INDEH: las guerras apaches, según Ethan Hawke | Cómic histórico

Cuenta el actor Ethan Hawke* que estaba decidido a hacer una película que contara las guerras apaches, «una parte vital de nuestra historia americana», de una «manera que honestamente aprecie e integre, en lugar de apropiarse, la historia de los nativos americanos». Quería, escribe el intérprete, guionista, dramaturgo y director de cine, contar esa historia «hasta que los nombres de de Gerónimo y Cochise sean tan familiares para los jóvenes oídos americanos como Washington y Lincoln«. Hawke reconoce que aquel guión «con sus pistas nativo-americanas, era una venta difícil por su mala estrella en el controlado mercado de Hollywood». Así que decidió juntarse con el novelista gráfico Greg Ruth y pasarlo al formato cómic. El resultado es INDEH. Una historia apache, que publica en España Oberon (traducción José Santana).

Espectacular despliegue visual, en un acertado blanco y negro, con alternativas viñetas detalle con épicas escenas, con el que el tándem Hawke-Ruth repasa la historia del conflicto entre apaches y el ejército de Estados Unidos durante las décadas centrales y finales del siglo XIX y recupera nombres como Cochise, Gerónimo, Victorio o del general Crook, por el otro bando.

El punto de vista es, obviamente, el de los nativos americanos, aunque los autores tienen el acierto de no convertirles en los bellos salvajes inocentes de algunas ficciones de los 60 y 70 del siglo pasado. Los apaches de INDEH son violentos y sanguinarios, pero tienen razón y son las víctimas de un joven estado dispuesto a someterlos de cualquier manera. Sin embargo, los representantes del Gobierno de EE UU son innegablemente los insensibles villanos de esta historia, con alguna excepción.

Así pues, estamos a ante una ambiciosa novela gráfica, recomendada por, entre otros, Philipp Meyer (el de la espléndida El hijo), con un espléndido apartado visual y un menos logrado guion. Pienso, que cualquiera sin un cierto conocimiento del hecho histórico, puede perderse entre los personajes que aparecen y la secuencia de los acontecimientos. Además, ya que intentan los autores incluir el punto de visto de los nativos, me parece que en esta obra está infrarrepresentando el papel de los indios que tomaron parte activa en la lucha bajo la bandera de Washington.

Los amantes del western y de la historia de los EE UU no deberían perder la oportunidad de echarle un vistazo a esta novela gráfica. A pesar de sus defectos, es una ficción poderosa. Y si quieren completar la histórica de este cómic con visiones historiográficas equilibradas entre el punto de vista indígena y conquistador, pueden leer obras como Las guerras apaches, de David Roberts (editada en España por Edhasa, hace unos años, aunque creo que debe ser difícil de encontrar y que los autores utilizaron para la construcción de esta novela gráfica) o la más reciente La tierra llora, de Peter Cozzens (editado hace unos meses por Desperta Ferro).

Eso sí, no creo que Hawke esté descubriendo la pólvora con este enfoque de las guerras apaches. Diga lo que diga, esta sensibilidad integradora se lleva viendo en diversas ficciones (tanto literarias como cinematográficas) desde hace décadas. Quizá ésta tenga más visibilidad por estar escrita por un conocido actor, quién sabe.

*No puedo dejar de pensar en que hace poco vi a Ethan Hawke en un western pésimo: el remake de Los siete magníficos.

¡Buenas lecturas!

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