Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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¿Cebrián «echa» a Polanco o Polanco «deja» a Cebrián?

Si hablamos de un empleo, «echar» no es lo mismo que «dejar«.

Sin embargo, El Mundo y El País usan estos verbos, de significación tan distinta, para titular la misma noticia. Lo curioso del caso es que Pedro Jota le dedica más espacio a Javier Díez de Polanco, ex directivo de Prisa (sobrino del fallecido Jesús de Polanco) que el mismo diario de Prisa. Casi el doble.

Entre quienes no siguen de cerca las luchas por el poder, en las guerras empresariales de sucesión, ha podido sorprender la noticia de la salida (voluntaria o forzada) del llamado «sobrinísimo» de Jesús de Polanco. Dentro del grupo Prisa no ha debido producir sorpresa alguna. Estaba cantado que, tras la muerte del fundador, un hombre poderoso, muy singular, y con las ideas de negocio muy claras, Cebrián (nº 2 por méritos propios) y Díez de Polanco (nº 3 por lazos familiares) serían incompatibles. El choque se ha producido y el sobrinísimo ha salido disparado. El ejecutivo nº 3 del grupo Prisa es ahora Manuel Polanco, hijo del fundador y hermano del presidente no ejecutivo Ignacio Polanco).

Pese a haber dedicado muchos años de mi vida profesional al grupo Prisa, me confundí en mis pronósticos sucesorios. Siempre pensé que Jesús de Polanco era monárquico de sí mismo, es decir, que a su muerte le sucedería con todos los poderes su hijo primogénito, Ignacio Polanco. Y que, a tal fin, lo dejaría todo atado y bien atado. O sea, el rey ha muerto, viva el rey.

Sin embargo, no ha sido así. Muerto el gran Polanco, su hijo y heredero ha dado un paso atrás y ha cedido todos sus poderes a Juan Luis Cebrián, en calidad de valido.

Atención al próximo capítulo de la saga de los Polanco:

¿Dinastía o Falcon Crest?

La actual crisis económica puede provocar algunos terremotos empresariales. Y torres más altas han caido.

Nunca olvidaré el instinto profético del buen Sancho Panza (¿o fue mi admirado Don Quijote?) cuando sentenció:

«Padres comerciantes, hijos caballeros, nietos pordioseros»

Así es la vida.

Resultados de Prisa publicados en El País, diario de Prisa (1-05-09):

Resultados de Prisa publicados en El Mundo, competidor del diario de Prisa (1-05-09):

Polanco gana una batalla después de muerto

Prisa compra el 16,79% de Sogecable a Telefónica y (al concluir la OPA) logra controlar el 95% del capital de la plataforma de televisión.

Como el Cid Campeador, Jesus de Polanco ha ganado una batalla después de muerto. Cuando he leído esta mañana la noticia (conocida ayer por Internet y por la radio) me ha dado un ataque de nostalgia docente e investigadora.

Como profesor universitario de Economía Aplicada (alejado del Periodismo por la fuerza de un despido ilegal), pasé las vacaciones de Navidad de 1997 y de Reyes de 1998 escribiendo, a toda prisa, un libro sobre la guerra descomunal que había estallado en 1996 (al llegar Aznar a La Moncloa) entre las dos grandes palataformas digitales de televisión. El título era:

«Jaque a Polanco»

Y el subtitulo:

La guerra digital: un enfrentamiento en las trincheras de la política, el dinero y la prensa

Ayer se cerró un capítulo importante -quizás definitivo- de aquella guerra. Y hoy, como es natural, cada diario arrima el ascua a su sardina y elige el sujeto que más le gusta (o mejor sirve a sus intereses corporativos) para el titular de la noticia.

El País se decide por PRISA como sujeto principal.

PRISA logra más del 95% del capital de Sogecable…

A nadie le extrañará esta pasión informativa ya que Prisa es propietaria de Sogecable y, a la vez, de El País.

En cambio, para informarnos de la misma operación, tanto El Mundo (desde la derecha) como Público (desde la izquierda) han preferido elegir como sujeto principal para titular esa noticia a Telefónica. Tampoco coinciden en el verbo con el diario de PRISA.

El País dice en un sumario:

Telefónica, segundo accionista, acudió…

Sin embargo, los otros dos periódicos coinciden (cosa rara, si no fuera por los derechos televisivos del fútbol, por Mediapro y la Sexta) no solo con el mismo sujeto sino también con el mismo verbo en el titular:

Telefónica se va de Sogecable…

El diario Público, de Mediapro, va un poco más allá que El Mundo e interpreta las razones por las que Telefóncia «se va» de Sogecable:

«… por las dudas sobre su futuro»

He encontrado en mi sótano un ejemplar del libro «Jaque a Polanco» y, después de sacudirle el polvo y quitarle algunas telarañas he caido en la tentación («vanidad de vanidades«, dice el Koelet) de leer la últimas página del «Epílogo» y las primeras del «Prólogo«. En ese orden.

El Epílogo lo escribí yo en enero de 1998, en mi despacho de la Universidad de Almería, y el Prólogo lo escribió en la misma fecha mi colega y, sin embargo, amigo, David White (corresponsal entonces del Financial Times de Londres).

Como es sábado y está lloviendo, me he entretenido en copiar y pegar aquí esas páginas escritas proféticamente hace más de 10 años.

No debería decirlo, no es de buena educación, debería estar prohibido -lo se- pero es un placer sublime eso de poder presumir de profeta y decir:

«Ya te lo dije yo…»

Y eso que, como profetas, los economistas sólo sirven para predecir el pasado…

Al concluir la vieja guerra digital, el Prólogo de David White tiene aún vigencia y recomiendo su lectura.

De mi «Epílogo Abierto» lo único que quiero resaltar es que, hace 10 años, anuncié cuatro escenarios posibles para concluir aquella «guerra digital«. Primero, se cumplió el Escenario C:

Escenario C: ¿Se fusionarán Canal Satélite Digital y Vía Digital y serán felices?

Y ayer se cumplió el Escenario B, aunque sin que Prisa tuviera necesidad de alianzas internacionales:

Escenario B: ¿Se aliará Prisa con un gigante internacional como la ATT, o algo así, para comerse a Vía Digital?

Escenario C: Prisa y Telefónica se casaron y fueron felices en Sogecable hasta ayer mismo.

Escenario B: Prisa se comió ayer la parte de Telefónica en Sogecable

Pego a continuación las cuatro páginas finales de libro:

Así terminó aquel libro (más periodístico que académico) y que pasó por algunas pocas librerías sin pena ni gloria. (A la derecha está la primera página de aquella ingenua aventura editorial).

Jamás fue citada la existencia de este libro en ningún diario del Grupo Prisa ni del entorno del presidente Aznar. Solo salió una crítica (y entrevista con mi foto de profe) en La Voz de Almería . Gracias, de nuevo, colegas y paisanos almerienses.

La editorial Temas de Hoy (del poderoso Grupo Planeta se asustó cuando El País prohibió la publicidad y le devolvió la orden de insertar un anuncio suyo de pago sobre este libro. Planeta anuló inmediatamente la campaña, retiró los ejemplares distribuidos, se disculpó y me pagó como si la edición se hubiera agotado completamente. Una buena pasta para un profesor.

Prisa también tiene editoriales de libros y un gran suplemento «Babelia» que ayuda a vender libros también de otras editoriales.

Ya se sabe: Entre bomberos no se pisan la manguera.

Si yo hubiera trabajado como periodista, en aquellos años que siguieron a mi despido improcedente como corresponsal de Televisión Española en Nueva York, nunca hubiera escrito ese libro. Ustedes lo comprenderán si les digo que tengo tres hijos.

Pero me había refugiado en el sagrado académico -era profesor titular de Universidad– y me sentí libre para escribir sobre los grupos de comunicación en conflicto. Debo reconocer que, pese a que lo hice muy deprisa y mal, fue un placer inolvidable haber escrito esas 300 páginas como si fuera libre.

Los escasos ejemplares que circulan de «Jaque a Polanco» tienen ya el valor de los libros malditos del Indice. Todo un piropo, según la tesis de David White.

Menos mal que, con el dinero de la indemnización que nos dio TVE, la televisión de Aznar, por sentencia del juez, pudimos poner en marcha uan pequeña empresa familiar Multiprensa y Más S.L., con sede fundacional en el sótano de mi casa. Esa empresa creció después, gracias a 7 Cajas de Ahorro y al grupo noruego Schibsted y, desde ella, editamos 20 minutos, el periódico con más lectores diarios (2,6 millones) de la historia de España, así como la revista mensual Calle20 y www.20minutos.es, el tercer diario on line de información general , que alberga a este blog.

Todo empezó gracias a aquella indemnización judicial que mis hijos definieron como la «beca Aznar«.

Sorpresas te da la vida…

Polanco adelantó la democracia en España.

La triste noticia, temida desde la última vez que estuve con él, hace apenas un mes en una entrega de premios, me ha impactado más de lo que podía haber imaginado.

Polanco pertenecía a mi familia profesional y, desde que le conocí, hace más de 30 años, le he profesado afecto y admiración, pese a que, desde la fundación de El País, me marché voluntariamente de su inmenso grupo de comunicación en cuatro ocasiones.

Con la muerte de Jesús de Polanco somos muchos los amantes de la libertad de expresión y de la meritocracia que nos sentimos un poco más huérfanos. Le echaremos de menos y le recordaremos con cariño y -cómo no- con gratitud.

De una manera o de otra, la vida de numerosos periodistas y lectores -yo diría de muchísimos demócratas- ha estado marcada por la voluntad de superación y de éxito de Polanco. Entre ellas, la mía.

Cuando alguien muere, existe la costumbre razonable de resaltar sus bondades y de silenciar sus defectos. Nunca me he privado de comentar y criticar, en vida, errores y/o defectos del creador del mayor imperio de comunicación de la historia libre de España.

Pero este obituario no es lugar apropiado para recordar sus fallos -que los tuvo- ni para hacer cobardemente leña del árbol caído cuando ya no puede responder.

Por el privilegio personal de haberle conocido y querido, y por el lujo profesional de haber trabajado tantos años cerca de él, hoy me toca destacar su excelencia empresarial y sus cualidades humanas. Miro hacia atrás y reconozco, con orgullo y gratitud, cuánto me ha influido su ejemplo.

Hace apenas unos meses, Jesús de Polanco, que nunca ha tenido pelos en la lengua, puso al PP en su sitio. Don Jesús «del Gran Poder» -como le llamábamos incluso dentro de El País– era valiente y arriesgado, casi temerario. Nadie puede negarle esta cualidad. Ni corto ni perezoso, en pleno ataque de crispación de la parte más extremista de la derecha española dijo que «es muy difícil ser neutral» cuando «el PP desea volver a la Guerra Civil«.

Sus palabras enfurecieron, seguramente con razón, a las huestes derechistas (El Mundo, la COPE, el PP, etc.) que le replicaron de lo lindo. Siguiendo sus costumbres represoras, los líderes del PP se pasaron de la raya. Entre otras reacciones desaforadas, Mariano Rajoydecretó un boicot total (incluido el de los anuncios, lo que más duele) a los medios de comunicación del Grupo PRISA (El País, la SER, Cuatro, Canal Plus, Canal Satélite Digital, Cinco Días, AS, etc.).

Creo que puede ser edificante repasar los titulares de prensa de aquellos idus de marzo, que yo reuní en este blog bajo el título «Jaque a Polanco (II)».

Don Jesús era un hombre persistente, orgulloso y sagaz. Nunca se daba por vencido y -como su amigo Felipe González– se crecía ante el castigo. Por eso, fue admirable su supervivencia en libertad, casi milagrosa, frente a los ataques impúdicos de todo el aparato del Estado, bajo control del rencoroso Aznar.

El presidente del Grupo PRISA libró una larga y descomunal batalla contra la persecución ilegítima (por no decir ilegal, delictiva) del Gobierno de José María Aznar . En aquel acoso y derribo inmisericorde de Polanco participaron, de buen grado, periódicos amarillos como El Mundo y hasta jueces prevaricadores como Javier Gómez de Liaño, felizmente condenado por el Supremo y expulsado de la carrera judicial.

Un año antes de esta guerra por el control político de la prensa, fui alejado forzosamente del periodismo activo, por haber sido despedido como corresponsal en Nueva York por la TVE de Aznar, tras la entrevista que le hice en 1996 como candidato del PP a la presidencia del Gobierno.

Salí del paro provocado por aquel despido improcedente (con una sabrosa indemnización que mis hijos dieron el chistoso nombre de «beca Aznar») para refugiarme en la docencia universitaria, como profesor titular de Economía Aplicada.

Fue en aquel tiempo cuando más paseé y conversé a solas con Polanco. Me preocupó personalmente y me interesó mucho profesionalmente la persecución que, salvando las distancias, sufría Jesús de Polanco por parte de los mismos que me habían expulsado de la tele y de la prensa. De aquellas conversaciones, junto al Retiro, surgió mi decisión de aceptar el encargo de Planeta para escribir un libro sobre la guerra digital entre Polanco y Aznar.

Bajo el fuego graneado, y caótico, del Gobierno Aznar, me encontré con un «Jesús del Gran Poder» menos poderoso e influyente de lo que la prensa y la sabiduría convencional le atribuía.

En ocasiones, le noté impotente, cansado y abatido (sin pasaporte y al borde de ingresar en prisión) frente al aparato del Estado en las manos voraces de un político tan vengativo y un hombre tan miserable como el presidente Aznar. Sentí cierta solidaridad por aquel hombre herido en su orgullo y en su amor propio y, en aquellos paseos, no tan poderoso como todo el mundo imaginaba.

Polanco me preguntaba, intrigado y sorprendido, como había podido construir yo sólo mi defensa jurídica y mediática, frente a la persecución del Gobierno Aznar, para haber conseguido una cobertura en la prensa de prestigio del mundo occidental (Financial Times, New York Times, Herald Tribune, etc.) tan impresionante y el éxito en el juicio contra la TVE del Gobierno.

Le conté toda mi estrategia. El aparecía como un hombre poderoso que no precisaba ayuda externa alguna de otros medios. Imbuido de cierta soberbia, propia de los triunfadores, tampoco había construido una malla de seguridad con sus amigos. Noté muy vivamente que el gran Polanco se sintió sólo, muy sólo, incluso frágil, muy frágil, en aquellos meses de infierno político e incertidumbre judicial, que le estaban quitando el sueño y amenazaban con quitarle su buen nombre, grabado ya en la historia del periodismo europeo y latinoamericano.

Yo estaba entonces saliendo del agujero, tranformando el odio destructor en fría técnica, preparando nuevos proyectos de prensa (como Multiprensa, editora de 20 minutos) y escibiendo un libro sobre su caso.

Le conté que la Moncloa había hecho saber a los principales grupos de comunicación de España que mi contratación sería interpretada como un acto hostil contra el Gobierno. Ni agua ni sal. (Perdono todo, pero no olvido nada. Para que no se repita.)

Y le di todos los detalles de mi defensa, que luego publiqué en este blog (en marzo del 2006). Polanco no podía entender que la cobertura casi mundial de mi insignificante despido no obedecía a ninguna campaña organizada por mi ni por mi mujer. Simplemente, le insistí, mi historia tenía un buen lead, un buen comienzo para cualquier periodista que se precie. Todos los reportajes, en multitud de lenguas, comparaban lo que me ocurría durante la Dictadura de Franco, por criticar al gobierno, (secuestro, torturas, etc.) con lo que me estaba ocurriendo entonces con la joven y frágil democracia española, bajo el Gobierno de Aznar. Un comentario editorial del prestigioso diario conservador Financial Times resumió así una de las claves del éxito mediático de mi despido de TVE:

«…poco después de la muerte de General Franco, como un joven director de una revista, fue secuestrado, torturado y sujeto a una ejecución simulada, tras escribir un artículo sobre la paramilitar Guardia Civil. Esta vez solamente le han despedido de su trabajo como corresponsal. Esto es progreso.»

A mediodía, he recibido la noticia de la muerte de Polanco, por las llamadas del director de 20 minutos, Arsenio Escolar, y del vicepresidente de 20 minutos España S.A., Eduardo Díez-Hochleitner, que fue director general de PRISA. Luego he leído en Internet y oído en la radio y en la televisión nuevos detalles de la muerte de quien ha sido calificado, casi unánimemente, como «uno de los hombres más poderosos e influyentes de España».

Toda la tarde estoy recordando, con afecto y gratitud, a Jesús de Polanco, no como a ese poderoso y soberbio empresario que pintan los medios de comunicación sino tal como lo ví y lo sentí durante nuestras últimas reuniones y paseos a finales de los años noventa: un personaje muy singular, hecho a sí mismo, que construyó el mayor imperio de medios de comunicación de la historia de España, a partir de la nada, y que conoció de cerca la humillación y la persecución de un poder político indigno que estuvo a punto de llevarle injustamente a la cárcel.

Le recuerdo como un personaje de Shakespeare, alto y bajo, descomunal y minúsculo, soberbio y tierno, según los caprichos del destino y la fuerza imbatible de su libre albedrío.

Recuerdo a un Polanco humilde, humillado, sensible y cariñoso, un hombre muy distinto, seguramente, del que pasará a la historia de la prensa española.

Mi más sentido pésame a sus hijos y amigos. El nombre de Polanco ya está escrito, cum laude, en las páginas más gloriosas de nuestra democracia. En los momentos más dramáticos de nuestra reciente historia, le ví muy de cerca luchando por nuestras libertades.

Qué pena no haber podido agradecerle mejor, en vida, todo lo que hizo, con alto riesgo, por nuestra libertad. Una deuda impagable. Por eso, propongo este epitafio:

Adelantó la democracia en España

Yo le quería. Descanse en paz.

Recortes del domingo

:

24 paginas sobre la muerte de Polanco en El País frente a 6 en El Mundo.

Arsenio (como Trotsky) no sale en la foto

No es más que una broma. Pero indica con qué atención y cuidado se seleccionan las fotos -y el corte de las fotos- para ser publicadas en cada diario. Me ha sorpendido -aún me quedan ciertas reacciones de ingenuo- que el director editorial de 20 minutos, Arsenio Escolar, uno de los premiados, sea el único que no aparece en la foto de El Mundo.

¿Por qué será?

¿Acaso Arsenio no fue ayer a recoger este premio, concedido «por su labor en pro de la igualdad de la mujer«, del que estamos tan orgullosos todos los veintiminuteros?

Me fuí inmediatamente a nuestra edición digital 20minutos.es y allí encontré esta foto completa con todos los premiados. La corto y la pego aquí ahora mismo. En nuestra web sí aparece Arsenio junto a los demás premiados. ¡Ah! y a todo color.

(Arsenio es el que está más lejos del presidente Zapatero y, al estar en el extremo opuesto al poder, fue mas fácil cortar su imagen en El Mundo.)

En la información correspondiente de 20minutos.es cuya lectura recomiendo– se explica que el Premio se debe a la decisión de nuestro director de seguir la recomendación del Congreso de los Diputados -o sea, de la soberanía popular- de quitar de las catorce ediciones del diario impreso los anuncios de putas, entre los que puede haber señoras mayores de edad, que quieren comerciar con su cuerpo, pero también pueden encubrir abusos de menores, explotación, esclavismo, etc.

En nuestra compañía estamos muy orgullosos de la decisión del director, así como de la comprensión y el apoyo generoso mostrado por todos los miembros de nuestro Consejo de Administración (Schibsted y Zeta), a sabiendas de que prohibir los anuncios de «contactos» de prostitución les iba a privar en el futuro de algunos millones de ingresos.

Han borrado a Arsenio de la foto, quizás, para no tener que explicar el motivo de su premio, que airea las propias vergüenzas y la hipocresía de la católica prensa de pago.

El Mundo ha dado al menos, la noticia y la foto (aunque recortada) pero El País -tan amigo de premios propios como alérgico a los ajenos- ni siquiera ha recogido la noticia de los Premios por la Igualdad de la Mujer.

En todas partes cuecen habas. Si ir más lejos, esta misma semana Arsenio Escolar recogió el Premio Victor de la Serna «al periodista más destacado del año» junto a Jesus de Polanco que recibió el Premio Miguel Moya «por toda una vida, etc.»

Pues bien, en 20 minutos publicamos la foto de los premiados, acompañados por Esperanza Aguirre, la anfitriona de la fiesta. <

strong>El País hizo el jueves lo mismo que hoy ha hecho El Mundo: borró de la foto a la presidenta Esperanza Aguirre. Y eso que lo tenía difícil, ya que la aguda presidenta de Madrid no se separaba ni un minuto de don Jesús, confiada, quizás, de que así saldría con seguridad en la foto de El País.

Se equivocó. Los editores son unos artistas con las cámaras y, si no, con el Photoshop. Que se lo digan a la Casa Real que consiguió meter a todos sus nietos (más o menos amputados) en la foto oficial de Navidad.

(Yo mismo acabo de borrar de la foto a todos lo premiados de la Asociación de la Prensa menos a Polanco . Por si acaso.

Polanco ¿calvo o con tres pelucas? Pasen y vean…

Un poco tacaño me ha parecido El Mundo -con lo que le gustan los premios a su director- al informar sobre los Premios que los periodistas de Madrid entregan a otros periodistas.

Conociendo mi vieja profesión, ya es noticias -y grande- que unos periodistas premien a otros. Pues esto ocurre cada año. Y ayer se entregaron esos premios correspondientes a los más destacados en 2006.

No hace falta que resalte que, a mi juicio, el más merecido de todos fue, naturalmente -y está feo que yo lo diga- el Premio «Victor de la Serna» que le dieron a Arsenio Escolar, «el periodista más destacado de año».

Fuera de bromas, los demás también lo merecían.

¡¡¡ Enhorabuena a todos ellos!!!

Lejos del boicot del PP a Prisa, hasta se besaron amistosamente Jesús de Polanco y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

Pero de estas anécdotas no se enteraron los periodistas ni los lectores de El Mundo. Hoy publican un cuarto de columna con título muy aburrido:

Las Asociación de la Prensa de Madrid entrega sus premios de periodismo

Sólo te enteras de que Jesús de Polanco era uno de los premiados al llegar a la penúltima línea.

Hubo una gran fiesta.

Hasta salí yo mismo (sin la boina, claro) en un vídeo (de total autobombo) que voy a pegar aquí mismo, hablando de nuestro Arsenio, naturalmente, a favor. Con un doble click en esta pantalla debería verse algo…

En cambio, frente a la tacañería de la mininoticia de El Mundo, El País se ha soltado el pelo y le ha dedicado hoy cuatro columnas a la entrega de estos premios. Y con foto a todo color. ¿Por qué será?

Ahí vemos la diferente valoración que cada diario hace de sus directivos y de los de la competencia. Calvo para uno y con tres pelucas para el otro. Nosotros también hemos dado la noticia a favor. Faltaría más.

Y, además, con esta foto, más completa, que prueba la cercanía entre la presidenta Esperanza Aguirre y Jesús de Polanco. El País no se ha atrevido a tanto y, como hemos visto, da la foto de los premiados pero sin la presencia de la anfitriona de la fiesta.

Nosotros hemos incluido también un vídeo del discurso de Arsenio (muy resumido). Yo tengo barra libre en la taberna de mi blog y, por eso, lo he pegado entero.

¡Que le vamos a hacer! Somos periodistas y, por tanto, humanos… en todo el sentido que pueda tener esta palabra.

Ayer lo pasamos muy bien y eso que el sitio imprime carácter. La fiesta fue en el patio central de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, en la Puerta del Sol, que antes fue la Dirección General de Seguridad de Franco.

¡Enhorabuena, Arsenio!

y ¡Enhorabuena a todo el equipo de 20 minutos!

Y, además, haciendo gala de mi modestia habitual, me autofelicito por haber contratado a Arsenio como director-fundador de 20 minutos.

Para una vez que acierto…

Con tanta fiesta y tanto autobombo, casi me olvido registar en el blog una noticia escandalosa, casi divina, que ha sido considerada como «no noticia» por El Mundo. En cambio, El País la da a tres columnas:

Las personas respetuosas con las leyes y con los demás se estarán preguntando por qué no ha sido aún despedido ese mal juez que nos escandaliza con sus autos medievales. A la calle con él. ¡Qué vergüenza de Justicia!

Tampoco saca El Mundo de hoy esta famosa foto de las Azores, que ha marcado la vida política y el declive de Tony Blair.

El País no ha querido perderse esta oportunidad en el día en que Blair deja el poder. Una foto, desde luego, histórica. Para no olvidar.

Alierta, en el banquillo (grande en El Mundo, pequeño en El País)

El sujeto es «El Supremo» para El País y a una columna. Para El Mundo, en cambio, el sujeto de la misma noticia es «Alierta» y lo lleva a cuatro columnas, con foto a tres y recuadro documental. La palabra «banquillo«, tan temida para cualquiera que se precie de honrado o de parecerlo, sólo aparece unida a Alierta en el titular de El Mundo.

¿No fue, acaso, José María Aznar, amigo de Pedro Jota Ramírez, quien nombró a César Alierta, presidente de Tabacalera, como presidente de Telefónica?

¿No fue, acaso, José María Aznar , amigo y protector de César Alierta, quien persiguió y trató de meter en la cárcel al presidente de El País, Jesús de Polanco? (Véase, si lo encuentran, «Jaque a Polanco»)

¿Es El País o El Mundo al revés?

¿Qué está pasando aquí?

Dirán ustedes, y no les faltará razón, que en las noticias políticas es donde más se les ve (se nos ve) el plumero a los diarios. Tiene uno la impresión de que las páginas de Economía, sometidas a la dictadura y al rigor de los números, permiten menos sesgos interesados a la hora de elegir el titular (sujeto, verbo, etc.) para una noticia o de asignarle cuerpo tipográfico, ilustración gráfica o tamaño en la página.

Sin embargo, pese a que se hila más fino en Economía que en Política -por si las moscas-, el análisis comparativo de las noticias de negocios tiene mucha más miga y nos ofrece claves mucho más relevantes sobre la cultura corporativa y los intereses reales del medio de comunicación en cuestión que cualquier otra sección.

El cuidado exquisito o la dureza con que se decide el sujeto de una noticia económica nos permite descifrar alianzas pasadas o futuras, expectativas de negocio, venganzas soterradas, eventuales cambios de propiedad o de empleo…

Nunca me canso de recomendar a mis alumnos, apasionados por la búsqueda de la verdad, aquel sabio consejo de Marlon Brando en el inigualable papel de El Padrino:

«Sigue al dinero»

ETA y el 11-M en El País; no en El Mundo

(Actualizado a las 20:45 que me voy a cenar)

¿No les resulta un poco raro que, después de dos años y pico dándonos la vara con la teoría conspirativa aznarista de la relación de ETA con el 11-M, hoy no aparezca la palabra ETA en la portada de El Mundo?

Y viceversa. Creo que es la primera vez que vemos en la portada de El País un titular -pequeño, eso sí- como éste:

Una asociación minoritaria de víctimas del 11-M sugiere que ETA organizó el atentado

Tan raro les pareció a los responsables editoriales de 20minutos.es -tercer diario on line de España por usuarios únicos, según OJD– que lo han dado hoy como noticia. Me alegra que vaya calando entre nuestros colegas el análisis comparativo de las noticias y no noticias.

La noticia principal de hoy tiene un tratamiento singular en cada diario.

El Mundo presta su altavoz a Israel como sujeto, con un verbo activo fuerte y negativo («rechaza«) contra la propuesta hispano-francesa.

El País, en cambio, presta su altavoz a Francia e Italia , como sujetos, con otro verbo activo pero positivo a favor de la propuesta española.

La victoria de la nueva líder del socialismo francés, Ségolène Royal también tiene su tratamiento bien diferenciado en cada diario, según su inclinación ideológica o su cultura corporativa (léase intereses).

El País rezuma una alegría desbordante con una foto guapa y grande de la triunfadora.

El Mundo da la misma noticia, casi escondida entre otras noticias, en la columnita de salida, abajo, con una triste foto tamaño sello de correos.

En El País, la Royal saluda con su mano abierta. En El Mundo aparece, en cambio, con el antiguo saludo de puño en alto de la izquierda clásica.

Naturalmente, por último (aunque no lo menos importante), conviene comparar la noticia de la sucesión de Polanco, el presidente de PRISA, editora de El País en su diario y en el otro.

Nadie me negará que la foto está plenamente justificada en casa propia sobr este titular informativo:

Ignacio Polanco será el futuro presidente del grupo PRISA

El Mundo lo da sin foto -faltaría más- y con un titular cargado de opinión, sembrado «dudas sobre el futuro» de su competidor:

Polanco zanja las dudas sobre el futuro de Prisa nombrando sucesor a su hijo Ignacio

En ambos textos, me llama la atención un pequeño detalle que, en cuestiones dinásticas, puede tener su importancia.

En El Mundo hablan de Jesús Polanco y de Ignacio Polanco Morenosin que, en ningún caso, el «de» aristocrático preceda al apellido.

Por el contrario, El País concede el «de» solamente a Jesús, actual presidente de Prisa (Jesús de Polanco), pero le apea el tratamiento del «de» a su hijo Ignacio (Ignacio Polanco Moreno a secas). Al hijo le añaden el apellido materno, pero no así al padre.

Tengo la impresión de que Nacho Polanco ha traicionado a su clase: nació en la aristocracia y -quitándose el «de» de su padre- se ha pasado a la burguesía.

Hay que estar atentos al día en que Ignacio Polanco Moreno pase a ser don Ignacio de Polanco.

Son cosas del poder y del protocolo.

De todas formas, ¡enhorabuena, Nacho, y mucha suerte, por la cuenta que nos trae!