20 hit combo 20 hit combo

Thank you Mario! But our princess is in another castle! Toad (Super Mario Bros.)

Archivo de la categoría ‘Publicaciones’

Venganza por las notas bajas

Está visto que, en ocasiones, la libertad de opinión no sienta demasiado bien a las compañías de videojuegos. Lo que acaba de suceder con Atari, por ejemplo, podría calificarse de escandaloso.

Resulta que la compañía ha demandado a tres webs europeas de información especializada por calificar negativamente el juego Alone in the Dark. Al menos esa es la versión de una de los demandados.

La noruega Gamer.no le ha «cascado» un 3 al juego; la danesa GameReactor, un 4; y la alemana 4players, que además ha perdido un acuerdo publicitario con Atari, un 68 sobre 100.

Por supuesto, la explicación que da Atari nada tiene que ver con dichas puntuaciones. Según la compañía, la demanda está relacionada con el hecho de que los medios utilizaron copias piratas del juego para realizar sus análisis.

No digo que esto sea mentira (eso ya lo decidirá el juez), pero lo cierto es que resulta algo sospechoso. ¿Cómo sabe Atari que estas webs utilizaron copias piratas? (ellos dicen que usaron copias comerciales o versiones de preview). De ser verdad ¿de qué modo les perjudica eso? Debe de ser un perjuicio considerable para decidirse a tomar medidas legales. Además, si esos medios han utilizado una copia pirata una vez, es muy probable que lo hayan hecho otras veces antes, ¿por qué se ofenden ahora?

Quizás todas estas preguntas tengan una explicación razonable, quizás no. Desde luego, la impresión que da es que Atari se ha enrabietado por la mala acogida general que está teniendo el que pretendía ser uno de los lanzamientos más potentes de la temporada.

Un nombre con tanta historia como Alone in th Dark, nuevas ideas prometedoras, un trailer llamativo, muchas alabanzas precipitadas… Todo eso para acabar en una tremenda decepción.

Este caso me recuerda a otro similar que tuvo mucho revuelo el año pasado. En aquella ocasión, Eidos retiró la publicidad de GameSpot por dar una mala puntuación al juego Kane & Lynch: Dead men. El asunto tuvo aún peores consecuencias, ya que el medio despidió al periodista que había realizado el artículo.

Afortunadamente, bien porque las compañías suelen aceptar estoicamente las críticas, bien porque los medios son más generosos de lo que debieran con las puntuaciones, estos casos son excepcionales.

Ya hablé en una ocasión sobre la puntuación que dan los medios a los juegos. Pero vosotros, ¿qué pensáis?, ¿creéis que las presiones de las compañías determinan demasiado las valoraciones finales de sus lanzamientos?

Usar trucos y guías es hacer trampa

Hace unos días me comentaba un compañero del trabajo que había retomado el Twilight Princess. Por lo visto lo había abandonado hacía ya meses y ahora le ha vuelto a entrar el gusanillo.

Al parecer, se había quedado atascado en una mazmorra pero, al ponerlo ahora enseguida ha experimentado esa maravillosa sensación de ver la luz, de encontrar la solución (que siempre es muchísimo más sencilla de lo que parecía) y de gritar «Eureka».

Sin embargo, a continuación me comentó que lo había pasado mucho peor en un puzle anterior, en el que tuvo que mirar una guía para descifrarlo. Ahí ya comencé a cabrearme. Sé que es irracional, pero me pone de mala leche que la gente utilice guías y trucos. ¿Qué gracia tiene eso? Genial, te fundes en un «plis» un juego que te ha costado 60 o 70 euros… ¿y luego qué?, ¿te pillas otro y vuelves a hacer lo mismo?

En mi opinión, los trucos están bien una vez que te has pasado el juego, cuando ya no te queda nada más por descubrir. Utilizarlos antes es como hacer trampa jugando a las cartas.

Entiendo que se utilicen cuando uno ya está desesperado, ha intentado durante horas o días pasarse una zona, no se le ocurre ninguna posible solución e incluso le ha entrado dolor de cabeza de tanto darle vueltas. En esos casos, mejor mirar una guía o usar un truco que quitar el juego y no ponerlo nunca más. Pero es que hay personas que los utilizan de forma sistemática en cuanto se encuentran con una mínima dificultad.

Otra cosa que me revienta es cómo las guías se han convertido en un negocio. Ahora ha salido una del Grand Theft Auto IV, aunque las más habituales son las de los títulos de Square Enix. Es cierto que los Final suelen ser unos juegazos, pero algunos de los secretos son tan rebuscados que sólo pueden descubrirse por ciencia infusa o consultando una guía. Un juego que en sí mismo no te da las pistas y herramientas suficientes para completarlo al 100% y requiere de un elemento externo para hacerlo, no puede ser un juego perfecto.

¡Ah! ¡Se me olvidaba! Siempre ha habido un truco que he considerado legal, uno del Battletoads in Battlemaniacs que permitía comenzar este infernal juego con cinco vidas y cinco continuaciones (¡ojo cuánta generosidad!).

Una vez me he desquitado de esta frustración infantil que de niño me hizo discutir con unos cuantos amigos, os pregunto… ¿vosotros sois unos trampos…? Quiero decir… ¿utilizáis trucos y guías a menudo?

Los juegos, en el lugar que se merecen

Sin que sirva de precedente, hoy me voy a dedicar a hacer un poco de autobombo, que nunca viene mal. Quizás algunos ya os habréis dado cuenta: desde hace unos días, la antigua sección de ‘Tecnología y videojuegos’ de 20minutos.es se ha dividido en ‘Tecnología’ y ‘Videojuegos’.

Esto significa que la web de 20 Minutos se ha convertido en el primer medio nacional (y probablemente en uno de los primeros a nivel internacional) que incluye una sección exclusiva para videojuegos, dándole el mismo nivel de importancia que a otras áreas de ocio más tradicionales como la música o el cine.

Los videojuegos interesan a la gente, los videojuegos pueden ser arte, los videojuegos son un componente fundamental de la cultura pop y, sobre todo, los videojuegos mueven cantidades industriales de dinero. Ya son el negocio más rentable de la industria del entretenimiento y ni siquiera la piratería tiene la suficiente fuerza como para hacer que se tambalee como sí lo hacen otros.

Víctor Sánchez, al que seguro que muchos conocéis por su participación en el programa Cuatrosfera y su trabajo en otros medios, y yo mismo, entre otros, nos encargaremos de nutrir la sección de videojuegos de noticias, reportajes, galerías de pantallas y demás.

Os debo hacer una petición y un agradecimiento. Primero, pediros un poco de paciencia y tiempo para conseguir una sección con temas interesantes y actualizaciones regulares. En segundo lugar, el agradecimiento: mil millones de gracias a los que me leéis a diario, a los que comentáis y a los que no (que sois muchos).

Creo que vuestro apoyo ha contribuido en buena medida al reconocimiento de la importancia e interés que tienen los videojuegos para el público. Os aseguro una vez más que tomaré muy en cuenta todas vuestras críticas y sugerencias a la hora de mejorar este blog y también la propia sección, en la medida en que esté en mi mano.

Puntuaciones de juegos compradas y obsesiones conspiranoicas

Es inevitable, da igual quién escriba, de qué y con qué motivaciones, siempre habrá alguien ahí para acusar al autor de interesado, partidista o vendido. No estoy hablando de mí, o al menos no sólo de mí, le pasa a todo aquel que publica algo en un medio (que gracias a Internet es mucha gente).

Cuando se trata de información política, el tema tiene muchos matices (líneas editoriales y demás), pero aquí me centraré en el sector de los videojuegos, que es lo mío.

A muchos lectores/oyentes/telespectadores les encanta buscar dobles intenciones y motivaciones ocultas en los reportajes, noticias, críticas y demás. Esa obsesión produce numerosas incongruencias. Por ejemplo, sobre una noticia de cifras de Nintendo alguien comenta: «cómo se os ve el plumero»; pocos minutos después, en una información sobre el Blu-ray la Play 3: «¿cuánto os paga Sony por publicar esto?»; por supuesto, si a continuación publicas algo sobre la Xbox 360 será porque «te estás vendiendo a Microsoft«.

Sin embargo, la cosa suele tener una explicación mucho más sencilla. En primer lugar, cuando se escribe sobre videojuegos, la mayor parte del tiempo se está hablando sobre productos (consolas, videojuegos y accesorios). Si se elimina ese área, no se escribiría prácticamente de nada: aspectos sociológicos de los videojuegos, economía del sector y poco más se me ocurre.

Por otro lado, los temas se suelen elegir siguiendo los criterios de actualidad y de interés para el lector. No quiero ser cínico, es cierto que la publicidad también influye, aunque menos de lo que se piensa y de forma diferente a lo que la mayoría cree.

Pongo el caso de las webs y revistas especializadas, sobre todo de estas últimas, que desde siempre han sido acusadas de «estar compradas» por tal o cual compañía. Las revistas dependen de la publicidad y, lógicamente, supone un problema ignorar o criticar el videojuego de un anunciante. Pero, salvo en casos muy descarados (que los hay), un acuerdo publicitario no es sinónimo de una notaza o de una crítica excelente, ya que a un medio tampoco le interesa engañar a sus lectores o los acabará perdiendo. Normalmente el compromiso suele limitarse a darle algo de cobertura al producto, sin más.

A la hora de hablar de un videojuego malo o regulero sin despedazarlo cruelmente suelen utilizarse diversas «técnicas» dirigidas a que los lectores comprendan que el título no es muy bueno:

– Textos: Lo habitual es comentar los puntos positivos del juego, aunque incluyendo pequeñas pegas o indicaciones de que el juego es muy infantil, simplón o técnicamente pobre: «les encantará a los más peques», «esperábamos más», «tiene algunos defectillos gráficos», «sólo los fans lo disfrutarán a tope»…

– Puntuaciones: Cada medio utiliza sus propios baremos, que suelen rondar una calificación media que en algunos casos puede ser muy alta. Por ejemplo, hay alguna revista de marcado carácter infantil cuyas puntuaciones rara vez bajan del 90 sobre 100. Pues incluso en este caso existen formas de orientar a los lectores: las calificaciones adquieren un valor u otro por comparación. Es decir, los juegos realmente buenos llevarán una puntuación entre 95 y 99; si tiene un 80, eso significa que es aceptable; si tiene un 70 es que es muy malo.

Alguien que lea por primera una revista puede confundirse, pero basta examinarla con detenimiento o tener un mínimo de criterio para saber interpretar correctamente los comentarios y puntuaciones.

En resumen, que la publicidad es importante y en ocasiones conlleva una mayor o menor cobertura de un producto. ¿Dónde está el problema aquí? Si tenemos en cuenta que los medios son negocios que buscan ganar dinero, este modus operandi es más que comprensible creo yo.

En cuanto a las historias de medios y periodistas comprados, no todas son un mito, pero tampoco son tan habituales y descaradas como se suele pensar. Olvidad las obsesiones conspiranoicas y leed con criterio y perspectiva, las cosas suelen ser mucho más sencillas y menos rebuscadas de lo que se piensa, os lo aseguro.

Récords de libro

El pasado fin de semana, dando una vuelta por las tiendas del centro de Madrid, me encontré con el Libro Guinness de los Récords de Videojuegos.

Sabía de su existencia desde hacía muy poco, a raíz de una noticia sobre un récord de cosplay en Reino Unido, pero no tenía ni idea de que el tomo fuese a aparecer publicado en España. El caso es que me picó la curiosidad, lo hojeé un poco y terminé por comprármelo.

El libro más que una recopilación de récords es un cajón de sastre en el que hay algo de historia de los videojuegos, cifras de ventas y, sobre todo, muchas curiosidades.

En las primeras páginas puede verse, por ejemplo, la máquina recreativa más grande del mundo, un mueble de 4,11 metros de alto y 1,72 metros de ancho, y pesa 680 kilos. También aparece la persona con la mayor colección de dispositivos jugables,el periodista alemán René Meyer, que posee nada más y nada menos que 274 sistemas de juegos entre ordenadores, consolas, dispositivos portátiles…

He descubierto que aún hay muchos datos curiosos que desconozco. Entre otras «tonterías», no sabía que Lara Croft inicialmente iba a tener el latino nombre de Laura Cruz, ni que el gran tamaño de sus pechos se debió en buena parte a un error de diseño.

Tampoco había oído hablar del anuncio de Resident Evil 2 dirigido por George A. Romero para la televisión japonesa, no sabía que la actriz que le da voz a Samus Aran en los últimos capítulos de la saga Metroid es la misma que dobla a la Cenincienta de Disney, desconocía que Mortal Kombat se inspiró en una película de Jean Claude Van Damme… Todas estas chorraditas me encantan.

En el lado negativo, el libro ofrece mucha cantidad de datos pero poca profundidad en cada apartado. Hay errores tipográficos, datos superficiales o carentes de interés, ‘perogrulladas’ y algunas informaciones imprecisas o erróneas. además, se centra mucho en las consolas y juegos modernos dejando muy poco hueco a los clásicos que sentaron la base de esta industria (algo imperdonable desde mi punto de vista retro).

Vamos, que el Guinness World Records Especial Videojuegos no se va a convertir en la Biblia de los videojuegos que pretende ser, al menos no esta edición de 2008. Eso sí, entretenido es y tocho también, así que para llenar los ratos muertos leyendo un par de páginas al azar está muy bien.

Antes de cerrar el post, una última anécdota, la que más me ha llamado la atención: el Dr. Robotnik (alias Doctor Eggman, alias «el malo de Sonic») es el resultado de la variación de un dibujo del presidente estadounidense Theodore Roosevelt en pijama. Se trataba de uno de los candidatos a sustituir a Alex Kidd como mascota de Sega. Finalmente, el puesto se lo llevo Sonic y el «Doctor Roosevelt» se quedó como villano. Curioso, ¿no?

La entrega de los Hobby Premios

Ayer se celebró en la discoteca Pachá de Madrid la ceremonia de entrega de los Hobby Premios, los galardones que anualmente otorga el grupo Axel Springer / Hobby Press (los lectores de sus revistas) a los mejores videojuegos del año, y allí estuve yo prestando mucha atención a todo lo que sucedía.

La temática escogida para este año se inspiraba en el universo de Harry Potter, con azafatos disfrazados de alumnos de Hogwarts y banderolas que sustituían, con mayor o menor fortuna, los nombres de las cuatro casas de la escuela por otros más consoleros: Wiiffindor, Playtherin, Xboxclaw y Pecepruff.

Hasta aquí, curioso por lo menos. Más discutible me pareció la elección del presentador, el humorista Sinacio, que se las vio y se las deseó para conseguir la atención del público. Aunque el tipo al final consiguió provocar algunas carcajadas y aplausos, al principio me recordaba a algunos profesores de la facultad que se esforzaban inútilmente en ser escuchados ante el pasotismo general de la clase.

En este caso había una dificultad añadida: los «alumnos» tenían unos buenos copazos entre manos. Tal era el desinterés del público que el pobre Sinacio no supo disimular demasiado bien su enfado, ni siquiera disfrazándolo de humor. Sólo la aparición de Carolina Cerezuela consiguió encauzar la gala. Eso sí, los dos demostraron no tener ni la menor idea de videojuegos. Su pronunciación de algunos títulos produjo más risas que la mayoría de chistes del guión.

La nota más desconcertante de la noche la puso la propia Cerezuela, que súbitamente comenzó a hablar de Sony y sus políticas de retrocompatibilidad y capacidad de la PS3. Una crítica en toda regla, expuesta de forma confusa y más bien desafortunada, teniendo en cuenta que por allí danzaban varios directivos de Sony. ¿Eso estaría en el guión? A mí me sonó más como si un colega de Carolina le hubiese dicho antes de la fiesta: «tía, di esto, que los de Sony la han cagado y vas a quedar como que controlas del tema».

Pero paso a lo que nos interesa, los premios. No quiero reventar la gala ni desvelar todos los premiados, así que sólo citaré un par de casos que me parecieron especialmente sangrantes:

1.El mejor RPG: Compitiendo contra Mass Effect y Zelda: Phantom Hourglass, el ganador fue Final Fantasy XII, un juego que apareció hace ya más de un año y que es considerado por una gran parte de los seguidores de la saga como un bajón respecto a los anteriores. Supongo que llevar la etiqueta con el nombre Final Fantasy ha pesado más en las votaciones que la calidad real de cada uno de los títulos.

2. Assassin’s Creed: No me puedo creer que este juego de Ubisoft se llevase nada más y nada menos que tres galardones, el más importante de todos los premios incluido. Assassin’s Creed no es una mala producción, pero tanto reconocimiento para un juego que la mayoría considera sobrevalorado me parece excesivo. Además, si tenemos en cuenta que los que votan son los lectores de las revistas de Hobby Press y no los propios medios, me resulta aún más incomprensible. La única explicación que se me ocurre es que la mayoría de los votantes sean chavales que eligen sin haber probado los juegos, fiándose simplemente de las pantallas y las críticas (de hecho, yo lo hice alguna vez cuando era pequeño). ¿Y Bioshock?, ¿dónde lo metieron?

Como es de bien nacidos ser agradecidos (y las copas y canapés fueron más que decentes), no puedo terminar el post sin recomendaros que descubráis el resto de premiados (mejor compañía, mejor consola, mejores juegos por género y por plataforma…) en los reportajes que publicarán Nintendo Acción, Hobby Consolas, PlayManía y MicroManía en sus próximos números.

NOTA: Mil perdones por la pésima foto. De todas las que saqué, la que incluyo aquí es la única en la que se distinguía algo. Mis medios no dieron para más. Por cierto, ojo a ese 2008 «a lo Google» (no entiendo muy bien por qué eligieron ese diseño).