Alfabetización financiera para empoderarse

Por Willie Lovai 

Raylee está en quinto grado. Hasta hace poco tenía que levantarse antes del amanecer para llegar a la escuela a tiempo ya que tenía que recorrer kilómetros. Las cosas han cambiado mucho desde entonces. “Gracias al éxito de su negocio, mi madre ahorró algo de dinero y me compró una bicicleta. Ahora puedo llegar a la escuela a tiempo, incluso cuando llueve”, cuenta este joven de 13 años.

Raylee y su madre, Rachel, son de la Región Autónoma de Bougainville en Papúa Nueva Guinea, una isla que alberga a más de 300.000 personas. La mayoría de los habitantes en Bougainville adoptan la agricultura como una de las principales fuentes de ingresos. Rachel vive en el norte de la isla junto a sus cuatro hijos. Cultiva cacao, y ahora, también se dedica a la cría de aves y es una persona respetada dentro de su comunidad por su trayectoria profesional y sus decisiones financieras.

@World Vision. Los ingresos generados por el negocio de pollos le han permitido a Rachel comprar un tanque de agua.

Rachel es una de las personas que ha formado parte del Proyecto de Alfabetización Financiera Inclusiva de la ONG World Vision. Esta iniciativa tiene como objetivo ayudar a los hogares rurales a mejorar económicamente, llegando al ahorro, y tener un mejor control de las finanzas en su vida diaria a partir de nociones básicas de educación financiera. En el marco de este trabajo se han establecido ya 42 grupos de ahorro que han mejorado significativamente la economía de las familias, de las mujeres especialmente, ya que son ellas las que llevan el peso de la economía familiar en estas comunidades. 

La primera parte del proyecto se centra en capacitar a los agricultores individualmente en habilidades básicas de educación financiera. Después, los campesinos se unen para formar grupos de ahorro con el objetivo de transformar su comunidad.

Raylee y sus hermanos también son miembros del grupo de ahorro de su madre, y dicen que también están ahorrando para ayudar a pagar su matrícula universitaria, comprar las cosas que necesitan y construir una casa algún día para su familia. «Quiero que mis hijos aprendan a ser responsables con su dinero, que sepan hacer un presupuesto y ahorren, para que cuando crezcan no necesiten depender de otras personas», explica orgullosa Rachel. 

Trabajar el empoderamiento de la mujer

Este proyecto, que cuenta con perspectiva de género, está ideado para fomentar la toma de decisiones equitativas dentro de los hogares, formando y empoderando a las mujeres para que se involucren en la toma de decisiones financieras y empresariales. Rachel es un claro ejemplo del éxito. Ella fue la primera persona en adquirir un préstamo del grupo de ahorro Vanum, y una de las primeras en iniciar un negocio fuera del cultivo de cacao. Ella además es la tesorera del grupo de ahorro Vanum. 

Ella recuerda que obtuvo un préstamo de K1000 (unos 450 euros, aproximadamente) de su grupo de ahorro para comenzar su negocio avícola. «Me di cuenta que hay muchas maneras de ganar dinero y no tenía porqué limitarme al cacao. Ahora acabo de obtener mi quinto lote de 250 pollitos. He decidido venderlos a un precio más barato, unos 15 euros, después de mis experiencias anteriores, para que las ventas sean más rápidas”, comenta Rachel. 

Gracias a los ingresos generados por sus negocios, a día de hoy esta empresaria ha podido comprar un tanque de agua, pagar las tarifas escolares de sus hijos, comprar una bicicleta para su hijo y satisfacer otras necesidades. “Nunca solíamos viajar a otros lugares durante las vacaciones y ahora puedo permitirme llevar a los niños a ver nuevos sitios y experimentar cosas nuevas”, cuenta orgullosa. “También estoy pensando en construir una casa permanente y buscar un lugar para mi negocio. Mi último deseo es comprar un vehículo».

Willie Lovai trabaja para World Vision en Papúa Nueva Guinea.

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