Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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Franquismo y Gürtel: Aviso a navegantes

¿Quién se atreverá ahora con la corrupción del PP o con los crímenes impunes de la Dictadura? El Poder Judicial ha dado una puñalada trapera a la Democracia que va mucho más allá de la mera expulsión del juez Garzón de la Audiencia Nacional.

Sin respetar siquiera sus propios procedimientos y formas -que son la base del Derecho-, un puñado de jueces, enquistados en la derecha más rancia y/o en la venganza/envidia más ruín, ha dado un primer aviso descomunal a navegantes. Al fin, lo han conseguido.

¿Qué juez se atreverá, a partir de ahora, a hacer la segunda pregunta para investigar delitos que no sean del gusto de los corruptos o de los franquistas?

El daño producido a los principios de nuestro ordenamiento jurídico, es decir, a los fundamentos de nuestra Democracia, es inconmesurable y traerá -¡ojalá me equivoque!- gravísimas consecuencias para nuestra convivencia democrática.

Una de las heridas más graves es la que los propios vocales del Poder Judicial se han hecho a sí mismos y al ya dudoso prestigio de la Justicia en España. Sus nombres quedarán grabados en la historia del tardo-franquismo para que sus hijos y nietos puedan recordar el golpe rastrero que propinaron ayer a la Justicia al dar este tenebroso aviso al resto de los jueces. Los jueces españoles se acobardarán. ¡Y con razón! Ya lo creo.

Mientras tanto, crecerán por todo el mundo los apoyos a Baltasar Garzón.

Garzón puede equivocarse, como todo hijo de vecino, o puede disentir -como han hecho otros jueces- del criterio sesgado de su perseguidor, el juez Varela . Por cierto, este tal Varela fue compañero de Garzón a las órdenes del biministro Belloch.

Cuando Garzón se separó de Varela, salió del ministerio y reabrió el caso de los crímenes del GAL se inició el claro conflicto de intereses que acabó ayer con Garzón en el exilio judicial. Esa coincidencia laboral y política ya era motivo más que suficiente para apartar aVarela del caso Garzón por conflicto clarísimo de interéses.

También creo que Garzón hizo mal entonces al reabrir el caso GAL que implicaba a antiguos compañeros suyos del Gobierno de Felipe González. Garzón tenía un conflitco de intereses en el caso GAL y Varela lo tiene en el caso Garzón.

Es una pena que los jueces españoles no sean más exquisitos ante sus conflictos de interés. Claro que siguen la pauta marcada por tantos líderes políticos poco escrupulosos con la pureza democratica de sus actos.

Puede haber opiniones distintas sobre la investigación de los crímenes del franquismo, pero de ahí a acusar a Garzón de prevaricación… va un abismo.

En todo caso, el debate de fondo sigue abierto sobre si la Ley de Amnistía -aprobada antes de la entrada en vigor de la Constitución de 1978– cubre o no cubre todos los crímenes de lesa humanidad y/o de genocidio cometidos por la Dictadura franquista una vez terminada la Guerra Civil.

Creo que uno de los mayores errores que hemos cometido ha sido meter en el mismo saco los crímenes de la Guerra Civil, cometidos por ambos bandos, y los crímenes de la Dictadura, cometidos por el bando vencedor, una vez terminado el conflicto bélico. A mi juicio, son dos cosas muy distintas. Y deben tener un tratamiento separado.

No se si algún juez chileno se ateverá ahora a investigar los crímenes de la Dictadura del general Franco como Baltasar Garzón se atrevió a hacer cn los crímenes de la Dictadura del general Pinochet.

Precisamente la foto de arriba, en la que aparece Garzón junto a mi maestro Juan Marichal, fue tomada durante la comida del Dia de Acción de Gracias que siguió a la detención de Pinochet por orden de Garzón. Marichal improvisó entonces unas palabras en favor de la labor de Garzón y de la Justicia universal que nos emocionaron a todos los presentes.

Hoy, entristecido por la noticia de su exilio judicial, no puedo olvidar aquel cariñoso homenaje que hicimos al juez Garzón. Ojalá tuvieramos en España (vanidad incluida) muchos jueces como él y menos como los tristemente célebres vocales que intregan el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Nunca mejor que hoy cuadra una errata, cometida un día ya lejano por el Boletín Oficial del Estado, que definía al CGPJ como «Conejo General del Joder Pudicial».

Con todos mis respetos. Faltaría más.

-e-

Acoso a Garzón: ¿Venganza política y/o corporativa?

En los últimos días, he recibido varias llamadas de lectores y amigos preguntando donde podían apuntarse y firmar para manifestar su solidaridad con el juez Baltasar Garzón.

De pronto, he tenido sensaciones cruzadas, perturbadoras, nostálgicas y agriduldes. Como en los tiempos de la ominosa dictadura de Franco, volvemos a la recogida de firmas (¡ahora en libertad!) a favor o en contra de algo o de alguien. Me sucedió algo parecido a lo del 11 de marzo de 2004 (el 11-M) cuando, como en los tiempos de Franco, tuve que sintonizar, de pronto, la BBC para saber lo que estaba pasando en España. El gobierno democrático español nos engañaba, como en la Dictadura. Para arañar desesperadamente unos votos, el Gobierno Aznar atribuía persistente y falsamente a la ETA la matanza provocada por los terroristas islamistas en los trenes de Madrid. En el sexto aniversario de aquella tragedia descomunal no puedo evitar aún un sentimiendo doble de tristeza y decepción.

«Hay circunstancias – le dijo el sabio Unamuno al general fascista Millán Astrayen las que callarse es mentir». Considero el actual acoso politico/judicial contra el juez Garzón una de esas circunstancias. Por eso, también yo quiero apuntar mi nombre y estampar mi firma en esa lista de demócratas solidarios con el juez Garzón, indignados por el acoso (¿político y/o corporativo?) que está sufriendo en los últimos meses, especialmente desde que golpeó el avispero de corrupción del PP en el caso Gürtel.

¿Pretende el PP repetir, con el mismo triste éxito, el caso Naseiro?

Por si acaso, lo primero que voy a hacer es ampliar e imprimir esta viñeta de nuestro Eneko (publicada en 20 minutos el pasado 17 de febrero) y ponerle un marco para no olvidar el origen de los tropiezos y las desdichas de Garzón. Hace poco, leí la declaración de una persona principal, cuyo nombre no recuerdo, que confirmaba públicamente su solidaridad con Garzón «a pesar de Garzón». Me gustó.

El propio Javier Pradera dice en su artículo («Garzón ante sus jueces«), copiado y pegado más abajo, que «al mejor escribano se le escapa un borrón», versión castellana del célebre latinajo «aliquando bonus dormitat Homerus» («En ocasiones, hasta el gran Homero se duerme»).

¿Acaso es Garzón un juez perfecto?

De ninguna manera. No existe tal cosa en nuestra judicatura ni en profesión alguna. Cometió errores en el pasado (¿por venganza, afán justiciero, vanidad, desaforada independencia?) como el que le recordó ayer mismo Margarita Robles, vocal del Consejo General del Poder Judicial, recusada por Garzón, al anunciar que se abstendrá de votar en este caso. Robles añadió que Garzón debió abstenerse «y no lo hizo» en la instrucción del «caso Gal«. Y no le falta razón a la vocal de CGPJ.

Ya sea por el controvertido «caso GAL», por su heróica persecución del terrorismo de ETA o de Al Qaeda, por su lucha contra el narcotráfico, contra el tráfico ilegal de armas, contra los crímenes de lesa humanidad de los dictadores argentinos o del general Pinochet y por un largo etcétera de logros conseguidos por Garzón para la causa de la Justicia (con mayúscula), el acoso actual del Partido Popular y de determinados jueces de su área de influencia contra este juez tan relevante es desvergonzado y esperpéntico.

Existe la sospecha extendida de que toda esta persecución contra Garzón trata simplemente de tapar la corrupción del caso Gürtel y, también, de paso, enterrar las ansias de Justicia de las víctimas del franquismo, que aún tienen los restos de sus seres queridos esparcidos por las cunetas.

Con todos mis respetos, los jueces (sobretodo los del Supremo) no sólo deben ser imparciales sino también parecerlo.

Ya veremos.

Los socialistas «advierten» o «prometen por escrito»

El País anunciaba hoy a toda página (cinco columnas) la manifestación contra la guerra de Irak.

El Mundo, en cambio, da la información sobre la misma man¡festación contra la guerra de Irak a una columna. Cuestión de tamaño y de matices.

En el caso de la manifestación convocada para hoy por el Gobierno conservador navarro y el PP, la diferencias son también notables pero al revés.

El País dedica una página interior y un editorial a Navarra .

El Mundo le dedica una página interior de información, con el gráfico del intinerario, más un comentario editorial («Navarra, una manifestación justificada») y un largo artículo de opinón («Navarra, en primera línea»). Cada uno arrima el ascua a su sardina.

En portada, El País manda con Navarra a cuatro columnas con un titular que podría enfríar la protesta:

Los socialistas prometen por escrito rechazar la unión de Navarra y Euskadi

Sumario:

El PP mantiene hoy su protesta en Pamplona contra una supuesta cesión a ETA

El Mundo lleva Navarra de segundo tema de portada, a dos columnas, con un titular completamente distinto:

El PSOE advierte que no pactará el «futuro de Navarra» con UPN por la manifestación de hoy

Sumario:

De la Vega: «Rajoy protesta por un fantasma»

Muy notable es también la diferencia de trato que ambos diarios dan hoy al conflicto entre el Poder Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.

El País lo da una columna, con este titular:

El Gobierno quiere evitar que el actual Poder Judicial en funciones tome decisiones relevantes

El Mundo manda con ello, a toda pastilla, arriba con cuatro solumnas y tres sumarios, y con este titular:

El Gobierno cambiará la ley para bloquear el actual Poder Judicial

Pedro Jota no puede evitar comenzar la presunta información de los hechos con esta frase:

«Madrid.- El Gobierno prepara una nueva maniobra para…»

A partir de esa presunta información aseptica, ya se pueden imaginar como va el comentario editorial de El Mundo bajo este titular:

El Gobierno sigue cambiando las reglas para controlar la Justicia

El editorial de El País va dedicado a Navarra:

EDITORIAL de El País

Ataque preventivo

17/03/2007

La plana mayor del PP estará presente en la manifestación convocada para hoy en Pamplona por el Gobierno de la comunidad foral bajo el lema «Fuero y libertad; Navarra no se negocia». Es un nuevo eslabón en la cadena de movilizaciones de ese partido con el pretexto de las concesiones que el Gobierno estaría dispuesto a hacer a cambio de la disolución de ETA. Se trata de una adaptación de la doctrina del ataque preventivo a la política interior: si no lo ha hecho, que demuestre que no piensa hacerlo.

Es una lógica perversa. Hay un deslizamiento desde la negativa a ceder al chantaje etarra hasta el cuestionamiento de las previsiones de la Constitución (en la disposición transitoria cuarta), que deja abierta la posibilidad de integración en una autonomía conjunta con el País Vasco, pero condicionándola a la aprobación por mayoría absoluta del censo, y reservando la iniciativa en exclusiva al Parlamento navarro, también por mayoría absoluta. Las fuerzas que negociaron ese planteamiento en 1979, UCD, PSOE y PNV, se comprometieron además a no propiciar consulta alguna bajo la presión del terrorismo. Esa disposición es una garantía permanente de que no habrá cambio de situación si no lo quieren los navarros, cosa que es evidente que no quieren, según demuestran tanto las elecciones (los nacionalistas suman en torno al 20% en promedio) como las encuestas: sólo el 10% es abiertamente partidario de la integración. Luego la respuesta dada por Zapatero es la que le corresponde al presidente del Gobierno: que el futuro de Navarra será el que decidan los navarros. Es demagógico decir que no es una respuesta contundente.

El planteamiento de los convocantes, encabezados por UPN, es interesado. Partiendo del lógico rechazo a aceptar el chantaje de Otegi en relación con las posibilidades de un final dialogado de la violencia («Sin Navarra, nada»), se desemboca en la denuncia (preventiva) de cualquier acuerdo con fuerzas nacionalistas democráticas que pueda conformar una mayoría alternativa a la que lleva una década gobernando Navarra. Los socialistas navarros han dicho con claridad que no pactarían con Nafarroa Bai (la coalición que ahora aglutina a PNV, EA y Aralar) si el acuerdo implica cuestionar el actual marco institucional. Una de las garantías de que ese compromiso será respetado es que no hacerlo supondría con toda probabilidad para el PSN la pérdida de gran parte de su electorado, según revelan las encuestas. De ahí el interés de UPN en sembrar la sospecha por adelantado.

Si percibiera un peligro real de anexión nacionalista, UPN habría intentado asociar a los socialistas a la movilización. Pero ha hecho todo lo posible por evitarlo, y el desembarco de los dirigentes del PP revela que la motivación principal no es la que indica la pancarta que hoy portarán, sino su traducción en gritos de desconfianza hacia el Gobierno.

FIN

2º asalto: A falta de votos, buenas son togas

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Más de una vez he dejado escrito en este blog -y he repetido por doquier- que la transición española de la Dictadura a la Democracia fue modélica, con su mezcla inevitable de nobleza, de generosidad y -cómo no- de miedo a otra guerra civil o a otra dictadura.

Sin embargo, nos quedó una asignatura pendiente, y de carácter trocal: el Poder Judicial. Ahí sí que nos hemos quedado anclados en el pasado y necesitamos mejorar para profundizar en nuestra joven democracia (sólo tiene 28 años).

Los casos judiciales/mediáticos de corrupción y GAL, que aceleraron la caída de Felipe González y la conquista democrática del poder por José María Aznar , me perturbaron muchísimo y me dieron mucho que pensar.

Por diversas razones, pocas veces me atreví a decir en público lo que pensaba. Precisamente porque, debido a mi trabajo, tuve acceso a muy buenas fuentes de información me sentí obligado a ser prudente en exceso.

Desde las elecciones de 1993 hasta mi marcha a Nueva York en el verano de 1995, como corresponsal de TVE, fui el editor responsable del Telediario de máxima audiencia (imbatible, naturalmente, gracias a Ana Blanco y a Matías Prats, unos monstruos de tele).

Tengo, en estos días, sentimientos contradictorios y preocupantes que me recuerdan los que sufrí en los años previos a la victoria electoral de Aznar en marzo de 1996 que me costó el empleo.

Debo decir que, pese a todo, me alegré de la victoria de la derecha porque considero la alternancia en el poder imprescindible para consolidar la democracia y garantizar las libertades y el respeto a los derechos humanos.

Además, después del triunfo de la CEDA de Gil Robles en la II República, la del PP en 1996 era la segunda victoria democrática y pacífica de la derecha en la historia de España.

Había razones poderosas para alegrarse, a pesar de haberme quedado en paro, después de la entrevista pre electoral que le hice al candidato Aznar.

No se cómo será la próxima victoria de la derecha para recuperar el poder que perdió en las urnas. Pero deseo fervientemente que sea gracias a los votos de ciudadanos libres y no -como le ocurrió a George Bush, hijo- por la fuerza de las togas judiciales o -como le ocurrió a Franco– de las botas militares. Los jueces cuentan.

A veces, conviene recordar que George W. Bush es presidente de los Estados Unidos por un voto: el de un juez conservador del Supremo que inclinó la balanza a su favor, tras las irregularidades electorales cometidas en el Estado de Florida, gobernado por Jeff Bush, el hermano listo de George, y en quien sus padres tenían puestas todas las esperanzas para convertirle en heredero de la Casa Blanca.

El destino -y nunca sabremos que otras causas- quiso que George W. Bush ganara las primeras elecciones a gobernador de Texas y su hermanao Jeff las perdiera en Florida.

Aquellos resultados cambiaron el orden de preferencias en el reparto de la herencia política de los Bush y el futuro del mundo. Los jueces de Papá Bush nombraron presidente a su hijo. Al Gore, con más votos que Bush, perdió la Casa Blanca por la fuerza de las togas. Luego vino Irak y todo lo demás…

Acabo de leer este comentario de Felipe Punto G. que roza la cuestión judicial que tanto me preocupa. Dice así:

En este asunto de la juez Gallego hay cosas que no me encajan: los peritos confesaron haber manipulado un borrador de un informe para hacerlo pasar por oficial… si esto no es falsificar, se lo parece.

Más: Díaz de Mera y PedroJeta conocían la existencia de dicho informe. Díaz de Mera llegó incluso a hablar de «un hombre y una mujer», cosa que se ha demostrado cierta. Después de la actuación de Garzón Díaz de Mera emitió un comunicado diciendo que no conocía de nada a los peritos… PedroJeta llevaba semanas hablando de que en septiembre publicaría una «bomba» (metáfora tal vez del ácido bórico), por lo tanto había tenido acceso a dicho borrador hacía tiempo, luego también hacía tiempo que estaba en contacto con alguno de los peritos falsificadores.

Y ahora la actuación de la juez conservadora… Con el antecedente del juez Hidalgo sólo se me ocurre decir una cosa: esto huele fatal.

lo dijo Felipe Punto G · 12 Noviembre 2006 | 01:05 PM

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Con el «antecedente del juez Hidalgo«, se refiere a su actuación en la condena de tres policías del «Caso Bono».

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Sólo El País informa en su portada (columna de salida) del resultado de la reunión entre los partidos para la renovación del gobierno del los Jueces (CGPJ) que terminó su mandato el pasado 7 de noviembre:

El PP exige minoría de bloqueo en el Poder Judicial para pactar su renovación

El Mundo no da ni na sóla línea del asunto en portada ni en páginas interiores. El País le dedica dos páginas completas.

Bono: «le agrada» en El País, pero lo «rechaza» en El Mundo

Casi siempre hay pequeñas diferenias de matices entre los titulares de la misma noticia en ambos diarios. En ocasiones, hay un abismo como de la noche al día. Tal es el caso de hoy con la eventual candidatura de Bono a la alcaldía de Madrid.

En El Mundo:

Bono se inclina a rechazar…

En El País:

Bono afirma que le agrada…

Ambos ilustran su primera con foto del acto de Acebes y Piqué en Cataluña: uno muestra primer plano de bandera y cazo metálico y el otro, plano general de manifestantes.

El verbo («zarandeados» o «rescatados de una agresión») va con la foto.

El Mundo:

Acebes y Piqué rescatados de una agresión independentista

EL País:

Acebes y Piqué, zarandeados en un acto del PP en Cataluña

La causa de la anulación de la cumbre de la UE sobre vivienda también admite matices:

Mundo:

«Por miedo a los antisistema»

País:

Por temor a una protesta «okupa»

Donde se nota más que cada diario echa toda su carne en el asador es en el caso del juez Garzón y los peritos que metieron la cuchara (o el calzador) en un informe sobre ETA, el 11-M y el «ácido bórico», muy del agrado del trío Pinocho (Aznar, Acebes, Zaplana).

Mundo, a tres columnas, abajo:

El CGPJ vuelve a negar el amparo a Garzón por su incompetencia

Garzón se ensaña con los peritos tras verse obligado a inhibirse

País, a cuatro columnas, arriba:

Garzón concluye que el informe del ácido bórico fue un montaje «delirante»

Sumarios:

El juez acusa al principal perito de «prefabricar» el nexo entre ETA y el 11-M para lograr un «efecto espurio»

El Poder Judicial rechaza amparar al magistrado

Esta es la información en página interior de El País:

Garzón acusa al perito Escribano de fabricar la relación entre ETA y el 11-M

El magistrado archiva el ‘caso del ácido bórico’ sin ampliar la imputación de El Haski

JOSÉ YOLDI

EL PAÍS

El juez Baltasar Garzón archivó ayer el denominado caso del ácido bórico sin ampliar la imputación del islamista Hassan el Haski, por no tratarse de una sustancia explosiva. Al mismo tiempo, el juez, en un auto de 15 folios, revela que, de las investigaciones que ha hecho, se ha «demostrado, sin duda racional alguna», que el perito Manuel Escribano realizó la «prefabricación intencionada» de la supuesta vinculación entre ETA y los presuntos autores de los atentados terroristas del 11 de marzo, en este caso el islamista Hassan el Haski, «para que produjera un efecto espurio a la propia pericia».

Garzón concluye que Escribano fabricó un nuevo documento, que no era oficial, y que lo entregó a El Mundo con la finalidad de imputar una falsedad a sus superiores, que cumplieron las normas legales y de calidad de la policía al rechazar el borrador que el perito les presentó en marzo de 2005.

En el auto dictado ayer, Garzón señala que el hecho de que el ácido bórico hubiera servido para fabricar explosivos hubiera tenido gran incidencia en la causa, ya que al islamista Hassan el Haski se le persigue por su intervención en los atentados de Casablanca y en los del 11-M. Pero el auto añade que «esto no ha sido así al haberse demostrado -sin duda racional alguna- la prefabricación intencionada de tales observaciones para que produjeran un efecto espurio a la propia pericia, en concreto la supuesta vinculación entre ETA y los presuntos autores de los atentados terroristas del 11 de marzo, en este caso Hassan el Haski».

El magistrado precisa que «ello se ha realizado, sin la más mínima base científica sustentándolas en simples elucubraciones y omitiendo datos relevantes cuya presencia habría supuesto la inocuidad de aquellas observaciones, y dentro de ellas, la del ácido bórico como sustancia explosiva».

Desacreditar la investigación

Por el contrario, añade el auto, «esa omisión suponía dar pábulo a la incidencia extrapericial de las mismas, acorde con cierto debate social construido en torno a aquel caso [el 11-M] para desacreditar la investigación e instrucción sumarial». Garzón agrega que el informe-borrador de 21 de marzo de 2005, en el que se incluía la vinculación de ETA con el 11-M a través del ácido bórico, «en ningún caso (…) buscó una realidad científicamente constatada», con observaciones, «tan genéricas como perversas e impropias de un informe pericial».

El magistrado establece que no consta ningún dato, informe, documento, estudio o similar que permita afirmar que el ácido bórico haya tenido algún uso como elemento de sustancia explosiva hasta la fecha en España. Agrega que «revisados todos los manuales de explosivos intervenidos a terroristas de ETA y los encontrados, en memorias externas, en el piso de la calle Carmen Martín Gaite de Leganés, en ninguno de ellos se hace mención al ácido bórico como componente o material utilizado para la fabricación de explosivos».

El auto incide en que tras la desarticulación del comando Buruhauste de ETA, que tramitó el Juzgado Central de Instrucción número 4, por delito de terrorismo, se halló ácido bórico en un piso franco de Salamanca como consta en el informe número 868-Q1-01 de 5 de diciembre de 2001. No obstante, en el informe que se remitió al juzgado «no consta siquiera referenciada la mención del ácido bórico ante la ausencia de conexión con el objeto investigado, ya que está acreditado que era para utilizarlo como producto de higiene personal».

El hecho de que el perito Manuel Escribano, autor del informe-borrador, no quisiera profundizar sobre la naturaleza del ácido bórico, sino «resaltar la hipotética y artificial conexión» entre los islamistas y ETA; y el que los expertos en explosivos prescindieran de mencionar al juez el hallazgo del ácido bórico en el piso franco de ETA en Salamanca, por ser inocuo, lleva a Garzón a afirmar que habría que reflexionar sobre las intenciones de Escribano. La inclusión de las observaciones, sobre la posible relación de los islamistas con ETA, «se desvela no sólo artificial sino intencionadamente traída para ofrecer un resultado irreal, contrario a la línea de investigación policial y judicial, y con el fin de cuestionarla».

La parte de la observación de los peritos que concluye que por tener ácido bórico los etarras, El Haski y un militante antisistema estén relacionados entre sí, hayan tenido un mismo tipo de formación o sean los mismos autores, para Garzón «es simplemente delirante, ya que no tiene -ni siquiera como posibilidad- el más mínimo rigor científico o real, según los datos del informe, que lleve a mantener esta afirmación».

El juez se pregunta por la finalidad perseguida al vincular a la organización terrorista ETA con los islamistas y señala que esa finalidad se comprueba con los acontecimientos posteriores: «Reconstrucción del informe-borrador pericial no oficial, firma posterior (11.07.06) simulando el documento para darle alcance oficial presentándolo a los superiores, entregándolo a un medio de comunicación y presentándolo, tanto éste como los peritos (la n° 11) en sede judicial (Juzgados Centrales 6 y 5 respectivamente), para imputar una falsedad a los superiores que cumplieron con las normas legales y de control de calidad al rechazar ese informe». FIN

Y estos son los editoriales de El Mundo y El País sobre la actuación de Poder Judicial, de mayoría conservadora. Los títulares -¡válgame dios!- hablan por sí solos.

Este es el análisis que hace Ekaizer en El País (y ojalá acabemos ya con este asunto de los Pinochos, que me tiene hasta la coronilla):

ANÁLISIS

Crónica de una conspiración para deslegitimar el juicio del 11-M

ERNESTO EKAIZER

Los 15 folios dictados ayer por el juez Baltasar Garzón constituyen la radiografía de una conspiración. Los organizadores de la prueba falsa del ácido bórico pretendían, según el juez, «desacreditar la investigación instrucción sumarial» del caso del 11-M.

¿Cómo avanzar en esa campaña de deslegitimación anticipada del juicio del 11-M? He aquí la respuesta: «La prefabricación intencionada de tales observaciones [relación ETA-islamistas] para que produjeran un efecto espúreo a la propia pericia, en concreto, la vinculación entre ETA y los presuntos autores de los atentados del 11 de marzo, sin la más mínima base científica sustentándolas en simples elucubraciones y omitiendo datos relevantes cuya presencia habría supuesto la inocuidad de aquellas observaciones, y dentro de ellas, la del ácido bórico como sustancia explosiva».

El juez analiza paso a paso los movimientos de los conspiradores. El objetivo fijado de antemano: crear la apariencia de una relación ETA-islamistas. Este objetivo está determinado por el debate político en España durante las fechas en que los tres peritos realizan la pericia, esto es, marzo de 2005.

En aquellos momentos, la comisión de investigación parlamentaria del 11-M es la caja de resonancia. La coalición de conspiradores ya citada fracasa tras denodados intentos de colar la teoría de los supuestos vínculos ETA-islamistas.

Los peritos, dirigidos por Manuel Escribano, también fracasan. Sus superiores, al leer sus observaciones, estiman que se trata de una elucubración carente de base científica. Y su informe sobre el ácido bórico es rechazado. Se elabora, por tanto, un informe diferente.

El mérito de la radiografía del juez es éste: los peritos, sobre todo Escribano, saben que están fabricando una prueba a sabiendas. Los otros dos le acompañan. ¿Cómo lo sabe el juez? Porque ha podido verificar que los peritos, al plasmar sus observaciones, han omitido conclusiones que ellos mismos habían vertido en informes anteriores sobre el ácido bórico.

El juez señala: «No es una omisión casual por parte de quien hizo el informe [Escribano] y que los otros dos firmaron sin leer o cuestionar, sino perfectamente meditada, para aquél, porque de su presencia o no dependía poder mantener o no la posibilidad a la que se refiere la observación tercera (conexión entre ETA y organizaciones terroristas islamistas o yihadistas)».

La operación se consuma en julio pasado. El Mundo y el PP necesitan más madera para alimentar la caldera de la conspiración. ¡Escribano fabrica, pues, el documento de marzo de 2005 con fecha 11 de julio de 2006! El 21 de septiembre está en la portada del periódico con el mismo error del disquete de Escribano. Es decir: Juzgado Ventral en lugar de Juzgado Central… La V por la C.»

FIN

Heridas mal curadas desde el 18 de julio del 36

Llevo tiempo pensando la transición política afectó de lleno al poder legislativo y al poder ejecutivo, pero rozó tangencialmente al poder judicial. Y puede que esta sea una asignatura pendiente de nuestra todavía joven democracia que quizás aprobemos sólo con el paso del tiempo.

Ahora que ya se han jubilado muchos jueces de la dictadura puede haber llegado el momento de reflexionar acerca de la estructura actual del poder judicial por parte de los otros dos poderes del Estado.

Hoy, en plena democracia, me siguen sorprendiendo titulares como este de El País, a 4 columnas:

Los vocales conservadores del Poder Judicial rechazan un reconocimiento a los jueces perseguidos por Franco

¿Cómo es posible que el propio Gobierno de los Jueces incumpla las leyes y de tan mal ejemplo a los ciudadanos?

Los firmantes del voto particular lo razonan en el último párrafo de esta información.

En la página 15 de El País de hoy encuentro algunas respuestas al conflicto de los jueces y de buena parte de la sociedad española. Se trata de un excelente artículo del magistrado emérito del Supremo Martín Pallín sobre las cicatrices de la memoria y que reproduzco a continuación porque no lo puedo leer bien en PDF.

18 de julio: las cicatrices de la memoria

JOSÉ ANTONIO MARTÍN PALLÍN EL PAÍS – Opinión – 13-07-2006

Las heridas de los vencedores tuvieron un largo y delicado tratamiento, debían haber cicatrizado. Los vencidos vivieron con ellas, hasta que murió el dictador y se restituyó la soberanía al pueblo español. Las manos expertas y cuidadosas de los cirujanos suturan las heridas con pausa y detalle de tal forma que, pasado el tiempo, la cicatriz se hace prácticamente imperceptible.

Al comenzar la transición había que suturar las heridas, todavía abiertas, de los vencidos. Algunos sostienen que nuestra transición fue modélica. En mi opinión las heridas se cosieron apresuradamente, con hilo grueso, e inevitablemente, dejaron huella. Las leyes de Amnistía e Indulto están plagadas de frases grandilocuentes y quizá bien intencionadas.

Pero no se encuentra ni una mirada al pasado esbozando una leve autocrítica por lo que había sucedido hace cuarenta años. El Real Decreto de 30 de julio de 1976, reconoce la imposibilidad de conseguir que los militares interioricen y asuman la nueva situación. Llamo la atención sobre un párrafo del texto. Se condona la pena impuesta a los militares de Unión Militar Democrática que habían dado un paso arriesgado y ejemplarmente ético para desmarcarse de las ideas autoritarias, cuando no nítidamente fascistas, de sus compañeros de armas.

Cuando vieron el ejemplo de sus compañeros de armas portugueses cerraron filas entorno al Régimen y despreciaron a sus camaradas demócratas. No satisfechos con ello consienten, con cierta magnanimidad, que se les saque de prisión si bien seguirán definitivamente separados, justificando esta medida por la necesidad de «velar por la mejor organización y moral militar de las instituciones armadas».

Cualquier estudioso de la transición, ajeno a los entresijos de nuestros poderes fácticos, no saldrá de su asombro. Ser demócrata y jugarse la carrera a favor de su venida, es un acto desmoralizador para los nostálgicos herederos del golpe militar. Los militares portugueses saldaron su deuda histórica devolviendo la soberanía a sus conciudadanos, los nuestros la arrebataron en el 36 y no hicieron nada para restituirla.

Este punto de sutura se hizo groseramente y como era de esperar supuró el 23-F. Quedan muchas cicatrices por cerrar. Los vencedores están mal acostumbrados a decidir lo que se puede y lo que no se puede hacer. Desarrollaron este vicio en condiciones favorables durante cuarenta años y les cuesta adaptarse al debate civilizado y a la necesidad de realizar una autocrítica liberadora.

Sólo ellos pueden tener memoria y el monopolio de la verdad. Memoria siempre selectiva. La tesis que parece imponerse son las de una República, sin orden ni ley, a la que casi tuvieron que salvar los propios militares.

Parece que la historia vista desde fuera no va por esos derroteros, pero, en todo caso, es una opinión que muchos no compartimos.

Los vencidos no sólo no pueden tener memoria sino que, sea cual sea su análisis, estará siempre salpicado por el ruin ánimo de venganza que anida en sus duros y pervertidos corazones.

Bastante condescendencia se tuvo con ellos permitiéndoles acceder a una democracia que consideran todavía tutelada por sus maniqueas tesis. Cualquiera que disienta pone en peligro la reconciliación nacional, está provocando a los fantasmas del pasado y preparando los bisturíes de unos nuevos cirujanos. Citaré algunos puntos que considero imprescindible resolver: «nulidad de los consejos de guerra sumarísimos» y devolución a las víctimas y sus familiares del honor de haber defendido a un régimen constitucional y democrático.

Se trata de promulgar una ley de anulación y no de reconocer, como se hace en la reciente Ley de la Memoria Histórica, los méritos democráticos de algunos protagonistas relevantes.

«Ejecuciones extrajudiciales y desaparición forzada de personas». Esta práctica sistemática durante la guerra puede ser imputada a rebeldes y republicanos. En la larga y dolorosa posguerra es el monopolio de los vencedores. Se trata de un crimen de lesa humanidad y por tanto, imprescriptible ante el derecho internacional consuetudinario y el de los tratados cuya aplicación retroactiva, a partir de Núremberg, está admitida por la doctrina internacional.

La Justicia Internacional está abierta a estos crímenes y cualquier juez podría enjuiciarlos del mismo modo que España ha juzgado a los asesinos de la dictadura argentina.

«Confiscación de bienes particulares y de entidades públicas». El despojo fue el botín de los vencedores. La situación, según se ha visto, puede ser corregida utilizando fórmulas parecidas a la que se contiene en el Real Decreto que devuelve su patrimonio a la Unión General de Trabajadores.

«Indemnizaciones pendientes por otros perjuicios no comprendidas de las leyes de Amnistía».

Lo ha hecho el Estado alemán y debemos hacerlo también nosotros. El Caudillo, se consideró investido por la gracia de Dios y sólo admitió responsabilizarse ante él y ante la Historia. La Historia nunca se detiene ni dejará de valorar su conducta.

Los mártires de la fe que, según el cardenal arzobispo de Toledo, murieron por odio a la religión, pueden ser inmediatamente beatificados sin más trámites. Sin embargo, resulta difícil admitir que alguien odie a una religión, por sus dogmas, ritos o ceremonias, más bien sería una confrontación con los representantes humanos de unas creencias que no se compartían y por un rechazo a comportamientos personales. En todo caso los hechos son condenables.

También los vencedores ejecutaron a sacerdotes, se supone que por no odio a la religión, sino por su falta de adhesión al nacional-catolicismo que, según propia confesión de Franco, fue decisiva para ganar la Cruzada.

Todavía no han pedido perdón y ya ha pasado bastante tiempo como para que hubieran reflexionado sobre su inhumana postura. El Papa Benedicto XVI ha desaprovechado, una vez más, la ocasión durante su reciente visita a Valencia. No hay obstáculos para seguir con las canonizaciones sin temor a ser tachados de rencorosos, sin embargo, el perdón se reserva para la influyente comunidad judía que, por fin ha conmovido el corazón de un Papa alemán angustiado ante el monumento al horror que se escenifica en el campo de Auschwitz.

Ahora tratan de endosarle la responsabilidad a Dios, y se preguntan dónde estaba cuando aquellos horrores sucedían. Si de verdad no encuentran a Dios en los momentos difíciles, ¿por qué no intentan mirar a los ojos de las víctimas, donde seguramente podrán encontrarlo?

José Antonio Martín Pallín es magistrado emérito del Tribunal Supremo.

El dibujo/chiste de El Roto va hoy de regalo para resignados.