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"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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Bono: «le agrada» en El País, pero lo «rechaza» en El Mundo

Casi siempre hay pequeñas diferenias de matices entre los titulares de la misma noticia en ambos diarios. En ocasiones, hay un abismo como de la noche al día. Tal es el caso de hoy con la eventual candidatura de Bono a la alcaldía de Madrid.

En El Mundo:

Bono se inclina a rechazar…

En El País:

Bono afirma que le agrada…

Ambos ilustran su primera con foto del acto de Acebes y Piqué en Cataluña: uno muestra primer plano de bandera y cazo metálico y el otro, plano general de manifestantes.

El verbo («zarandeados» o «rescatados de una agresión») va con la foto.

El Mundo:

Acebes y Piqué rescatados de una agresión independentista

EL País:

Acebes y Piqué, zarandeados en un acto del PP en Cataluña

La causa de la anulación de la cumbre de la UE sobre vivienda también admite matices:

Mundo:

«Por miedo a los antisistema»

País:

Por temor a una protesta «okupa»

Donde se nota más que cada diario echa toda su carne en el asador es en el caso del juez Garzón y los peritos que metieron la cuchara (o el calzador) en un informe sobre ETA, el 11-M y el «ácido bórico», muy del agrado del trío Pinocho (Aznar, Acebes, Zaplana).

Mundo, a tres columnas, abajo:

El CGPJ vuelve a negar el amparo a Garzón por su incompetencia

Garzón se ensaña con los peritos tras verse obligado a inhibirse

País, a cuatro columnas, arriba:

Garzón concluye que el informe del ácido bórico fue un montaje «delirante»

Sumarios:

El juez acusa al principal perito de «prefabricar» el nexo entre ETA y el 11-M para lograr un «efecto espurio»

El Poder Judicial rechaza amparar al magistrado

Esta es la información en página interior de El País:

Garzón acusa al perito Escribano de fabricar la relación entre ETA y el 11-M

El magistrado archiva el ‘caso del ácido bórico’ sin ampliar la imputación de El Haski

JOSÉ YOLDI

EL PAÍS

El juez Baltasar Garzón archivó ayer el denominado caso del ácido bórico sin ampliar la imputación del islamista Hassan el Haski, por no tratarse de una sustancia explosiva. Al mismo tiempo, el juez, en un auto de 15 folios, revela que, de las investigaciones que ha hecho, se ha «demostrado, sin duda racional alguna», que el perito Manuel Escribano realizó la «prefabricación intencionada» de la supuesta vinculación entre ETA y los presuntos autores de los atentados terroristas del 11 de marzo, en este caso el islamista Hassan el Haski, «para que produjera un efecto espurio a la propia pericia».

Garzón concluye que Escribano fabricó un nuevo documento, que no era oficial, y que lo entregó a El Mundo con la finalidad de imputar una falsedad a sus superiores, que cumplieron las normas legales y de calidad de la policía al rechazar el borrador que el perito les presentó en marzo de 2005.

En el auto dictado ayer, Garzón señala que el hecho de que el ácido bórico hubiera servido para fabricar explosivos hubiera tenido gran incidencia en la causa, ya que al islamista Hassan el Haski se le persigue por su intervención en los atentados de Casablanca y en los del 11-M. Pero el auto añade que «esto no ha sido así al haberse demostrado -sin duda racional alguna- la prefabricación intencionada de tales observaciones para que produjeran un efecto espurio a la propia pericia, en concreto la supuesta vinculación entre ETA y los presuntos autores de los atentados terroristas del 11 de marzo, en este caso Hassan el Haski».

El magistrado precisa que «ello se ha realizado, sin la más mínima base científica sustentándolas en simples elucubraciones y omitiendo datos relevantes cuya presencia habría supuesto la inocuidad de aquellas observaciones, y dentro de ellas, la del ácido bórico como sustancia explosiva».

Desacreditar la investigación

Por el contrario, añade el auto, «esa omisión suponía dar pábulo a la incidencia extrapericial de las mismas, acorde con cierto debate social construido en torno a aquel caso [el 11-M] para desacreditar la investigación e instrucción sumarial». Garzón agrega que el informe-borrador de 21 de marzo de 2005, en el que se incluía la vinculación de ETA con el 11-M a través del ácido bórico, «en ningún caso (…) buscó una realidad científicamente constatada», con observaciones, «tan genéricas como perversas e impropias de un informe pericial».

El magistrado establece que no consta ningún dato, informe, documento, estudio o similar que permita afirmar que el ácido bórico haya tenido algún uso como elemento de sustancia explosiva hasta la fecha en España. Agrega que «revisados todos los manuales de explosivos intervenidos a terroristas de ETA y los encontrados, en memorias externas, en el piso de la calle Carmen Martín Gaite de Leganés, en ninguno de ellos se hace mención al ácido bórico como componente o material utilizado para la fabricación de explosivos».

El auto incide en que tras la desarticulación del comando Buruhauste de ETA, que tramitó el Juzgado Central de Instrucción número 4, por delito de terrorismo, se halló ácido bórico en un piso franco de Salamanca como consta en el informe número 868-Q1-01 de 5 de diciembre de 2001. No obstante, en el informe que se remitió al juzgado «no consta siquiera referenciada la mención del ácido bórico ante la ausencia de conexión con el objeto investigado, ya que está acreditado que era para utilizarlo como producto de higiene personal».

El hecho de que el perito Manuel Escribano, autor del informe-borrador, no quisiera profundizar sobre la naturaleza del ácido bórico, sino «resaltar la hipotética y artificial conexión» entre los islamistas y ETA; y el que los expertos en explosivos prescindieran de mencionar al juez el hallazgo del ácido bórico en el piso franco de ETA en Salamanca, por ser inocuo, lleva a Garzón a afirmar que habría que reflexionar sobre las intenciones de Escribano. La inclusión de las observaciones, sobre la posible relación de los islamistas con ETA, «se desvela no sólo artificial sino intencionadamente traída para ofrecer un resultado irreal, contrario a la línea de investigación policial y judicial, y con el fin de cuestionarla».

La parte de la observación de los peritos que concluye que por tener ácido bórico los etarras, El Haski y un militante antisistema estén relacionados entre sí, hayan tenido un mismo tipo de formación o sean los mismos autores, para Garzón «es simplemente delirante, ya que no tiene -ni siquiera como posibilidad- el más mínimo rigor científico o real, según los datos del informe, que lleve a mantener esta afirmación».

El juez se pregunta por la finalidad perseguida al vincular a la organización terrorista ETA con los islamistas y señala que esa finalidad se comprueba con los acontecimientos posteriores: «Reconstrucción del informe-borrador pericial no oficial, firma posterior (11.07.06) simulando el documento para darle alcance oficial presentándolo a los superiores, entregándolo a un medio de comunicación y presentándolo, tanto éste como los peritos (la n° 11) en sede judicial (Juzgados Centrales 6 y 5 respectivamente), para imputar una falsedad a los superiores que cumplieron con las normas legales y de control de calidad al rechazar ese informe». FIN

Y estos son los editoriales de El Mundo y El País sobre la actuación de Poder Judicial, de mayoría conservadora. Los títulares -¡válgame dios!- hablan por sí solos.

Este es el análisis que hace Ekaizer en El País (y ojalá acabemos ya con este asunto de los Pinochos, que me tiene hasta la coronilla):

ANÁLISIS

Crónica de una conspiración para deslegitimar el juicio del 11-M

ERNESTO EKAIZER

Los 15 folios dictados ayer por el juez Baltasar Garzón constituyen la radiografía de una conspiración. Los organizadores de la prueba falsa del ácido bórico pretendían, según el juez, «desacreditar la investigación instrucción sumarial» del caso del 11-M.

¿Cómo avanzar en esa campaña de deslegitimación anticipada del juicio del 11-M? He aquí la respuesta: «La prefabricación intencionada de tales observaciones [relación ETA-islamistas] para que produjeran un efecto espúreo a la propia pericia, en concreto, la vinculación entre ETA y los presuntos autores de los atentados del 11 de marzo, sin la más mínima base científica sustentándolas en simples elucubraciones y omitiendo datos relevantes cuya presencia habría supuesto la inocuidad de aquellas observaciones, y dentro de ellas, la del ácido bórico como sustancia explosiva».

El juez analiza paso a paso los movimientos de los conspiradores. El objetivo fijado de antemano: crear la apariencia de una relación ETA-islamistas. Este objetivo está determinado por el debate político en España durante las fechas en que los tres peritos realizan la pericia, esto es, marzo de 2005.

En aquellos momentos, la comisión de investigación parlamentaria del 11-M es la caja de resonancia. La coalición de conspiradores ya citada fracasa tras denodados intentos de colar la teoría de los supuestos vínculos ETA-islamistas.

Los peritos, dirigidos por Manuel Escribano, también fracasan. Sus superiores, al leer sus observaciones, estiman que se trata de una elucubración carente de base científica. Y su informe sobre el ácido bórico es rechazado. Se elabora, por tanto, un informe diferente.

El mérito de la radiografía del juez es éste: los peritos, sobre todo Escribano, saben que están fabricando una prueba a sabiendas. Los otros dos le acompañan. ¿Cómo lo sabe el juez? Porque ha podido verificar que los peritos, al plasmar sus observaciones, han omitido conclusiones que ellos mismos habían vertido en informes anteriores sobre el ácido bórico.

El juez señala: «No es una omisión casual por parte de quien hizo el informe [Escribano] y que los otros dos firmaron sin leer o cuestionar, sino perfectamente meditada, para aquél, porque de su presencia o no dependía poder mantener o no la posibilidad a la que se refiere la observación tercera (conexión entre ETA y organizaciones terroristas islamistas o yihadistas)».

La operación se consuma en julio pasado. El Mundo y el PP necesitan más madera para alimentar la caldera de la conspiración. ¡Escribano fabrica, pues, el documento de marzo de 2005 con fecha 11 de julio de 2006! El 21 de septiembre está en la portada del periódico con el mismo error del disquete de Escribano. Es decir: Juzgado Ventral en lugar de Juzgado Central… La V por la C.»

FIN