Hoy es un gran día variado, llenos de expectativas y de monsergas.
El juicio sigue, con sus asientos incómodos, que ya anticipan o quizá descuentan penalidades a los reos. Los asientos y la escenografía forman parte de la pena: el tener que estar tanto rato aguantando a esos pelmazos (incluyendo a los propios) que arguyen y leguyean.
El no poder salir a estirar las piernas, el no poder irse sin más a la calle llena de famosos… el ser famoso uno mismo a la fuerza…
No, no compensa: declarar la independencia de esta manera no compensa. Te meten en la cárcel un año y cuatro meses… y luego te juezgan. ¡A mí, que no he hecho nada!
No se lo pensaban que pasaría esto. Esta reacción tan estricta, tan legalista.
Pensaban que todo iba a ir sobre patinetes, tan rajoyanamente, chino chano…
Pero claro, alguien tenía que reaccionar… de alguna manera. Estos ahora procesados y algunos o muchos más se estaban subiendo a las barbazas del sistema, ¡del mismísimo Estado!
Sin atender ni acatar ni siquiera mencionar la Constitución (en adelante, K).
¡Qué frescos!
Así que ahora estamos viendo el tostonazo apasionante del juicio… han conseguido el marketing brutal que buscaban, ¡todo en directo!
Lo bueno de esta transparencia en tiempo real es que ya disipa todas las dudas sobre el propio proceso. El anuncio permanente y gratuito les sale caro a los presos, pero a los que siguen fuera les viene genial… Todo el día dando la monserga con lo suyo… que no le interesa a casi nadie.
Por suerte coincide con la emisión, también total, del debate de los PGL (Presupesutos Generales de la Lechera), así que si alguien se aburre se puede enganchar a uno de los dos seriales.
Hay que suponer que las casas de apuestas online que rigen nuestras vidas ya estarán ofreciendo mil maneras de jugar en estas emisiones. Hasta la Champions podría peligrar si el juicio y el Congreso consiguen buenos shares.
Seguimos, a ver qué pasa en este capítulo de hoy….
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