Con la segunda temporada, The Good Fight demostró que había conseguido encontrar el tono que necesitaba para funcionar a la perfección. Distinguiéndose de The Good Wife gracias a una vis cómica más acentuada y centrándose en el personaje de Diane, la serie logró desplegar sus alas y convertirse en una de las ficciones más originales de la televisión.
Maia y Lucca seguían teniendo relevancia, pero en tramas secundarias, y el título apostó por dar protagonismo a una mujer mayor, inteligentísima, elegante a rabiar y completamente frustrada por la política del presidente de la (lluvia dorada) los Estados Unidos. Atención, spoilers! Lee el resto de la entrada »