Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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Mujeres «viciosas» de pago en diarios «virtuosos» de pago

Un lector de este blog me recomienda que copie y pegue aquí un artículo bastante edificante de www.elconfidencial.com de ayer. Se refiere al beneficio espurio que consiguen los diarios de pago, que se hacen pasar por serios y respetables, por publicar los anuncios de prostitución.

Hace un par de años, el director editorial de 20 minutos, Arsenio Escolar, comunicó a nuestro Consejo de Administración su deseo de prohibir para siempre la publicación de estos anuncios de putas. Algunos de ellos podían encubrir no sólo prostitución forzada por proxenetas sin escúpulos sino puro esclavismo y/o corrupción de menores. Es difícil para un diario poder distinguir lo que hay detrás de estos anuncios de doble filo que pueda ir en contra los principios que animan a una empresa editora de medios de comunicación.

En su día felicité al Consejo de 20 minutos por renunciar a una suma considerable de ingresos procedentes de esa publicidad sospechosa, denigrante no solo para las mujeres sino para todo ser humano y, cuando menos, de muy mal gusto. Estoy feliz por trabajar en un diario como 20 minutos que no publica ese tipo de anuncios. También me alegra comprobar que el diario «La Gaceta de los Negocios«, que yo fundé como director editorial en 1988, tampoco lleva esos reclamos de prostitución incontrolada.

Si alguien tiene dudas, basta con que repase algunas páginas de «contactos», «relax», etc. de los respetables e hipócritas diarios de pago para comprobar lo que digo. Algunos anuncios merecen salir en las revistas de humor pero otros merecen claramente la hoguera.

Elconfidencial.com publicó ayer lo siguiente:

«Eslava, madurita, viciosa»:

palabras que valen 6 euros para un periódico

“Brasileñas. Morbosas. Guapísimas. 100. Apartamento lujoso. Hoteles. Permanentemente”.

Cada día, los periódicos ofrecen tres o cuatro páginas completas de este tipo de anuncios por palabras, una polémica fuente de ingresos a la que sólo han renunciado, entre los diarios nacionales, 20 Minutos, Público y La Gaceta de los Negocios.

Y no se trata de una recaudación desdeñable. Como muestra, las tarifas del diario El País en su edición Madrid. Para la sección «adultos», se pide un mínimo de tres palabras. Cada una se cobra a 1,25 euros más IVA entre semana, y el domingo, 1,50 más IVA. Así, el anuncio «Eslava, madurita, viciosa», aparecido ayer en El País, y al que hay que añadir el número de teléfono, que cuenta como palabra, supuso para ese diario 5,8 euros.

Una cantidad que aumenta al añadir más palabras o imágenes, y que hay que multiplicar por los cerca de 800 anuncios de prostitución que puede contener habitualmente un medio como El País o El Mundo. Un informe aprobado en 2007 por la Comisión Mixta de los Derechos de la Mujer y de la Igualdad de Oportunidades del Congreso de los Diputados cifra en torno a los 5 millones de euros los ingresos anuales de El País por la publicidad de prostitución. Además calculó la media diaria de anuncios de contactos en la cabecera de Prisa en 702; en El Mundo, 672; en ABC, 225; y en La Razón, 91.

Este mismo informe parlamentario recuerda que la prostitución es el segundo negocio global más lucrativo, por encima del tráfico de drogas, y sólo después del tráfico de armas. Una actividad que genera entre 5 y 7 billones de dólares y que moviliza a unas 4 millones de personas, la mayoría mujeres y niñas objeto de compra y venta para ser utilizadas como prostitutas.

Para Yolanda Barcina, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, se trata de una contradicción que los mismos periódicos que defienden los derechos humanos y que nunca prestarían sus páginas para promocionar las mafias del narcotráfico o el tráfico de armas, sí permitan la promoción de la trata de personas.

«Para las mafias este tipo de anuncios son muy cómodos, porque les ofrece completa impunidad»,

señaló Barcina, quien subrayó que la prensa «es cómplice, por dinero, de las mafias explotadoras de mujeres».

La FSM lanzó una campaña el año pasado para sensibilizar a los periódicos sobre este asunto, enviando cartas a 50 directores de diarios, y presentando 1.500 firmas ante la Asociación de la Prensa de Madrid. Según Barcina, no obtuvieron respuesta de ningún gran medio, aunque un diario local de Murcia y el Diario de Burgos renunciaron a este tipo de ingresos.

La cruzada de Fernández de la Vega

La controversia ha vuelto a la actualidad de la mano de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que ha convertido en una cruzada personal la eliminación de los anuncios de contactos de los diarios. De la Vega está insistiendo en los últimos días a los grandes editores de medios de comunicación, a quienes planteó el asunto en la reunión que tuvieron en Moncloa con José Luis Rodríguez Zapatero y que desveló El Confidencial.

La presión de la vicepresidenta ha llegado al consejo de alguno de los más importantes grupos editoriales, que se han planteado eliminar las imágenes eróticas de los anuncios para atenuar su impacto negativo. Aunque, tras analizar los jugosos ingresos que proporciona, han descartado prescindir de esta publicidad. Prueba de la incomodidad que suscita este asunto es que, al ser consultado, El País afirmó que no hace comentarios sobre los anuncios de prostitución, mientras que el grupo Vocento, y los diarios La Razón y Público no respondieron a las llamadas de este diario.

La crisis económica se ha convertido en un buen respaldo para la continuidad de este tipo de anuncios. En palabras de Juan Luis Cebrián, consejero delegado del grupo Prisa, las ventas de publicidad ya han bajado entre un 30 y un 40%, a lo que hay que añadir el descenso de difusión. De acuerdo con los datos de OJD, entre septiembre de 2007 y septiembre de 2008, diarios como El Mundo y El País han visto caer sus ventas. En concreto, el periódico de Pedro J. Ramírez retrocedió casi 17.000 ejemplares, y el rotativo de Prisa, 8.558.

(www.elconfidencial.com)

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Terremoto, naufragio, tempestad, tsunami…¿Qué más?

La crisis financiera de Estados Unidos pide paso y ya no hay columnas ni palabras suficientes para comunicar a los lectores tan descomunal desaguisado. Los libremercadistas, neoliberales o neoconservadores (hoy agazapados) no saben qué decir. Los tertulianos de la radio y la prensa (con honrosas excepciones), tampoco.

Los dos primeros diarios de pago de España coinciden hoy en el tema y en el tamaño del titular: Wall Street a cinco columnas. Hemos agotado el diccionario de sinónimos y superlativos:

Tempestad, naufragio, terremoto, rescate, tsunami, «in extremis»…

Tantas veces hemos dicho ¡que viene el lobo!, o ¡que viene el crack del 29!, etc., que ya no nos quedan palabras y la exageración se nos sale de la portada.

Para nuestro consuelo, nos queda al menos -eso sí- El Roto con su genial clase de Economía. De modo que eran unos delincuentes… Pues sí. En buena parte, unos eran embaucadores, otros eran ganchos y otros éramos primos. Todos unidos por la codicia. Y esto se repite con frecuencia en pequeña escala. En gran escala, suele repetirse -como nos decía Galbraith en Harvard«siempre que una generación se olvida de la crisis que sufrió la generación anterior».

Me critican -y con razón- porque he dedicado pocos comentarios en este blog a la crisis económica, habiendo estado tan presente en las portadas de los diarios. Es cierto. Por un lado, tengo la excusa fácil del exceso de trabajo (y varios viajes) para hacer frente precisamente a esta crisis, que también nos azota en 20 minutos, aunque menos que a la media de la prensa.

Pero, por otro lado, es que leo y oigo tantas vaguedades, tanta demagogia, tantas tonterías sobre el origen y consecuencias de esta crisis financiera que me dan ganas de volver a estudiar a la Universidad.

Recuerdo al maestro José Luis Sampedro, catedrático de Estructura Económica (antes se llamaba así), que nos enseñó a hacer siempre la siguiente pregunta. Un día, en el Ateneo de Madrid, le celebré sus enseñanzas y me replicó, jocoso como es él:

«Todo lo que yo pude enseñarte de Economía no vale para nada».

Cuando me enfrento a crisis como ésta, le recuerdo -siempre con afecto y admiración- y le doy cien veces la razón y las gracias.

¡Qué poco sabemos -o queremos reconocer- sobre las miserias de la condición humana!

Estoy casi seguro de que mi hijo mayor (Erik) no sabe o no recuerda la crisis de Ruiz Mateos y mi hijo pequeño no tiene ni idea de quien es Mario Conde. Nuestra memoria es frágil y selectiva. Muchos lectores de El Mundo habrán olvidado que Mario Conde, el causante de la gran crisis de Banesto, fue accionista fundador y gran inspirador del diario de Pedro Jota.

En este artículo sobre Rumasa de El Mundo de hoy se hace referencia varias veces al dinero del contribuyente. Por el contrario, en el artículo de al lado sobre Mario Conde y Banesto, del mismo diario, no se menciona para nada el dinero del contribuyente.

¿Por qué será, será…?

Muy oportuno este artículo de Miguel Angel Aguilar sobre el poder de la Iglesia Católica en España. El Parlamento (o sea el pueblo español) ha elegido a Carlos Dívar, nuevo presidente del Poder Judicial y del Tribunal Supremo (el presunto Tercer Poder del Estado)

¿Qué fotografía han destacado de él los dos grandes diarios de pago?

El País le pone en portada, genuflexo, rindiendo pleitesía al levantisco cardenal Rouco Varela, jefe de la Iglesia Católica en España (¿el 5º Poder?).

El Mundo le pone directamente de rodillas (¡señor!) ante el sagrario.

¿Quo Vadis Zapatero?

Consideraciones a un arzobispo

MIGUEL ÁNGEL AGUILAR en El País 30/09/2008

El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y arzobispo de Madrid, Su Eminencia el cardenal Antonio María Rouco, y algunos de sus colegas en el Colegio Cardenalicio se han referido en diversas ocasiones a la Iglesia perseguida, como si ésa fuera la situación que se viviera en nuestro país. La aparición con sus vestiduras talares de los obispos en manifestaciones callejeras ha sido frecuente en la anterior legislatura y ya se anuncian nuevas convocatorias en relación a distintas medidas legislativas en vigor, como la asignatura de «Educación para la Ciudadanía», o de proyectos que modificarían la actual regulación sobre el aborto. Pero esa etiqueta de «Iglesia perseguida» se compadece mal, por ejemplo, con la consideración de General de División que se ha concedido al excelentísimo y reverendísimo señor don Juan del Río Martín, Arzobispo Castrense de España, sobre la que más adelante volveremos.

Con Zapatero, «la Conferencia Episcopal ha alcanzado sus últimos objetivos económicos»

Entre tanto, el Gobierno socialista del abominado José Luis Rodríguez Zapatero ha sido muy diligente colmando las aspiraciones de la CEE en el plano de la financiación al elevar del 0,5 al 0,7 el porcentaje de la cuota líquida a ingresar del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que los contribuyentes pueden asignar a la Iglesia, sin que suponga recargo alguno para quienes así lo decidan. La cuestión es que si bien las encuestas del CIS registraban en 2007 que un 78% de los españoles se declaraban católicos, a la hora de marcar con una cruz la casilla que destina fondos a la Iglesia sólo lo hacían una tercera parte de los mismos.

Como reconocía el responsable de asuntos financieros de la Conferencia Episcopal y decano de la Facultad de Economía, profesor Fernando Jiménez Barriocanal, bajo los Gobiernos de Aznar todo eran cortesías verbales pero el avance real en el plano de los dineros era ninguno, mientras que ahora con el presidente Zapatero «la CEE ha alcanzado sus últimos objetivos económicos». Además, tan relevantes logros se han obtenido sin dejarse pelos en la gatera. Es decir, sin reducir los niveles de agresión practicados desde la bendita emisora episcopal, a cuya antología de insultos hizo referencia en estas páginas del diario EL PAÍS el profesor Joaquín Roy (véase columna titulada Entre un gilipollas y una negra resentida publicada en la edición del pasado 4 de septiembre). La siembra del odio y del antagonismo entre españoles sigue siendo la labor apostólica más destacada de la Cadena con los frutos magníficos que ya se empiezan a recoger.

Enseguida nos entregaremos a preparar con el debido celo, sin cicatería alguna, la venida de Su Santidad el Papa Benedicto XVI a España para presidir un gran encuentro anunciado y es seguro que las autoridades y los fondos del erario público cooperarán de modo decidido a su mayor esplendor. Otra cosa es que las palabras que nos reserve el Sumo Pontífice tengan poco que ver con las pronunciadas en su reciente visita a Francia donde ha tratado del laicismo positivo, un esquema que nosotros por nuestra inmadurez tenemos fuera de alcance. De España la Sede Apostólica quiere otra cosa bien distinta y mientras tanto los obispos nativos seguirán inflamados en la defensa de sus ventajas históricas. Como escribió Cyril Connolly (véase Obra selecta. Editorial Lumen, Barcelona 2005) «la Iglesia, cuando ha sido lo bastante fuerte para hacerlo, ha traicionado sus principios espirituales».

Recordemos que en los tanteos preelectorales de 2007 se escucharon algunas bravatas socialistas sin sentido a propósito, por ejemplo, del proyecto de suprimir los funerales de Estado, que fueron desmentidas por quienes eran mayores en edad, saber y gobierno. Pero sucede que un repaso exhaustivo al Derecho Eclesiástico del Estado permite comprobar que esa figura de «funerales de Estado» no existe en el ámbito legal. Fue uno de esos inútiles combates fantasmales emprendidos mientras se dejan pasar ocasiones preciosas para que las cosas queden en su sitio. Así se habló también de la reforma de la Ley de Libertad Religiosa, con un texto impecable, mientras se garantizaba la intangibilidad de los Acuerdos entre el Estado Español y la Santa Sede de 4 de diciembre de 1979, negociados antes de la Constitución como por todas partes se hace notar, que están reclamando con urgencia nueva redacción.

Volvamos a la consideración de General de División concedida al Vicario General Castrense de España y observemos que el Acuerdo sobre Asistencia Religiosa en las Fuerzas Armadas en ninguno de sus siete Capítulos ni de sus dos Anexos menciona que deba concederse esa consideración de General de División al arzobispo titular del citado Vicariato. Si se tratara tan sólo de señalar una equiparación retributiva debería hacerse de otro modo para evitar confusiones fuera de lugar. El Gobierno ha renunciado otra vez a las tareas para las que es competente. ¿Por qué?

FIN

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Maria Teresa Fernández de la Vega habló hoy de los diarios gratuitos y ¡lo hizo a favor!. Es valiente la vice. Gracias.

Los obispos vuelven a mear (con perdón) fuera del tiesto

Los obispos están, otra vez, crecidos, envalentonados y meando fuera del tiesto. La situación me parece gravísima para cualquier demócrata que se precie. La Iglesia vuelve a las andadas. Protesta contra la enseñanza de una asignatura obligatoria. acorde con la Constitución, que trata sobre los valores de tolerancia, libertad y convivencia en una socidedad democrática.

Unos recomiendan la «objeción de conciencia» contra la asignatura «Educación para la Ciudadanía» y otros hablan de darla «por imperativo legal«, fórmula utilizada por los batasunos para jurar sus cargos. Pero ninguno de ellos se digna rechazar el dinero que los colegios católicos concertados y la propia Iglesa Católica reciben – y no se por qué- del Estado aconfesional español, es decir, de los impuestos de todos los españoles.

Hasta ahora, el Gobierno de Zapatero se había mostrado asustadizo y temeroso ante cualquier resoplido de los monseñores. Y eso, me consta, le cuesta votos de muchos laicos honrados. Menos mal que la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega salió ayer al rescate del presidente Zapatero (que parece alelado, un poco gaznápiro, en cuanto oye gritar pamplinas o amenazas a los obispos) y avisó a los purpurados (y a los colegios que chupan del bote del Estado) que quien no apruebe esta asignatura no tendrá título y «que vaya a los tribunales quien no esté de acuerdo con ella».

Por su parte, El Roto también le echó ayer una mano al Gobierno, y a los ciudadanos respetuosos con los valores democráticos, con un dibujo que supera a todos los editoriales que he leído hasta ahora sobre la materia.

Creo que la vicepresidenta aún se quedó corta. En mi opinión, le faltó decir, con toda claridad, lo que no deja de ser una verdad de Perogrullo:

Si algún colegio católico, musulmán, judío o busdista concertado no cumple la Ley, se le quita el dinero, que tan graciosamente le da el Estado, y sanseacabó.

¿Acaso puede el Estado dar dinero público a presuntos delincuentes que se saltan la Ley a la torera, por mucha sotana negra o morada o turbante o kepa que lleven?

¡Qué vigencia tiene aún nuestro Cervantes!:

«Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho…»

Soy respetuoso con todas las creencias religiosas, paracientíficas o mágicas que no hagan daño a terceros. Pero me preocupa -en realidad, me alarma- la caradura que muestran hoy algunos jerarcas de la Iglesia Catolica española, tan irreverentes con las creencias legítimas de los demás y tan bravucones y antidemócratas como para amenazar con incumplir las leyes vigentes, apobadas por los representantes de los españoles.

Tengo la impresión de que han perdido el apoyo de su Espiritu Santo o de que su mismísimo Diablo les tiene engañados. No puedo comprender a qué viene ahora sacar tanto pecho y poner a prueba la paciencia de un montruo histórico español -felizmente dormido- como es el anticlericalismo. Yo creo que estos purpurados no han leído la Constitución española o, peor aún, la Historia de España y, por eso, no saben donde se están metiendo.

Me consta que hay muchos católicos muy sensatos y respetuosos con la Democracia y creo que deberían recomendar prudencia y/o disimulo a ciertos obispos anclados aún en la España negra.

Me gustó también lo que dijo la vicepresidente de la Vega:

«… no se puede objetar contra la Educación para la Ciudadanía como no se puede objetar tampoco contra las Matemáticas»

Me recuerda, con tristeza, una frase de nuestro ilustrado padre Feijóo, a finales del XVIII. Algo así como:

«Las Matemáticas y la Física son extranjeras en España»

He ahí una de las causas del atraso científico y económico de España. Y temo que se repita aquella penosa experiencia, a manos de los mismos culpables. Si dejamos que la Iglesia aplique, contra la Ley, la objeción de conciencia para que sus clientes no cursen la «Educación para la Ciudadanía«, ¿cual será el siguiente paso de los voraces e insaciables obispos trabucaires?

Si tienen algún éxito, pueden objetar contra la Fisica y la Química o contra la Literatura

¿Acaso no van las ciencias experimentales contra las creencias religiosas que atribuyen a un dios (¿diseño inteligente?) la creación del primer hombre sobre la Tierra? ¿Acaso no contradice la ciencia moderna, desde Charles Darwin hasta hoy, las teorías mágicas del creacionismo divino de Adán y Eva o del mundo en seis días?

¿Quién, si no la Iglesia, frenaba o preseguía en España el estudio de las ciencias experimentales en el siglo de las luces?

En tiempos del padre Feijóo, el primer ministro ilustrado de Carlos III, el ilustre reformador Jovellanos, fue expulsado del Gobierno, perseguido por la ¿Santa? Inquisición y encerrado en un castillo de Menorca sin derecho a papel, tinta ni pluma. El papa Pío VI (¿a quizás Pío VII?) había pedido al rey Carlos III -otro cobardica- que se librara de esos hombres que (cito de memoria) «imbuidos de una falsa ciencia llevaban a la católica España por caminos de perdición«.

Aquel rey pusilánime cedió y entregó a la España negra a uno de los hombres más insignes de aquel siglo y con ello dió una señal para frenar el progreso, retrasar nuestra civilización y ampliar la brecha que nos separaba ya de la emergente Ilustración europea.

¿Se imaginan a los obispos más rebeldes predicando contra la inclusión de Miguel Hernández o de García Marquez en la asignatura de Literatura por sus tendencias comunistas o ateas o a Mario Vargas Llosa por su liberalismo?

Me echo a temblar al pensar que mis hijos o mis futuros nietos tuvieran que volver algún día, como yo hacía de joven a escondidas, a la trastienda de la librería Fuentetaja para comprar libros prohibidos por la Iglesia.

La situación es tan preocupante que me atrevo a a pedir al maestro Fernando Savater que vuelva a publicar, aunque sea a multicopista, sus certeros artículos en los que, con enorme clarividencia, separaba el delito del pecado. Por ejemplo: ser homosexual puede ser considerado pecado por la Iglesia católica pero, según nuestras leyes, no es un delito. Y nuestros hijos tienen el derecho y el deber de saber distinguir una cosa de la otra.

¡Basta ya, por favor, de tanto lavado de cerebro eclesiástico!.

Habemus libertas. Somos ciudadanos libres. Que cada uno elija libremente, y por supuesto fuera de la escuela pública, la religión que le plazca.