Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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El Rey «elude», en El Mundo, y «apela», en El País

Empezando por los verbos («elude» y «apela«), cada diario ve la feria según le va en ella.

El País titula con algo que dijo el Rey para el fin de ETA:

El Rey apela al «deber» de todos los partidos de unirse para el fin de ETA

Sumario:

PSOE y PP afirman «compartir» el discurso del monarca, pero se culpan mutuamente del desencuentro

El Mundo prefiere comparar este discurso con el de 1998 y titula con algo que no dijo el Rey sobre el fin de ETA:

El rey elude dar al «proceso de paz» el apoyo que sí le dio en el 98

Sumarios:

Se limitó a pedir «unidad» para acabar cn el terrorismo dentro de la Constitución

Hace 8 años se refirió expresamente a la tregua de ETA y propuso afrontarla con «diálogo, generosidad y justicia»

En sus páginas interiores, el Rey «recuerda» en El País, pero sigue eludiendo en El Mundo:

En cuanto a la ilustración gráfica, El País ve al Rey de colores, aunque sin bandera, mientras que El Mundo lo ve en blanco y negro, con bandera y belén al fondo.

La diferencia de trato es espectacular en el caso de los policías de la falsa trama «ETA/11-M«, apadrinados por El Mundo.

El País dedica a esta noticia un tercio de columna, casi escondida en página par, con este titular:

En libertad dos policías ligados a la falsa trama de explosivos

El Mundo , en cambio, se suelta el pelo con este extraño caso y le dedica titular a tres columnas en portada, comentario editorial y toda una página completa en el interior:

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Interesante artículo especialmente para blogueros, internautas y gente que quiera estar al día:

El efecto YouTube

MOISÉS NAÍM

El País, 26/12/2006

Un vídeo muestra a unas personas que recorren lentamente, en fila india, un camino cubierto de nieve. Se oye un disparo; la primera persona cae. Se oye una voz en off: «Les están matando como perros». Otro disparo, y cae otro cuerpo al suelo. Un soldado chino de uniforme vuelve a disparar su rifle. Un grupo de soldados examina los cuerpos caídos.

Estas imágenes las captó, en las cumbres del Himalaya, un miembro de una expedición alpinista que asegura que se topó por azar con la matanza. El vídeo se vio por primera vez en la televisión rumana, pero captó la atención mundial cuando se colocó en YouTube, la popular página web de vídeos compartidos. Los grupos de derechos humanos explicaron que los muertos eran un grupo de refugiados tibetanos en el que había monjes, mujeres y niños. Según el gobierno chino, los soldados habían disparado en defensa propia cuando alrededor de 70 refugiados les atacaron. El vídeo hace que cueste mucho aceptar esa explicación. El embajador estadounidense en China se apresuró a presentar una protesta formal por el trato dado por China a los refugiados.

Bienvenidos al efecto YouTube. Es el fenómeno que consiste en que diversos fragmentos de vídeo, a menudo producidos por personas que actúan por su cuenta, se difunden rápidamente y a todo el mundo gracias a páginas de vídeos compartidos como YouTube, Google Video y otras. Cada día se cuelgan 65.000 nuevos vídeos. En su mayoría son frívolos, producidos por y para los adolescentes que constituyen el grueso de los visitantes de la página. Pero hay algunos serios. En YouTube se ven vídeos realizados por terroristas, grupos de derechos humanos y soldados de Estados Unidos en Irak. Algunos muestran incidentes que tienen consecuencias políticas o documentan tendencias importantes, como el calentamiento global, la inmigración ilegal y la corrupción. Algunos vídeos revelan verdades. Otros difunden desinformaciones, propaganda y mentiras descaradas. Todos forman parte del efecto YouTube.

Hace quince años, el mundo se asombró ante el legendario «efecto CNN». Se creó la expectativa de que los ojos impasibles de las cámaras de televisión, fuera del alcance de los censores, iban a llevar más responsabilidad y transparencia a los gobiernos y el sistema internacional. Una expectativa que, en cierto sentido, quedó satisfecha.

Desde los primeros años noventa, hubo fraudes electorales que salieron a la luz cuando podían haber permanecido ocultos, revueltas democráticas que recibieron inyecciones de energía, hambrunas que se contuvieron y guerras que empezaron o terminaron gracias al efecto CNN. Ahora bien, el efecto YouTube va a ser todavía más intenso. Aunque la BBC, la CNN y otras cadenas internacionales de noticias cuentan con miles de periodistas profesionales, nunca serán tan omnipresentes como millones de personas con un teléfono móvil capaz de grabar una escena en vídeo. Gracias a su ubicuidad, el mundo pudo presenciar una matanza en un paso de montaña a 6.000 metros de altura.

Este fenómeno se amplifica gracias a una doble cámara de eco. El primer eco se produce cuando las cadenas de televisión convencionales reproducen el vídeo colocado en la red. El segundo, cuando los instantes televisivos, incluso los más pasajeros, adquieren una presencia permanente gracias a los bloggers o a los activistas que los vuelven a distribuir en páginas web como YouTube. Los activistas están comprendiendo el poder que tienen, como testimonio insuperable, los vídeos producidos por particulares y difundidos a través de la red. Witness.org provee de cámaras de vídeo a personas en zonas de conflicto para que puedan grabar y denunciar las violaciones de los derechos humanos. Los organismos de vigilancia electoral graban elecciones. Hasta los terroristas islamistas se han adaptado a esta tendencia. Al Qaeda ha creado una unidad especial de producción de medios llamada Al Sahab (La Nube), que cuelga habitualmente sus vídeos en internet, con la esperanza justificada de que los grandes medios de comunicación y otras páginas web los reproduzcan.

El efecto YouTube ha tenido otras consecuencias ambiguas. Ahora resulta más difícil saber a quién creer. ¿Cómo sabemos que lo que vemos en un vídeo colocado por un «ciudadano periodista» no es un montaje? ¿Cómo estamos seguros, por ejemplo, de que el vídeo aparecido en YouTube de unos soldados estadounidenses aterrorizados, que lloraban por su vida mientras les disparaban, se rodó en Irak y no fue una escena preparada en otro lugar para manipular la opinión pública? Las más de 86.000 personas que lo vieron en los diez primeros días de su presencia en la red no lo sabrán jamás.

Los gobiernos ya están sintiendo las presiones del efecto YouTube. El Ejército de Estados Unidos ordenó hace poco a sus soldados que dejaran de colgar vídeos en la red. El gobierno de Irán limita la velocidad de conexión para restringir la capacidad de sus ciudadanos de ver vídeos en internet. Estas medidas no han impedido la proliferación en la web de vídeos filmados por soldados estadounidenses en Irak ni que los iraníes habilidosos vean las imágenes que deseen. Y, aunque Pekín ha conseguido censurar eficazmente hasta ahora los contenidos que llegan a sus ciudadanos, todavía no ha sido capaz de evitar que aparezcan en la red cada vez más vídeos de rebeliones campesinas. A largo plazo, todos esos esfuerzos censores fracasarán.

En cuanto a fiarnos de lo que vemos en internet, lo bueno es que el efecto YouTube ya está creando una fuerte demanda de guías fiables: individuos, instituciones y tecnologías en los que podemos confiar para que nos ayuden a discernir las verdades de las mentiras. Es importante, porque la posibilidad de contrarrestar los inconvenientes del efecto YouTube nunca surgirá de la intervención oficial. Los mercados y la democracia son mucho más eficaces a la hora de filtrar lo bueno de lo malo en el confuso tsunami de vídeos que nos llegan a través de internet. Los millones de bloggers que se dedican sin cesar a observar, comprobar los datos y denunciar los errores son un ejemplo poderoso de lo que puede hacer «la sabiduría de las multitudes». Es cierto que los mercados y las democracias, muchas veces, fracasan o decepcionan. Pero la apertura que promueven estas fuerzas políticas y económicas cuenta hoy con una tecnología tan omnipresente como nosotros.

FIN

ETA «amenaza con romper» en El Mundo y anuncia «un nuevo esfuerzo» en El Pais

Del mismo comunicado de ETA cada diario puede elegir y destacar el texto que mejor satisfaga las necesidades o gustos de su clientela. Pero si el sesgo elegido es muy exagerado –y confunde deseos con realidades- corre el riesgo de perder credibilidad entre sus lectores más tibios.

Tal es el caso de los grandes titulares de hoy. Ambos diarios han decidido mandar en su portada con el mismo sujeto (ETA), acompañado de verbos muy distintos (“amenaza” y “anuncia”) y de complementos tan opuestos como la noche y el día.

Según El Mundo, ETA parece que está tensando la cuerda y a punto de volver a matar. Según El País, ETA está haciendo un “nuevo esfuerzo” para salvar el proceso de paz.

El País refuerza su mensaje con una gran foto, arriba, a cuatro columnas, sobre este titular dirigido – a mi juicio- a los terroristas etarras más que a los lectores:

Un ex terrorista del IRA a su víctima: “Estoy dispuesto a oír tu dolor”

También llama hoy la atención el despliegue gráfico y tipográfico que El Mundo concede a su segunda noticia. Bajo una foto centrada a tres columnas, lleva este titular:

Prisión para dos ex alcaldes socialistas de Ciempozuelos por blanqueo y cohecho

El País da un titular prácticamente idéntico pero a una columna y sin foto.

Preguntar no es ofender: ¿Cómo habrían tratado esta misma noticia ambos diarios si los ex alcaldes hubieran pertenecido al PP?

Pronto lo comprobaremos. Tratándose de indecencias urbanísticas, cohecho, blanqueo, etc., basta con esperar un poco.

Sobre el futuro gobierno de Cataluña, El País es muy escueto:

Montilla comunica a Mas que descarta un pacto de Gobierno con CiU

El Mundo titula casi igual… pero mete la cuchara y le añade un “pero”:

Montilla descarta pactar con Mas pero Chaves se opone al tripartito

En su faldón inferior, El País lleva un reportaje -que difícilmente veremos en El Mundo– con declaraciones sobre asesinatos y fosas comunes de republicanos en la guerra civil, con este titular a dos columnas:

“Yo siempre supe dónde estaban enterrados”

Y a una columna, El País lleva también este titular sobre la cumbre iberoamericana, bajo una pequeña foto-sello del Rey con Zapatero:

Iberoamérica rechaza el muro de EE UU como una incitación a la xenofobia

Noto un punto de hipocresía en el tratamiento que nuestros diarios están dando al vergonzoso muro que construye EE UU, para impedir la entrada en su país de mexicanos y otros latinos pobres del sur.

El Internacional Herald Tribune informa también de este mismo muro descomunal como uno de los tres que (salvando las distancias) hay en el mundo actual y critica a los tres país que los levantan y mantienen: Estados Unidos, Israel y… España.

¿Medimos la xenofobia a la que nos incita un muro fronterizo por su longitud o por su altura?

¿Qué altura tienen los muros que separan Estados Unidos de México, Israel de Palestina y España de Marruecos (en Melilla y Ceuta)?

¿Miramos para otro lado, escondemos nuestra cabeza bajo el ala, o hacemos frente al problema sin tanta hipocresía?

Hay una frase muy edificante en el nuevo testamento de los cristianos que habla de “ver la paja en el ojo ajeno cuando no vemos la viga que tenemos en el nuestro”.

Los muros que separan por la fuerza a los seres humanos son igualmente perversos e ineficaces, al margen de su longitud y de su altura. La intención es –a mi juicio- lo que cuenta.

Y el peor muro es el que, a veces, llevamos dentro de nosotros mismos. Una lástima.

¡Que viene «la sombra»!
El Gobierno «medita», el fiscal «renuncia»

Fíjense en la sombra que proyecta el fiscal general del Estado, Conde Pumpido, sobre la pared. Pedro Jota Ramírez se fijó tanto en ella que la utiliza hoy como fuente de inspiración para titular su foto (que da un poco de miedo), a cuatro columnas, en primera:

LA SOMBRA DEL FISCAL GENERAL PLANEA SOBRE EL PROCESO

Debajo, asociado por yuxtaposición con «la sombra», El Mundo lleva un gran titular sobre el caso del etarra (o, según él, ex etarra) De Juana Chaos:

El fiscal del «caso De Juana» renuncia al negarse a bajar la petición de pena

El País también lleva en su portada esta noticia, pero apenas se lee sin gafas (a mi edad) porque tiene el tamaño de un sumario. La amplío un poco:

Algo parecido ocurre -pero, como de costumbre, al revés- con el seguimiento del robo de armas de ETA. El País manda a cuatro columnas en su primera con este gran titular que lleva al Gobierno como sujeto:

El Gobierno medita si suspende el proceso de paz tras el robo de ETA

Por el contrario, El Mundo reduce las reacciones al robo de armas de ETA a un simple sumario (tan difícil de leer como el del «caso De Juana» en El País). Pero -eso sí- le concede el beneficio de altavoz en portada a Permach, un líder de Batasuna, que va de sujeto:

Permach equipara el robo de las armas a la decisión del Supremo sobre las «herriko tabernas»

El Mundo dedica el resto inferior de su portada también a ETA, dando a los presos la categoría de sujeto y al «proceso político» (entre comillas) la categoría de complemento:

Presos de ETA coaccionan al Gobierno para participar en el «proceso político»

La foto de portada y el taco inferior de dos por dos en la portada de El País van dedicados a la especulación inmobiliaria en los ayuntamientos de Ronda y Valencia, gobernados por andalucistas y Partido Popular, respectivamente.

Del candidato socialista a la alcaldía de Madrid, Miguel Sebastián, gran noticia sorpresa de anteayer, apenas quedan restos en las portadas de hoy. Sólo un pequeño sumario en El Mundo:

El PSOE difunde un manual de instrucciones para dar a conocer a Miguel Sebastián, su candidato para Madrid

Mapas de la corrupción urbanística. Encuentre las diferencias
Artur Mas: ¿»tonto ante notario»?

Mapa de El Mundo:

Mapa de El País:

En las dos portadas de hoy manda la cuestión vasca. El El País, el Vaticano le echa una mano al proceso de paz iniciado por Zapatero, a dos columnas:

El Vaticano apoyó el proceso de paz tras la mediación del obispo Uriarte

En El Mundo, a cuatro columnas, aparece una “advertencia” al Gobierno para que no “relegalice” Batasuna:

Un informe advierte al Gobierno que Batasuna “no puede ser relegalizada”

Ambos ilustran su portada con foto de la turista española, acusada de contrabando de explosivos, que ha vuelto a casa después de su pesadilla mexicana.

Interesante entrevista de Juan Luis Cebrián (CEO de El País) a Steve Ballmer (CEO de Mocrosoft) titulada.

La democracia en la era digital

La he leído, boli en mano, y he subrayado ideas muy provocadoras para nuestro futuro digital.

Ahora voy a preparar el conejo al ajillo y, si tengo tiempo entre el almuerzo y el cine, pegaré aquí un resumen para quienes no tengan acceso al texto de El País.

El conejo al ajillo estuvo pasable, aunque se me fue la mano con el vinagre. («Otras veces te salió mejor», dijo mi hijo David). La peli, en cambio, («Hijos de los hombres«) fue entretenida. ¡Qué más se le puede pedir a un domingo otoñal y lluvioso!.

Ya no tengo tiempo para resumir la entrevista de Cebrián (que él llama «diálogo») con Ballmer sobre la era digital. Pero sí puedo pegar un trozo del artículo de Carmen Rigalt en la última página de El Mundo de hoy, con la esperanza de que se pueda leer:

Me ha gustado la reacción dura, contundente, de la colega Rigalt a la insensatez de Artur Mas sobre la catalanidad por puntos que comentamos ayer en el blog.

Creo que ayer no me expresé correctamente al criticar a Artur Mas («tonto ante notario», le llama Carmen Rigalt) y, quizás con razón, he recibido la reacción crítica y razonada de algunos comentaristas habituales -Imagina y Oscar, entre otros. Un escrito suele ser ingrato por incompleto y, cuando escribimos deprisa, se nos escapan muchos matices.

La Red nos ofrece espacio ilimitado, pero no es ilimitada la paciencia de los lectores. He tratado de añadir algunas matices a mi precipitado (y aún cabreado) comentario de ayer. Esta es mi respuesta de hoy:

Imagina y Oscar:

En mi opinión, las personas merecen todo el respeto del mundo. Las ideas, no.

También yo tengo amigos que profesan los ideales nacionalistas, o la fe católica, musulmana o judía… Les quiero y les respeto, pese a que pienso que algunas de sus ideas frenan el progreso de la humanidad, el avance de la civilización, y nos hacen ir hacia atrás provocando daños innecesarios y evitables.

No creo que los nacionalistas (catalanistas, españolistas, o lo que quieran añadir aquí) sean monstruos. Ya he dicho que hay muchos grados, y todos marcamos algo de nacionalismno en nuestro termómetro interior, sin llegar ser fanáticos. Quien esté libre de nacionalismo que tire la primera piedra.

Casi siempre entro a este trapo porque me preocupa la vertiente racista y fascista que suelen esconder algunos nacionalistas bajo su piel, y que sólo les brota cuando el miedo al otro (sea inmigrante o vecino) les excita. Creo que, con ideas excluyentes o de superioridad racial o cultural, están perdiendo oportunidades para mejorar nuestra existencia y su propia felicidad.

Puedo estar equivocado yo y ellos pueden estar en lo cierto. También puedo cambiar de opinión. No sería la primera vez. Sólo los fósiles no evolucionan. Pero, por ahora, pìenso que es una pena que los nacionalistas den más oportunidades a la fe que a la razón, a la emoción que al pensamiento, al corazón que al cerebro. Naturalmente, Oscar e Imagina, les respeto como personas. Pero no tengo el menor respeto por sus ideas tribales. Las considero erróneas aunque -como las religiones- les sean muy útiles para ir tirando, convenientemente anestesiados, por este perro mundo.

Los brotes recientes de nacionalismo por todo el mundo pueden estar animados, quizás, por el miedo a la pérdida de identidad a causa de la globalización. Pero detrás de los líderes nacionalistas veo generalmente un ansia de poder personal de sus líderes muy superior al amor a su tierra y a su pueblo.

Por eso, sinceramente pienso que las ideas nacionalistas (como las religiones) son una engañifa utilizada por los más ambiciosos de poder para conseguir sus objetivos. También respeto a las personas que creen en su religión, pero no respeto sus dogmas o creencias. Respeto total para las personas, respeto nulo para las ideas. Esta últimas son todas discutibles y las critico con total libertad, tal como espero y deseo que los demás hagan con las mías.

Tengo, a veces, la triste impresión de que avanzamos en la técnica pero no en la moral. Mejoran las máquinas, pero – con un palo, con un trabuco o una bomba nuclear- las intenciones del ser humano siguen siendo las mismas.

¿Acaso no se nos alejan últimamente los bellos, ya viejos y nunca realizados, ideales de la Ilustración y de la Revolución Francesa: Libertad, Igualdad y Fraternidad?

Son ideales que nos suenan a anticuados y, sin embargo, nunca los hemos alcanzado.

Tengo miedo de comprobar que el mundo del siglo XXI es menos libre, más desigual y, desde, luego, menos fraternal y menos solidario que el del siglo pasado. La tendencia es lo que importa. Y hay cifras terroríficas. Miren tan sólo los datos de hambre, pobreza, esclavitud y muertes por enfermedades curables.

¿O será que, sencillamente, me voy haciendo mayor?

Saludos

JAMS

lo dijo JAMS · 22 Octubre 2006 | 09:51 PM

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Paz en El País y rendición en El Mundo

Hay días en los que la foto se come al titular de portada. Hoy, por distintas razones, es uno de ellos.

El País manda con una imagen espectacular de una persona amarrada a un poste en Oaxaca (Mexico). La dureza de la foto diluye el efecto del gran titular, a media página, sobre el proceso de paz:

Los partidos vascos tratan de cerrar un preacuerdo que reactive el proceso de paz

También la foto centrada, anecdótica pero llamativa, de El Mundo y su titular a dos se comen al gran titular a cuatro columnas de su primera, que lleva más tinta que novedad:

Rajoy a Zapatero: «Lleva camino de rendir el Estado democrático a ETA»

Hay una gran noticia (por omisión): en ninguna de estas protqadas se menciona a ETA con relación al 11-M. No me lo puedo creer.

Aquí está pasando algo…