Viaje a la guerra Viaje a la guerra

Hernán Zin está de viaje por los lugares más violentos del siglo XXI.El horror de la guerra a través del testimonio de sus víctimas.

La lucha de las mujeres de la barriada keniana de Korogocho

Sería injusto que proyectase sombra alguna sobre la belleza y la generosidad de Nairobi, ciudad por la que paso en numerosas ocasiones a lo largo del año y por la que siento un profundo afecto.

Después de estar en Congo, Sudán o Somalia, recoger las maletas en el aeropuerto Jomo Kenyatta, volver a cargar la tarjeta Safaricom del móvil en la tienda de revistas que vende los números de The Economist con una semana de atraso y tratar de que el taxista de turno me cobre mil doscientos chelines en vez de dos mil, tiene siempre el sabor de un regreso a casa. Las acacias de ramas como manos abiertas hacia el cielo, que flanquean Mombasa Road rumbo al centro de la ciudad, reverberan a bienvenida.

Después llegan los zumos de frutas de la tercera planta del Ya Ya Centre, las compras en el supermercado Nakumat del Sarit Centre o del Westgate, las cenas con los amigos en alguno de los tantos buenos restaurantes de Westlands, las posteriores copas en el Black Diamond, Havanna y Red Tape, y, por supuesto, los partidos del Barça el sábado o el domingo en la primera planta del Gypsys o en el más colorido Simmers, plato de nyama choma con patas fritas de por medio (previo pedido de que cambien de cadena y saquen la omnipresente Premier League).

Posibilidades de esparcimiento, descanso y encuentro con amigos que poco valor tendrían si no estuvieran acompañadas por la cercanía, la simpleza en el trato y la buena predisposición que sin excepción han mostrado los habitantes de la ciudad hacia el muzungu que escribe estas palabras. No recuerdo roce ni incidente alguno desde que la empezara a frecuentar hace más de un lustro. Algo inusual en una ciudad de semejantes dimensiones.

Planeta slum

Pero Nairobi tiene otra cara. Y no me refiero a los insufribles atascos ni a los habituales cortes de luz, sino a que, como tantas otras urbes de los países en desarrollo, ofrece una suerte de compendio, de resumen, de las abismales diferencias sociales que avergüenzan a nuestro mundo.

Una calle, un terreno baldío, un muro y un par de askaris de uniformes apolillados y miradas somnolientas, separan a los ricos de los pobres. Korogocho, como se dice en kiswajili: “hombro con hombro”.

El 40% de los habitantes de Nairobi reside ven barrios de chabolas. El más grande de estos asentamientos es Kibera, en el que rodé el documental Villas Miseria a lo largo de tres años. Las historias de Patrick Kimawachi, Kunja, Sharon y Phoebe que aparecieron por primera vez en las páginas de este blog en 2006. También conocimos Mathare, territorio kikuyu, ni tan vasto ni populoso como Kibera pero sí convulso en los tiempos que estaba dominado por la secta de los munghiki.

Hace uno meses tuve la posibilidad de acercarme a otro barrio de chabolas, llamado justamente Korogocho. Así viven sus 200 mil habitantes, hacinados, hombro con hombro. Lo que más impresiona al entrar es la montaña de basura que se eleva a un costado: Dandora, el mayor vertedero de Nairobi. Y las sombras de las mujeres que escarban entre la basura.

Las mismas osamentas rendidas a la inmundicia, a los desechos, que plasmamos en estas páginas en La Chureca de Managua y en las periferias de Recife y Dhaka. Otra seña de identidad de la parte más relegada del mundo.

El objetivo de la visita era realizar un reportaje a un grupo de mujeres que han decidido rebelarse contra la violencia sexual (en la imagen). Su extraordinario trabajo, en la próxima entrada.

Foto: HZ.

18 comentarios

  1. Diluvia en Buenos Aires… abz!! HZ

    16 enero 2011 | 20:39

  2. Dice ser Juanjo

    Diluvia en Bs As, es verdad, pero por momentos con tus relatos nos logramos transportar a cualquier lugar del planeta….gracias por eso!!!

    16 enero 2011 | 21:46

  3. Dice ser Lau

    Grande, Hernán !
    Esperamos impacientes…
    Besos desde la noche estrellada al norte de los Pirineos

    16 enero 2011 | 21:50

  4. Dice ser VERONICA

    en Misiones calor sofocante, mas de cuarenta grados. pero igual sentada a la compu leyendo tu articulo. abrazos

    16 enero 2011 | 22:32

  5. Dice ser Paula Zjaria

    En mi pueblo cordobés no diluvia, pero nos vendría bárbaro. Acabo de leer Rumbos (nota a HZ), «picotié» un par de crónicas y ya me enganché. Sls desde la pampa gringa!

    17 enero 2011 | 01:00

  6. Dice ser steficool

    En Madrid hace frio. Después de leer tu crónica, siento vergúenza de mi misma al quejarme de que en mi casa, en mi trabajo o en cuaklquier sitio que frecuento, haga frio. Tengo comida para mi y para mi hija, tengo trabajo y vivo bajo techo. Deberiamos saber conformarnos con eso.
    Saludos,

    17 enero 2011 | 14:35

  7. Dice ser Natalia Vallina

    Ayer por la mañana, desayuno de por medio, lei tu nota en Rumbos. Me quedé pensando mucho en tu trabajo, muestra de un enorme compromiso y amor al prójimo. Entré en tu blog y me resultaron muy interesantes tus artículos, que sin duda seguiré leyendo. Desde Mendoza, te envío un abrazo a la distancia. ¡Nunca pierdas la fortaleza que nace de tu corazón! Muchos somos los que te acompañamos en tu tarea, aunque no tengamos rostro y sólo nos «conozcamos» en este mundo virtual.

    17 enero 2011 | 17:23

  8. Dice ser Isabel

    Parece que somos muchos los que leimos tu entrevista en la revista Rumbos. Yo también lo hice e inmediatamente decidi ver tu blog, pase leyendo tus artículos toda la tarde de ayer, espesificamente los que has escrito sobre Argentina. Me gusta mucho tu blog. Tu labor periodística es sumamente interesante.
    Saludos, desde Mendoza.

    18 enero 2011 | 01:50

  9. Dice ser Mercedes (MOMO)

    Me gustan mucho toods tus articulos , pero he de reconocer que cuando nos hablas de la situación de la mujer en cualquier parte del mundo sobre todo en Africa …aqui me tienes pegada y siguiendo todas las pistas de esas nuevas troyanas…eres estupendo …
    un abrazo enorme
    http://navegandopormisorillas.blogspot.com/2009/07/blog-post.html

    18 enero 2011 | 15:09

  10. Dice ser Malena

    Leyéndote es fácil sentirse allá.. Gracias Hernán y un abz!

    Esperamos tu próxima crónica… q se antoja muy interesante.. Vaya por delanta mi solidaridad y abz fraterno kn ese grupo de mujeres valientes como pocas, q hacen q hoy más q nunca me sienta orgullosa de serlo.. Son de «10» y su valentía está escrita en su mirada…

    18 enero 2011 | 20:29

  11. Thanks man. That was special seeing

    28 enero 2011 | 21:05

  12. Dice ser delivery diets

    how-do-you-do, this article is a informative blog post. Thanks for the newsworthy info

    29 enero 2011 | 00:51

  13. Dice ser windows 7

    Excellent article. I want to have to ask questions

    29 enero 2011 | 15:07

  14. Dice ser kýz oyunlarý

    The new Zune browser is surprisingly good, but not as good as the iPod’s. It works well, but isn’t as fast as Safari, and has a clunkier interface. If you occasionally plan on using the web browser that’s not an issue, but if you’re planning to browse the web alot from your PMP then the iPod’s larger screen and better browser may be important.

    29 enero 2011 | 19:26

  15. Dice ser kiz oyunlari

    Hands down, Apple’s app store wins by a mile. It’s a huge selection of all sorts of apps vs a rather sad selection of a handful for Zune. Microsoft has plans, especially in the realm of games, but I’m not sure I’d want to bet on the future if this aspect is important to you. The iPod is a much better choice in that case.

    29 enero 2011 | 20:57

  16. Hp oki konica lexmark samsung marka toner dolum hizmeti.

    29 enero 2011 | 21:07

  17. If you’re still on the fence: grab your favorite earphones, head down to a Best Buy and ask to plug them into a Zune then an iPod and see which one sounds better to you, and which interface makes you smile more. Then you’ll know which is right for you.

    30 enero 2011 | 22:02

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