Un domingo más (y el último del año), os traigo «Lo mejor de la semana seriéfila», un recopilatorio de artículos, vídeos y podcast con lo más destacado de la semana.
Cuando la estrenaron, mi timeline de Twitter se volvió loco. Todo eran alusiones a Paquita Salas, a lo grande que era y las risas que se habían echado. Debo confesar que vi el primer episodio en la plataforma Flooxer y no me pareció nada del otro mundo, aparte del trabajo de Brays Efe. Fue cuando la estrenaron en Netflix que pensé: “Vamos a darle otra oportunidad, que mi timeline es sabio”. Y entonces me enamoré perdidamente de Paquita, de su capacidad para levantarse cada vez que se caía, de los kebabs en pijama y, por supuesto, de los torreznos con gintonic de Larios, que he incorporado a mi dieta. Lee el resto de la entrada »
En el amplio género del terror, las historias de fantasmas siempre han sido mis predilectas. Mi padre, que también era un gran amante de las historias góticas, acrecentó mi pasión y mi biblioteca con innumerables relatos donde los espíritus o presencias fantasmagóricas eran protagonistas.
Aunque el terror es una gran asignatura pendiente en el campo de las series de televisión (con algunas honrosas excepciones) los amigos del país del té y los sándwiches de pepino han contribuido a la creación de algunos sugerentes títulos. Como no solo hay que ver series o pelis de miedo en Halloween, aquí van tres propuestas con casas encantadas y todo tipo de terrorífica vida tras la muerte para que disfrutéis frente al fuego estas Navidades. Lee el resto de la entrada »
Lo primero que pensé cuando leí que iban a estrenar Young Sheldon fue: “Ya está aquí el típico spin-off absurdo para aprovechar el tirón de Big Bang Theory”. Pero, por otra parte, mi vena friki me susurró: “La infancia de Sheldon Cooper. ¡Mola, bitch!». Lo cierto es que mis prejuicios, una vez más, se han ido al garete, porque Young Sheldon está resultando una comedia agradable, un happy place con un tono alejado de las risas enlatadas de su hermano mayor.
Gracias a la voz en off del propio Jim Parsons, y a un guion que está a medio camino entre la serie nostálgica tipo Aquellos maravillosos años y el humor irónico pero dulcificado, ha conseguido diferenciarse de su nave nodriza para ofrecer un producto bastante potable, incluso para aquellos que ya abandonaron Big Bang. Lee el resto de la entrada »
Cuando una primera temporada consigue alcanzar los niveles de intensidad dramática y excelencia que logró The Crown, la segunda temporada suele comenzarse con cierto escepticismo. En este caso, el escepticismo se ha volatilizado para dejar paso al asombro y la sensación de plenitud que uno siente ante una gran obra. Porque Peter Morgan, su creador, ha demostrado una maestría única para narrar la historia de la reina Isabel II de Inglaterra, tratando a la figura con respeto pero, al mismo tiempo, sin eludir sus defectos. Lee el resto de la entrada »
¡Feliz Navidad, querida familia seriéfila! Antes de pasar a las noticias y artículos más destacados de la semana me gustaría felicitaros las fiestas y desearos que el tipo del saco venga cargadito de regalos frikis y molones, y que engulláis turrón y gambas sin necesidad de Secrepat. Dicho esto, pasemos a lo importante. Lee el resto de la entrada »
Lo voy a confesar nada más empezar: aguanté veinte minutos. Algunos os rasgaréis las vestiduras y clamaréis al cielo por mi falta de profesionalidad («se ha hecho un Boyero», diréis), pero una ya tiene experiencia en estas lides y hay horrores demasiado ominosos como para hacerles frente, creedme. Porque Las chicas del cable tiene un guion terrible por lo cursi y, encima (esto es lo peor), pretende hacernos tragar un culebrón (lo llaman melodrama romántico) como una serie feminista utilizando un reparto protagonista femenino y la temática de la incorporación de la mujer al mundo laboral cuando, en realidad, lo que prima es el tono de novela. Lee el resto de la entrada »
Cuando llega la Navidad y los Reyes Magos (aunque yo soy más del tipo del «ho, ho, ho»), los seriéfilos solemos redactar nuestra carta con la esperanza de que nos traigan algún regalito friki para decorar la estantería o lucir en nuestro cuerpo serrano. Una de las cosas que más me gusta de estas fechas es bucear en Internet en busca de algún detalle para regalar(me), que he sido buena y trabajadora y hasta he visto series españolas (guiño, codazo).
Este año he encontrado algunas ideas que, espero, me traiga el señor de rojo en su saco. Veamos si os gustan. Lee el resto de la entrada »
Es excelente. Posee un guion sólido con grandes diálogos, una fotografía esplendida de la que apetece ver en cine y personajes memorables, entre los que destaca Frank Griffin (Jeff Daniels), uno de los mejores villanos que ha dado últimamente la televisión. Sin embargo, Godless no es la serie feminista que nos vendieron. Es cierto que hay personajes femeninos fuertes: Merritt Wever interpreta a Mary Agnes, una independiente mujer que viste de hombre y es lesbiana, y Michelle Dockery es Alice Fletcher, una viuda que trabaja duro para sacar adelante su rancho al margen de la comunidad de La Belle. Pero el eje de la serie gira en torno al triángulo conformado por el forajido Roy Goode, el despiadado Griffin y Bill McNue (Scoot McNairy), un sheriff medio ciego en busca de Griffin. Lee el resto de la entrada »
El señor de los anillos es uno de los libros míticos de la fantasía épica que ha conmovido a millones de lectores en todo el mundo y que, tras las películas de Peter Jackson, se convirtió en un fenómeno cultural global. Por eso, cuando Amazon anunció que había comprado los derechos (poniendo un enorme fajo de billetes sobre la mesa), los fans nos derretimos de gusto al pensar que habría nuevas historias del universo que tanto amamos.
Sin embargo, si Peter Jackson ya había adaptado la novela (y muy bien, por cierto), ¿qué historias podrían conformar la nueva serie? Como Amazon afirmó que sería una precuela, me puse a indagar y le pregunté a alguien que conoce muy bien el mundo creado por Tolkien: Adriana Izquierdo, analista de mercado y proyectos de ficción y teléfila de pro.
