tendremos que esperar para ver el despegue del Móvil. Que se producirá. Sin duda.

El zapping disminuye

Hace unos días mis amigos de Barlovento publicaron un interesante informe, que ha tenido una importante repercusión en los medios.

El zapping dejó de ser noticia; últimamente se hablaba muy poco de ese tema. Supongo que se daba por hecho que ese era un tema que estaba ahí y que no habría variado en los últimos años.

Pero no es así. Según el informe de Barlovento (basado en datos de Kantar Media) el número de cambios de canal ha disminuido drásticamente: ha pasado de 21 al día en el año 2009 a 12 en la actualidad.

Robert Adler, inventor del mando a distancia (y, con él, del zapping)

Robert Adler, inventor del mando a distancia (y, con él, del zapping)

¿A qué se debe esta disminución?

Barlovento presenta los hechos pero no entra en los motivos. Voy a intentarlo yo. Estas podrían ser algunas de las explicaciones:

1.- En estos últimos años la oferta audiovisual ha aumentado de manera exponencial. Podría ser que cada espectador (o un número cada vez más elevado de espectadores) tiene claro que está viendo lo que quiere ver y por tanto no necesita cambiar de canal para buscar alternativas. Puede explicar una pequeña parte de la reducción.

2.- Los bloques publicitarios de tamaño descomunal (más de 30 spots consecutivos) que hace unos años eran habituales ahora son mucho menos frecuentes. Además hay un número elevado de bloques que van precedidos por un aviso de su duración aproximada. Puede que quienes huyen de la publicidad se limiten a un cambio y vuelvan cuando ha transcurrido el tiempo marcado. Puede ser. Y aquí habría otra parte de la explicación.

3.- En 2009 todavía había publicidad en TVE. Ahora los espectadores de sus cadenas (desgraciadamente muchos menos desde entonces) seguramente harán menos zapping. Explicaría otra parte.

4.- Cada vez son más las personas que simultanean su visionado de televisión con otros dispositivos. Lo relevante no es si el televisor es la primera o la segunda pantalla en este caso. Si la atención está repartida, cuando llegan los bloques de publicidad se concentrará más en el otro dispositivo. El televisor queda ya claramente como segunda pantalla y no hace falta cambiar de canal. Seguro que aquí hay una parte mayor de la explicación.

y 5.- En la misma línea que la anterior: cada vez hay más programas, ya casi todos, que buscan la interacción con los espectadores en una segunda pantalla mediante la introducción de hastags. Si estás dialogando sobre el programa, a través de Twitter, WhatsApp, Facebook, Snapchat o cualquier otra red, la probabilidad de que te vayas a otra cadena disminuye.

Estas dos últimas explicaciones eran las que encontrábamos en Zenith cuando, hace algo más de un año, realizamos el estudio sobre el fenómeno multipantalla.

Que disminuya el número de cambios de canal es una buena noticia para las cadenas (¿y para los publicitarios?). Que se deba a una dispersión de la atención no sé si será tan bueno.

Revolución en Exterior

Ayer estuve en la presentación de Clear Channel.

Fue todo un éxito. Eduardo Ballesteros, el Director General, nos contó al final del acto que habíamos sido más de 600 personas las congregadas en el Teatro Real. Y eso, una mañana de un día de trabajo, no es fácil de conseguir.

Algo está pasando en Exterior. La resolución en los últimos meses de importantes concursos (quizá el más llamativo el del mobiliario urbano de Madrid, pero no es el único) supone un cambio notable en el panorama del medio.

Por otro lado la digitalización, presente en Exterior desde hace varios años, va tomando cada vez más fuerza.

Ya he hablado aquí en otras ocasiones de las bondades del medio, que aporta modernidad a las ciudades y que se está convirtiendo en el refugio de los anunciantes que buscan cobertura. La hiperfragmentación de la audiencia de Televisión está acabando con una de las mayores fortalezas de ese medio.

Exterior se consolida así como el gran medio alternativo si se quiere conseguir cobertura, a la vez que con la digitalización incorpora cada vez más las posibilidades de utilizar comunicaciones diferentes en los diferentes soportes o incluso en diferentes momentos. Se podría ver ahí una cierta contradicción: más cobertura pero frgmentando desde el mensaje. Pero en esto nadie hace hincapié.

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William Accleshare durante su presentación

En la presentación en el Teatro Real William Eccleshare, CEO de Clear Channel International, destacó la importancia creciente de las ciudades (donde se concentra la mayor parte del patrimonio de Exterior) y la capacidad del medio para llegar a los consumidores en el momento adecuado (servir de entretenimiento en el atasco, o durante la espera del autobús o el Metro) sin interrumpir otras actividades.

Clear Channel está instalando 300 mupis (columnas informativas) digitales en las calles de Madrid que empezarán a comercializarse en los próximos meses.

A lo largo de la presentación se destacaron las posibilidades de personalización del medio, en especial en su combinación con Móvil.

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Recientemente Callao City Lights anunciaba la instalación en el centro de Madrid de la mayor pantalla vertical de Europa.

Tras la compra de Cemusa, el gigante francés JCDecaux está experimentando fuertes cambios. La pérdida de alguna de sus exclusivas más clásicas seguro que va a actuar como revulsivo para una empresa que no puede permitirse dejar de ser líder en nuestro mercado.

Exterior sigue siendo un medio cargado de posibilidades y con un gran potencial de crecimiento. En la presentación de Clear Channel se destacó que, a nivel internacional, el crecimiento de la inversión en el medio duplica el crecimiento de la Televisión. Esto no ocurre en España.

¿Puede ser esta la gran oportunidad?

Mis lecturas de verano: La mujer del reloj

No sé si en los últimos años hay un boom de escritores alaveses o si esto ocurre en todos los sitios, por las posibilidades de autoedición o por lo que sea, y yo sólo veo el de mi tierra gracias a mis hermanas.

El caso es que cuando este verano mis hermanas vinieron a La Ribera me trajeron como regalo La mujer del reloj, de Álvaro Arbina.

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El autor en la contraportada del libro

Álvaro Arbina es muy joven; nació en 1990. Cuando publicó esta novela de casi 700 páginas tenía 24 años…y ya era arquitecto. El ejemplar que he leído yo correspondía a la quinta edición y está publicado por la editorial B, del Grupo Zeta. O sea que no se trata de autoedición, ni de un fenómeno meramente local.

Y no lo es.

La mujer del reloj es una novela de ambiente histórico, con una trama casi policiaca, con un malvado de libro, el general francés Louis Le Duc que nos llevará a un sorprendente final y un protagonista, Julián de Aldecoa Giesler (no sé si hay algo de homenaje a nuestro paisano Ignacio Aldecoa, con ese apellido) nacido en una pequeña aldea de la Llanada Alavesa que, tras el asesinato de su padre se ve arrastrado a una larga travesía a lo largo de toda España.

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Las cuatro torres de Vitoria entre la niebla

La historia transcurre durante la invasión francesa y la Guerra de la Independencia, entre los años 1808 y 1813. Le Duc, un joven que se ha enriquecido rápidamente y ha alcanzado el grado de General por sus actuaciones como proveedor de los ejércitos de Napoleón, tiene ahora la misión de desmontar una conspiración, la de la Orden de los Dos Caminos, que tiene ramificaciones por toda Europa pero reúne en España a sus principales dirigentes.

El transcurso de la acción nos lleva, desde la Llanada y las montañas alavesas a otros variados escenarios en los que se desarrolla la historia de la España del momento: la Vitoria tomada por las tropas francesas, el Madrid de José Bonaparte, Cádiz y los debates de la Constitución de 1812, la isla prisión de Cabrera (un episodio que yo desconocía), la guerra de guerrillas, de la que en algún momento Julián es protagonista, y la batalla de Vitoria, una de las últimas que decidieron la guerra.

La novela mantiene en todo momento el interés y la intriga, se lee con gusto, describe una época decisiva de nuestra historia de una manera muy creíble y, por supuesto, no falta la sorpresa final que da un giro inesperado a las historias personales de los protagonistas.

Merece la pena leerla.

Mis lecturas de verano: La espantosa intimidad de Maxwell Sim

Hace ya unos cuantos años, allá por 2003, había leído una novela de Jonathan Coe, El club de los canallas: recuerdo que me gustó, pero tampoco dejó eso que se llama  un recuerdo imborrable.

Al principio de este verano recibí un mensaje en Facebook:

Me está encantando Eduardo Madinaveitia … Me permito recomendártelo.

Lo enviaba Raúl Devia y se refería a otro libro de Jonathan Coe. Raúl es un colega; es matemático como yo y se dedica a la investigación de medios como yo. No sé si hemos hablado muchas veces en persona; recuerdo el AEDEMO de Sevilla del año pasado en el que hicimos un grupo divertido y lo pasamos muy bien, y pocas ocasiones más pero me da la impresión (y creo que a él también) de que tenemos el mismo tipo de gustos literarios. Que te pase esto con una persona admirable como Raúl, que además tiene 26 años menos que tú (sí; como Facebook es muy indiscreto también he visto este verano que acaba de cumplir ¡40 años!) es toda una alegría.

El caso es que cuando leí ese mensaje yo ya estaba en la playa; en el pueblo sólo hay una librería, una fabulosa librería que haría las delicias de Dani Solana, el autor de Desorden. Así que pensé: cuando vayamos a ver a Melita lo compro en la FNAC de la Nueva Condomina. Pero el día que fuimos, la librera (debería decir la dependienta; no era nadie sin su ordenador) puso cara de póker y me confesó que no tenía ese libro. Me lo podía pedir…pero yo no volvería por allí hasta ¡Dios sabe cuándo!

Así que, unos días después me fui a Tahiche, la librería del pueblo, a ver si lo encontraba. Tampoco estaba pero el librero me dijo que lo pedía al distribuidor y en un par de días lo tenía. Y así fue.

Ha sido una de mis últimas lecturas del verano, ya en los comienzos de septiembre.

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Y sí. Está claro que los gustos de Raúl no son muy diferentes de los míos: La espantosa (The terrible en inglés) intimidad de Maxwell Sim me ha gustado mucho. Es una buena foto de esta época de desconcierto en la que no es raro quedarse en paro porque hemos desviado la produción a China o Bangla Desh, en la que las identidades sexuales no están tan claras como parecían estarlo hace unas décadas, los matrimonios no siempre duran como los de antes y uno puede acabar no teniendo a nadie mejor con quien hablar que la voz del GPS del coche.

A Maxwell Sim, Max para los amigos (un nombre que me resulta muy familiar) le abandonó su mujer hace unos meses; a consecuencia, o a continuación, de eso ha tenido una depresión y se ha quedado sin trabajo. Tras un viaje a Australia para ver a su padre, con quien nunca ha congeniado, emprende una expedición comercial por Gran Bretaña para situar los cepillos de dientes ecológicos de su nuevo empleo en el punto más septentrional de las Islas Británicas.

Ahí, en su viaje al Norte, es cuando va perdiendo el norte, se enamora de la voz del GPS, se compara con su héroe juvenil, un navegante solitario que finge dar una vuelta al mundo, algo que, en estos tiempos en que todos estamos controlados, ya no sería posible.

En su viaje realiza varias visitas y encuentra un escrito con las razones de su padre; en Internet ve relatos en los que descubre las razones de su mujer.

Una novela cargada de humor y escepticismo, la novela de un perdedor muy actual, que vale la pena leer. Una novela a la que ni siquiera le falta el inesperado giro final que parece cambiarlo todo.

¡Gracias, Raúl!

Mis lecturas de verano: Lo que no te mata te hace más fuerte

Hace ya siete años leí con agrado la trilogía Millenium, de Stieg Larsson. Entonces todavía vivía mi madre, que leía más que yo (y más rápido) y con la que solía comentar las lecturas que compartíamos.

Cuando, tras la muerte del autor se desvelaron las intrigas familiares y las luchas entre su compañera y Larsson padre, tuve extrañas sensaciones. Y cuando, hace más o menos un año se anunció la publicación de una continuación de la saga (Lo que no te maya te hace más fuerte, escrita por David Lagercrantz) pensé que no lo leería y que, seguro, se trataba sólo de una operación comercial para prolongar un éxito que la muerte truncó tan inoportunamente.

Pero, no soy muy consecuente con mis propósitos. Creo que fue el Día del Libro, o cualquier otro momento en que me apeteció comprarme un libro y…ya lo tenía.

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Portada del libro

Vi que finalmente el padre y el hermano se habían hecho con el legado de Stieg y eran quienes habían encargado a Lagercrantz la continuación de la saga.

A finales de agosto lo empecé como una de mis últimas lecturas de verano.

Y, para mi sorpresa, volví a leerlo con agrado, en unas pocas sentadas (creo que tardé cuatro días en sus 650 páginas) y siempre interesado en las andanzas de Lisbeth Salander, las pesquisas de Mikael Blomkvist y los problemas financieros de la revista Millenium.

El nuevo autor ha conseguido reproducir con bastante precisión el estilo y el ritmo que convirtieron a Millenium en uno de los grandes sucesos editoriales de la anterior década.

El mundo hacker, en el que Salander es una figura destacada, sigue teniendo un papel clave, al que ahora se unen el espionaje industrial, el mundo de la inteligencia artificial y el de los infiltrados en grandes organizaciones estadounidenses. Tampoco faltan las intrigas familiares con otros miembros del clan de Lisbeth. Y, ¡cómo no! las mafias rusas.

Un libro que seguramente no pasará a la historia de la Literatura pero que sí se ha ganado un hueco en el mundo del entretenimiento.

Mis lecturas de verano: Eso no estaba en mi libro de Historia de España

Mi cuñado Joaquín, el que me acompaña en las Vueltas al Mar Menor, es un apasionado de la historia. De vez en cuando compartimos libros. Este verano me ha pasado Eso no estaba en mi libro de Historia de España, de Francisco García del Junco, profesor de la Universidad de Córdoba.

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Es uno de esos libros, ahora hay unos cuantos, que, desde el nacionalismo español, nos ayudan a descubrir algunas de esas páginas, siempre positivas, que no son suficientemente conocidas, especialmente por las generaciones algo más jóvenes que nosotros, que han estudiado con los planes de enseñanza más recientes.

El libro consta de trece capítulos y combina temas ya bastante conocidos con otros que no lo son tanto. El inicial, sobre Blas de Lezo y su defensa de Cartagena de Indias es el protagonista del primer capítulo. Creo que es uno de los más conocidos, sobre todo recientemente. El gran militar guipuzcoano ha sido objeto de varios libros en los últimos años y hasta tiene un monumento en plena Plaza de Colón de Madrid.

Creo que también es bastante conocida la expedición de Malaspina. RTVE le dedicó un magnífico documental que dio lugar a un también espléndido libro de su servicio de publicaciones. En cualquier caso nunca está de más recordar aquellas épocas en las que éramos líderes incluso en expediciones científicas.

En cambio yo no conocía la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, un episodio del final del siglo XVIII del que deberíamos sentirnos especialmente orgullosos. Un éxito científico y médico de increíble dificultad, con el grupo de niños portadores, en su sangre, de la vacuna recién inventada en Inglaterra. Veo que justo estos días se anuncia el estreno de 22 ángeles, una película para televisión sobre este tema que pronto se verá en RTVE.

Tampoco creo que sean muy conocidas las expediciones de Manuel Iradier por las selvas del golfo de Guinea. Salvo que, como en mi caso, uno sea de Vitoria, haya vivido a veinte metros de la calle Manuel Iradier y haya estudiado en el Instituto Ramiro de Maeztu (actual Parlamento Vasco) a pocos metros de la estatua del explorador. Además una tía mía, Herminia, era familia de Manuel Iradier.

Yo no conocía la expedición del jesuíta Pedro Páez que descubrió a principios del siglo XVII las fuentes del Nilo.

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Índice del libro

El libro incluye episodios menores, como la curiosa Paz de las Tres Vacas, las invasiones vikingas en la edad media o las pequeñas islas del Pacífico que seguirían siendo españolas al haber sido olvidadas en los tratados de cesión de 1898.

Hay algunos capítulos discutibles, como los dedicados a la defensa de las crueldades de la Inquisición, porque en otros países hubo tribunales similares e igual de crueles, o los dedicados a desmontar la Leyenda Negra (que creo ya sobradamente desmontada) con argumentos como que ningún país quiere conquistar territorios despoblados, que luego utiliza en sentido contrario para contar la exterminación de los indios del Norte por parte de los ingleses y los colonos estadounidenses.

Un libro interesante pero irregular. Más interesante cuando se dedica a destacar los hechos notables y poco conocidos de nuestra historia que cuando entra en áridas tesis para defender algunos aspectos poco defendibles. Ni aquí ni en ningún sitio se ha hecho todo bien a lo largo de toda la historia. Todas las historias tienen luces, y está bien destacarlas, y sombras. Y no pasa nada por reconocerlas.