La televisión ha creado un mundo esquizofrénico en el que entre el individuo y lo global no hay nada. Alain Touraine

Mr. Spock enamorado

«Mr. Spock pasa rápido sus primeras experiencias, evita el internado aeroespacial donde aprendió en una sola mañana, para el resto de su vida, que él era distinto a los otros niños soeces, palurdos de cualquier galaxia cargados con sus simiescas botas de amianto y sus fanfarronadas lúbricas; evita mirar al muchacho de la esquina porque hay algo en él que le turba si el joven Spock le contempla empezando desde abajo: pies perfectos, rodillas desnudas, muslos coleccionables… y justo más arriba un vacío mental entre las piernas.

Su placa de identificación declaraba 0-41 y Mr. Spock no sabía si estaba enamorado de él. Pasó torturado los tres cursos de adiestramiento, mirándolo a distancia sin atreverse a acercarse, vagando en solitario por la colina de cráteres y grabando en cada superficie lunar 0-41, 0-41, 0-41, hasta que comprendió por sus medios lo que todos descubren alguna vez: que no saber si se está enamorado es la única forma real de estarlo. Ninguna seguridad, basta de normativas, la gravedad ha muerto.»

Del cuento ESTRELLAS, ESTRELLAS, de Eloy Tizón, incluído en su último libro «PARPADEOS«, que más que un libro es un lugar de peregrinación, un acogedor y deslumbrante oasis de relatos de seres humanos con animales y de personajes de ficción que recobran la vida que pudieron tener y nos ocultaron: Mr. Spock enamorado, Heidi camarera y Pedro director de una multinacional. Y Roy Batty, de Blade Runner, recita otras visiones:

«He visto a mujeres de más de cincuenta años en el restaurante de unos grandes almacenes, con los pechos operados y los labios de colágeno, atiborrándose de tortitas con nata.»

«PARPADEOS«, de Eloy Tizón, de E. T. , como él cuenta que le bautizó Carmen Martín-Gaite, en el mismo último relato donde cuenta que fue colaborador del periódico El Sol, bajo la dirección cultural de mi admiradísimo Manuel Longares y

– me pregunto –

¿al tiempo que mis venerados compañeros Martínez Soler y Manolo Saco eran director y subdirector de ese periódico? Qué pequeño es el mundo. Y qué grande Eloy Tizón.

1 comentario

  1. Dice ser jm

    realmente hermoso.

    15 junio 2006 | 19:44

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