Fiestas libres de violencias machistas

Por María Reglero

Que las mujeres vivamos una vida libre de violencias machistas es un derecho humano fundamental reconocido a nivel internacional. Libres de violencias en el ámbito de la familia, la pareja, expareja, el trabajo, en nuestras comunidades, online, y en el espacio público. 

Porque sobre la relación que las mujeres tenemos con el espacio público podríamos escribir largo y tendido, ya que es el espacio en el que tradicionalmente un sistema patriarcal nos quiere poco o nada visibles, con perfil muy bajo, solo a ciertas horas y en ciertos lugares. 

Pero las mujeres históricamente nos hemos apropiado el espacio público como un espacio de reivindicación que buscamos redefinir como un lugar libre de violencias. En nuestra sociedad vivimos con emoción las multitudinarias manifestaciones de la Huelga Feminista del 8 de marzo donde las calles de todo el estado español se llenan de mujeres de todas las edades, con un gran liderazgo de las jóvenes al grito de ¡la calle es nuestra!

La reivindicación de los espacios, público, privado y virtual, como nuestros, no la hacemos desde una posición de víctimas. No pedimos permiso para estar en ellos porque tenemos derecho a ocuparlos libres de violencias; ‘Disculpen las molestias, nos están matando’, leen pancartas en diferentes manifestaciones por los derechos de las mujeres. 

Y en esta apropiación y re-definición del espacio público como un espacio nuestro y de nuestras hijas, y de todas las que vendrán detrás, el disfrute está en el centro. Tenemos derecho a ocupar espacio y a navegar las calles dueñas de nuestros cuerpos, nuestros deseos, y nuestra libertad. La responsabilidad de la violencia la tiene quien la ejerce, quien elige violentar. 

En esta época de fiestas multitudinarias, de fiestas en pueblos, en ciudades, de festivales, las feministas seguirán demostrando su solidaridad con todas las mujeres, a través de puntos violetas, cursos de auto-defensa, mecanismos de prevención y respuesta a casos de acoso y agresión sexual. Y en este sentido algunas comunidades han avanzado de la mano de expertas en esta problemática para poder garantizar fiestas libres de violencias machistas. Pero ¿qué van hacer los hombres que ven a las mujeres como un objeto en lo cotidiano y cuyos imaginarios reproducen y normalizan las violencias machistas?  

Vivimos un momento donde grupos anti-derechos y fundamentalistas atacan al movimiento feminista porque nos queremos libres y vivas.  Disculpen las molestias, pero ¡la calle también nuestra!

 

María Reglero es responsable de Justicia de Género de Oxfam Intermón

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